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El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 24 de junio de 2012

Santa Sede

'El Bautista anunció a Jesús con gran humildad y celo profético'
Palabras del papa en el Ángelus de hoy

"Restablecer el deseado clima de serenidad y de confianza"
Respuesta oral del director de la Sala de Prensa sobre la Agenda del papa

Nombrado nuncio apostólico ante la Unión Europea
Monseñor Alain Paul Lebeaupin

Mundo

Perú: Cardenal Cipriani sobre ley que despenaliza el sexo entre menores
Es un tema muy sensible que necesita una amplia discusión antes de tocarlo

Europa: Por un testimonio público de la fe
La Nueva Evangelización en el encuentro de secretarios generales de las conferencias episcopales

Paraguay: los obispos ante la destitución del presidente Lugo
Exhortaron al respeto a la Constitución

Siria: Monseñor Abdo Arbach, promovido a arzobispo de Homs
Era exarca para los grecomelquitas de Argentina

Monseñor Alcides Mendoza fue un hombre identificado con el Perú y sus costumbres
El cardenal Cipriani en el funeral por el obispo fallecido

Donde Dios llora

Kenia: Todo lo que tenemos lo compartimos
Entrevista a la hermana Lucía Thuo, misionera en el país africano

Foro

Dios en la política
El mejor defensor de la verdad, la justicia, la paz y el amor

Flash

El arte de predicar
Un sitio web para ayudar a sacerdotes y seminaristas

Documentación

'No hay nada imposible para Dios'
Palabras del papa en la festividad de san Juan Bautista

'Salgan al encuentro de los que se hallan privados de libertad por causa de la inicua violencia'
El papa a los obispos de Colombia en visita 'ad limina apostolorum'


Santa Sede


'El Bautista anunció a Jesús con gran humildad y celo profético'
Palabras del papa en el Ángelus de hoy
CIUDAD DEL VATICANO, domingo 24 junio 2012 (ZENIT.org).- A las 12 horas de hoy, el santo padre Benedicto XVI se asomó a la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico vaticano para recitar el Ángelus con los fieles y peregrinos reunidos en la plaza de San Pedro. Ofrecemos las palabras del papa al introducir la oración mariana.

El papa recordó que este domingo se celebra la solemnidad del Nacimiento de san Juan Bautista. Con excepción de la Virgen María, Juan el Bautista es el único santo del que la liturgia celebra el nacimiento, y lo hace porque está estrechamente relacionado con el misterio de la Encarnación del Hijo de Dios.

"Desde el vientre materno --dijo el papa--, ya Juan es el precursor de Jesús: su concepción milagrosa se le anuncia a María como una señal de que 'no hay nada imposible para Dios' (Lc. 1,37), seis meses antes del gran prodigio que nos da la salvación, la unión de Dios con el hombre por obra del Espíritu Santo".

benedicto XVI recordó que los cuatro Evangelios "dan gran relieve a la figura de Juan el Bautista, como un profeta que termina el Antiguo Testamento e inaugura el Nuevo, identificando en Jesús de Nazaret al Mesías, el Ungido del Señor".

"Animado por el Espíritu Santo --añadió el papa--, Zacarías habló así de la misión de su hijo: 'Y tú, niño, serás llamado profeta del Altísimo / pues irás delante del Señor para preparar sus caminos, / y dar a su pueblo el conocimiento de la salvación / mediante el perdón de sus pecados'. Todo esto se hizo evidente treinta años más tarde, cuando Juan comenzó a bautizar en el río Jordán, llamando al pueblo a prepararse, con aquel gesto de penitencia, a la inminente venida del Mesías, que Dios le había revelado durante su permanencia en el desierto de la Judea".

"Queridos amigos --concluyó el papa--, la Virgen María ayudó a su anciana pariente Isabel a llevar a término el embarazo de Juan. Que ella nos ayude a todos a seguir a Jesús, el Cristo, el Hijo de Dios, que el Bautista anunció con gran humildad y celo profético".

Se puede leer el texto completo del discurso en: http://www.zenit.org/article-42562?l=spanish.

Acabado el discurso en lengua italiana, Benedicto XVI se dirigió en su idioma a cada uno de los grupos lingüísticos.

A los asistentes de lengua hispana, les dijo: "Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española que participan en esta oración mariana, en particular a los miembros de la comunidad boliviana en Italia, aquí presentes. La Iglesia celebra hoy la Natividad de San Juan Bautista, precursor del Señor, que en el seno materno exulta de gozo al llegar el Salvador del género humano. Quien fue la voz que dio a conocer a Cristo, Cordero que quita el pecado del mundo, nos sigue invitando hoy a escuchar y a acoger la divina Palabra, de la que él mismo dio testimonio, incluso con el derramamiento de su sangre. Confiemos estos propósitos a la Santísima Virgen María, a la que hoy deseo invocar bajo los gloriosos títulos de Copacabana y Urkupiña. Feliz domingo".

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"Restablecer el deseado clima de serenidad y de confianza"
Respuesta oral del director de la Sala de Prensa sobre la Agenda del papa
CIUDAD DEL VATICANO, domingo 24 junio 2012 (ZENIT.org).- Reproducimos la respuesta oral del director de la Sala de Prensa vaticana, padre Federico Lombardi SJ, a preguntas de los periodistas respecto a la Agenda de este sábado del papa Benedicto XVI.

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En el contexto de la situación creada tras la difusión de documentos reservados, el santo padre profundiza sus reflexiones en continuo diálogo con las personas que comparten con el la responsabilidad del gobierno de la Iglesia.

Como se sabe, el sábado pasado quiso ser informado de modo más amplio sobre el curso de las investigaciones, en el encuentro con la Comisión cardenalicia dedicada a ello, guiada por el cardenal Julián Herranz.

Esta mañana, participa en la reunión con los jefes de dicasterio, dedicada como es habitual a las cuestiones de buena coordinación del trabajo de la Curia, hoy especialmente importante y urgente para atestiguar eficazmente la unión de espíritu que le anima.

En la tarde, decidió reunirse con algunos miembros del Colegio cardenalicio que, en fuerza de su gran y variada experiencia de servicio a la Iglesia, no solo en el ámbito romano sino también internacional, pueden intercambiar utilmente con el consideraciones y sugerencias para contribuis a restablecer el deseado clima de serenidad y de confianza respecto al servicio de la Curia romana.

Naturalmente, el santo padre seguirá en los próximos días sus conversaciones y sus reflexiones, aprovechando también la venida a Roma de tantos pastores con motivo de la festividad de los santos Pedro y Pablo, que es una extraordinaria ocasión para que la comunidad de la Iglesia universal se sienta unida a el en la oración, en el servicio y en el testimonio de la fe para la humanidad de nuestro tiempo.

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Nombrado nuncio apostólico ante la Unión Europea
Monseñor Alain Paul Lebeaupin
CIUDAD DEL VATICANO, domingo 24 junio 2012 (ZENIT.org).- El santo padre ha nombrado nuevo nuncio apostólico ante la Unión Europea.

Benedicto XVI ha nombrado nuncio ante la Unión Europea a monseñor Alain Paul Lebeaupin, arzobispo titular de Vico Equense, hasta ahora nuncio apostólico en Kenia y observador permanente ante los Organismos de Naciones Unidas para el Ambiente y los Asentamientos Humanos (UNEP, UN-Habitat).

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Mundo


Perú: Cardenal Cipriani sobre ley que despenaliza el sexo entre menores
Es un tema muy sensible que necesita una amplia discusión antes de tocarlo
LIMA, domingo 24 junio 2012 (ZENIT.org).- En el programa Diálogo de Fe del sábado 23 de junio, el cardenal Juan Luis Cipriani se refirió al proyecto de ley que despenaliza las relaciones sexuales consentidas entre adolescentes, enfatizando que es muy importante escuchar lo que piensan los padres de familia sobre el caso y no permitir que sigan atacando la institución de la familia y la protección al menor de edad.

“Padres de familia, ustedes deciden cuando el chico va al colegio, ustedes tienen que dar permiso cuando viaja, si un chico va a un banco no le hacen caso, no le dan brevete a los 14 años, el chico no puede irse a vivir por su cuenta a los 14 años. Hay una protección natural del Estado en que los padres de familia se sienten fortalecidos; ahora le van a quitar ese apoyo a los padres de proteger a sus hijos”, afirmó.

“La discusión puede ser eterna, pero yo quisiera sentir a los padres, ver qué quieren opinar ellos. No me parece que sea tema de una comisión ni de 27 congresistas, es un tema mucho más sensible que debería tener una amplísima discusión antes de tocarlo”, continuó.

En otro momento, recordó a san Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei y cuya fiesta se celebra el 26 de junio, y agradeció a Dios la presencia en la Iglesia de un sacerdote santo que nos enseñó que la santidad está en hacer lo corriente delante de Dios y con amor de Dios.

“Tu trabajo, tu taxi, tu porte, tu vida familiar, es el lugar donde Dios te busca y da mucha alegría pensar que Dios comparte y nos busca en las cosas más normales de la vida. En cualquier circunstancia de tu vida, pobres y ricos, de todos los lugares del mundo Dios nos dice: “Yo te llamo por tu nombre y tu apellido y te quiero y te busco y tengo para ti un programa””, expresó.

“Desde aquí saludo al Opus Dei, prelatura personal, que hace una labor muy bonita en sitios tan alejados como Abancay, Apurímac, Cañete, Piura y también aquí en Lima”, añadió.

El arzobispo de Lima habló sobre la reciente partida a la casa del Padre de Monseñor Alcides Mendoza, arzobispo Emérito de Cusco, destacando su ejemplo como un hombre conocedor de las costumbres de la sierra y a su vez como una persona con una amplia cultura.

Manifestó que estuvo junto a él días antes de su fallecimiento y pudo rezar y conversar y le dio la absolución, dejándolo sereno y en paz.

“Era un hombre con una gran cordialidad, muy cariñoso y al mismo tiempo firme. Empezó como sacerdote en unos pueblos de Huancavelica. Luego, monseñor Jurgens, un obispo redentorista, le enseñó a ser misionero, lo llevaba en esas visitas por los pueblos y le quedó a él esa inquietud de ayudar a los niños en los orfanatos. También hace una labor muy bonita en el Seminario de Cusco, lo abre y tiene la alegría de poder ordenar a muchos sacerdotes”, comentó.

Señaló que fue un hombre que le tocaron momentos difíciles de la historia, pero que supo enfrentarlos con fortaleza de espíritu. Así también fue un hombre que buscó siempre la unidad en el Episcopado y que buscó esa cercanía con la gente sencilla.

“Con gran fortaleza tuvo que hacer frente a discusiones que pretendían cambiar, por decirlo así, el ambiente de su pueblo. Él conocía la cultura y las costumbres de su tierra y cuando ve que llega una Teología de la Liberación que pretendía cambiar todo, él dice: Yo he nacido aquí, esto es una ideología y lo que mi pueblo necesita es la acción caritativa y evangelizadora de la Iglesia; en nombre de Cristo yo hago estos orfanatos, estos seminarios, estas actividades de apoyo a la niñez y a los campesinos, pero no necesito una teoría política. También tuvo sus dificultades en Cusco y supo llevarlas con mucha fortaleza y paz”.

En el marco de la solemnidad de San Pedro y San Pablo y Día del Papa que se celebrará el 29 de junio, el cardenal Cipriani mencionó que es muy importante reforzar nuestra identidad católica en ese amor al Santo Padre a través de la oración y de la cercanía a su palabra.

“El mismo Dios hecho hombre es quien ha instituido esta figura del papa, cabeza de la Iglesia; es a él a quien nosotros le debemos la obediencia al Magisterio. La Iglesia no es una institución ni política ni humana, es fundada por Jesucristo en manos de gente humana”.

“En esta fiesta tan bonita todos debemos hacer el propósito de rezar más por el papa, porque de esa manera estaremos más cerca de Dios”

Comentó también que cada papa es distinto del otro porque cada uno tiene su propia personalidad y trayectoria.

“Juan Pablo II era un actor, un líder, un hombre que conducía a la gente con sus gestos, sus palabras, sus silencios, su calor, su cariño, estirar su mano, coger a un niño; tenía como todo un lenguaje del típico hombre carismático. Benedicto XVI es un hombre reposado, más racional, más lógico, que hace unas homilías preciosas. La gente escucha y entiende lo que dice”,

“Jesucristo nos dice: “Custodien al papa, quiéranlo, obedezcan esos mandamientos y esos sacramentos, recen y verán cómo muchos de los problemas que tienen se empiezan a resolver”. A veces veo que muchos dicen “Yo no soy muy católico”. No se trata de eso, sino que Dios se ha hecho hombre y nos ha ofertado: “Toma este proyecto para que seas feliz y para que el mundo vaya mejor”. No le echemos la culpa de lo malo a ese proyecto sino a la soberbia de los proyectos humanos”, reflexionó.

Finalmente, invitó a los fieles a participar de la Santa Misa por la solemnidad de San Pedro y San Pablo que será presidida por el nuncio apostólico en Perú, monseñor James Patrick Green, el próximo viernes 29 de junio en la basílica catedral de Lima.

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Europa: Por un testimonio público de la fe
La Nueva Evangelización en el encuentro de secretarios generales de las conferencias episcopales
EDIMBURGO, domingo 24 junio 2012 (ZENIT.org).- Prosigue la reflexión de los secretarios generales de la Conferencias Episcopales de Europa sobre el tema de la Nueva Evangelización.

En su 40 encuentro, que tendrá lugar este año en el Dynamic Earth de Edimburgo, del 29 de junio al 2 de julio, los secretarios generales reflexionarán sobre el testimonio de fe en el mundo de la política, la cultura, la ley y la opinión pública.

Abrirá los trabajos el cardenal Keith Patrick O’Brien, arzobispo de St. Andrews y Edimburgo, presidente de la Conferencia Episcopal escocesa.

El año pasado, en Vilnius, los secretarios generales reflexionaron sobre algunos aspectos específicos de la nueva evangelización como: la relación cultura y calidad de la fe; la vida espiritual y la pertenencia eclesial; y estructuras y carismas de la Iglesia.

Este año, a pocos meses de la apertura del Sínodo de los Obispos sobre la nueva evangelización, convocado por Benedicto XVI y en agenda para octubre de 2012 en El Vaticano, la cuestión del testimonio público de la fe en la sociedad europea será afrontada en torno a los temas de la política, de la cultura, de las leyes y de la opinión pública.

La reflexión se articulará en tres niveles: nacional, el de escocia será confiado al profesor John Haldane, director del Centro de Ética, Filosofía y Actualidad de la Universidad de St. Andrews, Escocia; el nivel europeo, por monseñor Piotr Marzurkiewicz, secretario general de la Comisión de los Episcopados de la Comunidad Europea (COMECE) y por monseñor Aldo Giordano, observador permanente de la Santa Sede en el Consejo de Europa en Estrasburgo; y, por último, con un testimonio de ultramar, el de monseñor Ronnie Jenkins, secretario general de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, que presentará la situación estadounidense.

En los días sucesivos, los secretarios centrarán su atención en los temas de financiación de la Iglesia en Europa, el ecumenismo y la traducción de algunos textos litúrgicos de la Iglesia católica.

Los resultados de una investigación en las Conferencias episcopales sobre varios sistemas de financiación de las Iglesias en Europa serán presentados por Erwin Tanner, secretario general de la Conferencia Episcopal suiza.

El tema de la traducción del misal y el leccionario será presentado por monseñor Bruce Harbert, exdirector ejecutivo de la Comisión Internacional sobre el Inglés en la Liturgia (ICEL).

Tomarán parte en el encuentro también monseñor Antonio Mennini, nuncio apostólico en Gran Bretaña, monseñor Mario Conti, arzobispo de Glasgow, y monseñor Peter Moran, obispo emérito de Aberdeen.

Los trabajos contarán con momentos de oración y la celebración cotidiana de la eucaristía. El domingo 1 de julio, los secretarios celebrarán junto al cardenal Keith O’Brien, la Santa Misa en la catedral de Edimburgo a las 13,15 horas.

Los trabajos son a puerta cerrada, a excepción de la sesión de apertura el viernes 29 de julio, a las 20,30 horas.

El ecuentro se celebra en Edimburgo por invitación del secretario general de la Conferencia Episcopal escocesa, monseñor Paul Conroy y gracias a la hospitalidad del cardenal Keith Patrick O’Brien, arzobispo de St. Andrews y Edimburgo, presidente de la Conferencia Episcopal escocesa.

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Paraguay: los obispos ante la destitución del presidente Lugo
Exhortaron al respeto a la Constitución
ASUNCIÓN, domingo 24 junio 2012 (ZENIT.org).- Ante la grave crisis política que vive la República del Paraguay, la Conferencia Episcopal Paraguaya se dirigió este jueves a los representantes de los poderes del Estado y a la ciudadanía en general para expresar, una vez más, su "exhortación a la pacificación y a la salvaguarda de la vida humana como valor supremo”.

Los obispos paraguayos señalaron que “el sistema democrático, regido por la Constitución y por las leyes, tiene sus mecanismos institucionales para mantener el Estado de Derecho, que todos estamos obligados a respetar”, y consideraron que “la decisión del Congreso Nacional de iniciar el juicio político al Presidente de la República, Fernando Lugo, y de éste a someterse al procedimiento constitucional, pone en marcha un mecanismo institucional que debe desarrollarse en el marco de la normalidad y del respeto irrestricto a la Constitución y a los Derechos Humanos”.

En este contexto, exhortaron “a la prudencia política, evaluando serenamente las consecuencias jurídicas, políticas y sociales emergentes del juicio político”, e hicieron un llamado a los líderes políticos, a las organizaciones sociales, a los gremios y a la ciudadanía a “mantener la calma, la serenidad y a evitar todo tipo de enfrentamientos y de violencia que pongan en riesgo la integridad y la vida de las personas”.

Así mismo, los prelados pidieron a los medios de comunicación social y a los líderes de opinión “prudencia y equilibrio, información veraz y responsable, para contribuir así con una adecuada orientación de la opinión pública y a la pacificación de los espíritus”.

Los obispos dijeron que oran por la paz, invitaron "a todas las comunidades eclesiales a una cadena de oración por la patria para que el Señor Todopoderoso en el amor y la misericordia, bendiga al Paraguay”, e imploraron la protección maternal de la Santísima Virgen María.

La archidiócesis de Asunción y las diócesis del Paraguay organizaronn una jornada de oración "Juntos por la paz y la justicia en el Paraguay", realizada el sábado pasado, frente a la explanada de la catedral de Asunción, donde a las 16 horas se celebró una solemne Eucaristía.

Sugirieron a los fieles llevar la bandera paraguaya, banderas blancas, la remera de la “albirroja”, como distintivos de unidad y de paz.

En dicha celebración eucarística, los obispos del Paraguay, junto al nuncio apostólico, sacerdotes, religiosos, religiosas, y todo el pueblo católico y las personas de bien, elevaron "sus oraciones a Dios, Todopoderoso en el amor y la misericordia, por las víctimas mortales de los hechos de violencia ocurridos en Curuguaty, el viernes 16 de junio pasado”, que desencadenaron la destitución del presidente Fernando Lugo.

La finalidad de la convocatoria de los obispos fue “pedir la paz en nuestra sociedad y buscar la reconciliación del pueblo paraguayo con sus autoridades.

Así mismo, detallaron su intención de orar: por los fallecidos, los heridos, por los familiares de las víctimas; para pedir luz y discernimiento a Dios para enfrentar los problemas no resueltos; pedir como pueblo que se busquen los mecanismos para la tan anhelada Reforma Agraria Integral.

Y expresaron que: se debe buscar el desarrollo agrario integral; se debe encontrar una solución a la falta de tierra de los campesinos; existe una mala distribución de la riqueza en el país; falta un control estricto sobre las tierras malhabidas. Falta mayor control de las tierras distribuidas a los campesinos; existe una manipulación de los campesinos para fines partidarios y políticos.

Los obispos pidieron "respeto a la Constitución y las Leyes porque el recurso de la violencia en un Estado de Derecho carece de cualquier justificación".

Con esta jornada quisieron "decir un no rotundo a la violencia. Debemos evitar la justicia por manos propias. La violencia engendra más violencia".

En este acto pidieron "a los Tres Poderes del Estado que generen soluciones concretas a los problemas de los compatriotas".

"Un Estado de Derecho debe garantizar la Justicia y los bienes materiales indispensables para una vida digna".

"Con esta jornada queremos pedir a los líderes campesinos y a nuestras autoridades que eviten otro derramamiento de sangre entre compatriotas. Que se genere una mesa de dialogo entre todas las partes". "Un país sin Paz es un país sin rumbo". "Necesitamos escucharnos como personas de bien que buscan la Paz y la Justicia para la sociedad paraguaya", dijeron.

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Siria: Monseñor Abdo Arbach, promovido a arzobispo de Homs
Era exarca para los grecomelquitas de Argentina
CIUDAD DEL VATICANO, domingo 24 junio 2012 (ZENIT.org).- El papa Benedicto XVI se adhirió (aprobó) a la elección canónica realizada por el Sínodo de los Obispos de la Iglesia grecomelquita de monseñor Abdo Arbach, de 60 años, quien fue promovido a arzobispo metropolita de Homs, Hama y Yabroud de los grecomelquitas, en Siria.

Monseñor Arbach era hasta ahora obispo titular de Palmira y exarca apostólico para los fieles grecomelquitas católicos residentes en Argentina. Junto con su nombramiento, el Sínodo grecomelquita le aceptó la renuncia a este exarcado.

Precisamente la ciudad de Homs, de la que monseñor Arbach será arzobispo, es la más castigada por los violentos sucesos que actualmente se desarrollan en Siria y que provocaron hasta ahora el éxodo de miles de fieles cristianos.

Monseñor Abdo Arbach nació en Yabroud, Siria, en 1952; fue ordenado sacerdote en la Orden Basiliana Choueirita en agosto de 1980 en el Líbano por monseñor Habid Bacha, metropolitano de Beirut. Es licenciado en Sagrada Liturgia y Lengua y Literatura Árabe por la Universidad St. Esprit del Líbano. En octubre de 2006, Benedicto XVI le nombró obispo y recibió la ordenación episcopal en febrero de 2007 en la catedral de Zahle (Líbano), de manos del patriarca grecomelquita Gregorio III. Tomó posesión del exarcado en marzo de 2007. En la última asamblea de la Conferencia Episcopal fue elegido para un segundo período presidente de la Comisión de Iglesias Orientales en Argentina.

La archidiócesis de Homs (Emesa) de los grecomelquitas se remonta al siglo III, aunque después de su desaparición fue restaurada en 1840. En 1849, incorporó las Iglesias titulares de Hama y de Yabroud. Tiene 30.000 fieles católicos grecomelquitas distribuidos en 21 parroquias, cuya atención está a cargo de 19 sacerdotes diocesanos y 2 sacerdotes religiosos. Cuenta también con 2 diáconos permanentes, 25 religiosas, 5 institutos de educación, y 3 institutos de beneficencia.

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Monseñor Alcides Mendoza fue un hombre identificado con el Perú y sus costumbres
El cardenal Cipriani en el funeral por el obispo fallecido
LIMA, domingo 24 junio 2012 (ZENIT.org).- El cardenal Juan Luis Cipriani presidió la Santa Misa de cuerpo presente de monseñor Alcides Mendoza Castro, obispo emérito de Cusco, en la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, el viernes 22 de junio.

Durante su homilía recordó que monseñor Mendoza tenía una enorme devoción a María Santísima, ya que veía en ella ese amor que su madre dejó en su alma.

Comentó también que tuvo la ocasión de trabajar en su tierra Huancavelica, en Apurímac y en Cusco, llenando de amor a mucha gente humilde y pobre, quienes encontraron en él una llamada de cariño.

“En tiempos en que el amor a los pobres se había convertido en algunos lugares en opción política, él tuvo la hombría y el coraje de defender la identidad católica teniendo varias dificultades en su querida tierra de Cusco. Ahí estuvo con firmeza y con lealtad a la institución de la Iglesia”, mencionó.

Destacó que era un hombre identificado con el Perú y tenía verdadera pasión por el quechua y por las costumbres de su pueblo

“Él purificó esa devoción del pueblo y la llevó a la Eucaristía, a la vida popular, a las procesiones, al Seminario, a ese Taytacha de los temblores”, señaló.

Exhortó a los fieles a rezar por su alma y pidió que desde esa presencia con Dios ayude a toda esa familia de la Iglesia que siempre lo recordará.

“El Señor se lo llevó con esa paz y con esa sencillez. Hoy le pedimos que nos ayude al Episcopado a mantenernos unidos, fieles, apostólicos y con esa cercanía al pueblo. No necesitamos hipotecar la Iglesia a ningún otro contenido sino el de Cristo Redentor”, reflexionó.

Finalmente, manifestó que monseñor Mendoza tuvo un corazón lleno amor y que por eso representa para todos el signo de un hombre profundamente amante de nuestra realidad y profundamente identificado con la Iglesia, con el Papa y con el Magisterio.

“Su amor a la Iglesia, al papa, a los sacerdotes, a los pobres, era muy grande y fue la razón de ser de su vida. Alcides, aquí estamos un grupo de amigos y muchos otros que te recordarán siempre con agradecimiento y se unirán todos a esa oración por tu alma. Alcides, descansa en paz y ayúdanos desde tu morada celestial”, concluyó.

Concelebraron con el cardenal Cipriani, monseñor James Patrick Green, nuncio apostólico de Perú; monseñor José Antonio Eguren, arzobispo de Piura y Tumbes; monseñor José Luis del Palacio, obispo de Callao; monseñores Adriano Tomasi OFM, y Raúl Chau, obispos auxiliares de Lima; así como sacerdotes de la archidiócesis de Lima.

En la Santa Misa estuvo presente el expresidente de la República, Alan García; miembros de las Fuerzas Armadas, religiosos y religiosas.

Al concluir la celebración eucarística, se llevó a cabo el traslado del cuerpo de monseñor Mendoza hacia el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez para ser transportado a la Ciudad del Cusco, por deseo expreso suyo. Las exequias se realizarán en la catedral cusqueña con los honores correspondientes a su condición de arzobispo emérito.

Recientemente, la periodista colombiana Carmen Elena Villa ha publicado una biografía de monseñor Mendoza que fue el obispo más joven del Concilio Vaticano II con el título "Al servicio de Dios" (ver: http://www.zenit.org/article-42535?l=spanish).

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Donde Dios llora


Kenia: Todo lo que tenemos lo compartimos
Entrevista a la hermana Lucía Thuo, misionera en el país africano
ROMA, domingo 24 junio 2012 (ZENIT.org).- Mark Riedemann para “Dios llora en la tierra”, en colaboración con la fundación internacional pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada, entrevistó a la hermana Lucía Thuo, superiora de la Comunidad de San José en Kenia.

Sor Lucía, el carisma de la comunidad es difundir el amor de Jesús como “maestro, profeta y misericordioso”. ¿Cómo viven ustedes este carisma?

--Hna. Lucía: Vivimos entre la gente común, haciendo lo que ellos hacen y ayudándoles en lo que sea necesario, principalmente en sus necesidades básicas como educación, salud y agricultura.

¿Puede hablarnos acerca de la vida en Kenia en este momento?

--Hna. Lucía: La vida en Kenia no es fácil. La economía no va bien, el costo de la vida es caro y la renta para la mayoría es muy baja. Así que hay personas que sobreviven con casi nada.

¿De cuánto estamos hablando, solo para dar una idea?

--Hna. Lucía: Una comida al día, pero ni siquiera una comida completa..., tienen que buscar algo más para complementar. Te despiertas en la mañana y alguien está llamando a la puerta porque tiene hambre o tiene un hijo enfermo y no tiene dinero para llevar al niño al hospital. Nos encontramos con esto todos los días.

¿Y cómo responden? Ustedes viven como viven ellos, por lo que no tienen mucho que compartir. ¿Deben compartir el poco “pan” que tienen, y darles también eso?

--Hna. Lucía: Es cierto que no tenemos mucho que compartir y la vida para nosotros también es muy difícil. La mayor parte de las hermanas no ganan mucho dinero con su trabajo. Lo que tenemos en la casa lo compartimos. Si recibimos una donación, entonces la damos. En nuestras escuelas ofrecemos el almuerzo, una comida al día, por lo que ese niño que viene sin haber comido nada es capaz de volver a casa con algo. Esto es lo mejor que podemos hacer.

¿Ustedes han construido sus propias escuelas para servir a los más pobres?

--Hna. Lucía: Sí, las tenemos. Hay niños hoy que no pueden ir a la escuela debido a la falta de recursos para la matrícula. Tal es la realidad. Estamos tratando de construir escuelas para abordar estas cuestiones. Hemos construido cuatro y una está en construcción. Confiamos en la Divina Providencia. Eso es lo que estamos tratando de hacer en nuestras escuelas que están abiertas a todo el mundo. Y las becas, si logramos conseguirlas, se les da a los más pobres entre los pobres.

Ustedes también están gestionando orfanatos, ¿Cuál es la realidad de los niños de la calle en Kenia? ¿Por qué hay necesidad de orfanatos?

--Hna. Lucía: Sí, también tenemos orfanatos y programas para niños de la calle. A menudo hay niñas que dan a luz y tal vez no los quieren o no pueden cuidar de sus hijos. Y es así que abandonan a estos niños. La policía los recoge y nos los traen. Otros son abandonados en el hospital. Otros son niños cuyos padres han muerto de vih/sida. Tenemos que cuidar de estos niños. Recogemos a los huérfanos y les brindamos la educación gratuita y para aquellos que tienen casas --algunos son reclamados por sus familiares--, los seguimos en sus casas a ver que estén siendo alimentados. Es como una atención domiciliaria. Los que se quedan con nosotros, les ofrecemos la formación vocacional.

¿Cómo lidiar con las secuelas psicológicas de rechazo a una edad tan temprana?

--Hna. Lucía: Tratamos de hacer que los niños se sientan como en casa tanto como sea posible. Por lo general son retraídos, ya que no quieren hablar, no quieren involucrarse. Algunos se molestan fácilmente y sin ninguna razón. El amor es lo primero que les damos y les queremos. Tenemos hermanas con licenciaturas en psicología infantil y que son entrenadas como consejeras.

Usted hizo una distinción entre los niños de la calle y los orfanatos. ¿Cuál es la situación de los niños de la calle en Kenia? ¿De dónde están viniendo?

--Hna. Lucía: Tenemos un programa de la calle conocido como los “Nietos de Abraham”, para ayudar a los niños y niñas de las calles. Ellos vienen de otras partes de Kenia a la capital, que es Nairobi. Algunos huyen de sus padres debido a la pobreza, quizá en busca de pastos más verdes, pero terminan en las calles. Otros son huérfanos y no tienen parientes con excepción de los chicos de la calle. Si es posible, tratamos de rehabilitarlos y después de un tiempo reunirlos con sus familiares. A algunos les damos una educación gratuita y si reúnen los requisitos para la educación secundaria, buscamos benefactores. Es un proceso largo, y son muchos. No los podemos mantener por mucho tiempo. Tratamos de rehabilitarlos y ayudarlos a continuar, para que podamos dar espacio a otros.

¿Cuántas solicitudes reciben, por ejemplo, en una semana?

--Hna. Lucía: Es un número enorme y esto es lo doloroso. Nuestra casa solo puede albergar a 60 y no podemos tener más de 60.

Leí en su sitio web que hay chicas muy jóvenes que llegan hasta ustedes porque huyen del matrimonio. ¿Por qué se dan los matrimonios entre los muy jóvenes?

--Hna. Lucía: Estas chicas son obligadas a casarse a una edad muy temprana --algunas de tan solo 13 años--, arreglado sobre todo por sus padres.

¿…Una hija es prometida a un hombre que no conoce?

--Hna. Lucía: Sí, el matrimonio forzado sigue siendo una parte de la cultura en algunas zonas de Kenia, en la medida que el hombre puede permitirse dar unas pocas vacas. Muy a menudo, este hombre tiene la edad de su padre e incluso la pobre muchacha a veces ni conoce al hombre. Las madres no están de acuerdo con la idea. Si una niña es obligada a contraer matrimonio, la madre a menudo nos advierte que su hija está siendo llevada a tal o cual lugar, y tratamos de rescatar a esa chica. Tenemos un centro de rescate dirigido por las Hermanas de la Caridad. Algunas de estas chicas están embarazadas, por lo que son cuidadas hasta que dan a luz y luego, cuando están estables, tratamos de involucrar a la familia. No es fácil, ya que está culturalmente arraigado.

Otra área de su servicio es lo referido al vih/sida. ¿Cuál es el trabajo que realizan?

--Hna. Lucía: Nuestras hermanas gestionan un refugio contra el vih/sida, que se llama Refugio San José de la Esperanza. Una de nuestras hermanas, que inició el programa, vio las necesidades de muchas familias que estaban muriendo sin atención en el hospital, por lo que comenzó un programa de atención domiciliaria. Las hermanas van a los hogares con alimentos y proporcionan todo lo posible para ayudar a los pacientes. Vienen haciendo esto por varios años. Esta misma hermana acaba de poner un hospital. No está aún completo, pero pronto estará en funcionamiento. Muchas personas van a este centro y debo decir que hemos podido, no curar, pero al menos proporcionar un camino hacia una muerte digna y en paz. Ayudamos al paciente a aceptar la realidad de que, aunque reciban el antiviral, este no es una cura sino simplemente una prolongación a sus vidas.

¿Así que la clínica en efecto es un hospicio donde la gente viene a morir?

--Hna. Lucía: En parte, y la otra parte está abierto para todo el mundo, porque la gente no quiere que sea identificado solo como un hospital del sida. Al hacer que esté abierto para todo el mundo, vienen como cualquier otro paciente sin un estigma, y lo que hable con el médico es un asunto personal.

¿El estigma del SIDA sigue siendo un gran problema? ¿Las familias los rechazan?

--Hna. Lucía: Realmente ya no son rechazados por sus familias, gracias a la educación, porque antes se pensaba: “Si me siento contigo, y tú estás infectado, me voy a infectar”. Ahora las familias están asumiendo el cuidado de los suyos. El estigma no es lo que solía ser.

Muchos de sus pacientes no son cristianos. ¿Cómo abordan esta cuestión? ¿Están ellos abiertos a la Palabra de Dios?

--Hna. Lucía: Acabamos de hablar con ellos acerca de Dios; Dios como sanador, un Dios que no rechaza ni juzga. Incluso cuando están muy enfermos, son muy bien acogidos y algunos quieren ser bautizados incluso en el último minuto. Aquellos que han recorrido con las hermanas durante mucho tiempo, son conscientes y la mayoría de ellos van a la iglesia. Para los no-cristianos les damos una opción: ¿Quiere que oremos con usted o quiere que alguien venga a orar con usted?

¿Cómo hacen frente espiritualmente a este sufrimiento?

--Hna. Lucía: El reto es cómo encuentras la situación del paciente. Vienes a traerle la medicina y unas palabras de consuelo, y te das cuenta de que esta persona tiene hambre. Él o ella no solo necesitan el medicamento, sino también un sustento. Y entonces no se tiene nada para darle. Solo se tiene la medicina, pero hay muchos otros aspectos básicos que hacen falta. Se ora y se siente empatía, aunque se siente que no se ha dado lo suficiente.

Traducido del inglés por José Antonio Varela V.

Esta entrevista fue realizada por Mark Riedemann para “Dios llora en la tierra”, un programa semanal de televisión y radio producida por Catholic Radio and Television Network, en colaboración con la fundación pontificia internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada.

En la red: www.WhereGodWeeps.org y www.acn-intl.org.

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Foro


Dios en la política
El mejor defensor de la verdad, la justicia, la paz y el amor
SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, domingo 24 junio 2012 (ZENIT.org).- Ofrecemos en nuestro espacio Foro un nuevo artículo del obispo de San Cristóbal de las Casas, México, monseñor Felipe Arizmendi Esquivel, en el que afronta el tema de Dios en la política.

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+ Felipe Arizmendi Esquivel

HECHOS

Es frecuente que, cuando los obispos abordamos las implicaciones sociales y políticas de nuestra fe, como es nuestro deber pastoral, saltan de inmediato voces reclamándonos que estamos invadiendo esferas que no nos corresponden, que violamos el Estado laico, que pretendemos imponer nuestra moral a todo el país, que deberíamos reducirnos a las ceremonias religiosas en el interior de los templos. De inmediato aducen la palabra de Jesús: Al César lo que es del César, como si ellos le hicieran mucho caso y nosotros desconociéramos su palabra, o como si ellos fueran muy conocedores del Evangelio y muy escrupulosos de que nosotros lo cumplamos. Ignorantes como son de lo que es la fe cristiana, se imaginan que es ajena a los avatares diarios del pueblo.

En un programa semanal de radio que tengo desde hace casi cinco años en una emisora comercial, al comentar que, según las estadísticas oficiales, ha disminuido el número de católicos, alguien me envió un mensaje diciéndome que esto se debe a que nosotros hablamos mucho de Iglesia liberadora; es decir, de una Iglesia que se preocupa por las injusticias estructurales, económicas, sociales y políticas, las denuncia y trata de formar las conciencias para que la fe no sea indiferente a la vida de la gente, a sus gozos y esperanzas, a sus dolores e inquietudes, como lo fueron el sacerdote y el levita que pasaron de largo ante el pobre malherido, tirado al borde del camino, y que fueron recriminados por Jesús. Otro mensaje, sin embargo, decía que se cambian de religión porque piensan salvarse con sólo levantar la mano, sin compromiso con los pobres.

CRITERIOS

Nuestra legislación civil, a pesar de los candados que todavía tiene para una más plena libertad religiosa, dice que “el Estado mexicano garantiza en favor del individuo, entre los derechos y libertades en materia religiosa, no ser objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa por la manifestación de ideas religiosas” (Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, Art. 2, e). Y aunque el artículo 14 prohíbe a “los ministros de culto asociarse con fines políticos, realizar proselitismo a favor o en contra de candidato, partido o asociación política alguna”, en lo cual concuerda con nuestro Código de Derecho Canónico (canon 287), el artículo 9 reconoce a las iglesias el derecho de “propagar su doctrina”. Hay imprecisión y contradicciones, pero algo de libertad se ha logrado.

La frase de Jesús: Al César lo que es del César, se complementa con otra: A Dios lo que es de Dios. Nosotros tenemos el deber de decir a los césares actuales que no son dioses; por tanto, no son dueños de la vida, de las leyes, de la familia, del poder; no son árbitros absolutos del bien y del mal, de la verdad y del error. Deben reconocer los derechos de Dios, que son la base de los derechos humanos, como dijo el papa Benedicto XVI a las autoridades civiles en Milán, recordándoles “una verdad central sobre la persona humana, que es fundamento sólido de la convivencia social: que ningún poder del hombre puede considerarse divino; por tanto, ningún hombre es amo de otro hombre… La libertad no es un privilegio para algunos, sino un derecho de todos, un valioso derecho que el poder civil debe garantizar. Con todo, la libertad no significa arbitrio del individuo; más bien, implica la responsabilidad de cada uno. Aquí se encuentra uno de los principales elementos de la laicidad del Estado: asegurar la libertad para que todos puedan proponer su visión de la vida común, pero siempre en el respeto de los demás y en el contexto de las leyes que miran al bien de todos” (2-VI-2012). Cuando un césar se siente dios, acaba por ser un dictador, que dispone de todo y de todos a su arbitrio.

PROPUESTAS

Demos a Dios el lugar que le corresponde en la economía, en la política, en la educación, en los medios informativos, y todos saldremos ganando, pues Dios no es enemigo de quien haya que defenderse, sino el mejor defensor de la verdad, la justicia, la paz y el amor; por tanto, el mejor defensor de la patria, de la sociedad, del ser humano. Si todos le hiciéramos caso, nuestro mundo sería un paraíso.

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Flash


El arte de predicar
Un sitio web para ayudar a sacerdotes y seminaristas
ROMA, domingo 24 junio 2012 (ZENIT.org).- Se acaba de poner a disposición de sacerdotes y seminaristas un nuevo sitio web para brindar herramientas que les ayuden en la preparación de su homilías.

VE Multimedios, como parte de su misión de brindar herramientas para la vivencia de la fe y de la evangelización --informa en una nota--, ha colaborado en el desarrollo de un nuevo sitio web: artedepredicar.com,dedicado principalmente a sacerdotes y seminaristas con técnicas y consejos prácticos para dirigir una homilía u oratoria sagrada.

Esta iniciativa, desde la ciudad de Roma, Italia, ha sido posible gracias al padre José Ignacio Tola Claux, sacerdote peruano, creador y responsable de esta web, quien actualmente se desempeña como oficial de laPontificia Comisión para América Latina.

Para saber más: www.artedepredicar.com

Para seguirlo en Facebook: http://www.facebook.com/artedepredicar.

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Documentación


'No hay nada imposible para Dios'
Palabras del papa en la festividad de san Juan Bautista
CIUDAD DEL VATICANO, domingo 24 junio 2012 (ZENIT.org).- A las 12 horas de hoy, el santo padre Benedicto XVI se asomó a la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico vaticano para recitar el Ángelus con los fieles y peregrinos reunidos en la plaza de San Pedro. Ofrecemos las palabras del papa al introducir la oración mariana.

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¡Queridos hermanos y hermanas!

Hoy, 24 de junio, celebramos la solemnidad del Nacimiento de san Juan Bautista. Con excepción de la Virgen María, Juan el Bautista es el único santo del que la liturgia celebra el nacimiento, y lo hace porque está estrechamente relacionado con el misterio de la Encarnación del Hijo de Dios. Desde el vientre materno, ya Juan es el precursor de Jesús: su concepción milagrosa se le anuncia a María como una señal de que "no hay nada imposible para Dios" (Lc. 1,37), seis meses antes del gran prodigio que nos da la salvación, la unión de Dios con el hombre por obra del Espíritu Santo. Los cuatro Evangelios dan gran relieve a la figura de Juan el Bautista, como un profeta que termina el Antiguo Testamento e inaugura el Nuevo, identificando en Jesús de Nazaret al Mesías, el Ungido del Señor. De hecho, será Jesús mismo el que hablará de Juan con estas palabras: "Este es de quien está escrito: He aquí, que yo envío mi mensajero delante de ti / que preparará tu camino por delante de ti. En verdad les digo que no ha surgido entre los nacidos de mujer uno mayor que Juan el Bautista; sin embargo, el más pequeño en el Reino de los Cielos es mayor que él"(Mt. 11,10-11).

El padre de Juan, Zacarías --marido de Isabel, pariente de María-- era sacerdote del culto judío. Él no creyó de inmediato en el anuncio de una paternidad así inesperada, y por esto se mantuvo mudo hasta el día de la circuncisión del niño, al que él y su esposa dieron el nombre dado por Dios, es decir, Juan, que significa "el Señor da la gracia". Animado por el Espíritu Santo, Zacarías habló así de la misión de su hijo: "Y tú, niño, serás llamado profeta del Altísimo / pues irás delante del Señor para preparar sus caminos, / y dar a su pueblo el conocimiento de la salvación / mediante el perdón de sus pecados" (Lc. 1,76-77). Todo esto se hizo evidente treinta años más tarde, cuando Juan comenzó a bautizar en el río Jordán, llamando al pueblo a prepararse, con aquel gesto de penitencia, a la inminente venida del Mesías, que Dios le había revelado durante su permanencia en el desierto de la Judea. Por esto fue llamado "Bautista", es decir, "Bautizador" (cf. Mt. 3,1-6).

Cuando un día Jesús mismo viene de Nazaret a ser bautizado, Juan se negó al principio, pero luego aceptó y vio al Espíritu Santo posarse sobre Jesús y oyó la voz del Padre Celestial que proclamaba a su Hijo (cf. Mt. 3,13-17). Pero su misión no estaba aún cumplida: poco tiempo después, se le pidió que precediera a Jesús también con una muerte violenta: Juan fue decapitado en la prisión del rey Herodes, y así dar testimonio pleno del Cordero de Dios, que antes había reconocido y señalado públicamente.

Queridos amigos, la Virgen María ayudó a su anciana pariente Isabel a llevar a término el embarazo de Juan. Que ella nos ayude a todos a seguir a Jesús, el Cristo, el Hijo de Dios, que el Bautista anunció con gran humildad y celo profético.

Traducido del original italiano por José Antonio Varela V.

©Librería Editorial Vaticana

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'Salgan al encuentro de los que se hallan privados de libertad por causa de la inicua violencia'
El papa a los obispos de Colombia en visita 'ad limina apostolorum'
CIUDAD DEL VATICANO, domingo 24 junio 2012 (ZENIT.org).- A las 11,20 horas del viernes, en la Sala del Consistorio del Palacio Apostólico, Benedicto XVI se encontró con los prelados de la Conferencia Episcopal de Colombia (primer grupo), recibidos en estos días, en audiencias separadas, con motivo de la visita ad limina apostolorum. Ofrecemos el texto del discurso del papa.

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Queridos hermanos en el Episcopado:

1. Con gran gozo les recibo, pastores de la Iglesia de Dios que peregrina en Colombia, venidos a Roma para realizar su visita ad limina y estrechar así los vínculos que les unen con esta Sede Apostólica. Como sucesor de Pedro, ésta es una preciosa oportunidad para reiterarles mi afecto y cordialidad. Agradezco las amables palabras que me ha dirigido, en nombre de todos, monseñor Rubén Salazar Gómez, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal, presentándome las realidades que les preocupan, así como los desafíos que han de afrontar las comunidades que presiden en la fe.

2. Conozco los esfuerzos que, tanto en el seno de la Conferencia Episcopal como en sus Iglesias particulares, han hecho en los últimos años para concretar iniciativas encaminadas a fomentar una corriente de renovada y fructífera evangelización. En efecto, Colombia no es ajena a las consecuencias del olvido de Dios. Mientras que años atrás era posible reconocer un tejido cultural unitario, ampliamente aceptado en su referencia al contenido de la fe y a cuanto inspirado en ella, hoy no parece que sea así en vastos sectores de la sociedad, a causa de la crisis de valores espirituales y morales que incide negativamente en muchos de sus compatriotas. Es indispensable, pues, reavivar en todos los fieles su conciencia de ser discípulos y misioneros de Cristo, nutriendo las raíces de su fe, fortaleciendo su esperanza y vigorizando su testimonio de caridad.

3. A este respecto, ustedes han plasmado sus anhelos evangelizadores en el Plan Global de la Conferencia Episcopal (2012-2020), resultado de un consciente discernimiento de la hora que vive la Iglesia en Colombia. Les quiero animar a que sigan con tenacidad y perseverancia las pautas en él trazadas. Háganlo afianzando la comunión a la que están llamados los obispos en el ejercicio de su misión, pues, concordando planteamientos pastorales y aunando voluntades, el ministerio que el Señor les confió alcanzará copiosos frutos. Con este mismo objetivo, aprovechen las reflexiones de la próxima Asamblea general ordinaria del Sínodo de los Obispos, así como las propuestas del "Año de la Fe" que he convocado, para ilustrar con ellas su magisterio e irrigar benéficamente su apostolado.

4. El creciente pluralismo religioso es un factor que exige una seria consideración. La presencia cada vez más activa de comunidades pentecostales y evangélicas, no sólo en Colombia, sino también en muchas regiones de América Latina, no puede ser ignorada ni minusvalorada. En este sentido, es evidente que el pueblo de Dios está llamado a purificarse y a revitalizar su fe dejándose guiar por el Espíritu Santo, para dar así nueva pujanza a su acción pastoral, pues «muchas veces la gente sincera que sale de nuestra Iglesia no lo hace por lo que los grupos "no católicos" creen, sino fundamentalmente por lo que ellos viven; no por razones doctrinales sino vivenciales; no por motivos estrictamente dogmáticos, sino pastorales; no por problemas teológicos sino metodológicos de nuestra Iglesia» (V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, Documento conclusivo, n. 225). Se trata, por tanto, de ser mejores creyentes, más piadosos, afables y acogedores en nuestras parroquias y comunidades, para que nadie se sienta lejano o excluido. Hay que potenciar la catequesis, otorgando una especial atención a los jóvenes y adultos; preparar con esmero las homilías, así como promover la enseñanza de la doctrina católica en las escuelas y universidades. Y todo esto para que se recobre en los bautizados su sentido de pertenencia a la Iglesia y se despierte en ellos la aspiración de compartir con otros la alegría de seguir a Cristo y ser miembros de su cuerpo místico. Es importante también apelar a la tradición eclesial, incrementar la espiritualidad mariana y cuidar la rica diversidad devocional. Facilitar un intercambio sereno y abierto con los otros cristianos, sin perder la propia identidad, puede ayudar igualmente a mejorar las relaciones con ellos y a superar desconfianzas y enfrentamientos innecesarios.

5. Movidos por el celo apostólico y mirando al bien común, no dejen ustedes de individuar cuanto entorpece el recto progreso de Colombia, buscando salir al encuentro de los que se hallan privados de libertad por causa de la inicua violencia. La contemplación del rostro lacerado de Cristo en la Cruz les ha de impulsar también a redoblar las medidas y los programas tendentes a acompañar amorosamente y a asistir a cuantos se hallan probados, de modo peculiar a los que son víctimas de desastres naturales, a los más pobres, a los campesinos, a los enfermos y afligidos, multiplicando las iniciativas solidarias y las obras de amor y misericordia en su favor. No olviden tampoco a quienes tienen que emigrar de su patria, porque han perdido su trabajo o se afanan por encontrarlo; a los que ven avasallados sus derechos fundamentales y son forzados a desplazarse de sus propias casas y a abandonar sus familias bajo la amenaza de la mano oscura del terror y la criminalidad; o a los que han caído en la red infausta del comercio de las drogas y las armas. Deseo alentarles a proseguir este camino de servicio generoso y fraterno, que no es resultado de un cálculo humano, sino que nace del amor a Dios y al prójimo, fuente en donde la Iglesia encuentra su fuerza para llevar a cabo su tarea, brindando a los demás lo que ella misma ha aprendido del ejemplo sublime de su divino Fundador.

6. Queridos hermanos en el Episcopado, si la gracia de Dios no lo precede y sostiene, el hombre pronto flaquea en sus propósitos por transformar el mundo. Por eso, para que la luz de lo Alto continúe haciendo fecundo el empeño profético y caritativo de la Iglesia en Colombia, insistan en favorecer en los fieles el encuentro personal con Jesucristo, de modo que oren sin desfallecer, mediten con asiduidad la Palabra de Dios y participen más digna y fervorosamente en los sacramentos, celebrados a tenor de las normas canónicas y los libros litúrgicos. Todo esto será cauce propicio para un idóneo itinerario de Iniciación Cristiana, invitará a todos a la conversión y a la santidad y cooperará a la tan necesaria renovación eclesial.

7. Al terminar este encuentro, pido al Omnipotente que el Nombre de nuestro Señor Jesús sea glorificado en ustedes, y ustedes en Él (cf. 2 Ts 1,12). A la vez que los pongo bajo el amparo de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, celestial Patrona de Colombia, les imparto complacido la implorada Bendición Apostólica, como prenda de paz y alegría en Jesucristo, Redentor del hombre.

©Librería Editorial Vaticana

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