26.06.12

Dos “feos” ante un espejo: CV y Ian Gibson

A las 7:17 AM, por Tomás de la Torre Lendínez
Categorías : General

Conozco a dos enemigos feos de veras. Un tercero los reunió en su casa buscando hacerlos amigos. El par de feos se miraron en el mismo espejo, a la vez, los dos sobraban ante sus fealdades demostradas por quien nunca miente que es el espejo, el único confesor de nuestras intimidades físicas y psicológicas para quienes hablen solos por su casa, que, también, existen.

Uno de los “feos” es CV, quien en su último artículo para devotos empedernidos de sus fobias, pone al otro “feo”, Ian Gibson al pie de los caballos de la berlina donde fue tiroteado el general Prim, objeto del debate.

El irlandés ha ganado un premio literario andaluz muy cotizado, que Vidal no lleva en su medallero particular. Aprovechando esta ausencia hace un retrato de las fealdades de Gibson como escritor, historiador, extraño en este país, embaucador con huesos de un poeta fusilado en Granada, y fabulador de quienes fueron los que mataron al general Prim en la calle del Turco madrileña en los días finales de diciembre de 1870.

Vidal no se da cuenta que en ese retrato que le traza al “feo” de Gibson, está describiéndose él mismo con todas sus arrugas mentales, con sus fantasmas vivos o muertos, con sus métodos de corta y pega, con sus churros literarios llenos de agujeros chorreando aceite, con sus fobias persecutorias interminables.

Para Vidal, Gibson sobra en el mapa español. Porque Vidal es tan ególatra que domina todo el espejo ante el cual él mismo se dice: “Eres el mejor de los mejores, el único”.

Considero que CV se cree el único, el mejor, el fenómeno, el formidable, el fantástico. Ha creado un coro de “agradaores” en torno suyo que nadie desea hacer de espejo de la realidad. Es una claque que se hace polvo las manos aplaudiendo al señor subido en el pedestal de la soberbia intelectual y moral. A la vez, le gritan cada vez más fuerte: “Eres el mejor de los mejores, el único”.

Estas alabanzas en exceso, las necesita CV para el vivir diario. Sin esa dosis cada vez más fuerte nunca estará satisfecho. Siempre más y más…..

Conocí a Gibson en Granada. Cuando buscaba fuentes para su libro sobre la muerte de García Lorca. Estuve en una mesa redonda sobre el tema lorquiano que él dirigía. Balbuceaba el castellano. No estaba borracho. Era una persona cercana. Comenzaba su estancia en España. Hablé un rato corto, pero suficiente.

Para mí Gibson es un tipo listo, ha apostado por escribir sobre temas españoles, no es plenamente un hispanista en el sentido clásico, sus libros se venden, veo que su militancia en la izquierda política le ha abierto muchas puertas. Tiene sus fealdades como todo ser humano.

No se merece el retrato que ha pintado CV, quien sin darse cuenta se ha autorretratado.

La lógica se impone: dos “feos” ante un espejo, uno sobra, o los dos. Depende, si rompen el espejo existe sitio para todos.

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Tomás de la Torre Lendínez