28.06.12

Álvaro del Portillo y Fulton Sheen declarados venerables

A las 5:23 PM, por Juanjo Romero
Categorías : General
Alvaro del Portillo y Fulton Sheen

Un breve post. Casi de acción de gracias. El servicio de noticias del Vaticano (VIS) ha hecho públicos los decretos de la Congregación de la Congregación para las Causas de los Santos. Entre ellos dos que me llenan de gozo:

Virtudes heroicas:

  • Siervo de Dios Álvaro del Portillo y Díez de Sollano (1914-1994); español; obispo y prelado de la Prelatura personal del Opus Dei.
  • Siervo de Dios Fulton Sheen (1895-1979), estadounidense; arzobispo y obispo de Rochester (EE.UU).

Con el reconocimiento de haber vivido las «virtudes de manera heroica» a los «siervos de Dios» se les declara «Venerables». Ahora comienza la siguiente fase del proceso en la que será requerido un milagro atribuido a su intercesión para la beatificación y otro milagro después de haber sido declarado beato para la canonización.

Son dos personas por las que tengo especial simpatía, por motivos personales que no vienen al caso. No voy a glosar sus vidas. Rome Reports hizo un breve resumen de la vida del obispo americano: el gran evangelizador de Estados Unidos, providencial la declaración en plena «Quincena por la libertad». Para don Álvaro, como se le conocía, en la página del Opus Dei encontraréis una semblanza muy completa de su primer prelado y sucesor de San Josemaría.

Todos estamos llamados a la santidad y contamos con los medios, correspondencia a la Gracia. Pero que a dos pastores se les haya reconocido, después de intenso estudio, el ejercicio heroico de las virtudes es motivo de esperanza, también humana. Porque la responsabilidad en la santidad de la grey a ellos encomendad es muy grande. Como decía el fundador del Opus Dei en Camino, ya que lo hemos mencionado:

Un secreto. —Un secreto, a voces: estas crisis mundiales son crisis de santos.

—Dios quiere un puñado de hombres “suyos” en cada actividad humana. —Después… «pax Christi in regno Christi» —la paz de Cristo en el reino de Cristo.

Aunque los caminos del Señor son inescrutables no es descabellado pensar que ayuda mucho que la cabeza de cada porción del Pueblo de Dios sea fiel y se haya consumido por los suyos y por todos. Quizá es un contrapunto maravilloso a las noticias recientes de malos obispos en su comportamiento, en su doctrina o en su cobardía.

Lo dicho, que sólo quería exultar un poco, otros escribirán mejor sobre ellos. Por cierto, los dos eran extraordinarios comunicadores y buenas cabezas. Y buen ejemplo para todos los Obispos del mundo.