El sujeto se niega a colaborar y a devolver la obra

Detienen a un electricista como presunto autor del robo del Códice Calixtino

 

Un electricista, su mujer y su hijo fueron detenidos ayer en relación a la desaparición del Códice Calixtino que durante 800 años custodió la Catedral de Santiago, han informado a EFE fuentes próximas a la investigación. Las mismas fuentes indicaron que el arrestado, que antiguo empleado del templo compostelano que fue despedido cuando la archidiócesis regularizó la situación laboral de sus trabajadores, es considerado desde hace meses autor material del robo de esta guía de peregrinos de incalculable valor.

04/07/12 5:47 AM


(Efe) También han comentado estas fuentes a EFE que el detenido «no se muestra muy dispuesto a colaborar» y que todavía no ha sido recuperada esta joya histórica, artística y religiosa del siglo XII, a la que este electricista incluso habría llegado a poner precio, aproximadamente 40.000 euros, cantidad que, según él, el templo gallego le adeudaba por sus trabajos. Su mujer e hijo han sido detenidos por ser considerados cómplices del robo.

Las pesquisas se centraron desde el principio en el estrecho círculo de aquellos que tenían acceso a esta pieza. El director del Museo de la Catedral de Santiago, Ramón Yzquierdo, siempre defendió como «posibilidad más factible» que el Códice haya desaparecido por la acción de alguna persona del entorno próximo a la propia basílica.

Esta misma mañana, este historiador decía a EFE que «parece ser que es la versión que ahora toma más cuerpo», justo cuando el próximo jueves día 5 se cumple un año de la desaparición de este manuscrito.

Una docena de agentes se han dedicado en exclusiva a este caso, que acumula larguísimos interrogatorios (a más de setenta personas), cientos de horas de grabaciones y registros. La Brigada Central de Patrimonio ha desarrollado su trabajo dentro del más absoluto hermetismo, merced al secreto de sumario.

El deán de la Catedral, José María Díaz, declaró ayer a EFE, antes de conocerse la detención, que «por órdenes superiores» no podía pronunciarse sobre este asunto, y que tampoco era «lo más conveniente» para su salud. Díaz era el responsable del Archivo Catedralicio en el momento de la desaparición del Códice. Las escasas medidas de seguridad del habitáculo donde se guardaba esta pieza y la polémica generada con las llaves -varios medios publicaron que estaban puestas en la cerradura- provocaron su dimisión.

La Fiscalía de Galicia llegó a recomendar a la Iglesia la elaboración de un inventario de todo su patrimonio y la custodia en cajas fuertes de las reliquias de mayor interés. El Códice estaba en una sala acorazada, pero dentro de un recinto con pobres medidas de protección.

El juez instructor de este caso, el magistrado gallego José Antonio Vázquez Taín, se ha mostrado estos casi 365 días partidario de «tejer las cosas» despacio, «siendo muy meticuloso».

Únicamente cuando se ha comprobado que el sospechoso no cooperaría de ningún modo, se ha procedido a la detención. Pero esta falta de colaboración había sido detectada mucho antes de su arresto ayer.