En el centro aparece el Concilio Vaticano II

El cardenal Rouco considera que la Iglesia pasa por una fase de renovación y reforma

 

El presidente de la Conferencia Episcopal Española, cardenal y arzobispo de Madrid, S.E.R. Antonio María Rouco Varela, destacó ayer en Ávila la influencia que el convento de San José, primera fundación de Santa Teresa, ha tenido en la Iglesia a partir de aquel 24 de agosto de 1562. Tras aludir al concilio de Trento, el prelado ha asegurado que en la actualidad estamos en otra fase de la historia de la Iglesia en la que se habla de renovación y reforma.

08/07/12 10:48 PM


(Efe) El cardenal Rouco Varela ha clausurado ayer por la tarde el ciclo de conferencias organizado dentro de los actos conmemorativos del 450 aniversario de la fundación del primer «palomarcico» de Santa Teresa, que supuso el inicio de la reforma del Carmelo.

«Una estrella que diese de sí gran resplandor. Un carisma al servicio de la Iglesia», ha sido el título de una intervención en la que ha girado en torno a luz que desde su fundación ha irradiado este cenobio que arrancó con cuatro religiosas y ahora cuenta con una veintena.

Según ha dicho el cardenal, «este conventito estaba destinado a ser la gran estrella que diese de sí gran resplandor», no solo a la Iglesia de aquel tiempo, sino también a la actual.

En este sentido, el presidente de la Conferencia Episcopal Española se ha referido a San José como «la clave del éxito» de la reforma que la Iglesia emprendió a partir del Concilio Vaticano II y de cuya aplicación se han encargado Pablo VI, Juan Pablo I Juan Pablo II y Benedicto XVI.

Asimismo, ha hecho referencia al «rigor» y la «observancia» como principios que fueron «refrescando» todo el sistema de la vida de la Iglesia y de su acción misionera.

Tras aludir al Concilio de Trento y repasar las consecuencias de la Reforma Protestante, que supuso la «ruptura de la unidad de la iglesia», Rouco Varela ha señalado que en la actualidad «hay otra fase de la historia de la Iglesia» en la que se habla de «renovación y reforma».

Según ha añadido, en el «centro» de esta fase aparece el Concilio Vaticano II, del que el próximo mes de octubre se cumplirá medio siglo desde que se celebró su primera sesión.

Crisis de fe

Al respecto, ha recordado que en este tiempo «no se han producido escisiones» en el seno de la Iglesia, aunque sí han existido «crisis de fe» que han pasado de ser crisis de fe cristiana a «crisis de fe, sin más, en Dios».

En este repaso por la influencia que la fundación del «conventido» de San José supuso en la iglesia a partir de entonces, el cardenal ha hecho referencia a las figuras de Carlos I y Felipe II, así como a su influencia en su tiempo.

En este contexto, ha defendido la figura de este último y señalando que la construcción del Monasterio de El Escorial rebate a quienes sostienen que el siglo XVI español supuso una negación del progreso.

Desde su punto de vista, quienes así piensan se quedarían «sin razón ni fundamento» ante una obra realizada en poco más de dos décadas, según ha apuntado.

Al respecto se ha preguntado si en la actualidad alguien podría imaginarse la construcción de un monumento similar en este tiempo, cuando «para 5 kilómetros de autopista se necesita un año».