El Nuncio Apostólico saliente de Tierra Santa, monseñor Antonio Franco, ha advertido contra expectativas erróneas en relación con la Carta apostólica postsinodal sobre el Próximo Oriente.

«Aquellos que esperen un programa político para la solución del conflicto en el Próximo Oriente se verán defraudados», ha subrayado el Nuncio en una conversación mantenida con la Fundación Católica Internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN).

El documento apostólico se publicará en septiembre, en el marco de la visita del Papa Benedicto XVI a Líbano, y recogerá los resultados del Sínodo sobre Próximo Oriente, celebrado en Roma en 2010. 

El Arzobispo Franco señala que “Con seguridad, el Santo Padre reafirmará a los cristianos para que trabajen en pro de un ambiente de reconciliación, en el que se podrán encontrar también soluciones políticas”, además el documento subrayará los principios de la Iglesia Católica en relación con los derechos de las personas y de los pueblos.

El Nuncio ha añadido que la base principal de la doctrina papal será la misma del Sínodo, que trató fundamentalmente sobre el tema de la «comunidad». En este sentido, el Santo Padre hará un llamamiento a profundizar en la comunidad entre los diferentes ritos de la Iglesia Católica, así como a profundizar en la comunidad ecuménica entre todas las iglesias en Tierra Santa. “De este modo, la communio cristiana tendrá repercusiones positivas sobre Tierra Santa y sus problemas en general”, ha afirmado el Nuncio.

A la pregunta de qué puede hacerse contra la emigración continuada de cristianos de la región, monseñor Franco ha respondido que los cristianos emigran no por motivos religiosos, sino políticos y económicos, ya que desean, para ellos y sus hijos, un futuro en paz, libertad y bienestar. El Nuncio ha indicado que “Aquí no ven ningún futuro. Mientras no exista una solución del conflicto israelí-árabe, no se detendrá el éxodo de los cristianos, que en su mayoría son árabes”.

El Arzobispo Franco ha sido Nuncio en Israel, así como Delegado Apostólico para Jerusalén y los territorios palestinos, desde 2006. A finales de julio volverá a su país de origen, Italia, después de cumplir en marzo la edad de jubilación.

La Fundación AIN, que se financia exclusivamente con donativos privados, financia cada año cerca de 5.000 proyectos de carácter pastoral, teniendo como prioridad el compromiso por la libertad religiosa y la reconciliación. Desde su fundación en 1947, la Asociación se identifica con la defensa de los cristianos oprimidos y perseguidos. Cada dos años, la Fundación Papal publica el Informe sobre la Libertad Religiosa en el Mundo, y un informe sobre la persecución a los cristianos a escala internacional.