22.07.12

Las plumas alquiladas dentro de la Iglesia

A las 12:14 AM, por Tomás de la Torre Lendínez
Categorías : General

Las plumas de alquiler es un fenómeno demostrable en la historia humana. Aquel rey que alcazaba el trono, era analfabeto. Para dar a conocer sus proclamas tenía la pluma alquilada del escribano del valido de turno. Escrito el original venían las copias para los pregoneros que con su trompetilla estridente cantaban al pueblo la cantinela real.

El feudalismo medieval está lleno de plumas alquiladas hasta para redactar cartas de amor a una dama real o ficticia, El contenido pasaba a los juglares y trovadores buenos emisores de contenidos amorosos de castillo en castillo, de baja cuna a alta cama de alcurnia.

Las plumas de alquiler estuvieron y en están dentro de la Iglesia. Era inevitable que las costumbres mundanas entraran en las pequeñas cortes de obispados y colegiatas llenas de prebendados aburridos de no hacer nada. La corte de los Papas no escapó a aquella costumbre de alquilar plumas para todo tipo de trapisondas que están encerradas en los sótanos vaticanos, donde yace el Archivo Secreto Vaticano.

En la actualidad, en la Red digital, en el campo eclesial, viven plumas alquiladas, que tienen licencia para empitonar a todo lo que se mueva por el paisaje de la Iglesia española, pero ellos solamente. Los demás debemos estar a que la pluma alquilada escriba contra quien sea usando argumentos ad hominem, inventando fabulaciones, sospechando encuestas imposibles, y deseando la vuelta a una primavera eclesial, que ya es imposible.

Si alguno lo hace mejor que la pluma alquilada, si consigue millones de lectores, si lo hace con libertad absoluta, entonces el gurú alquilado se molesta, baja de su pedestal, echa por delante sus peones, y acusa con un dedo de fuego de falso a otros, algo que nunca esa pluma alquilada hace, salvo si le ordena de los oscuros cuartos del poder donde pretenden conseguir la cuadratura del círculo.

El baño de multitudes que consigue la pluma alquilada es medio alta, pues están muy bien orquestados quienes entran y cómo deben comentar, solamente eso, nada más, porque los lectores no tienen un pelo de tontos y conocen perfectamente la línea de pensamiento de todos los que salimos a diario a colgar nuestra opinión, y aún no les hemos dado gato por liebre, ni hemos copiado sin citar la fuente.

La pluma alquilada cobrará algo, ya que nadie trabaja de balde para otro. Le habrán prometido que cuando consigan la cuadratura del círculo tendrá una cuota de poder en la nueva situación y la concesión del carné de circulación para su cacharro de feria donde lo mismo vende un pito que una pelota de goma.

Lo que no debe olvidar la pluma alquilada es que el público lector le va a exigir lo que su honda maestría ha negado a otros, leyendo entre líneas, y amenazando con el fuego infernal por pisar no sé que líneas que durante su largo y penoso magisterio nunca ha tenido que poner los pies por esos suelos.

El tiempo del silencio ha terminado. Otros han abierto una puerta cuyas consecuencias no han previsto bien, eso es lo que consiguen las plumas alquiladas: se lanzan y no saben terminar. El cepazo será muy grande. Al tiempo.

Reconozco que este artículo tiene un lenguaje críptico. Quien no entienda algo que lo pregunte en sus comentarios. Con gusto lo aclararé en el foro.

Tomás de la Torre Lendínez