Velada musical bávara en Castel Gandolfo

Benedicto XVI celebra la bondad y belleza de Dios y del hombre que vive en sintonía con Él

 

La arquidiócesis de Múnich y Frisinga organizó la tarde del viernes una velada musical con motivo del 85° cumpleaños de Benedicto XVI en el patio del Palacio Apostólico de Castel Gandolfo. Fueron más de mil los peregrinos llegados desde Baviera para saludar a su ilustre paisano. La colorida manifestación con música y cantos típicos bávaros concluyó con unas improvisadas palabras del Papa, el rezo del ángelus y la bendición final.

05/08/12 10:26 AM


(RV/ACI) El Papa Benedicto XVI, al recibir la celebración de la “hora bávara”, remarcó la importancia de vivir la alegría, a pesar del sufrimiento en el mundo. El Santo Padre indicó que si bien algunas personas se podrían cuestionar su está bien ser tan feliz mientras el mundo está tan lleno de sufrimiento, oscuridad y dolor, “la respuesta sólo puede ser un ¡sí! Porque decir ‘no’ a esta dicha no beneficia a nadie, sólo hace el mundo más oscuro”. 

Benedicto XVI señaló que “sabemos por nuestra fe, y lo vemos cada día: el mundo es bello y Dios es bueno, y se volvió hombre y entró entre nosotros, sufre y vive con nosotros. Sabemos esto definitiva y concretamente: Sí, Dios es bueno y es bueno ser un hombre”. 

“Vivimos en esta alegría, y tratamos de llevar esta alegría a otros, para rechazar el mal y ser servidores de la paz y la reconciliación”. Estas fueron algunas de las palabras del Santo Padre: 

“Al final de esta “hora bávara” puedo solamente decirles “Dios se lo pague” de todo corazón. Ha sido hermoso estar aquí, al centro del Lacio, en Castel Gandolfo, y al mismo tiempo en Baviera. 

Hemos podido percibir que la cultura bávara es una cultura alegre: esto no significa una manifestación ruda, no de ‘juerga’, sino alegre, embebida de gozo; nace de una aceptación interior del mundo, de un sí interior a la vida que es un sí al gozo. Esto se funda en el hecho de que nos encontramos en sintonía con la Creación, en sintonía con el mismo Creador y que por esto sabemos que es bueno ser persona.

Es verdad, es necesario reconocer que Dios, en Baviera, nos ha facilitado la tarea: nos ha donado un mundo, una tierra tan bella que es fácil reconocer que Dios es bueno y por este hecho ser felices. Al mismo tiempo, ha hecho de modo que los hombres que viven en esas tierras a partir de su “sí” hayan sabido darle su plena belleza; sólo a través de la cultura de las personas, a través de su fe, su gozo, los cantos, la música y el arte, se ha vuelto tan bella que el Creador solo sin la ayuda de los hombres, no habría podido hacer.

Pero alguno podría decir: ¿será justo ser tan felices, mientras el mundo está tan lleno de sufrimiento, cuando existe tanta oscuridad y tanto mal? ¿Es justo ser tan insolentemente gozosos? La respuesta es sólo una: ¡si! Porque diciendo ‘no’ al gozo no hacemos un favor a nadie, logramos sólo hacer más oscuro el mundo. Y quien no se ama a sí mismo no puede ofrecerse al prójimo, no puede ayudarlo, no podrá ser mensajero de paz. 

Esto lo sabemos por la fe, y lo vemos cada día: el mundo es bello y Dios es bueno y por el hecho que Él se ha hecho hombre y ha entrado en nosotros, sufre y vive con nosotros, lo sabemos definitivamente y concretamente: si, Dios es bueno y es bueno ser un hombre. Vivimos de este gozo, y de este gozo buscamos llevar el gozo también a los demás, de rechazar el mal y de ser servidores de la paz y de la reconciliación”.