8.08.12

IV siglos custodiando los secretos de la humanidad

A las 11:56 AM, por Andrés Beltramo
Categorías : El Vaticano
Del Vatican Insider (ITA)

“Dan Brown nunca estuvo aquí”. Con esa simple frase Alfredo Tuzzi, secretario de la Escuela de Paleografía de la Santa Sede, liquidó los mitos en torno al Archivo Secreto Vaticano, centro de oscuras intrigas en las novelas del escritor estadounidense. Porque los archivos papales custodian secretos mucho más interesantes que los fantasiosos relatos de “Ángeles y demonios”. Pasajes desconocidos de la historia que esperan ser descubiertos por estudiosos de todo el mundo.

“Desmintamos el lugar común, la palabra ‘secreto’ en su nombre ha sido mantenida por los Papas como tradición pero quiere decir únicamente ‘privado’. No significa que sea inaccesible”. Con esa explicación Tuzzi inició un recorrido por el archivo dedicado a un selecto grupo de periodistas, del cual formó parte el Vatican Insider.

Pasillos, habitaciones, cámara climatizada para la conservación de los manuscritos, bunker y salas de consulta, son los espacios que actualmente conforman el la institución que este 2012 cumple cuatro siglos de existencia.

Fundada formalmente en 1612 por Pablo V Borghese, preserva unos 12 siglos de historia en documentos de diverso tipo que ocupan aproximadamente 85 kilómetros lineares de estanterías. Al inicio sólo algunos cardenales tenían acceso a ellos pero desde 1881 todos los documentos pueden ser consultados libremente, sólo basta una carta de recomendación de un instituto o de un profesor universitario. Actualmente mil 500 investigadores de más de 60 países acceden cotidianamente a ellos.

Al Archivum Secretum Vaticanum se accede por una sencilla recepción. Unas estrechas escaleras conducen a la Sala de los Índices o León XIII, el punto de partida para todo estudioso, porque contiene grandes libros de referencia para acceder a los textos. Como la organización los métodos consulta resulta aproximativa, el trabajo de los especialistas debe ser meticuloso. “En ocasiones tardan semanas en seguir la pista de un documento antes de poder efectivamente encontrarlo”, indicó Tuzzi.

La mayor parte de los 600 fondos archivísticos se encuentra depositada en decenas de estanterías lineares ubicadas en uno de los dos búnker (refugios a prueba de ataques nucleares) construidos bajo el Patio de la Piña, diariamente visitado por cientos de turistas que acceden a los Museos Vaticanos.

Recorriendo el único de estos búnker en uso (el otro está aún vacío y por lo tanto la capacidad libre del archivo es muy grande), se pueden observar paquetes de todo tipo, algunos completamente cerrados, casi como si nadie los hubiese consultado jamás. Por eso no erró Tuzzi cuando aseguró que “el archivo del Papa es el más rico del mundo, fuente inacabable para los estudiosos”.

Pero no todos los textos se encuentran a disposición de los historiadores. Por tradición únicamente el Papa tiene la facultad de abrir una parte de los archivos a la consulta y cuando decide una apertura pone a disposición el contenido correspondiente a todo un pontificado.

Actualmente el Archivo se encuentra abierto hasta 1939, incluyendo el papado de Pío XI. Y los empleados vaticanos trabajan en organizar carpetas, cajas y faldones que corresponden al periodo de Pío XII, quien gobernó la Iglesia católica entre 1939 y 1958.

Tocará a Benedicto XVI decidir la apertura de este delicado periodo histórico, porque incluye a la II Guerra Mundial y al genocidio de los judíos, el Holocausto. Por eso la expectativa es alta. Mientras tanto, en el búnker, se encuentran cientos de carpetas del pontificado de Juan Pablo II dentro de una jaula cerrada. Y allí se quedarán hasta que un futuro pontífice decida abrirlas a los estudiosos. Una oportunidad para reescribir la historia.