10.08.12

Rezar reduce el riesgo de Alzheimer

A las 7:41 AM, por Tomás de la Torre Lendínez
Categorías : General

Ante el bandolerismo de garrapatas surgido por el sur español, se nos muere, de cáncer de pulmón, el actor Sancho Gracia, encarnación televisiva del bandolerismo legendario de la historia española, en los tiempos en los que los gabachos y mamelucos se paseaban por esta tierra imponiendo normas y reyes a un pueblo indómito y fiero, que se echó al monte, dejando el altar como el cura Merino, en tierras riojanas, o Curro Jiménez por los intrincados caminos de las sierras andaluzas.

Estos eran bandoleros patriotas, románticos, populares, temidos y cantados por las coplas de ciego en las plazas de los pueblos españoles.

Invito hoy a rezar por el eterno descanso del alma del gran actor fallecido ayer, con quien mantuve una conversación durante el rodaje de uno de los capítulos de su serie. Aquel verano grababan en un pueblo de la Sierra Morena jaenera.

Pido una oración, porque según un estudio realizado en Estados Unidos e Israel, quien reza se aísla bastante de esa maldita enfermedad que sume en el silencio a tanta gente, cada vez más joven: Alzheimer.

¿En que se apoya el estudio?

Un grupo de científicos de Estados Unidos e Israel concluyeron que rezar regularmente puede reducir, en el caso de las mujeres, hasta en 50 por ciento el riesgo de sufrir Alzheimer.

Los resultados, expuestos en junio en la Universidad de Tel Aviv (Israel), apuntaron a que la oración influye de forma notablemente positiva en el cerebro.

De acuerdo al profesor Rivka Inzelberg, que encabezó el estudio, “la oración es una costumbre en la que se emplea el pensamiento, y la actividad intelectual ocasionada podría constituir una medida de protección contra la enfermedad”.

“Cualquier trabajo intelectual influye positivamente al trabajo del cerebro”, señaló el científico.

El estudio apunta que quienes más rezan son los hombres, lo que supone un número inferior de afectados de la enfermedad citada más arriba. En las mujeres, según el trabajo realizado, se daba menos la costumbre de rezar.

Como consecuencia, yo no soy científico ni médico, pero la experiencia sacerdotal me enseña que la oración sencilla, pausada, creyente, motivada, compartida, delante del Señor ante el Sagrario, o en la soledad del hogar, serena mucho el alma y la mente. Esto lo he confirmado en muchas personas.

Ahora, el estudio citado, asegura mi experiencia vital.

En los tiempos actuales, metidos de patas en la crisis moral, económica y social, la oración es la mejor vía para encontrar motivos de esperanza delante de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Para saber más hagan clic aquí.

Tomás de la Torre Lendínez