17.08.12

 

Seguro que más de una vez han escuchado una cosa así. Una pareja que acude a una iglesia a solicitar fecha para su enlace matrimonial y la iglesia que les pide una cantidad como señal por dejar cerrada la fecha. Como es natural, horror, terror y pavor: la Iglesia pesetera, siempre pidiendo dinero, dificultades para todo…

Servidor es cura párroco, y hablaré en ocasiones de cosas del día a día de la parroquia, porque creo que es bueno ver las cosas no sólo del lado de los novios, sino también del lado de la iglesia correspondiente.

Yo tenía anotada una boda para esta tarde. Hace meses me vinieron los novios y dejamos cerrada fecha y hora. Si vienen otros novios, otras celebraciones, un encuentro, lo que sea… pues no puede ser porque ya hay una boda. Incluso hace tiempo avisé a la empresa que nos hace la limpieza para que en lugar del viernes por la tarde vinieran en otro momento. Y en los planes de los sacerdotes esto está. Es más, mi compañero, que sale ahora, me había sugerido salir mañana para repartirnos hoy misas y boda.

Pues no se va a celebrar la boda. Simplemente porque los novios decidieron cuando fuera casarse en otra iglesia pero no tuvieron el detalle de comunicarlo. ¿Y ahora qué?

Imaginemos cosas. Otra pareja que quisiera ese día y a la que hubo que decir que no. Dos bautizos que se podrían haber celebrado esta tarde. Una reunión que aplacé porque hoy había una boda. El cambio de horarios en la limpieza del templo con el pequeño trastorno que ocasiona. Y cuando llamas diciendo que faltan unos días y que no han traído la documentación te dicen que la boda es en otro sitio, que creían que te habían avisado y que mil disculpas.

Si esto te pasa una vez, pues qué le vamos a hacer. Si te pasa dos, empiezas a mosquearte. A partir de la tercera, para fijar fecha pides una señal en metálico. Se entiende, ¿no?