18.08.12

Serie Pensamientos de vida sobrenatural - 17.- Devoción por lo divino

A las 12:13 AM, por Eleuterio
Categorías : General, Serie Pensamientos de vida sobrenatural
Por la libertad de Asia Bibi y Youcef Nadarkhani.

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Enlace a Libros y otros textos.

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Presentación de la serie

Pensamientos de vida sobrenatural

Tomás de Kempis, dice refiriéndose a Jesús que “’El que me sigue no va a oscuras’, dice el Señor. Estas palabras son de Cristo y con ellas nos enseña a imitar su vida y sus virtudes si queremos gozar de la luz verdadera, y librarnos de la ceguera del alma”.

No puede ser mejor explicado, en esencia, el comportamiento que debe expresar, con su vida, un discípulo del Hijo de Dios y resulta difícil, por eso mismo, decir más cosas con menos palabras.

Tal forma de demostrar que la Fe puede ser difundida, evangelizando con ella, es la que también siguió S. Josemaría en libros suyos como Camino, Forja o Surco que representan, para un creyente en el Dios Único y Omnipotente, una forma de demostrar que se cree porque se sabe lo que se cree.

El aforismo, por eso, es una fórmula comprimida de definir pensamientos, en este caso religiosos, que cada cual llevamos dentro y que, saliendo al exterior desde el corazón, puede servir para encauzar más de una situación que damos por perdida por las asechanzas del mundo o, simplemente, por nuestra mala cabeza mundana.

Por eso mismo, cuando manifestamos por escrito lo que tenemos como cierto para nuestro interior y, así, para nuestro corazón, no hacemos más que tratar de hacer ver que si del mismo habla la boca es de desear que hable bien del lugar donde, por tradición, se ha considerado que actúa el Espíritu de Dios y donde está su Templo.

Lo que podemos decir en pocas palabras a lo mejor es preferible que no se diga de forma extensa. Se entiende mejor lo que se pretende transmitir si no hay exceso de sílabas que, en muchas ocasiones, deforman una verdad espiritual y, en cierta manera, pervierten en esencial sentido que le queríamos dar.

Es, por otra parte, lo que de nuestra vida sobrenatural, llevaba y traída por el deambular de la existencia y conciencia que nos conducen hacia el definitivo reino de Dios, extraemos lo que nos ofrece unas frases que pretenden hacer real la voluntad de quien siente que su fidelidad a Dios puede ser imitada, puesta en práctica particular, como máxima expresión de una comunión vital y de fe.

Así, los “Pensamientos de vida sobrenatural” son una aproximación a la vivencia de la fe y un intento de plasmar, por la vía del mensaje escueto, lo que un alma puede sentir y expresar para obviar la tribulación por la que esté pasando o, a lo mejor, creyendo que pasa.

Cada cual, por supuesto, puede hacer con ellos lo que tenga por conveniente y, si eso surge, añadir los que crea oportunos porque, es bien cierto, que si Dios lo es personal para cada uno de nosotros, no está mal, de vez en cuando, compartir lo que su Espíritu nos ha sugerido. De todas formas, bien sabemos que no podemos ocultar la luz, aunque sea escasa, bajo el celemín.

17 .- Devoción por lo divino

Las personas que tenemos a lo religioso, a la religión católica, como esencial en nuestras vidas, sabemos que aquello que está relacionado con Dios en todos sus aspectos es importante para nosotros. No olvidamos, por tanto, que lo divino es parte de nuestra vida y entendemos la misma desde un punto de vista no mundano ni carnal sino lo más espiritual de que seamos capaces.

Y lo que a continuación traigo es lo que, para este católico, supone saber que lo divino es esencial en la vida de todo ser humano.

1 Devoción, devociones, hay tantas y tan gozosas… No me dirás que no tienes ninguna a quien encomendarte.

2 No admitas, en tu corazón, la duda acerca del poder de las devociones.

3 El Mal no descansa y te hará creer que, como no puedes ver no debes creer.

4 Estar en la seguridad de que practicando una devoción, como práctica espiritual, tu corazón se llena de Dios es un buena forma de demostrar que crees.

5 Pide según necesites y, también, según a quien vaya dirigida tu petición.

6 No debes dudar sobre el hecho de ser escuchado. Esa duda mata, poco a poco, tu fe.

7 El Santo Rosario no es, como pueden decirte, cosa de mujeres. ¿Acaso un hombre creyente no puede recordar los momentos de la vida de Cristo y de María?

8 Al Ángel Custodio, al tuyo, dirígete con la confianza plena de que siempre estará, está, a tu lado.

9 Cuando, en tu niñez, rezabas con devoción, no sabías que, a lo mejor, eran las últimas oraciones que saldrían de tu boca. ¡Ahora, tan adulto, y rezando!… A eso se le puede llamar despiste espiritual.

10 Se suele decir que una devoción puede ser algo rutinario porque siempre se repiten las mismas oraciones y rezos. Eso es porque, en realidad, no se ora ni reza a nadie.

11 Con devociones en el corazón siempre se hace más llevadera la existencia porque otros ya vivieron tus tribulaciones.

12 No olvides que tener una devoción quiere decir, sobre todo, seguir, tratar de imitar a, querer ser como otro lo fue antes.

13 Devoción también quiere decir entregarse, plenamente, a aquel o aquella de quien se siente uno devoto.

14 Mira dentro de tu corazón y pregúntale qué es lo que mejor te conviene para tener una verdadera vida de fe.

15 Reza y ora con el alma toda en quien hayas puesto tu confianza. Con seguridad te escucha.

16 ¿Hay algo mejor, para un creyente, que saber que cuando mantiene una devoción lo que hace es mantener, también, una especial relación con el definitivo reino de Dios?

17 Puedes decir, con toda legitimidad, que eres devoto de quien creas conveniente. Es un derecho al que no puedes renunciar.

18 Tener fe es, también, ser devoto. Crees sin ver y oras y rezas sin ver, materialmente, a quien amas pero, espiritualmente, se te llena el corazón de dicha y de gozo.

19 Muchos no comprenden la importancia de una devoción. Por eso tiene el corazón de piedra y tú, teniéndola, de carne, como Dios quiere.

20 Alguien, ahora, en el definitivo reino de Dios, está esperando tu oración o rezo. No tardes mucho, que bien merece la plena dedicación de tu alma.

La devoción por lo divino no debería, pues, ser olvidado nunca por aquellos que dicen considerarse hijos de Dios porque, de otra forma, se estaría haciendo un flaco favor a su propia espiritualidad.

Ruego, también, a quien quiera hacer su aportación a estos veinte puntos, que así lo haga. Seguramente podremos aprender mucho unos de otros.

Eleuterio Fernández Guzmán