21.08.12

Índice global de ateismo en el mundo

El Instituto Gallup acaba de publicar «su» Global Index of Religion and Atheism (Índice mundial de religión y ateismo). Cubre 57 países (73% de la población mundial) con 51.000 entrevistas. De los resultados generales podemos destacar que:
  • 59% de la población se describe a sí misma como religiosa
  • 23% como no-religiosa
  • 13% como ateo

Claro, que los datos están marcados por la población China, en la que un 47% se define a sí misma como atea, suponiendo, aproximadamente, que son un quinto de la población mundial enmascaran los resultados. Los siguientes países más ateos son Japón, Chequia y Francia. Al margen de los datos en sí, y las críticas que puedan hacerse a la metodología, la variación de resultados entre el estudio de 2005 y el de este año, sí que deben arrojar algunos puntos de reflexión.

Para los ateos hispanos, que tan frecuentemente vemos por este blog, las noticias no son buenas, entre la «oleada» de 2005 y la de 2012 han disminuido un 1%, muy lejos de sus triunfales escenarios apocalípticos. Para los «creyentes» tampoco es bueno, disminuyen un 3% (eso sí, los porcentajes está dentro del error estadístico, así que el dato aporta muy poquito).

De los países que más varían su religiosidad los que más me han llamado la atención son Irlanda y Suiza que muestran «pérdidas» de creyentes del orden del 20%. Un auténtico desplome. Francia no va a la zaga.
 

Países con mayor variación de personas que se declaran creyentes

País

2005 2012 variación

Media global

77% 68% -9%

Vietnam

53% 30% -23%

Irlanda

69% 47% -22%

Suiza

71% 50% -21%

Francia

58% 37% -21%

Sudáfrica

83% 64% -19%

Islandia

74% 57% -17%

Ecuador

85% 70% -15%

USA

73% 60% -13%

Canadá

58% 46% -12%

Austria

52% 42% -10%

Países con mayor descenso de religiosidad entre 2005 y 2012

La Conferencia Episcopal de Irlanda ha echado balones fuera mostrando que en otros países también ocurre, en referencia a Suiza y Francia. Se les ha pasado por alto que la identificación de religiosidad con catolicismo no es tan clara allí. Es cierto que en el censo de población de 2011 el 84% se declaraba católica. Pero lo importante no es el número en sí, lo importante es el descenso. Supongo que vendrán los de siempre diciendo que lo importante no es el número, ¿no?

Me ha gustado más la postura del arzobispo de Dublín, Mons. Martin, que se limitó a constatar que «no se puede prejuzgar que la fe se transmite de generación en generación sin hacer nada» y reivindicó el valor de la educación religiosa, también para los adultos.

Conocer la situación, y asumirla, es un buen punto de partida para el «Año de la Fe» que está a punto de comenzar. Dar con las respuestas correctas requiere, siempre, hacerse las preguntas oportunas.