29.08.12

Médico, religiosa y teóloga. ¿Quién da más?... o menos

A las 12:07 AM, por Eleuterio
Categorías : General, Sujetos activos contra la fe

Por la libertad de Asia Bibi y Youcef Nadarkhani.
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Enlace a Libros y otros textos.
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No me negarán ustedes que hay personas que les gusta ser el centro de atención y que quisieran ser el niño en el bautizo, en la comunión y el muerto en el entierro.

Una persona de esas es una religiosa fetén y moderna, progre. Es más que conocida porque hace uso del hábito que lleva puesto (¡qué desgracia que ella sí lo lleve y otras personas no!) para denigrar la fe que dice que tiene, la doctrina que defiende la Iglesia, católica, a la que pertenece (¿?) y sobre todo, sobre todo, para defender ideologías peregrinas y formarse un mundo de ensueño o, mejor, de pesadilla.

Teresa Forcades es una religiosa muy singular.

En su día escribí esto que sigue:

Aunque otras personas más preparadas que yo ya habían fijado su atención en la monja benedictina Teresa Forcades tanto va el cántaro de agua a la fuente que, al final, se ha roto, y me veo en la obligación de decir algo.

Como para corregir lo que dijera Teresa Forcades en el mes de mayo pasado, ha escrito un artículo titulado Aclaración sobre el aborto en el que muestra el sentido de su pensamiento de una forma meridianamente clara.

Dice, por ejemplo, en su artículo, algo que no se sostiene (traduzco del catalán) y que contradice eso que al final del mismo afirma: “Mi fe me hace dejar constancia de mi obediencia al Magisterio actual”.

Y dice esto que sigue:

Manifestar la propia duda de forma prudente y razonable es una muestra de fidelidad y de confianza. Es también una muestra de humildad y es tomarse seriamente la propia pertenencia eclesial y la corresponsabilidad que esta comporta

Pues eso es algo curioso.

1.-Cuando alguien duda es que no confía mucho en lo que se supone que debía defender.

2.-Además, esto supone una muestra de fidelidad algo rara.

3.-En cuanto a la humildad, bien poca es la que manifiesta porque supone un acto de cierta soberbia dudar de tal manera del Magisterio que parece que se diga lo contrario porque, al fin y al cabo, es lo contrario. Eso no es dudar; es, simplemente, discrepar en lo esencial y querer sentar, además, cátedra de tal forma de pensar.

Y es que, en verdad, dudar no es, precisamente, manifestar fidelidad cuando lo que se busca es que el Magisterio cambie para que sea del gusto de quien duda. Eso no es dudar sino, como poco, querer imponer un cambio.

Tampoco es humilde quien trata de ponerse por encima del Magisterio y trata de tergiversar de tal forma el mismo que pretende que el problema del aborto se defina de otra forma y que, en general, sea tenido como algo aceptable desde el punto de vista católico; algo sometido a la autodeterminación de la mujer. En fin… como un “derecho”.

Ahora bien, todo esto tiene explicación.

Si tenemos en cuenta que la tienen, y ella no lo niega, por teóloga feminista, con lo que eso supone, nada debería extrañarnos.

Pero sí producirnos bastante tristeza y quedar a la espera de que Teresa Forcades, de verdad, se arrepienta de lo dicho.

Al fin y al cabo, una cosa es pedir más libertad y otra muy distinta que sea para zaherir aquello en lo que se, supone, se cree.

Y digo se supone.

Pues parece que la religiosa no gusta de hacer la labor callada y silenciosa que suele caracterizar a las personas que deciden abrazar tal tipo de vida. No. A ella le gusta figurar y allí donde puede resaltar como una curiosidad o como una rareza espiritual… pues allí que aparece.

Hace poco estuvo en un foro, o algo así, sobre la independencia de Cataluña. Claro que a ella le gusta la independencia de su tierra y ya sueña con ser religiosa que mucho pinte en una tierra nueva donde el desvarío doctrinal que ella defiende (y que, por omisión al respecto del aborto ya demostró seguir el cardenal Sistach con el caso del cura que propició un aborto) campe por sus anchos aunque estrechos derroteros espirituales.

Por cierto que, como no podía ser menos, Teresa Forcades mantiene, o mantenía (porque está algo escondida pero sigue estando entre otros blogs) su sitio en Religión Digital donde no puede falta nadie (salvo honrosas excepciones que todos conocemos) que no vaya bien contra la doctrina católica, bien contra España como nación o contra las dos cosas a la vez.

Y es que Dios los cría y ¡Ay!, ellos se juntan.

Eleuterio Fernández Guzmán