4.09.12
Diccionario de la lengua española (RAE). Cantamañanas: “Persona informal, fantasiosa, irresponsable, que no merece crédito”.
Partiendo de esta definición, a mí, el señor Sánchez Gordillo, alcalde de Marinaleda y diputado por Izquierda Unida en el parlamento andaluz, me parece un cantamañanas. Llevamos semanas viendo como un día asaltan un supermercado, otro día un banco, después un hotel de lujo… para supuestamente hacer ver a la gente el estado de necesidad en que se encuentra mucha gente en Andalucía.
Pues muy mal. Porque en Andalucía hay un parlamento autónomo y un gobierno, que si gobierna es gracias a los votos de Izquierda Unida. Es decir, que Sánchez Gordillo es responsable de ese gobierno y de esa situación. No vale eso de apoyar a un gobierno con sus votos, y luego asaltar supermercados porque hay pobreza. Pues menos asaltar y más trabajar en el parlamento y más exigir al gobierno andaluz transparencia, menos fraude y más ayuda a la gente. ¿Cuántas ayudas sociales se podrían conceder en Andalucía sólo con lo defraudado en los ERES? Cantamañanas. Menos asaltar y más exigir en el parlamento transparencia, honradez, justicia, ética y ayuda a la gente que pasa necesidad. No me gusta la gente que en lugar de jugar limpio en el parlamento, y más cuando es diputado autonómico, toma directamente la calle. No me gusta nada.
Pues al lado de Sánchez Gordillo han proliferado como era de esperar más cantamañanas, teólogos, pseudoteólogos, aprendices que han venido a sacar el incienso de la más barata adulación para decirnos que Sánchez Gordillo era algo así como el último profeta ¡toma ya! o un Robin Hood redivivo. Para ello nos presentan como algo novedoso y olvidado lo que cualquiera de nosotros sabe desde el catecismo más elemental: que en caso de extrema necesidad es legítimo robar para comer. Pues anda que no es vieja la cuestión.
Otro problema es definir qué es eso de extrema necesidad, y me temo que ahí tienen mucho más que decir los economistas y sociólogos que los teólogos, aunque a estos últimos les pese.Jamás me atrevería yo a decir que en España hay gente que está en extrema necesidad, y mucho menos colectivos. Pobreza extrema la de Zambia, Gaza o Haití. En España hay más necesidades que hace algún tiempo y los recortes sociales van a ir afectando. Pero aún así los niños pueden ir al colegio, los servicios médicos funcionan y se puede comer cada día, aunque sea a base de Caritas. Cuántos lo quisieran.
Hay gente a la que le encanta salir en los medios como sea y declarar profeta a cualquiera que pase por ahí. En definitiva, cantamañanas.La teología es mucho más seria que esto. Y no se puede manipular impunemente lo que dice la doctrina social de la iglesia sobre el destino universal de los bienes para justificar que otro cantamañanas se meta en un supermercado, amenace a las cajeras y se lleve lo que le plazca por mucha acción simbólica que sea. Lo robado y las cajeras son reales.
Para terminar, invito a releer lo que dice el catecismo de la iglesia sobre el séptimo mandamiento: “no robarás”.