ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 13 de septiembre de 2012

VIAJE APOSTÓLICO DEL PAPA AL LÍBANO

La visita de Benedicto XVI al Líbano vista por los libaneses de la diáspora
Entrevista a monseñor Antoine Gebran, capellán de los maronitas en Roma

Santa Sede

La Santa Sede condena el atentado contra el embajador de Estados Unidos
Declaración del portavoz vaticano, padre Lombardi

Mundo

El hospital pediátrico 'Bambino Gesù firma acuerdo con el IILA
Para dar formación medico sanitaria y atención a niños con sida en Latinoamérica

Presentan en Roma a la Asociación Internacional de Periodistas de Religión
Promover una información objetiva y completa que supere prejuicios y discriminaciones

Próximo congreso científico internacional sobre san Juan de Ávila
Expertos en el futuro Doctor de la Iglesia se reúnen en Madrid

Un año de renovación bajo el signo del 'Lignum Crucis'
El nuncio en España clausura este viernes el Año Jubilar Lebaniego

El padre Mario Avilés, mexicano, nuevo procurador general de los oratorianos
Celebrado el X Congreso General de la Confederación del Oratorio de San Felipe Neri

Comentario al Evangelio

¿Quién dice la gente que soy yo?
Comentario al Evangelio del Domingo 24º T.O./B

Entrevistas

Chile: Sesenta años evangelizando a través de los medios de comunicación social
El hermano paulino Pablo Uriarte, celebra sus 90 años


VIAJE APOSTÓLICO DEL PAPA AL LÍBANO


La visita de Benedicto XVI al Líbano vista por los libaneses de la diáspora
Entrevista a monseñor Antoine Gebran, capellán de los maronitas en Roma
Por Robert Cheaib

ROMA, miércoles 12 septiembre 2012 (ZENIT.org).- La población libanesa en la diáspora es mucho mayor que la que todavía reside en Líbano. La mayor parte de los migrantes son católicos maronitas que buscan mantener con no pocas dificultades el vínculo con sus raíces en el país de los Cedros.

La diócesis de Roma alberga una iglesia maronita, dedicada al santo patrono de la única Iglesia oriental que no tiene cismas sino que es toda católica y orgullosa de su fidelidad al sucesor de Pedro. En esta entrevista, ZENIT habló con monseñor Antoine Gebran, capellán de esta “misión con cura de almas”, que pronto cumplirá dos años.

Monseñor Antoine Gebran nació en Hasroun, en Líbano, en 1970. En la Universidad Pontificia Lateranense de Roma, estudió Teología. Consiguió el doctorado en Ciencias Eclesiásticas Orientales en el Instituto Pontificio Oriental de Roma. En 2006, se propuso localizar y reunir a los libaneses católicos maronitas que viven en Italia, para que, en espíritu de fe y hermandad, se pudieran reunir en la iglesia de san Marón, en Roma. En 2010, fue elevado al cargo de corobispo; luego fue nombrado procurador general del Patriarcado Maronita ante la Santa Sede, rector de la Iglesia de San Marón y rector del Colegio Pontificio Maronita de Roma; el 1 de noviembre de 2010, el cardenal Agostino Vallini erige la iglesia de San Marón como “misión con cura de almas” para el cuidado pastoral de los migrantes adscritos a la iglesia siro antioquena maronita y nombra a monseñor Gebran capellán de los migrantes residentes en la Diócesis de Roma. Sigue la entrevista.

Es la segunda vez en la historia del Líbano que un papa visita específicamente el país de los Cedros. Los recuerdos de la visita de Juan Pablo II están todavía vivos en la mente de los libaneses. ¿Qué importancia reviste la actual visita de Benedicto XVI a nivel de presencia cristiana en Líbano, sabiendo que en los últimos decenios los cristianos –divididos y disminuidos en número- han perdido mucho poder político y moral en el país?

--Mons. Antoine Gebran: Es la segunda visita apostólica que tiene lugar específicamente en Líbano, pero en realidad es la tercera vez que un papa pasa por Líbano. Ya Pablo VI quiso hacer en Beirut una escala aérea, el 2 de diciembre de 1964, mientras viajaba a Bombay, y el papa Montini en esta breve parada dijo: “No podemos olvidar, en especial, todo lo que representa, para la Iglesia, la fe de las poblaciones cristianas libanesas, expresada en la armoniosa diversidad de Ritos, en la abundancia y la variedad de las comunidades religiosas y monásticas, en múltiples actividades de orden apostólico, educativo, cultural o caritativo”. La armonía en la diversidad, citada por el papa, es fundamental, y el perno en torno al cual gira toda la sociedad libanesa. Esta armonía debe sin embargo permanecer aunque los niveles proporcionales entre las diversidades no son los mismos de antes. El Líbano debe ser un ejemplo para todo el mundo medioriental, y me atrevería a decir para el mundo entero, donde cada vez más, sobre todo en los estados occidentales, se está creando una fuerte mezcolanza de culturas y religiones. Un equilibrio de convivencia que garantiza la paz y la estabilidad de un país.

En un ambiente donde la “primavera árabe” está mostrando signos de decaimiento más bien “invernales”, ¿qué signos concretos de resurgimiento puede aportar la visita de Benedicto XVI? ¿Comparte la esperanza de los obispos maronitas que expresan el deseo en su último comunicado de que tal visita sea “una verdadera primavera para los cristianos y para la religión”?

--Mons. Antoine Gebran: La primavera, como estación intermedia tiene periodos de frío y de calor, por tanto no tiene un clima estable y seguro. El santo padre, como tradicionalmente sucede en todos los viajes apostólicos, no realiza nunca gestos concretos de resurgimiento. El sucesor de Pedro habla, encuentra, y transmite su pensamiento en un código simbólico. Seguramente el santo padre desea ardientemente no una mera primavera sino una renovación total para la sociedad medioriental, renovación que deberá seguir el camino del diálogo y del respeto recíproco.

Usted visitó el Líbano y al patriarca maronita en Bkerké, durante el verano, y pudo experimentar personalmente el ambiente de los preparativos para la visita del papa. ¿Cuáles son las actividades propedéuticas que la Iglesia en general, y la maronita en concreto, está desempeñando como preparación para la visita de Benedicto XVI?

--Mons. Antoine Gebran: Todo Líbano se está preparando a acoger al santo padre. En modo especial la Iglesia Maronita emprendió desde hace meses una fuerte campaña mediática de sensibilización de la opinión pública al respecto: el Líbano debe ser informado y debe ser consciente de quién está llegando y por qué viene precisamente al Líbano. Preparando el terreno al santo padre, la Iglesia Maronota, además de el debido apoyo logístico, no hará faltar a los propios fieles la adecuada preparación espiritual. La visita del santo padre es una alegría, sí, pero debe ser percibida principalmente a nivel espiritual: los fieles, preparándose con una novena de oración, en la que comprender que el papa viene por ellos, como su pastor, para estar con ellos, escucharles, hablarles, defenderles y protegerles, siguiendo el ejemplo de Cristo Buen Pastor.

Como maronitas que viven en el exterior y como parroquia maronita en Roma, ¿de qué modo se sienten implicados en la visita? ¿Y qué desean para la diáspora de los cristianos libaneses para que no se sientan al margen?

--Mons. Antoine Gebran: No olvidamos que los maronitas de la diáspora son principalmente libaneses, y como tales, aunque lejanos, sienten un apego casi visceral a su tierra natía. Bajo cierto punto de vista, esta visita es vista con melancolía: el papa va a su casa y no pueden estar allí para acogerlo y para darle la bienvenida. Por otra parte, se sienten orgullosos de que el papa vaya justamente al Líbano y ame su país con un amor desinteresado y sincero. En especial nuestra comunidad maronita de Roma, habiéndose establecido en la diócesis del papa, se siente especialmente puente, medio, encrucijada entre el Líbano y el papa. Pienso que, ningún emigrado se sentirá nunca apartado del Líbano, mientras en su corazón lleve el afecto por el propio país, sentirá todavía el olor de los cedros y pensando en el horizonte del mar libanés, se conmoverá: ninguno podrá nunca sentirse al margen mientras en el alma se sienta en tierra extranjera, sí, pero libanés en tierra extranjera.

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Santa Sede


La Santa Sede condena el atentado contra el embajador de Estados Unidos
Declaración del portavoz vaticano, padre Lombardi
CIUDAD DEL VATICANO, jueves 13 septiembre 2012 (ZENIT.org).- En relación al atentado contra la embajada de Estados Unidos en Libia, el director de la Sala de Prensa vaticana ha hecho la siguiente declaración:

"El gravísimo atentado organizado contra la representación diplomática estadounidense en Libia, con el asesinato del mismo embajador y de otros funcionarios, merece la más firme condena por parte de la Santa Sede".

"Nada puede de hecho justificar --añade el comunicado- la actividad de las organizaciones terroristas y la violencia homicida".

"Junto al dolor, al compartir y a la oración por las víctimas, se renueva el deseo de que a pesar de este nuevo evento trágico, la comunidad internacional logre encontrar las vías mejores para continuar su empeño en favorecer la paz en Libia y en todo Medio Oriente", concluye el padre Federico Lombardi.

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Mundo


El hospital pediátrico 'Bambino Gesù firma acuerdo con el IILA
Para dar formación medico sanitaria y atención a niños con sida en Latinoamérica
ROMA, jueves 13 septiembre 2012 (ZENIT.org).- El hospital pediátrico 'Bambino Gesu' “ con sede en Roma y perteneciente al Estado del Vaticano ha firmado hoy con el Instituto Italo Latino Americano (IILA) un acuerdo marco de cooperación para ayudar a la formación de personal sanitario, dar asistencia en los casos de Sida pediátrico, de enfermedades graves o por necesidades particulares.

El protocolo fue firmado en la sede del IILA, por el Dr. Giuseppe Profiti, director del hospital, y por el secretario general del IILA, Giorgio Malfatti di Monte Tretto, en presencia del secretario de la Santa Sede para las Relaciones con los Estados, Dominique Mamberti, y el ministro de Exteriores de Italia, Giulio Terzi.

Un acuerdo con los países de América Latina, el continente de la esperanza --ha explicado el ministro de la Santa Sede- que para la Iglesia no es solamente una cuestión humanitaria o médicosanitaria, sino un deber nacido de su misión que sigue el ejemplo de Cristo, que en su predicación no se quedaba a nivel enunciativo, sino que era acompañada con gestos de liberación del dolor y de la enfermedad.

El ministro de Exteriores de Italia, por su parte, indicó que “Italia comparte con los países latinoamericanos un patrimonio de valores fundado sobre raíces culturales y religiosas comunes”. Y que los nuevos desafíos puestos por la globalización de los mercados y del conocimiento tienen que conducir a una mayor colaboración multilateral.

Y concluyó recordando “que al conjugar la validez científica con la humanitaria se reafirman principios fundamentales del diálogo intercultural”.

Antes de la firma, monseñor Mamberti ha indicado que “este acuerdo quiere ser de nuestra parte un signo tangible de la atención de la Santa Sede en favor de la formación del personal médico sanitario calificado y de la investigación científica”.

El prelado consideró que dar formación al personal sanitario tiene como finalidad la curación de las personas marcadas por el sufrimiento físico y espiritual y “por lo tanto su contenido no es solamente médico sanitario, sino que tiene en vista el desarrollo integral de la persona”.

“Siguiendo el ejemplo de Cristo --prosiguió monseñor Mamberti- la Iglesia pone en el centro de su mensaje y como horizonte de su acción salvadora, el reconocimiento de la dignidad de la persona humana que sufre en el alma y en el cuerpo”.

El ministro de la Santa Sede añadió que “el corazón de la misión de Jesús fue la salvación y no la condena. Por ello su enseñanza no se quedaba a nivel de mera enunciación, sino que era acompañado por gestos de liberación del dolor y de las enfermedades, que volvían real su reconocimiento y la liberación anunciada”.

“Por lo tanto la Iglesia --concluyó- siguiendo el mensaje de Cristo y su mandato, se ha prodigado durante la historia en el anuncio de la salvación, sin sustraerse al empeño concreto para promover y curar a las personas enfermas”.

Una misión la de la Iglesia -dijo- que en nuestros días aún es más profética cuando pide no solamente che la dignidad inalienable de cada hombre sea concretamente respetada en la curación y en la asistencia de las personas enfermas.

Y consideró que durante las enfermedades el ser humano “advierte la necesidad de dar sentido y significado con el cual interpela al mundo de la ciencia médica. La medicina debe restablecer la salud en dónde sea posible, pero sobre todo deber ser el arte de curar a la persona de manera integral”.

En esta perspectiva, cada acto médico “no puede reducirse a una mera respuesta técnica y especialista, considerando al paciente como un objeto a evaluar y curar sólo científicamente porque si así fuera la medicina ignoraría la dimensión más profunda de la persona y por lo tanto la dimensión ética”.

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Presentan en Roma a la Asociación Internacional de Periodistas de Religión
Promover una información objetiva y completa que supere prejuicios y discriminaciones
Por H. Sergio Mora

ROMA, jueves 13 septiembre 2012 (ZENIT.org).- La International Association of Religion Journalists, que fue presentada este martes en la sede romana de la Asociación de la Prensa Extranjera en Italia, tiene como finalidad dar el apoyo necesario para promover un periodismo objetivo y completo que supere prejuicios y discriminaciones de quienes se ocupan de información sobre religión y espiritualidad.

La Asociación Internacional de Periodistas de Religión (IARJ por sus siglas en inglés), fue oficialmente fundada el mes de marzo pasado en el centro de la Fundación Rockfeller-Bellagio y ya cuenta con casi 400 periodistas de 90 países, si bien requirió dos años de preparación.

“Pueden pertenecer a la misma los operadores que se ocupan de información religiosa, cualquiera sea su credo religioso, es aconfesional pues hay creyentes católicos, musulmanes, judíos o incluso personas no creyentes”, indicó durante la presentación la periodista María-Paz López, presidenta de la IARJ.

“Lo importante –añadió– es que trabajen con rigor profesional y que quieran formar red, intercambiar datos y reforzar el trabajo de sus miembros”. 

“El periodismo que se ocupa de religión a nivel global requiere mucha responsabilidad, pues en la medida que da una buena información se reduce la discriminación y se promueve el diálogo y la paz. En cambio un periodismo mal realizado favorece la discriminación, la persecución y puede causar víctimas y daños a millones de personas”, subrayó María-Paz López, recordando su experiencia como corresponsal desde Roma para el diario español La Vanguardia.

“Es importante también –indicó a ZENIT- porque se comparten recursos. Por ejemplo si tengo que viajar a un determinado país para hacer un reportaje, sé que hay colegas que me pueden dar teléfonos y ayudar a buscar la persona indicada. Y si un día alguno de ellos viene a España yo les puedo poner en contacto con el obispo de turno porque tengo un canal directo. Estos recursos serán compartidos entre los socios”.

“La inscripción es gratuita y se puede hacer clicando directamente desde la página web de la asociación, en donde se ponen los datos que permitan entender que el solicitante haga una labor informativa y que sean verificables”.

La IARJ ofrece también estadísticas y datos sobre la religión en los diversos países, sobre las leyes nacionales, conflictos étnicos y religiosos y los diversos aspectos de las religiones tradicionales. 

El actual sitio web, en donde los interesados pueden solicitar su inscripción gratuita es: www.theiarj.org que en breve tendrá incluso una página en árabe” añadió .

El director ejecutivo es David Briggs, periodista con una experiencia de 25 años en el sector que trabajó en agencias de noticas como la AP, y el comité directivo está formado por periodistas de los cinco continentes.

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Próximo congreso científico internacional sobre san Juan de Ávila
Expertos en el futuro Doctor de la Iglesia se reúnen en Madrid
MADRID, jueves 13 septiembre 2012 (ZENIT.org).-Convocados por la postuladora de la Causa del Doctorado de San Juan de Ávila, María Encarnación González, se han reunido en la sede de la Conferencia Episcopal Española, entidad promotora de la Causa, un grupo de profesores de distintas Universidades eclesiásticas y civiles especialistas en san Juan de Ávila y su época.

El objetivo de este encuentro, celebrado el pasado martes, es programar y promover investigaciones y actividades culturales en torno a la figura del Maestro Ávila, que desembocarán en la celebración de un Congreso científico internacional sobre el nuevo Doctor de la Iglesia.

Este encuentro es fruto, y de algún modo continuación, del que tuvo lugar en septiembre de 2010, en el que se reunieron cerca de cuarenta investigadores y profesores universitarios con el mismo objetivo, y que dio lugar a la obra de colaboración Entre todos, Juan de Ávila. Elogio al Santo Maestro en el entorno de su proclamación como Doctor de la Iglesia universal (BAC, Madrid 2011).

Entonces, y ahora, se han orientado los estudios y actividades culturales con carácter científico, interdisciplinar y universal, dado el alcance y entidad de una figura tan relevante en su tiempo, y hoy, como lo fue y lo es san Juan de Ávila.

Más información en http://sanjuandeavila.conferenciaepiscopal.es.

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Un año de renovación bajo el signo del 'Lignum Crucis'
El nuncio en España clausura este viernes el Año Jubilar Lebaniego
SANTANDER, jueves 13 septiembre 2012 (ZENIT.org).- El nuncio apostólico en España Renzo Fratini, presidirá, este viernes día 14, la misa solemne con la que se clausurará la Conmemoración Jubilar Lebaniega que ha servido para celebrar, desde abril pasado, los 500 años de la concesión de la Bula del papa Julio II que posibilitó la celebración del Jubileo en el monasterio de Santo Toribio de Liébana.

En la misa estarán presentes el actual obispo de Santander Vicente Jiménez Zamora, y quienes le precedieron en esta diócesis, los obispos Carlos Osoro y José Vilaplana, así como los prelados de tres de las cuatro diócesis que forman la Provincia Eclesiástica de Oviedo, a la que pertenece la de Santander: el obispo de Astorga Camilo Lorenzo y el de León Julián López.

Con motivo de esta clausura, monseñor Jiménez ha calificado estos meses de la Conmemoración Jubilar Lebaniega como un “tiempo particular de gracia para nuestra Diócesis de Santander”.

Durante el período que ha mediado entre el 15 de abril y el 14 de septiembre, los fieles peregrinos han podido ganar la indulgencia plenaria en el monasterio lebaniego.
El viernes, día de la clausura --informa la Diócesis de Santander--, se ha hecho coincidir con la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, una jornada muy devota para todos los fieles del valle de Liébana, ya que en este monasterio se alberga la sagrada reliquia del Lignum Crucis, el mayor fragmento de la Cruz de Cristo que se conserva en el mundo.

A la misa solemne de cierre, que se celebrará a las 12 de la mañana, acudirán los seis vicarios episcopales de la Diócesis, acompañados por numerosos sacerdotes del clero diocesano, entre los que figurarán los que atienden pastoralmente a la comarca de Liébana.
El obispo de Santander, calificó estos meses como un “tiempo de renovación de nuestra Diócesis de Santander y, en consecuencia, de nuestra sociedad cántabra” y resaltó el “movimiento espiritual, religioso, social y cultural” que ha ocasionado este “tiempo de gracia”, que también ha servido de preparación para celebrar, a partir del próximo 11 de octubre, el “Año de la Fe” que ha convocado el papa Benedicto XVI.

Ha sido --añadió-, un tiempo que ha propiciado “un encuentro personal y comunitario con Cristo”, a través de la sagrada reliquia del Lignum Crucis, y recordó que esta Conmemoración Jubilar se había convocado bajo el lema, “La Cruz, signo de Amor”. Por la Cruz de Cristo, “hemos sido salvados y redimidos”, apostilló monseñor Jiménez.
Este período de gracia no ha sido propiamente un Año Santo, que tiene lugar cuando la fiesta de Santo Toribio de Liébana (16 de abril) coincide en domingo. Esto no sucederá hasta 2017.

Sin embargo, esta Conmemoración Jubilar Lebaniega por los 500 años de la Bula papal, ha sido un espacio de tiempo intermedio entre el último Año Santo, que se celebró en 2006, y el próximo Año Santo.

El monasterio de Santo Toribio de Liébana está regido desde 1961 por una comunidad de cinco padres franciscanos que preside, como guardián del monasterio, el padre Juan Manuel Núñez Cid.

La reliquia del Lignum Crucis fue traída por santo Toribio de Astorga al monasterio lebaniego en el siglo VIII para protegerla de la invasión árabe.

Liébana, junto a Jerusalén, Roma y Santiago de Compostela, son los tres lugares históricos del mundo donde se gana el jubileo y, aunque la Bula del Papa Julio II se concedió un 23 de septiembre de 1512, hay constancia de que el jubileo lebaniego se celebraba ya desde tiempo inmemorial en este monasterio ubicado a los pies de los Picos de Europa.

Más información en: www.diocesisdesantander.com.

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El padre Mario Avilés, mexicano, nuevo procurador general de los oratorianos
Celebrado el X Congreso General de la Confederación del Oratorio de San Felipe Neri
ROMA, jueves 13 septiembre 2012 (ZENIT.org).- Se acaba de celebrar hoy en Roma el X Congreso General de la Confederación del Oratorio San Felipe Neri iniciado el 5 de septiembre. Con más de 120 sacerdotes oratorianos, representantes de 74 casas de todo el mundo y provenientes de más de 20 países, se procedió a la elección de las autoridades de la Confederación.

Como procurador general, autoridad máxima de la Confederación, fue elegido el padre Mario Avilés, mexicano y miembro de la Congregación del Oratorio de San Felipe Neri de Pharr (Texas, Estados Unidos) por una amplia mayoría. Es la primera vez que un sacerdote del continente americano es elegido para este cargo. Como delegado apostólico de la Santa Sede fue reelegido el padre Felix Selden (Viena, Austria). Además se procedió a la elección de los diputados que colaboran con la Confederación representando a las distintas regiones con que se divide el ámbito mundial de presencia oratoriana.

Como diputado para Latinoamérica (Costa Rica, Colombia, Chile, Brasil y Argentina) fue elegido el sacerdote argentino padre Germán Saksonoff, miembro de la Congregación del Oratorio de Mercedes-Luján de Buenos Aires, Argentina.

Vale la pena destacar –indica un comunicado de la Confederación- que el anterior procurador general, padre Edoardo Cerrato, luego de su tercer mandato consecutivo (6 años cada mandato) fue elegido por el santo padre como obispo de Ivrea, al norte de Italia. Y recibió la ordenación episcopal el sábado 8 de setiembre en la Chiesa Nuova (tradicional templo oratoriano en el corazón de Roma). Presidió la ceremonia el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado de la Santa Sede, el nuncio apostólico en Italia Adriano Bernardini, y Arrigo Miglio, arzobispo de Cagliari (Italia).

La Procura General de la Confederación del Oratorio es una entidad canónica jurídica, sita en Roma, que además de ser el representante de las congregaciones del oratorio ya erigidas por la Santa Sede (llamadas “de derecho pontificio”), busca reunir, por medio de la confederación, a las Congregaciones del Oratorio (llamadas también Casas del Oratorio) de todo el mundo para la confraternización y estudia la aprobación de las futuras. Siempre preservando la autonomía  que cada Casa posee.

Los oratorianos, como se suele llamar a los miembros, no tienen un superior general como es costumbre en ordenes religiosas. El procurador general de la Confederación representa a las Casas ante la Santa Sede. Y el prepósito de cada una de las Casas de derecho pontificio en el mundo es el ordinario de la misma.

En la actualidad hay 84 Casas en más de 20 países de Europa, América y África, con más de 600 miembros.

El Congreso General (que hace las veces de un Capítulo General) se reúne cada 6 años para renovar sus autoridades y tratar temas propios al carisma y a la organización de la Confederación del Oratorio en el mundo.

El Oratorio surgió en el siglo XVI con San Felipe Neri (1515-1575) aún en vida quien aprobó las primeras constituciones, en Roma. Son un conjunto de sacerdotes seculares que viven en comunidad para la atención de los laicos del Oratorio. Una familia de sacerdotes que son erigidos canónicamente como Sociedad de Vida Apostólica por la Santa Sede, luego de un período probatorio por parte de la confederación y por el ordinario de cada lugar. Los sacerdotes, que viven el carisma de san Felipe de la caridad, humildad y alegría, en comunidad, no hacen votos religiosos.

La Confederación General del Oratorio fue fundada en 1942. Durante el congreso también tuvieron lugar los debates para la organización y festejo del quinto centenario del nacimiento de san Felipe Neri (21 julio 1515).

El nuevo procurador fue recibido por el santo padre el miércoles 12. El padre Mario presentó al papa el saludo de la Confederación y renovó la fidelidad al sucesor de Pedro. Por su parte, Benedicto XVI mostró su alegría por la ordenación episcopal del padre Eduardo Cerrato. El padre Mario agradeció este regalo a la familia oratoriana. Al final de la conversación el papa, a través del padre Mario, pidió a los oratorianos de todo el mundo mantenerse fieles al carisma de San Felipe Neri.

Más información en: http://www.oratoriosanfilippo.org/ .

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Comentario al Evangelio


¿Quién dice la gente que soy yo?
Comentario al Evangelio del Domingo 24º T.O./B
ROMA, jueves 13 septiembre 2012 (ZENIT.org).- Ofrecemos el comentario al evangelio del próximo domingo de nuestro colaborador padre Jesús Álvarez, paulino.

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Jesús Álvarez, ssp

Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Quién dice la gente que soy yo?» Ellos contestaron: «Algunos dicen que eres Juan Bautista, otros que Elías o alguno de los profetas.» Entonces Jesús les preguntó: «Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?» Pedro le contestó: «Tú eres el Mesías.» Pero Jesús les dijo con firmeza que no conversaran sobre él. Luego comenzó a enseñarles que el Hijo del Hombre debía sufrir mucho y ser rechazado por los notables, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley, que sería condenado a muerte y resucitaría a los tres días. Jesús hablaba de esto con mucha seguridad. Entonces Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo por lo que había dicho. Pero Jesús, dándose la vuelta de cara a los discípulos, reprochó a Pedro diciéndole: «¡Apártate de mí, Satanás! Tus intenciones no son las de Dios, sino de los hombres.» Luego Jesús llamó a sus discípulos y a toda la gente y les dijo: «El que quiera seguirme, que renuncie a sí mismo, tome su cruz y me siga. Pues el que quiera asegurar su vida la perderá, y el que dé su vida por mí y por el Evangelio, la salvará”. (Mc. 8,27-35)

Pedro, en nombre propio y de los demás discípulos, reconoce a Jesús como el Mesías, el Hijo de Dios, el Salvador del mundo. Y Jesús toma pie de esa confesión para revelarles su muerte inminente, como paso hacia la resurrección y la gloria eterna.

Eso de la resurrección no entraba en la mente ni en los planes mesiánicos de los discípulos, pues la muerte de Jesús desbarataba todas sus esperanzas de un reino temporal presidido por Jesús, en el que ellos serían los ministros.

Por eso Pedro toma al Maestro aparte y lo reprende diciéndole que no puede someterse a la muerte. Pero Jesús, delante de todos, le llama satanás a Pedro -¡el Príncipe de los Apóstoles!-, pues se opone al plan de Dios, que consiste en que Cristo, mediante la muerte, alcance la resurrección y la gloria para sí mismo, para ellos y para la humanidad.

La respuesta --para hacerla vida concreta--, a la pregunta de Jesús: “Ustedes, ¿quién dicen que soy yo?”, nos sitúa a los cristianos en dos grandes categorías: los bautizados que creen en Cristo y se esfuerzan por vivir con él y como él; y los que fueron bautizados y dicen creer en Cristo, pero, en realidad, lo ignoran o niegan en su vida práctica, en el hogar, en la educación, el trabajo, las penas y alegrías; e incluso lo excluyen de la centralidad de su oración y de sus celebraciones. Son cristianos sin Cristo, o sea, no cristianos.

Resulta imperativo hacernos sinceramente la pregunta: Jesús, ¿quién eres tú en realidad para mí en mi vida concreta? Y responderse con la misma sinceridad, sin escudarse en una religiosidad de cumplimiento externo, lo cual merece el reproche: “Éste, ésta, me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí”.

Jesús nos dice sin rodeos: “Quien no está conmigo, está contra mí. Quien conmigo no recoge, desparrama”.

El cristiano de verdad --persona que cree en Cristo, lo ama y vive unida a Él--, se siente acompañado por Él, que prometió: “Yo estoy con ustedes todos los días”; por eso lo escucha, lo percibe en Eucaristía, en la Biblia, en el prójimo, en la oración…

Jesús es el Compañero resucitado de nuestro caminar hacia la vida eterna. Sólo él hace eternas nuestras alegrías y nuestras cruces convertidas en felicidad sin fin, y elimina la muerte con la resurrección, la cual abre las puertas de su misma divina felicidad eterna.

La fe viva en Cristo resucitado presente y en la propia resurrección, es el distintivo del verdadero cristiano, el fundamento absoluto de su fe hecha vida.

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Entrevistas


Chile: Sesenta años evangelizando a través de los medios de comunicación social
El hermano paulino Pablo Uriarte, celebra sus 90 años
Por el padre Martín Dolzani, ssp

SANTIAGO DE CHILE, jueves 13 septiembre 2012 (ZENIT.org).- Pablo Uriarte La Fuente es un religioso paulino que ingresó en la Sociedad de San Pablo en 1947. Nacido en marzo de 1920 en la localidad de Sarria, provincia de Alava, España, realizó la profesión perpetua como hermano en 1954. Estos días celebra no solo 90 años de edad, sino también 60 años de misión en Chile.

Una tarde, mientras compartíamos un te en nuestra comunidad, le pedimos que nos dejara entrar en sus motivaciones iniciales como paulino, y recordar algo de estos largos años en tierras chilenas.

¿Por dónde comenzó su apostolado paulino en Chile?

--Hno. Pablo Uriarte: Recuerdo que el superior de entonces , el padre Pascasio Marzilli, me preguntó a qué vienes. Tengo entendido, le dije, que vengo para trabajar en la librería. Bueno, mañana temprano sales con los libreros, afirmó.

¿Qué aprendió siendo librero?

--Hno. Pablo Uriarte: Todo lo que no sabía, y preguntando fui aprendiendo de libros: dónde estaban y de qué editorial eran. Los libros estaban por entonces como en una biblioteca y era difícil encontrarlos.

¿Qué más pudo hacer en la librería?

--Hno. Pablo Uriarte: Conocer a la gente y al pueblo chileno. Y saber que con el trabajo no sólo hacíamos un apostolado, sino que también nos ganábamos la comida de todos los días; un día no había entrado nadie y no teníamos siquiera para comprar un kilo de carne y ponerla en la olla.

¿Qué más valora de lo aprendido?

--Hno. Pablo Uriarte: Valoro el contacto con la gente y con muchos curas, monjas, seglares y obispos de Chile. Tuve la oportunidad de tener contacto directo con los seis cardenales que hasta el momento ha tenido la Iglesia chilena: José María Caro, Raúl Silva Henriquez, Juan Francisco Fresno, Jorge Medina Estévez, Carlos Oviedo Cavada y Francisco Javier Errázuriz Ossa. Algunos de ellos los conocí de niños o de jóvenes, y a monseñor Fresno le anticipé su elección episcopal.

¿Y cómo nació su vocación?

--Hno. Pablo Uriarte: No sé qué decirte, pero todo nació muy de a pocos. Estando en el servicio militar me nació la inquietud de ser misionero, y desde niño fui monaguillo. Algo especial posiblemente tenía que no tenían mis compañeros...

¿Por qué paulino?

--Hno. Pablo: Luego del servicio militar seguí siendo monaguillo, y un día encontré en la parroquia una revista que hablaba de una congregación llamada de san Pablo, y que estaba a unos cuarenta y cinco kilómetros de mi pueblo. Y el día de san Antonio me fui a Bilbao, y conocí la primera comunidad paulina; me atendió el padre Desiderio Costa. Tenía por entonces 27 años, y en realidad era muy mayor para esa época. Me dijo que para ingresar había que pedir permiso a Roma, cosa que nadie nunca solicitó y el mismo padre Costa me recibió en Bilbao el 16 de septiembre del mismo año. Todo fue muy rápido.

¿Qué es lo primero que hizo en Bilbao?

--Hno. Pablo Uriarte: Con un compañero que no recuerdo su nombre, hicimos unas maletas y salimos de propaganda de pueblo en pueblo. A los dos meses, el padre Costa me dijo que en Madrid se necesitaba a una persona con urgencia. Me sacó un billete para viajar esa noche y me dio dinero para que me comprara una valija para llevar mis pertenencias.

¿Y en la comunidad de Madrid?

--Hno. Pablo Uriarte: Todos los días íbamos de propaganda de pueblo en pueblo, por todo el mapa de España.

¿Y cómo nació su misión en Chile?

--Hno. Pablo Uriarte: Después de haber profesado como religioso, el 8 de septiembre de 1949, me tocó ir a iniciar en León una comunidad y desde allí también nos dedicábamos a la difusión. Con el difunto Aurelio García salíamos de propaganda. Estuvimos un mes en Galicia. Y a la vuelta encontramos al padre José Gabriel Galasso, quien me dijo: “Tengo una noticia que no sé si será buena o mala para ti...” Le contesté que ya sabía, que debía irme a Chile, porque supe del regreso desde Chile del hermano Laurentino García. Yo había intuido que ahora me tocaba y se me “cayó la teja” no más (risas).

Y hoy, ¿qué nos puede decir, después de haber aceptado aquella misión en Chile?

--Hno. Pablo Uriarte: Estoy profundamente agradecido a Dios y a la Congregación, y a la Virgen en particular dado que llegué justamente el día del santo nombre de María (12 de septiembre). Cuando recibí el mandato fui a preparar mis documentos a mi pueblo, donde mis padres más bien me alentaron, lo mismo que los demás familiares. Posiblemente no sabían que me iba tan lejos. Yo mismo sólo había escuchado hablar de los minerales de Chile, pero no sabía dónde estaba.

Toda una vida de misionero…

--Hno. Pablo Uriarte: Sí. Recuerdo en una de las vacaciones entre los míos, los paulinos de España me invitaron a quedarme y asumir la librería de Madrid, pero fiel a mis convicciones regresé a Chile. Y aquí estoy.

¿Y ahora qué espera?

--Hno. Pablo Uriarte: Espero que mis huesos descansen en Chile y que se queden aquí hasta el día de la resurrección de los muertos. “Contento, Señor, contento”, como solía decir el padre Alberto Hurtado, muerto veinticinco días antes de mi llegada a esta querida tierra.  

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