9.10.12

Un amigo de Lolo - Dar gracias a Dios

A las 12:22 AM, por Eleuterio
Categorías : General, Un amigo de Lolo

Manuel Lozano Garrido

Presentación

Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infringían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.

Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y tan franco.

Dar gracias a Dios

“¡Un alma! ¡Si parece mentira! ¿Qué podría hacer yo en adelante, vida mía, para agradecerte este Paraíso? ”
Manuel Lozano Garrido, Lolo
Bien venido, amor (131)

El ser humano se sabe en un mundo donde vive, sufre, llora y, cuando menos lo espera (seguramente nadie lo espera salvo quien desea tener la visión beatífica ¡ya! muere porque, por ejemplo, no muere) deja este mundo sin llevarse nada más que lo que haya hecho de bien hecho o de mal hecho.

Muchas personas conocen la expresión “de bien nacidos es ser agradecidos” y nos lleva, corazón grande, a tener en cuenta en nuestra vida a las personas que de una manera o de otra nos han favorecido y nos han hecho la existencia más llevadera cuando más necesitábamos que así fuera. Agradecemos porque sabemos que es bien cierto que debemos agradecerlo y que, de otra forma, no nos sentiríamos bien y siempre nos pesaría, sobre nuestra alma, actuar de una forma así.

Algo así nos pasa con Dios.

Caminamos a sabiendas de que no somos nosotros quienes sostenemos nuestra existencia. No es que no podamos decir esto o lo otro o que no vayamos por donde queramos ir. No se trata de eso sino de lo que, en el fondo, somos siendo lo que somos: seres creados por el Todopoderoso.

Es exactamente por eso que debemos ser agradecidos y que lo debemos ser sobremanera con Dios. Agradecemos al Padre, primero, que nos haya creado y, luego, que mire tanto por nosotros, que nos tenga siempre en su corazón y que tenga, para nuestra existencia, una medida abundante de misericordia y escasa de reproches hacia nuestra conducta no siempre acorde con su voluntad.

Agradecer no es perder autonomía o libertad o sentirse, por eso, esclavos del Creador. Al contrario: agradecer es reconocer y reconocer es volver a tener en cuenta lo que tenemos y a Quien debemos lo que tenemos. Para no olvidarlo y siempre saber que nuestro corazón se ensanchará al llenarse, de verdad, de Quien hizo posible que respiremos y alguna vez podamos decir “Aquí estoy Padre, he cumplido con mi misión de hijo”.

En adelante, pues, como dice Lolo, debemos ser buenos hijos que no pretieren a su Padre y siguen sus mandatos y gozan cumpliéndolos por muy difíciles que sean en ocasiones de cumplir y por mucho que nos cueste vencer nuestro egoísmo. Y es que somos y existimos como expresión de un querer y de un ser de Quien “es el que es”.

Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, ruega por nosotros.

Eleuterio Fernández Guzmán