ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 18 de octubre de 2012

Nueva Evangelización para la transmisión cristiana de la fe

Los latinos son una bendición para la sociedad estadounidense
Apreciaciones del obispo de Los Ángeles en el marco del sínodo de obispos

Arzobispo ucranio Schevchuk : ''Se advierte en el sínodo el fuego del Espíritu Santo''
En la recta final del Sínodo, se subraya la transparencia informativa de la Santa Sede

Jesucristo, don de Dios para todos los pueblos, culturas, tribus y clanes
El obispo de Ebebiyin, la voz de Guinea Ecuatorial en el Sínodo

Misión

DOMUND: ''Ningún misionero quiere regresar''
Hablan tres misioneros en contextos conflictivos: violencia, islamismo, desnutrición

Homenaje de la Real Academia a un misionero conservador de la lengua guaraní
Antonio Ruiz de Montoya, trabajó en las reducciones jesuitas de Paraguay

Mundo

Despenalizado el aborto en Uruguay en las doce primeras semanas de embarazo
Los obispos se expresaron en contra de una ley que prima la salud de la mujer

España: Tres mil profesionales, a favor de adaptar la legislación sobre reproducción humana asistida
A un año de la sentencia europea que prohíbe patentar investigaciones con células madre embrionarias

La experiencia de la cooperativa de Mondragón presentada a padres sinodales en Roma
Por la comisión para la canonización de su fundador, José María Arizmendiarrieta SJ

Documentación

Interrogantes clave a los que dedicarán su reflexión los círculos menores
El relator general del Sínodo, cardenal Wuerl, sugirió líneas de trabajo


Nueva Evangelización para la transmisión cristiana de la fe


Los latinos son una bendición para la sociedad estadounidense
Apreciaciones del obispo de Los Ángeles en el marco del sínodo de obispos
Por H. Sergio Mora

ROMA, jueves 18 octubre 2012 (ZENIT.org).- El arzobispo de Los Ángeles José Gómez en el marco de la conferencia de prensa sobre los trabajos del sínodo para la nueva evanelización, hizo una serie de declaraciones sobre la importancia del laicado de origen latinoamericano que vive en Estados Unidos (EE.UU.).

"Los latinos pueden dar un aporte muy importante a la Iglesia porque tienen mucha fe y raíces profundas, y porque existen fuertes relaciones entre fe y comunidad", dijo. Y añadió: "Los obispos estadounidenses han dicho que los latinos son una bendición para esta sociedad".

Indicó que los obispos de Estados Unidos están muy conscientes de la realidad de los latinoamericanos que allí residen. “Prácticamente cada diócesis del país ha abierto programas en las parroquias, es una realidad a la que la Iglesia está atenta”.

ZENIT le preguntó cómo trabajan de manera que la labor con los hispanos no vuelva a la Iglesia estadounidense una comunidad solamente latinoamericana. A lo que el prelado indicó que el problema se supera principalmente “porque existe un proceso de integración”. Precisó que el fenómeno migratorio incluye muchas culturas.

“En Los Ángeles por ejemplo tenemos misa en 42 idiomas. Realmente la Iglesia en Estados Unidos es universal, e integra las diversas culturas de la familia de Dios en la familia parroquial”.

ZENIT le preguntó también sobre las dificultades de las reunificaciones familiares de los inmigrantes debido a las leyes migratorias de Estados Unidos. Monseñor Gómez reconoció que "una de las preocupaciones que tenemos en EE.UU. es que las leyes migratorias están separando a las familias, por eso le hemos pedido sea al presidente Obama que al Congreso de Estados Unidos que realicen cuanto antes una reforma migratoria”. Y añadió: “Nos urge, tenemos muchos años trabajando en eso y esperamos que se lleve a cabo pronto”.

Respondiendo a la periodista mexicana Valentina Alazraki de Televisa, quien recibió del papa una copia del “Mensaje al Pueblo de Dios”, en la ceremonia de apertura del sínodo, el obispo de Los Ángeles precisó: “Sobre el cambio de lenguaje, hoy prevalecen los medios electrónicos. Antes teníamos el catecismo tradicional, mientras que hora casi no leemos libros, estamos con los medios electrónicos y con el Facebook. Dije el otro día que los evangelios son el Facebook de Jesús, ahí está todo, de dónde venía a dónde iba, las fotos de sus discípulos, etc. Entonces esa es una manera de trabajar en la nueva evangelización a la que el papa nos llama.

Recordó que “es necesario que nos reactualicemos, digamos así, para proclamar mejor la belleza de las verdades de la fe católica y especialmente la persona de Nuestro Señor Jesucristo”, porque “quizás las cosas que hacíamos anteriormente quizás no son más atractivas para la gente más joven”.

Indicó que además de un mejor lenguaje también es necesario mejorar el ejemplo. “Los dos son muy importantes sea el testimonio personal y la manera de comunicar las verdades de la fe”.

Reiteró entretanto que “las enseñanzas de la Iglesia no han cambiado y no cambiarán nunca, pero lo que si cambia es la sociedad en la que vivimos. Por ello debemos renovarnos interiormente como Iglesia para llevar con entusiasmo las verdades”.

A la periodista Paloma Gómez Borrero, de la Cadena Cope, el prelado le indicó: “En cada diócesis hay cosas muy interesantes, por ejemplo en Los Ángeles tenemos anualmente un congreso de educación religiosa con cuarenta mil personas y es un éxito. Ese tipo de actividades se van compartiendo. También cosas prácticas en las parroquias, por ejemplo de acción social, que los jóvenes aprendan las verdades de la fe no sólo intelectualmente sino también prácticamente, como la caridad que no es solamente algo intelectual, o ayudar a los demás”.

Si bien cada parroquia tiene diversas actividades, por ejemplo participar en los sacramentos, la confesión individual, etc.

Interrogado por la periodista Mercedes de la Torre, sobre cómo influye la presencia católica en la sociedad de Estados Unidos y la semejanza con el proceso migratorio en Europa, el arzobispo destacó que: “Los inmigrantes latinoamericanos tienen un papel muy importante, con su fe y cultura tan unidas en la cultura hispana. Debemos conocer nuestra fe, sabemos quienes somos, creemos en Dios que es un Dios personal que nos ama, y que tenemos la intercesión de nuestra madre santísima la Virgen de Guadalupe. Y podemos actuar en una sociedad secularizada a la que no le interesa mucho Dios y recristianizarla”.

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Arzobispo ucranio Schevchuk : ''Se advierte en el sínodo el fuego del Espíritu Santo''
En la recta final del Sínodo, se subraya la transparencia informativa de la Santa Sede
Por H. Sergio Mora

CIUDAD DEL VATICANO, jueves 18 octubre 2012 (ZENIT.org).- El sínodo superó la mitad de su camino y va llegando a la recta final. Ahora elabora las proposiciones que serán llevadas a Benedicto XVI. Lo indicó hoy el vicedirector de la Sala de Prensa vaticana, padre Ciro Benedittini, al abrir la conferencia de prensa en la que participaron el cardenal y obispo de Hong Kong John Tong Hon; el arzobispo de Los Angeles José Horacio Gómez; el cardenal arzobispo de Kinshasa, el congoleño Laurent Monsengwo Pasinya; el arzobispo metropolitano Ján Babjak de rito bizantino católico, y presidente del Consejo de la Iglesia Eslovaca; y el joven arzobispo Sviatoslav Schevchuk, cabeza del Sínodo de la Iglesia Greco-Católica de Ucrania.

Un sínodo que ofreció por primera vez online a través de la web de la Sala de prensa del Vaticano, prácticamente todas las intervenciones de los padres sinodales. “Como sala de prensa ya tenemos mas práctica y las nuevas tecnologías nos han ayudado”, dijo el padre Ciro Benedittini, indicando que “la Santa Sede va hacia esta transparencia y en esta línea continuaremos”.

"Se advierte en el sínodo un gran entusiasmo, la Iglesia siente el fuego del Espíritu Santo", aseguró el arzobispo ucranianoquien invitó a compartir dichos dones: "La presencia y la gracia de Dios está entre nosotros", dijo.

Invitó a llevar la nueva evangelización a la vida parroquial, "pues como alguien dijo hoy, la parroquia es un gigante dormido, capaz de transmitir la fe a las nuevas generaciones". Recordó que "Oriente es testimonio de la fe también con su sangre, hemos sufrido persecuciones por años y ahora es el momento de la resurrección”. Y pidió no olvidarse de la persecución que aún la están sufriendo muchas Iglesias, como la de Siria.

El cardenal y obispo de Hong Kong, John Tong Hon aseguró que los obispos que participan en el sínodo hablan desde lo profundo de sus corazones. Que “la presencia del santo padre y otros credos nos da muchas experiencias positivas”.

Por lo que se refiere a Hong Kong indicó que recientemente se han bautizado más de tres mil personas, con unos mil catequistas voluntarios y todos movilizados para llevar adelante esta propuesta evangelizadora de Benedicto XVI.

Más cooperación China-Santa Sede

Respondiendo a una pregunta sobre la reciente carta del obispo chino Fengxiang Lucas Ly Jingfeng, escrita en latín, y leída en el Sínodo, (ver: http://www.zenit.org/article-43380?l=spanish), indicó que conoce a este obispo anciano, que con su bellísima carta demuestra que él y su comunidad son fieles a la Iglesia y en total comunión con Roma y la Iglesia universal.

“Es una pena --dijo- que no se permita a ningún obispo participar del sínodo, y expresó su deseo de que “un día tengamos plena libertad religiosa, y que el gobierno cambie su actitud hacia la religión, con lo que se ganaría una reputación mejor en todo el mundo”. Recordó las dificultades para participar en otros sínodos y que si bien en algunos casos han recibido el permiso de salir no tuvieron la legitimación para poder ir, poniéndolos en dificultad”. Por eso deseó “una mayor cooperación entre Pekín y la Iglesia”.

Por su parte el cardenal arzobispo de Kinshasa, citó la propuesta de Juan Pablo II sobre la nueva evangelización: "Fuerte y nueva en su ardor y sus métodos". Indicó que en el pasado toda la cultura hablaba de Dios, mientras "ahora no se siente más la necesidad". Por ello al anunciar a Jesús “entra el problema de la cultura, y es necesario encontrar nuevos métodos y lenguajes, y sobre esto es el debate”.

Santuarios marianos, una oportunidad

El arzobispo metropolitano de los católicos de rito bizantino, Ján Babjak, reivindicó el papel de los santuarios, en particular los marianos, en cuanto centros de peregrinación y lugar para escuchar la palabra de Dios. "Allí el hombre refuerza su fe, abre los ojos a las cosas bellas para después transmitirla donde trabaja", dijo. Invitó a que allí pongan "a los sacerdotes más preparados, para la confesión y predicación". Y citando al cardenal Leonardo Sandri, añadió que "las Iglesias orientales contienen una gran riqueza para toda la Iglesia, particularmente con su liturgia".

El arzobispo de los Ángeles, José H Gómez, habló de la experiencia maravillosa del sínodo, en particular por la presencia del santo padre y porque demuestra la universalidad de la Iglesia, así como sus desafíos y realidad en las diversas diócesis.

"Realmente podemos estar muy satisfechos de lo que se ha hecho hasta ahora --indicó- porque es una evaluación, un cambio de experiencias sobre la participación de la Iglesia en la vida de la sociedad y sobre lo que podemos hacer". Y subrayó que encontró importante cuanto expuesto sobre la piedad popular como práctica de la fe.

La confesión, asignatura pendiente

En el turno de los periodistas, ZENIT preguntó sobre las diversas intervenciones que indicaron al sacramento de la confesión, incluso para los propios pastores. El cardenal Monsengwo y el arzobispo Babjak, señalaron la importancia que en sus diócesis se da a la confesión, si bien por ejemplo en otros países el problema existe. En particular indicó Babjak, cuando los sacerdotes no hablan sobre el pecado; y también quienes no creen en la eucaristía no ven la necesidad de la confesión. El arzobispo de Los Ángeles indicó que muchas diócesis están haciendo un esfuerzo para dar más tiempo a las confesiones.

También se indicó la intervención del cardenal arzobispo de Nueva York, Michael Doland, que llamó a la confesión “el sacramento para la nueva evangelización”, particularmente si integrado en la vida parroquial.

Un periodista preguntó si el sínodo había hablado de cuestiones como los divorciados, la mujer, comienzo y final de la vida. El arzobispo ucraniano indicó, que sí, “todos esos temas han sido abordados”, dijo. Comenzando por el rol de la mujer en la nueva evangelización, en la familia y con su labor de catequistas. Añadió que el tema de los divorciados o familias irregulares fue tratado, y sugerido hacer sentir a las mismas que a pesar de no poder comulgar, no están afuera de la Iglesia. Y también otros asuntos como los referentes a la bioética fueron tratados en los círculos menores.

Por lo que se refiere a las acusaciones de proselitismo que muchas veces se hacen contra la Iglesia católica, el pastor ucraniano indicó que es una buena noticia el hecho que las Iglesias ortodoxas hayan considerado necesario sumarse a la nueva evangelización, con el deseo común incluso de sanar las heridas del pasado.

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Jesucristo, don de Dios para todos los pueblos, culturas, tribus y clanes
El obispo de Ebebiyin, la voz de Guinea Ecuatorial en el Sínodo
Por Nieves San Martín

CIUDAD DEL VATICANO, jueves 18 octubre 2012 (ZENIT.org).- Guinea Ecuatorial es actualmente el único país africano --junto al territorio que se disputan Marruecos y los antiguos habitantes del Sáhara español--, en el que se habla y se enseña en la escuela castellano. El país acaba de celebrar el 44 aniversario de su independencia y, al día siguiente, el 13 de octubre, firmó un importante acuerdo Iglesia-Estado con la Santa Sede. El obispo de Ebebiyin, la principal ciudad de la zona continental del país, intervino en el Sínodo de los Obispos asegurando que es un paso hacia la garantía de la libertad religiosa.

En el Sínodo de los obispos, en la décimoquinta congregación general, el 17 de octubre, el obispo de Ebebiyin Juan Nsue Edjang Mayé, vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Guinea Ecuatorial, subrayó, en nombre de esta, “la imperiosa necesidad que tiene la Iglesia, de redescubrir y conocer el mensaje y la persona de Jesucristo, primer Evangelizador por antonomasia, a través de un encuentro personal con él, mediante: la relectura de los Documentos conciliares y del Magisterio eclesiástico, la "escrutatio" de la Palabra de Dios, la presentación gozosa del Mensaje cristiano, la digna celebración de la Eucaristía y demás sacramentos, la caridad, etc”.

“Los cristianos de nuestra comunidad local ecuatoguineana --añadió--, que en su inmensa mayoría se declaran católicos, están convencidos de que Jesucristo, el evangelio de Dios para el hombre, es la verdad clave de vida y el don de Dios para todos los pueblos, culturas, tribus y clanes”.

“La Iglesia, poniendo en marcha su experiencia histórica y las fuerzas pastorales que posee, podrá reavivar de nuevo el entusiasmo de la fe que se apaga en el corazón de los cristianos; y mediante toda su estructura pastoral de medios y de personas, ha de estar presente en los ámbitos de la sociedad para testimoniar la caridad de Dios”.

Signos esperanzadores

“Gracias a la catequesis cristológica, espiritual y acción pastoral, apreciamos, entre otros, ciertos resultados esperanzadores: el aumento de nuevos agentes de pastoral, la restauración y construcción de nuevos templos y demás estructuras parroquiales, así como la firma del Concordato entre el Estado de Guinea Ecuatorial y la Santa Sede; son hechos relevantes que garantizan el ejercicio de la Libertad religiosa, y favorecen los caminos de paz, de justicia y desarrollo integral de las personas”, concluyó monseñor Juan Nsue Edjang Mayé.

Concordato Santa Sede-Guinea Ecuatorial

La Santa Sede y la República de Guinea Ecuatorial firmaron el 13 de octubre, en Mongomo, ciudad fronteriza con Gabón, un acuerdo sobre las relaciones entre la Iglesia Católica y el Estado. El documento se firmó en presencia del presidente de la República Teodoro Obiang Nguema Mbasogo y de numerosas autoridades gubernamentales, según informó una nota de la Sala de Prensa vaticana.

Por la Santa Sede, firmó el arzobispo Piero Pioppo, nuncio apostólico en Guinea Ecuatorial, y por la República ecuatoguineana el ministro de Exteriores Agapito Mba Mokuy.

El acuerdo, que consta de 19 artículos y de un protocolo adicional, entrará en vigor con el intercambio de los instrumentos de ratificación.

“En el ámbito de la independencia y de la autonomía de la Iglesia y del Estado, y en el surco del deseo común de colaboración --dice la nota- se fija el marco jurídico de las relaciones recíprocas”.

“En particular se reconoce la personalidad jurídica de la Iglesia y de sus instituciones --subraya--. El Acuerdo atañe también al matrimonio canónico, a los lugares de culto, a las instituciones educativas y a la asistencia espiritual de los fieles católicos en los hospitales y en los centros penitenciarios”.

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Misión


DOMUND: ''Ningún misionero quiere regresar''
Hablan tres misioneros en contextos conflictivos: violencia, islamismo, desnutrición
MADRID, jueves 18 octubre 2012 (ZENIT.org).- Este domingo 21 de octubre se celebra en la Iglesia el Domingo Mundial de las Misiones (DOMUND). Con este motivo, las Obras Misionales Pontificias (OMP) de España organizaron un encuentro con tres misioneros que representan a los catorce mil evangelizadores que han salido de España hacia otros países. Venidos de San Pedro Sula, la ciudad del mundo con mayor índice de criminalidad, en Honduras; Egipto, donde la situación de los cristianos empieza a estar comprometida, y Etiopía, con el aumento de grupos islamistas radicales y la lucha contra la desnutrición.

El padre Elías Royón SJ, presidente de la Confederación de Religiosos de España (CONFER), moderador del acto, subrayó que la historia de las misiones siempre ha coincidido con la historia de la vida consagrada, y que aún hoy las congregaciones siguen enviando a hombres y mujeres a los territorios de misión.

El obispo de San Pedro Sula Ángel Garachana, misionero claretiano, lidera una diócesis en la que seiscientas personas mueren asesinadas cada mes. Señaló a la pobreza como causa de la violencia, así como la desarticulación familiar, la corrupción policial, y el modelo cultural del dinero fácil. El obispo burgalés mostró la acción de la Iglesia, que parte siempre de lo bueno que hay y se acerca misericordiosamente a la gente que para anunciar el evangelio de la vida. Tanto es así, que ningún misionero de su diócesis quiere regresar a su tierra natal.

La hermana Expedita Pérez, misionera comboniana, buena conocedora del islam, que desempeña su misión en Egipto, describió la situación social del país después de la Revolución del 25 de enero del año pasado, la denominada “primavera árabe”. Ha aumentado la pobreza al bajar el turismo, y la intolerancia religiosa se ha extendido incluso a las ciudades. Los refugiados sudaneses, con los que trabaja, son muchas veces rechazados. Desde la Iglesia católica se está realizando una labor de diálogo con el islam y otras confesiones religiosas. En su opinión, con la revolución, los católicos egipcios van tomando más conciencia de su papel en política y en la sociedad civil.

Álvaro Palacio, misionero de La Consolata, ejerce su ministerio en uno de los países más sacudidos por el hambre: Etiopía. Afirmó que hay que huir de las explicaciones reduccionistas de la labor misionera. Respecto a cómo acercar a Cristo a la gente en medio de tanta adversidad, explicó que la atención que él da como misionero es una atención personal, y no sólo social. Según el padre Álvaro, muchos etíopes se preguntan por qué unos españoles están viviendo lejos de su casa y pasando necesidad, para estar cerca de ellos a través de la educación y del sacrificio. “La Iglesia católica tiene en Etiopía un prestigio superior al número de católicos”, concluyó.

El director Nacional de las Obras Misionales Pontificias Anastasio Gil García, clausuró el acto con el agradecimiento a la Universidad Pontificia Comillas por su colaboración. Recordó que “a los misioneros hay que admirarles, pero poco; lo que hay que hacer es ayudarles”, evocando palabras del papa Pio XII en Fidei Donum, 7.

Para saber más: http://ompes.blogspot.com.es/.

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Homenaje de la Real Academia a un misionero conservador de la lengua guaraní
Antonio Ruiz de Montoya, trabajó en las reducciones jesuitas de Paraguay
MADRID, jueves 18 octubre 2012 (ZENIT.org).- La Real Academia Española (RAE), con motivo de la reedición del libro “Arte, vocabulario, tesoro y catecismo de la lengua guaraní”, rindió un homenaje al sacerdote jesuita Antonio Ruiz de Montoya, creador de la lingüística guaraní y uno de los grandes representantes coloniales de las reducciones jesuíticas de Paraguay. El homenaje consistió en una lección magistral, impartida por un experto en su obra, el también jesuita padre Bartomeu Meliá SJ, con el título: “La obra lingüística de Antonio Ruiz de Montoya”.

El padre Ruiz de Montoya se destacó por la conservación de la lengua de los guaraníes que vivían en las reducciones de Paraguay creadas por la Compañía de Jesús entre1609-1769 y también es conocido por su papel en el gran éxodo de guaraníes que se vieron forzados a abandonar las reducciones tras las destrucciones y persecuciones de los paulistas o cazadores de indios procedentes de la villa de Sao Paulo, Brasil.

El conferenciante, Bartomeu Meliá SJ, nacido en Mallorca en 1932, llegó a Paraguay en 1954. Escritor, investigador y etnolingüista, dedicó toda su vida a trabajar por la defensa de los indígenas. Fue Premio Bartolomé de las Casas 2010.

Antonio Ruiz de Montoya (1585-1652) nació en Lima (Perú) y estudió en el colegio de los jesuitas de esta ciudad. Entró en la Compañía de Jesús en 1606 y de novicio fue enviado a Paraguay, justo cuando estaban naciendo las reducciones jesuitas en esta región.

Las reducciones o misiones jesuitas del Paraguay (1609-1769) fueron asentamientos de indios guaraníes que promovieron los padres y hermanos de la Compañía de Jesús en las tierras conquistadas por Portugal y España. Los pueblos indios, asentados en los montes y esparcidos en pequeños grupos muy distantes entre sí, se reunieron por iniciativa de los jesuitas para formar asentamientos de unos cinco mil habitantes cada uno. Afrontaron su subsistencia (agricultura, ganadería, confección de vestidos), se dotaron de una organización social y desarrollaron una notable dimensión cultural y espiritual.

Tras su ordenación, el padre Ruiz de Montoya fue destinado a la reducción de Loreto en el Guayra. Allí fue superior desde 1622 a 1636 y sería pieza clave en la conservación de la lengua guaraní. Para ello fue muy importante que los misioneros aprendieran su lengua y comenzaran incluso a escribir en ella y traducir obras de otras lenguas.

En las reducciones hubo una producción literaria desconocida en otros lugares de la región. Para ello fue clave la utilización de la imprenta que construyeron a finales del siglo XVII los jesuitas Juan Bautista Neumann y José Serrano, utilizando maderas duras de las selvas, ayudados por los guaraníes que las labraron, tallaron los tipos o los fundieron en estaño.

De entre los libros que escribió el padre Ruiz de Montoya, destaca “Conquista espiritual hecha por los religiosos de la Compañía de Jesús en las provincias de Paraguay, Paraná, Uruguay y Tape” (1639), una de las fuentes históricas principales sobre las reducciones.

Ruiz de Montoya fundó doce reducciones más, que fueron atacadas por los bandeirantes del Brasil y sus aliados los tupíes (1629-1631). Llegaron a capturar a miles de indios y destruyeron ocho de las diez reducciones existentes. Se salvaron las de San Ignacio Miní y Loreto, las cuales tuvieron que ser abandonadas al persistir el peligro de nuevos ataques. En 1631 se inició lo que se llamó "gran éxodo" hacia el sur, para huir de los cazadores de esclavos.

El padre Ruiz de Montoya fue el encargado de organizar este éxodo de cinco mil indios desde las reducciones de Loreto y San Ignacio. Se les unieron miles de fugitivos, hasta constituir un total de doce mil personas. Tras treinta días de marcha, solo cuatro mil personas llegaron a las cercanías del arroyo Yabebirí, en la margen izquierda del río Paraná, donde pudieron fundar los nuevos asentamientos de dos reducciones con el mismo nombre de las que habían abandonado: San Ignacio Miní y Loreto.

En 1638 el padre Ruiz de Montoya, entonces superior de las reducciones, viajó a Madrid para pedir al Rey que suspendiera la legislación que prohibía a los indígenas poseer armas de fuego. Logró convencer a la corte para dotar a las reducciones de armas de fuego. En marzo de 1641, en la confluencia de los ríos Uruguay y Mbororé, un ejército de cuatro mil guaraníes aniquiló a una expedición de tres mil paulistas. Esta batalla se considera "el acontecimiento militar más importante en la historia de la América colonial" y su consecuencia fue una mayor seguridad en las reducciones, aunque hubo incursiones hasta 1671.

En la actualidad viven en Paraguay setenta jesuitas que atienden a unas 150.000 personas con la ayuda de 1.500 colaboradores.

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Mundo


Despenalizado el aborto en Uruguay en las doce primeras semanas de embarazo
Los obispos se expresaron en contra de una ley que prima la salud de la mujer
MONTEVIDEO, jueves 18 octubre 2012 (ZENIT.org).- El Senado de Uruguay transformó en ley el proyecto de despenalización del aborto que había aprobado hace tres semanas la Cámara de Diputados, con lo que el texto pasará ahora al poder ejecutivo, donde se da por descontado que el presidente José Mujica ratificará la votación. La Iglesia no ha dejado de hacer oir su voz en estos años en contra de un proyecto que al final encontró salida en una sociedad y un parlamento dividido ente a esta ley.

En 2008, el poder legislativo uruguayo había aprobado un proyecto similar; sin embargo, el entonces presidente Tabaré Vázquez vetó la medida.

Tras más de cinco horas de debate, los votos de todos los senadores del Frente Amplio –el partido gobernante- sumados al del legislador del partido Nacional Jorge Saravia sentenciaron el debate.

El artículo 2 del texto sostiene que el aborto “no será penalizado y en consecuencia no serán aplicables los artículos 325 y 325 bis del Código Penal para los casos que se establecen en los artículos siguientes” y se realice hasta la semana doce de gravidez.

El artículo 6 de la ley dice que el aborto solo podrá realizarse “cuando la gravidez implique un grave riesgo para la salud de la mujer”. En estos casos, se “deberá tratar de salvar la vida del embrión o feto sin poner en riesgo la vida o salud de la mujer”.

El apartado b del mencionado artículo agrega las “malformaciones incompatibles con la vida extrauterina”, mientras que el apartado c despenaliza la intervención “cuando el embarazo fuera producto de una violación acreditada con la constancia de la denuncia judicial”, dentro de las 14 semanas de gestación. 

El proyecto convertido en ley incluye diversos pasos previos antes practicar un aborto, que se detallan en los artículos 3, 4 y 5. Las mujeres que lo soliciten deben previamente comparecer ante una comisión de médicos y asistentes sociales, quienes le explicarán los alcances de su decisión. Tendrán “cinco días como mínimo” para reconsiderar su decisión.

El padre del niño no podrá intervenir en el proceso sin la expresa autorización de la mujer, por lo que de confirmarse la práctica del aborto, no tendría derecho a negarla. Sin embargo, la ley obliga a los profesionales a entrevistarse con el progenitor.

También se prevé el derecho a la objeción de conciencia de los profesionales, que podrán hacerlo saber a los directivos del establecimiento al que pertenecen para no ser tenidos en cuenta en esas intervenciones. 

La Conferencia Episcopal Uruguaya (CEU) se había expresado sobre la despenalización del aborto en ocasión del debate en la Cámara de Diputados. Los obispos calificaron de "violencia hacia los indefensos" el proyecto hoy aprobado, e indicaron que los que votaron a favor de la ley tienen una "lamentable confusión en la cabeza" y con su voto "castigaron a los pobres".

En un artículo escrito por monseñor Pablo Galimberti, obispo de Salto, lamentó que el debate parlamentario tuviera “discursos ideologizados, donde poco o nada importa la realidad”. “El primer derecho es la vida. La libertad viene después. Muchos legisladores y mujeres invierten la lógica: para ellos primero está la libertad como capacidad decisoria absoluta y en función de ella depende la vida del niño concebido”, advirtió monseñor Galimberti.

Ver tambien: http://www.zenit.org/article-43207?l=spanish.

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España: Tres mil profesionales, a favor de adaptar la legislación sobre reproducción humana asistida
A un año de la sentencia europea que prohíbe patentar investigaciones con células madre embrionarias
MADRID, jueves 18 octubre 2012 (ZENIT.org).- Hoy hace un año que el Tribunal de Justicia Europeo dictó una sentencia (en el caso Brüstle v. Greenpeace) para resolver una cuestión planteada por el Tribunal Supremo alemán sobre la posibilidad o no de patentabilidad de un procedimiento de células progenitoras neuronales obtenidas a partir de células troncales embrionarias.

La citada sentencia excluye, sin lugar a dudas, la posibilidad de registrar en toda Europa patente alguna que sea fruto de investigaciones que hayan implicado la manipulación y destrucción de embriones humanos, así como la utilización de éstos con fines comerciales e industriales. El alto tribunal se fundamenta en la legislación europea sobre patentes (que impiden patentar el cuerpo humano en cualquier etapa de su desarrollo) y en el respeto debido a la dignidad humana desde la fecundación.

La sentencia europea choca frontalmente con la legislación española sobre reproducción humana asistida e investigación biomédica, que permite la selección y destrucción de embriones así como su manipulación o incluso la clonación. "Resulta paradójico que en tiempos de recortes España siga financiando proyectos de investigación con células troncales embrionarias que incumplen la legislación europea, tienen un alto coste y después de 10 años no han dado ningún resultado terapéutico", indica Teresa García-Noblejas, secretaria general de Profesionales por la Ética.

Por ese motivo --informa ZENIT en una nota Profesionales por la Ética--, más de tres mil científicos, investigadores y profesores universitarios, y una veintena de asociaciones y entidades, como Profesionales por la Ética, CiViCa o la Asociación de Bioética de Madrid, han firmado un manifiesto que, basándose en la sentencia del Tribunal de la Unión Europea, solicitan al gobierno un cambio radical en la legislación española así como el fin de la destrucción de embriones humanos y la asignación de recursos a proyectos que los manipulen o destruyan.

"Por el contrario --explica García-Noblejas- piden que se dediquen los suficientes recursos económicos a proyectos que utilicen células troncales adultas y células IP’s, que están cosechando éxitos notables y numerosos. La concesión del Premio Nobel de Medicina al japonés Shinya Yamanaka, considerado padre de las células IP’s (células madre pluripotenciales obtenidas a partir de células adultas) ha respaldado esta línea de investigación". (Ver: http://www.zenit.org/article-43315?l=spanish).

Entre los más de tres mil firmantes del manifiesto se encuentran científicos como Nicolás Jouve de la Barreda, César Nombela, Mónica López Barahona, investigadores como Celia Sánchez Ramos, Mireya Santos, Gerardo Martínez Albillos, María Consuelo Soler y Josep M. Tomé Cubiró. Entre los médicos, José Antonio Usandizaga, José Jara, Adolfo Sequeiros o Antonio García García.

Junto a ellos, docentes universitarios de diferentes disciplinas como José Miguel Serrano Ruiz-Calderón, Ignacio Sánchez Cámara, Antonio Barcelona y Daniel Turbón.

El manifiesto y la lista de firmantes va a ser presentado en breve a la ministra de Sanidad Ana Mato, con el fin de solicitar que se adapte la legislación española y las líneas de investigación a la normativa europea.

Para saber más sobre esta iniciativa: www.profesionalesetica.org

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La experiencia de la cooperativa de Mondragón presentada a padres sinodales en Roma
Por la comisión para la canonización de su fundador, José María Arizmendiarrieta SJ
CIUDAD DEL VATICANO, jueves 18 octubre 2012 (ZENIT.org).- La obra de un precursor del trabajo cooperativo de signo cristiano, en proceso de canonización, fue presentada en Roma, con la participación de varios padres sinodales. La figura del jesuita José María Arizmendiarrieta, creador de la Cooperativa Mondragón, en coincidencia con el Día Mundial de la Alimentación, dedicado este año a las cooperativas agrícolas, se presenta como una experiencia pionera y lograda.

Las cooperativas agrícolas, que generan ingresos para millones de pequeños agricultores, podrían expandirse y hacer una contribución aún mayor contra la pobreza y el hambre si recibieran el apoyo adecuado por parte de los gobiernos, la sociedad civil y el mundo académico. Este es el mensaje que lanzó el Fondo de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) el pasado Día Mundial de la Alimentación, el 16 de octubre. El lema "Las cooperativas agrícolas alimentan al mundo" de esta jornada coincide con el Año Internacional de las Cooperativas.

Benedicto XVI hizo público un mensaje dirigido al director de la FAO, José Graziano da Silva, en el que subraya el importante papel que desempeñan las cooperativas agrícolas en la lucha contra la desnutrición (ver: http://www.zenit.org/article-43379?l=spanish). El mensaje del papa fue leído por el arzobispo Luigi Travaglino en una ceremonia en la sede de la FAO a la que asistieron personalidades y responsables de organismos de Naciones Unidas con sede en Roma.

Con este motivo, la comisión postuladora para la causa de la beatificación del padre José María Arizmendiarrieta (1915-1976), en colaboración con el Consejo Pontificio Justicia y Paz, aprovechó la presencia en Roma de obispos de todo el mundo para dar a conocer la figura de este pionero del cooperativismo y su principal obra: la experiencia de Mondragón.

En la presentación titulada "La Experiencia Cooperativa de Mondragón, sus raíces cristianas y su potencialidad para promover la Doctrina Social de la Iglesia en el contexto de la nueva evangelización", intervinieron varios cardenales y obispos, así como los impulsores del proceso.

Los representantes del movimiento cooperativo que puso en marcha Arizmendiarrieta viajaron a Roma dispuestos a compartir su experiencia y a colaborar en otros proyectos de corte social que se pongan en marcha en el mundo, comunicando su experiencia.

Avanzar en este proceso de canonización, que comenzaron a impulsar algunos de sus discípulos en 1999, requiere muchos pasos. Sus impulsores se considerarían más que satisfechos con el reconocimiento de "venerable", en 2015, coincidiendo con su centenario. El proceso está ya en la fase romana. Tras haber sido inicialmente visto y tramitado en la Diócesis de San Sebastián, las actas resultantes fueron remitidas en 2009 a la Congregación de las Causas de los Santos que, en mayo de 2010, de manera inusualmente rápida, emitió un "decreto de validez" que ponía en marcha la parte más exigente del itinerario.

En un doble acto, se presentó la Experiencia Cooperativa de Mondragón y la figura de su fundador. En el instituto María Bambina, junto a la plaza San Pedro, el cardenal Peter Turkson recordó el apoyo tradicional de la doctrina social de la Iglesia al cooperativismo, como "expresión de la complementariedad entre la persona y la sociedad, donde mejor se conjugan la libertad de la persona en el campo económico y el bien común de toda la sociedad". Reconoció en Mondragón una de las "buenas prácticas de ética social en la empresa a escala internacional".

El día anterior, el cardenal salesiano Mario Toso, secretario del mismo Consejo Pontificio Justicia y Paz, habló del vínculo existente entre el acto de presentación de la experiencia cooperativa y el Sínodo sobre la nueva evangelización. Dijo que "en Arizmendiarrieta encontramos realmente un ministerio de evangelización de lo social. Don José María era bien consciente de que para la evangelización del mundo del trabajo no bastaba explicar la doctrina social, sino que eran necesarias las obras y el testimonio".

El obispo de San Sebastián José Ignacio Munilla recordó la "profunda identificación cristiana con la que don José María vivió su vida, siendo buen exponente de la espiritualidad de entrega sacerdotal del Seminario de Vitoria".

Destacó su labor de acompañamiento y formación integral de los jóvenes, como el centro de Acción Católica y de la Juventud Obrera Católica (JOC), la Escuela Profesional, embrión de la actual universidad politécnica de Mondragón, el apoyo a la creación de las primeras cooperativas, todo ello desde la "pasión por entregar su vida para Dios y para el prójimo".

N.S.M.

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Documentación


Interrogantes clave a los que dedicarán su reflexión los círculos menores
El relator general del Sínodo, cardenal Wuerl, sugirió líneas de trabajo
CIUDAD DEL VATICANO, jueves 18 octubre 2012 (ZENIT.org).- Ayer en la décimosexta congregación general del Sínodo intervino el relator general cardenal William Wuerl, arzobispo de Washington, Estados Unidos. Leyó una relación después de las exposiciones de los participantes. Es la segunda relación y en ella el relator general sintetizó las intervenciones en las Congregaciones Generales y ofreció algunas líneas de orientación para facilitar la labor de los Círculos Menores. Publicamos a continuación el texto integral de la relación del cardenal estadounidense.

*****
Santo Padre, Padres Sinodales, Hermanos y Hermanas en el Señor,
"Seréis mis testigos" (Hch 1, 68).

El Sínodo sobre la Nueva Evangelización para la Transmisión de la Fe Cristiana empezó con la celebración de la Liturgia Eucarística en la Plaza de San Pedro. Nuestro Santo Padre nos ofreció su guía recordándonos que una de las ideas que aportó el Concilio Vaticano II, de gran importancia para la Nueva Evangelización, es el concepto de la llamada universal a la santidad y la manera en que todo cristiano es, por definición, protagonista en la tarea de evangelización. "Una de las ideas clave del renovado impulso que el Concilio Vaticano II ha dado a la evangelización es la de la llamada universal a la santidad, que como tal concierne a todos los cristianos (cf. Lumen gentium, 39-42)".

Los santos son evangelizadores que llevan la Palabra de Dios al mundo a través del testimonio de sus vidas. Dos ejemplos de este eficaz trabajo de inculturación del Evangelio son San Juan de Ávila y Santa Hildegarda de Bingen, ambos declarados Doctores de la Iglesia por el Papa Benedicto XVI al principio de este Sínodo.

Al inicio de nuestras deliberaciones en este Aula, el Santo Padre nos ofreció otras palabras que fueron de inspiración para nosotros. En su meditación durante la oración de apertura, el Papa Benedicto nos recordó que la confessio es el primero de los dos grandes pilares de la evangelización. Debemos saber y proclamar la verdad de Jesucristo. Pero el segundo de estos pilares es caritas, el amor. Sólo cuando vivimos la palabra inseparablemente del amor alcanzamos la evangelización tan deseada por este Sínodo. "La fe tiene un contenido: Dios se comunica, pero este Yo de Dios se muestra realmente en la figura de Jesús y está interpretado en la "confesión" que nos habla de su concepción virginal del Nacimiento, de la Pasión, de la Cruz, de la Resurrección" (Meditación, 8 de octubre de 2012).

También el 11 de octubre, en la celebración que proclamaba el inicio del Año de la Fe y recordaba el quincuagenario aniversario del comienzo del Concilio, el Santo Padre indicó otra importante dirección para nuestra labor: "Durante el Concilio había una emocionante tensión con relación a la tarea común de hacer resplandecer la verdad y la belleza de la fe en nuestro tiempo, sin sacrificarla a las exigencias del presente ni encadenarla al pasado: en la fe resuena el presente eterno de Dios que trasciende el tiempo y que, sin embargo, solamente puede ser acogido por nosotros en el hoy irrepetible" (Homilía, 11 de octubre de 2012).
Durante las últimas semanas hemos escuchado con atención las reflexiones sobre el significado de la Nueva Evangelización y cómo la Iglesia debe afrontar las preocupaciones que han llevado al Santo Padre a realizar esta llamada para una Nueva Evangelización. Las ponderadas intervenciones de los Padres Sinodales, como también de los Oyentes, los Delegados Fraternos y los Invitados Especiales, han enriquecido nuestras sesiones. El Ordo Synodi Episcoporum establece que es tarea del Relator General redactar una Relatio post disceptationem que resuma de la mejor manera posible los debates, para que la siguiente etapa del proceso pueda seguir adelante.

Las siguientes reflexiones quieren ser de ayuda al debate en los grupos lingüísticos (circoli minori) mientras preparan las propuestas que se presentarán al Santo Padre como conclusión de nuestro trabajo. Con estas observaciones incluyo también un número de puntos para su desarrollo. 

En esta relatio resumiré algunas de las observaciones presentadas en los siguientes puntos: 

1. La naturaleza de la Nueva Evangelización; 2. El contexto actual del ministerio de la Iglesia; 3. Las respuestas pastorales a las circunstancias actuales y 4. Agentes y participantes a la Nueva Evangelización. 

1. La naturaleza de la Nueva Evangelización

De los debates sinodales ha emergido de manera muy clara que el fundamento de la Nueva Evangelización para la Transmisión de la Fe es, sobre todo, la acción de la Santísima Trinidad en la historia. Dios Padre envía a Su Hijo, el cual trae consigo la auténtica Buena Nueva de quién somos en la potencia del Espíritu Santo. La Iglesia participa en este movimiento de Divina Autorrevelación que empieza con la Beata Virgen María cuando ésta, por la acción del Espíritu Santo, recibe en su vientre la Palabra de Dios que se encarna en ella para poder así donarse al mundo entero. Es la Palabra encarnada la que ofrece sus palabras de vida eterna a aquellos que tienen fe en él. Tras su muerte y Resurrección, Jesús envió a la Iglesia, su Esposa y nuevo Cuerpo, al mundo para que continuara su misión evangelizadora. 

"Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes... enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado" (Mt 28, 19-20).
Jesús nos ha liberado del poder del pecado y nos ha salvado de la muerte. La Iglesia recibe de su Señor no solo la extraordinaria gracia que él ganó para ella, sino también el mandamiento de compartir y dar a conocer su victoria. Estamos llamados a transmitir fielmente el Evangelio de Jesucristo al mundo. La misión principal de la Iglesia es la evangelización.

En su reflexión de apertura, nuestro Santo Padre nos recordó que la Iglesia ha tomado la palabra "evangelium" y la ha interpretado de una manera nueva y vivificante para que al proclamarla participemos en el ministerio profético de los apóstoles, de la Iglesia.

En la misma reflexión, nuestro Santo Padre subrayó la primacía de Dios en la evangelización. Dios es quien habla y actúa en la historia. Nosotros, gracias al fuego del Espíritu Santo, estamos llamados a trabajar humildemente con Dios a través de nuestra profesión de fe y amor, por medio de la cual la Palabra de Dios nos atraviesa para llegar a los otros.
La Iglesia no se cansa nunca de anunciar el don que ha recibido del Señor. El Concilio Vaticano II nos recuerda que la evangelización es el verdadero corazón de la Iglesia. En Lumen Gentium, texto fundamental y núcleo de la reflexiones conciliares sobre la vida de la Iglesia, los Padres Conciliares pusieron el énfasis en que "este solemne mandato de Cristo de anunciar la verdad salvadora, la Iglesia lo recibió de los Apóstoles con orden de realizarlo hasta los confines de la tierra" (17). 

El deber de anunciar la verdad salvífica no es solo responsabilidad del clero y los religiosos. Al contrario, este sínodo ha resaltado el importante papel de cada discípulo de Cristo en la misión de transmitir la fe. El debate ha acentuado esta participación crucial y vital de todo católico en la misión evangelizadora, sobre todo mediante la participación solícita y los dones de los fieles laicos. 

Pregunta 1. A través del bautismo, todos los cristianos reciben una llamada personal que les otorga la dignidad de ser evangelizadores. ¿Cómo puede la Iglesia fomentar en los bautizados una mayor conciencia acerca de su responsabilidad misionera y evangelizadora? 

"Jesucristo es el mismo, ayer, hoy y por los siglos" (Heb 13, 8) y como tal, él hace "nuevas todas las cosas" (Ap 21, 5). Esta Buena Nueva incluye muchos momentos de evangelización. Uno de ellos es la misión ad gentes, es decir, el anuncio del Evangelio a aquellos que nunca han oído hablar de Jesucristo. Otro momento de la evangelización es la catequesis continua y el crecimiento de la fe, que normalmente forman parte del desarrollo cristiano. Y también está la Nueva Evangelización, que implica salir al encuentro de aquellos que, habiendo oído hablar de Cristo habían empezado a practicar la fe, pero por alguna u otra razón la abandonaron.

Pregunta 2. Una actividad urgente, que normalmente forma parte de la vida parroquial, incluye el primer anuncio de la fe y su desarrollo gradual. ¿Cómo puede la comunidad cristiana ser cada vez más consciente de la importancia de esta actividad catequística y educativa?

2. El contexto actual del ministerio de la Iglesia

Cuando empezaron nuestros debates, nos ayudaron mucho las reflexiones de los obispos que representaban a los cinco continentes quienes nos hablaron tanto de los desafíos como de la comunión de la Iglesia. Todas las intervenciones expresaron aspectos de la situación actual, haciendo referencia a los documentos sinodales de cada continente y a las exhortaciones apostólicas ofrecidas por ambos, el Beato Juan Pablo II y nuestro Santo Padre, el Papa Benedicto XVI. 

Aun siendo diferentes en los detalles, todos los continentes han manifestado la necesidad de una Nueva Evangelización en la medida en que sus propias culturas están siendo afectadas por el proceso de secularización, aunque de manera distinta según las áreas geográficas. 
Entre los signos de la Nueva Evangelización en África, América, Asia, Oceanía y Europa se incluyen las pequeñas comunidades cristianas en una gran variedad de formas, pues se han convertido en centros vivos de evangelización. La revitalización de las parroquias sigue siendo el centro de la renovación de la Iglesia. La acción del laicado es un desarrollo esencial y fecundo. Algunos han destacado también la fuerte tendencia a la globalización y sus efectos, especialmente sobre los jóvenes. Al mismo tiempo, todos han insistido en que el corazón de la Nueva Evangelización es Jesús. 

Una situación particularmente delicada surgió en las intervenciones sobre Oriente Medio. Se recordó la importancia de la presencia de los cristianos en esa zona y que los católicos han agradecido mucho la reciente exhortación Ecclesia in Medio Oriente y, sobre todo, la visita de nuestro Santo Padre a Líbano, que fue un testimonio muy apreciado por la Iglesia en esa parte del mundo dominada por la influencia musulmana. Se hizo también un esfuerzo evidente para promover el diálogo interreligioso como instrumento de paz. Se reconocieron también las dificultades a las que se tienen que enfrentar las comunidades cristianas.

La presencia del Patriarca Ecuménico, Bartolomé I; del Arzobispo de Canterbury, Dr. Rowan Williams y de los Delegados Fraternos, demostró el fuerte compromiso ecuménico de la Iglesia Católica. Esto fue también destacado por numerosos Padres Sinodales.

Pregunta 3. Muchas intervenciones dejaron claro que hay un consenso sobre el hecho de que éste es un momento de revaluación del ministerio de la Iglesia para que reconozca la nueva situación en la que ejerce su ministerio perenne de llevar el Evangelio de Cristo al mundo. ¿Cuáles han sido algunas de las experiencias fecundas de esta actividad?

Muchos Padres hablaron del secularismo y de la indiferencia hacia la religión como parte de la cultura en muchos lugares del mundo. Por esta razón, la Iglesia debe enfrentarse al reto de un mundo que busca en otros lugares su fuente de inspiración. 

Muchas intervenciones señalaron la gran ignorancia que existe acerca de la fe --incluso de sus elementos más básicos--, prevalente incluso en países con una larga historia cristiana. 

Pregunta 4. Frente a la disminución del conocimiento sobre el contenido de la fe y la falta de apreciación del mensaje evangélico, ¿qué nuevas iniciativas se han tomado para promover una formación clara, atractiva y completa, especialmente para los jóvenes? 

La globalización presenta algunos desafíos únicos. La emigración e inmigración de un gran número de personas ha causado su separación del contexto cultural, social y religioso de su fe. Muchos valores religiosos y humanos han sido eclipsados por el secularismo. 

Una gran parte de la cultura hodierna presenta una visión que debilita el tejido social de la sociedad. Algunos Padres han ofrecido ejemplos de violencia local, y otros han hablado de una disminución de la libertad religiosa. Todo esto constituye un desafío al que la Iglesia debe enfrentarse en muchas partes del mundo. 

Muchos Padres han hablado de la importancia de los medios de comunicación, especialmente de los nuevos medios electrónicos, mientras la Iglesia intenta llevar adelante su ministerio de anunciar la Buena Nueva. Algunos indicaron que no es suficiente presentar el cristianismo y los valores cristianos por internet o en películas religiosas. Es necesario entrar en el lenguaje de los nuevos medios de comunicación. La Iglesia necesita aprender el arte de la comunicación partiendo de la práctica real de la comunicación social moderna. 

Pregunta 5. El Sínodo ha destacado la seriedad de los desafíos a los que se enfrenta la Iglesia hoy y que entorpecen la transmisión de la fe, entre ellos la ausencia de lo transcendente en una cultura secularizada. ¿Cuáles son algunos de los retos de la secularización y cuáles son algunos de los potenciales remedios existentes?

3. Las respuestas pastorales a las circunstancias actuales

Es necesario reforzar la idea de comunión eclesial, un vínculo con Dios y, por tanto, entre nosotros como Iglesia. Se ha corroborado la necesidad de recurrir a los sacramentos, en especial a los Sacramentos de Iniciación, al Sacramento de la Penitencia y, sobre todo, de poner en el centro la Eucaristía.

La necesidad primordial de nuestro tiempo es la renovación espiritual, que la Iglesia debe proclamar y efectuar. La renovación espiritual es el elemento más importante de la Nueva Evangelización en la medida en que implica la renovación del encuentro personal con Jesucristo y una catequesis que fomente nuestro crecimiento espiritual. 

Pregunta 6. La proclamación del Evangelio es, ante todo, una cuestión espiritual radicada en una relación personal con Jesucristo a través de la Iglesia. ¿Cómo puede la Iglesia crear espacios y momentos de encuentro con Cristo y mejorar la renovación espiritual, la conversión y la formación a la fe de los bautizados? 

Nuestra participación personal no se basa solo en nuestra determinación personal. 

La Primera Epístola de San Pedro nos lo recuerda: "Pues habéis sido reengendrados de un germen no corruptible, sino incorruptible, por medio de la palabra de Dios viva y permanente" (1 P 1, 23). 

El Espíritu Santo vivifica nuestro compromiso mientras intentamos descubrir de nuevo las verdades expresadas en el credo. El Espíritu nos fortalece mientras nos encomendamos a la vida de gracia y virtud prometida en los sacramentos. El Espíritu fortalece nuestra confianza mientras abrimos la profundidad de nuestro corazón para que sus dones reafirmen nuestra fe. La Nueva Evangelización debe inundar la sociedad en la que vivimos. La cultura es el ámbito de la Nueva Evangelización. La cultura hace referencia al ethos diario, a las distintas redes de comprensión y significado que dan lugar a muchas conexiones diarias entre la persona, la comunidad y la sociedad. La cultura es el vínculo vital que relaciona a la persona con la comunidad y a la comunidad con la sociedad.

En este sentido, se destacó la oportunidad de promocionar el "Atrio de los Gentiles" como una gran contribución a la evangelización de la cultura. 

Otros han vuelto a recordar al Sínodo que el cuidado de los enfermos y de los que sufren es parte de la verdadera esencia de la evangelización. Los enfermos, las personas con minusvalía o necesitadas de cuidados especiales pueden ser también agentes de evangelización. 

Se volvió a insistir sobre la necesidad de destacar el papel de la Iglesia como verdadera presencia de Cristo en el mundo hodierno. La Iglesia no es ajena al plan salvífico de Cristo. Un número de obispos habló de la necesidad de reforzar el papel del Magisterio de la Iglesia en relación con los que están comprometidos con la enseñanza de la fe, ya sea a nivel de especulación teológica o enseñando a nivel de estudios primarios, secundarios o superiores, y en todas las expresiones de la catequesis. 

Pregunta 7. La vida cristiana se caracteriza por la transformación de toda la persona en respuesta a la llamada a la santidad. ¿Cómo puede ayudar la Iglesia a todos los bautizados para que vivan la fe cristiana y sean testigos del poder transformador de Dios en nuestra historia?
Entre las respuestas pastorales que recibieron más atención podemos mencionar el trabajo por la justicia social y la caridad como identificación de la vida y el ministerio de la Iglesia. La capacidad de la Iglesia para llevar adelante sus numerosas obras de amor, ya sea en el área de la justicia social, el servicio, la sanidad o la educación, fue vista como parte de su identidad y un signo para los otros, para que reconozcan la presencia activa de Dios en nuestro mundo. 

Pregunta 8. Ser testimonio de la caridad de Cristo, a través de las obras de justicia, paz y desarrollo, es parte de la Nueva Evangelización. ¿Cómo puede la rica doctrina social de la Iglesia anunciar y testimoniar mejor la fe? 

Muchos Padres Sinodales han hecho un llamamiento para un nuevo Pentecostés. Ven la acción de la Iglesia hoy, vivificada por el Espíritu Santo, como un reflejo de la energía de la Iglesia primitiva, cuando los apóstoles empezaron a traer a los primeros discípulos al Señor. Muchos de los Padres hablaron de la similitud entre esos primeros días de la Iglesia y nuestro momento actual. En este contexto, se sugirió que debería haber una consagración formal del mundo al Espíritu Santo. 
Las parroquias en el conjunto de toda la Iglesia son el lugar reconocido donde se desarrolla la mayor parte de la vida de la Iglesia. Se ha destacado varias veces la importancia de las parroquias en el desarrollo de la Nueva Evangelización, pues ellas son el "locus" donde tiene lugar una buena parte de la experiencia de la gente con la Iglesia.

Al mismo tiempo, se afirmó la importancia de las pequeñas comunidades de fe como lugares fundamentales para el trabajo de la Iglesia hoy, para hacer efectivo un nuevo Pentecostés. 

Varios Padres Sinodales insistieron en que estas pequeñas comunidades no deberían estar separadas de la más amplia familia parroquial. Cada pastor tiene que ser capaz de trabajar con toda la gente confiada a su cuidado, sin limitarse sólo a una parte de ella. 

Pregunta 9. Las parroquias y las pequeñas comunidades cristianas ocupan un puesto clave en la Nueva Evangelización. ¿Cómo pueden la parroquia y estas pequeñas comunidades de fe fomentar aún más y coordinar las iniciativas pastorales para la Nueva Evangelización? En la vida diaria, ¿cómo pueden convertirse en momentos de Nueva Evangelización las prácticas pastorales habituales de estas pequeñas comunidades cristianas? 

Hemos oído hablar de educación a la fe como punto de partida para la renovación o el refuerzo de la Nueva Evangelización, la reintroducción del mundo a Jesucristo. Algunos padres destacaron el elemento educativo, especialmente para los jóvenes, como constitutivo de la Nueva Evangelización, y nuestra manera de proyectarnos hacia el futuro para devolver a la gente a la experiencia de Cristo. Los Padres Sinodales subrayaron la necesidad de encontrar modelos prácticos y concretos para ofrecer a la gente joven una adecuada educación a la fe. Es particularmente evidente que estos momentos deben incluir la instrucción de los niños y adolescentes.

Pregunta 10. Desde la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica, se han hecho muchos progresos en la renovación catequística. ¿Cómo puede la Iglesia diseñar un programa de catequesis que sea a la vez básico, completo e inspirador en la búsqueda de la verdad, la bondad y la belleza? 

Los jóvenes son el futuro de la Iglesia. ¿Cómo puede la Iglesia educarlos y catequizarlos mejor a la grandeza de una relación con Jesucristo a través de la Iglesia, desafiándolos a consagrar su vida plenamente a Él?
En esta perspectiva, algunos insistieron acerca de la necesidad de poner un mayor énfasis en el ministerio de la catequesis. Los catequistas pueden ser de gran ayuda para la Nueva Evangelización, especialmente en el contexto de las familias, pues son ellos quienes transmiten su fe a los niños. 

Pregunta 11. Los catequistas tienen un papel crucial en la transmisión de la fe. ¿Ha llegado la hora de dar a los catequistas un ministerio institucional y estable dentro de la Iglesia? ¿Cómo puede la Iglesia mejorar su ayuda a los catequistas en su importante ministerio? 
Los Padres Sinodales hablaron sobre la necesidad de reclamar la tradición kerigmática católica para transmitir la Palabra de Dios con audacia, a tiempo y fuera de tiempo, para reclamar la voz profética de la Iglesia, para discernir el signo de los tiempos que llama a la Nueva Evangelización y para participar en la proclamación y la experiencia de una respuesta católica a estos signos de los tiempos. 

En la misma perspectiva, algunos Padres Sinodales destacaron la importancia de la piedad popular como expresión de fe del pueblo de Dios. 

Hubo un considerable consenso sobre el valor de las peregrinaciones, especialmente a santuarios marianos. Este fenómeno ofrece una gran posibilidad de evangelización. 

Por ultimo, se ha reconocido que la Nueva Evangelización no es un programa del momento, sino un modo de mirar al futuro de la Iglesia, para comprometernos todos en la invitación, dirigida primero a nosotros mismos, de renovación de la fe, y después a todos aquellos que nos rodean, en la aceptación gozosa de la vida en Cristo Resucitado.

4. Agentes y participantes en la Nueva Evangelización

Se prestó atención al papel de la familia, pues ésta representa el instrumento a través del cual la fe se transmite, incluso en las situaciones más difíciles. Se debe promover la vida familiar, sobre todo hoy, cuando sufre tanto bajo la presión de la nueva visión secularizada de la realidad.

Pregunta 12. Como Iglesia doméstica, la familia es indispensable no solo para la transmisión de la fe, sino también para la formación de la persona humana. ¿Cómo puede la Iglesia mejorar su apoyo y guía a la familia en su crucial ministerio de proclamación del Evangelio, para que tenga además un papel más activo en la transmisión de la fe y los valores humanos? 

El Sínodo habló también sobre el papel fundamental de las mujeres en la vida de la Iglesia y, en especial, el lugar de la madre en la familia para la transmisión de la fe. 

Un impulso pastoral sistemático y coherente requiere una formación continua y permanente de los sacerdotes, en la comprensión de la proclamación gozosa del Evangelio en una época en que hay poca formación sobre el misterio de Cristo. 

Quienes se están preparando para el sacerdocio tienen que ser formados para entender la singularidad de su ministerio y su relación con la evangelización. También deben ser formados en el reconocimiento que consagrarán sus vidas al servicio de la Iglesia como sacerdotes célibes. 

Pregunta 13. El sacerdote ocupa un lugar único en la evangelización y la transmisión de la fe. ¿Cómo puede la Iglesia promover un mandato imperativo misionero en el ministerio del sacerdocio? 

Muchos han destacado el papel del laicado en la labor de la Nueva Evangelización. A todos los niveles, ya sean en las áreas profesionales de la educación, la política, las empresas o en todas las áreas de compromiso de los laicos, es tarea de todo católico invitar a la gente a volver a la práctica de la fe. Esto se hace de palabra, pero también y principalmente con hechos, acciones y con nuestro modo de vida. 

Pregunta 14. El laicado es indispensable para la Nueva Evangelización. ¿Cómo puede la Iglesia integrar de manera más completa al laicado en la organización de la Iglesia local, para que los laicos, hombres y mujeres, participen con el sacerdote en la evangelización de la comunidad? 

Algunas intervenciones destacaron también el fenómeno migratorio, tan extendido actualmente. A menudo, cuando los católicos llegan a nuevos ambientes dejan de practicar su fe. Darles la bienvenida y acogerles en la comunidad puede ser una forma de Nueva Evangelización. 

La importancia de María, Madre de la Iglesia y de la Nueva Evangelización como modelo y patrona de nuestros esfuerzos surgió en varias intervenciones. Su fe nos empuja a responder del mismo modo. Fue por razón de su fe que la Palabra de Dios entró en nuestro mundo. Imitando a María, por medio de nuestra fe y testimonio en la vida del Espíritu, podemos provocar un cambio en el mundo en que vivimos. 

Nuestro trabajo ahora consistirá en determinar las propuestas que guiarán los esfuerzos de este Sínodo y que serán presentadas al Santo Padre como marco de referencia para su reflexión. Por esta razón, parece lo más adecuado enumerar una serie de puntos: 

1. La intervención gratuita en nuestra vida del amor de Dios se expresa de distintas maneras, pero en última instancia y de forma plena en su Palabra encarnada, Jesucristo; 

2. El don del Espíritu Santo ilumina nuestras mentes y fortalece nuestros corazones para aceptar la Palabra de Dios y vivir según ella; 

3. Cristo es el sujeto de nuestra fe y el encuentro personal con él nos invita a ser sus discípulos; 

4. Encontramos a Cristo en y a través de su Iglesia, su nuevo Cuerpo;

5. Cristo y su Evangelio están en el corazón de la proclamación de la Iglesia;

6. Todos los fieles, laicos, religiosos y clero están llamados a abrirse a un nuevo Pentecostés en sus vidas;

7. Transmitir el contenido de la fe, el credo, es tarea de todos, pero especialmente de las familias, las parroquias y las pequeñas comunidades; 

8. La parroquia es el lugar donde la mayoría experimenta la vida de la Iglesia; 

9. Algunos temas de la Nueva Evangelización incluyen la familia, el matrimonio, la formación de la fe, la libertad religiosa, la atención a los pobres y el papel del laicado y 

10. Deben mencionarse algunas expresiones prácticas de la labor evangelizadora de la Iglesia que parecen haber tenido éxito.

Conclusión

El crecimiento de la semilla necesita tiempo. La acción intencional y deliberada de un impulso diligente y sólido hacia los católicos inactivos a nivel personal plantará nuevas semillas, mientras renovamos nuestros esfuerzos para proclamar la Palabra de Dios y la transmitimos de nuevo a cuantos se han alejado de la Iglesia. 

El Sembrador nos confió las semillas. Ya conocemos nuestras dificultades, las tensiones, nuestra angustia, nuestros pecados y debilidades humanas. Sin embargo, él nos llama y coloca las semillas en nuestras manos y las confía a nuestro gobierno. La semilla es el principio de la fecundidad. Plantar la semilla nos llama a vivir la Palabra de Dios y a compartirla con alegría.

Que María, Estrella de la Nueva Evangelización y ejemplo para cada discípulo, misionero y evangelizador, interceda por nosotros para que el trabajo de este Sínodo dé frutos abundantes para la gloria de Dios y la salvación de todos los hombres y mujeres.
Gracias.

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