ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 19 de octubre de 2012

Nueva Evangelización para la transmisión cristiana de la fe

''Ante las sombras, los jóvenes y nuevos carismas traen la sonrisa al corazón y al rostro''
El cardenal de Madrid, Rouco Varela, indica diferencias entre los diversos sínodos

Emergencia educativa, emergencia evangelizadora
La auditora Lydia Jiménez pide reforzar la identidad católica de los centros

Santa Sede

Condena vaticana de "la absurda violencia homicida" en el Líbano
Declaración del portavoz de la Santa Sede sobre el atentado en Beirut

Juan Pablo I, "modelo de buen pastor que da la vida por su rebaño"
Entregado el primer documento de la causa de canonización

Mundo

Señor de los Milagros, bendice al Perú para que sepamos vivir unidos y en paz
El cardenal Cipriani, arzobispo de Lima, pide al Cristo de Pachacamilla

Obispo de Aleppo: nos fortalecen los valores compartidos con la población musulmana
Llamamiento a los parlamentarios británicos del prelado sirio Antoine Audo

En la escuela de san Pablo...

Mantener firmes la fe que profesamos en Jesús, el Hijo de Dios (Tiempo ordinario 29º, ciclo B)
Comentarios a la segunda lectura dominical

Comentario al Evangelio

El cáliz de la gloria
Comentario al evangelio del Domingo 29º T.O./B


Nueva Evangelización para la transmisión cristiana de la fe


''Ante las sombras, los jóvenes y nuevos carismas traen la sonrisa al corazón y al rostro''
El cardenal de Madrid, Rouco Varela, indica diferencias entre los diversos sínodos
H. Sergio Mora

CIUDAD DEL VATICANO, viernes 19 octubre 2012 (ZENIT.org).- "Desde el primer síndo hasta el de hoy se ha registrado un aumento de la unión, comunión afectiva y de horizonte doctrinal entre los obispos de todo el mundo", indicó hoy el cardenal arzobispo de Madrid Antonio María Rouco Varela, presidente de la Conferencia Episcopal Española, en una declaraciones ante periodistas de habla hispana.

Indicó también que las últimas reuniones sinodales están marcadas por las generaciones más jóvenes, que ya no son las del inmediato postconcilio. "Los primeros estaban muy marcados por la preocupación de realizar una interpretación recta del postconcilio, y en cambio ahora esa actitud psicológica es sustituida por otra, de quien viene de los años de Juan Pablo II, del gran empuje pastoral, marcado también por la nueva realidad de la Iglesia, por los nuevos carismas y todo esto le da al sínodo un color muy especial".

De otro lado, recordó el purpurado que “el tema es muy amplio, pues se habla de evangelizar, o sea de la misión propia de la Iglesia misma. Se habla de la santificación del mundo”.

Añadió que, en los años 60, se hablaba de globalización como una profecía, mientras que hoy "se ve claramente el apartamiento, secularismo y crisis de fe como problemática común presente en cualquier parte del mundo".

Precisó que por ello "el sínodo está tratando de dar al santo padre puntos de vista para poder responder mejor a esta situación caracterizada por 'no' a Dios, de personas encorvadas en si mismos y con pobrezas multiples: psicologica, espiritual, emocional, material, etc". De otro lado consideró que el 'sí' a Cristo ha entrado en sectores diversos, culturales, etc. Y si bien las encuestas hablan de alejamiento, no se pueden negar los hechos como las Jornadas mundiales de la juventud, las pastorales juveniles y tantas realidades como los nuevos movimientos.

Y concluyó: "Ante ese panorama sombrío aparece una realidad en la que la sonrisa vuelve nuevamente al corazón y en los rostros".

Respondiendo a las preguntas, indicó que ha quedado claro que el principal objetivo de la Iglesia es evangelizar, entretanto el sínodo se ha centrado en los bautizados alejados. "Después de 2000 años se ha producido en Europa una especie de escapada de Cristo". Recordó un documento pontificio en el que se habla de "apostasía silenciosa". Aunque en España "no nos ha tocado tanto como en otros países de Europa".

Se trata, dijo, de "evangelizar nuevamente a cristianos" y por ello que la nueva evangelización abarca a "los que creen, a los que se han marchado y los que no se han enterado de nada. En España la ignorancia religiosa o vivir como si Dios no existiera se ha hecho común, sin pensarlo, como nuevos paganos".

¡Que el mundo está muy mal es cierto! ¿pero cuándo estuvo mejor? "No nos olvidemos que el pecado original existe" recordó.

"Los métodos de siempre no llegan", constató el arzobispo de Madrid mientas que de otro lado registró la existencia de experiencias carismáticas y dones extraordinarios que quieren responder a esta situación y acercar la gente a la Iglesia.

Al responder a los periodistas indicó que "está saliendo muchísimo la palabra santidad, el camino de la santidad y la necesidad de encontrar lenguajes nuevos". Aunque, subrayó, "uno puede usar un lenguaje magnífico pero no producir conversiones, mientas otro con un lenguaje más tosco que habla más con el alma, sí. Como san Juan María Vianney".

Sobre las indicaciones de recuperación de la confesión individual como lugar para encontrar el camino de la conversión, el cardenal español habló de la experiencia de los confesores que tienen que dar el perdón y muchas veces pensar en dar respuestas concretas a vidas desastradas, y la necesidad de una acogida y ayuda a través de los grupos parroquiales. Señaló que es necesario cuidar mucho a las familias, al amor entre los esposos, y trabajar con ellas a través de las que son fieles al Evangelio.

El arzobispo de Madrid recordó que, en la alocución que hizo ante el sínodo, tomó una expresión que el papa utilizó en Alemania "desmundanizar". O sea acabar con la mundanización de estructuras pastorales, con una adminstración costosa etc. Problemática que si bien dicha en Alemania, vale en todo el mundo.

Sobre la Iglesia en África indicó que allí tienen "una realidad firme y propia. Vive de su patrimonio histórico. Y con una generosidad que llega hasta los países de Europa" y recordó que una buena cantidad de sacerdotes provienen de este continente.

"Desmundanización"

Tal como recordó hoy en su encuentro con los periodistas, el cardenal Rouco, en su intervención en la undécima congregación general, el 15 de octubre, aludió al término "desmundanización".

"Es imprescindible --dijo entonces el arzobispo de Madrid- conocer 'el sitio en la vida' de 'la Nueva Evangelización' si se quiere acertar con su planteamiento y con su puesta en práctica. El secularismo es quizá su nota más característica. La historia de la secularización, iniciada en el siglo XVII, culmina en el siglo XX con el postulado de 'la muerte de Dios' y con la exaltación del 'Superhombre'".

"Los dos más formidables totalitarismos de la época --comunismo y nacionalsocialismo--, así como las dos grandes guerras mundiales, son inexplicables sin esas dos tesis, que hacen crisis después de 1945", subrayó.

"El Concilio Vaticano II, convocado en esa encrucijada histórica para un aggiornamento de la doctrina y de la pastoral de la Iglesia, le ofreció el camino para su superación “ad intra” y “ad extra” de sí misma".

Sin embargo, recordó que "'la revolución del 68' lo relanzó y lo radicalizó hasta el extremo de la negación de la dignidad de toda persona humana: una cría sana de chimpancé vale más que. un niño discapacitado, sostenía un famoso antropólogo anglosajón. ¿Estuvo la Iglesia --Obispos, sacerdotes, religiosos y laicos- a la altura de este reto? ¿No se dejaron en ocasiones influir por la ideología secularista? ¿No nos ha costado a veces mostrar lo que somos y quienes somos interna y externamente en 'la plaza pública de la historia' (Benedicto XVI)?"

"El Santo Padre nos ha llamado a 'la desmundanización'. ¡Urge responder con el examen de conciencia de nuestros pecados y con la conversión del corazón! Sin esta premisa, hondamente espiritual, el empeño de evangelizar de nuevo sería vano. Iglesia evangelizada-Iglesia evangelizadora: ¡es 'la ecuación' de Juan Pablo II!", concluyó.

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Emergencia educativa, emergencia evangelizadora
La auditora Lydia Jiménez pide reforzar la identidad católica de los centros
Por Nieves San Martín

CIUDAD DEL VATICANO, viernes 19 octubre 2012 (ZENIT.org).- “La educación es una dimensión constitutiva de la evangelización. Por ello la emergencia educativa es emergencia evangelizadora”. “ Entre las causas de la situación actual de la fe hay que considerar los errores teológicos y filosóficos que circulan en los centros académicos, seminarios y noviciados”. A los señores obispos, sobre los centros católicos: “Velen porque no desaparezcan y mantengan su clara identidad católica como contribución eficaz a la formación de nuevos y creíbles evangelizadores”. Al menos tres intervenciones en español en el Sínodo abordaron el tema de la educación y la formación, como uno de los puntos a reforzar.

Monseñor Rogelio Cabrera López, arzobispo de Monterrey, México, en su intervención dijo que “el método que Dios mismo ha escogido para hacerse encontradizo a todos nosotros es el Misterio de La Encarnación. Este método implica acoger todo lo humano con un simpatía originaria”.

“Con la ayuda del Santo Padre hemos redescubierto con alegría que recomenzar siempre desde la Persona viva de Jesucristo sólo es posible al interior de una experiencia comunitaria y discipular en la que sigamos con docilidad al único maestro”, añadió.

“Somos conscientes que los medios de evangelización y catequesis y la educación de los padres e incluso la vivencia de la religiosidad popular es un proceso que parece detenerse”, constató.

Urgió a “emprender por ello una nueva evangelización para que las raíces cristianas sigan robusteciendo la vida de las nuevas generaciones. Es necesaria una educación para la aceptación cada vez más plena de la fe como don que coincide con la educación que requiere la persona para que encuentre su destino y realización humana”.

“La educación es una dimensión constitutiva de la evangelización. Por ello la emergencia educativa es emergencia evangelizadora. Somos conscientes que todo modelo educativo posee una antropología implícita. De ahí la necesidad de una visión de la persona humana basada en la verdad revelada en Cristo".

"Hay que insistir que las experiencias educativas deben ser un auténtico camino para la maduración de la fe en Jesucristo. No podemos evangelizar bien si no educamos bien. Y no educamos bien si no evangelizamos”, concluyó.

Formación de los agentes de pastoral

En cambio, monseñor Héctor Rubén Aguer, arzobispo de La Plata, Argentina, se refirió más bien a la formación de los agentes evangelizadores, empezando por sacerdotes y religiosos.

“Entre las causas de la situación actual de la fe hay que considerar los errores teológicos y filosóficos que circulan en los centros académicos, seminarios y noviciados y que se divulgan mediante la predicación y la catequesis para confusión del pueblo de Dios --afirmó--. La nueva evangelización requiere superar esos defectos que debilitan la certeza de la fe; para ello, cuidar que la formación de los agentes pastorales se ajuste al magisterio de la Iglesia”.

“Ante la emergencia de la cuestión antropológica, importa destacar la mediación de la filosofía, de una consideración metafísica de la persona que recoja y trascienda los válidos aportes científicos. Desde allí, por vía de participación, se abre el acceso al fundamento absoluto, a Dios. En el pensamiento cristiano se armonizan teocentrismo y centralidad del hombre, como alternativa al antropocentrismo radical que proponen algunas corrientes contemporáneas”, explicó.

Por ello, propuso “desarrollar una nueva apologética, un discurso en favor de la fe cristiana, tanto de nivel académico cuanto catequístico-popular, que sea un itinerario propuesto a la inteligencia y al corazón de los hombres y las mujeres de hoy”.

Fidelidad creativa al carisma fundacional

Lydia Jiménez González, una de las treinta mujeres auditoras presentes en el Sínodo, directora general y confundadora del instituto secular "Cruzadas de Santa María", con una especial presencia en el campo universitario, incidió con fuerza en el factor educativo.

“El Instrumentum laboris (nn. 147-149) –dijo- nos llama a realizar la tarea evangelizadora-educativa en el difícil contexto actual, de 'emergencia educativa'. En este sentido ¿cómo hemos de ser los educadores católicos?, ¿cómo tiene que ser la escuela católica?”, se preguntó.

Y señaló algunos medios: “mantener la identidad católica de nuestros centros; establecer en nuestros centros un programa serio e integral de formación en la fe; fidelidad creativa al carisma fundacional; práctica de las virtudes mediante un programa serio de educación de la voluntad; programa de educación de la afectividad; fomentar el ejercicio de la caridad; atención personalizada”.

“Hemos visto, con dolor, cómo muchos alumnos de nuestras escuelas católicas, educados con rigor en el estudio, han llegado a ser líderes sociales enemigos de la fe y de la Iglesia. Que nuestras escuelas no sean centros de cultivo de personas muy 'cultas', pero 'bautizadas descreídas'”, constató.

“Y hemos visto también, con gozo, cómo en colegios, universidades, donde se mantiene la identidad y se realiza la educación en la fe surgen vocaciones para la propia congregación y para todos los estados de la vida cristiana. Se pide a los Señores Obispos una atención especial a los centros de titularidad católica de sus diócesis. Que velen porque no desaparezcan y mantengan su clara identidad católica como contribución eficaz a la formación de nuevos y creíbles evangelizadores”, concluyó.

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Santa Sede


Condena vaticana de "la absurda violencia homicida" en el Líbano
Declaración del portavoz de la Santa Sede sobre el atentado en Beirut
CIUDAD DEL VATICANO, viernes 19 octubre 2012 (ZENIT.org).- El director de la Sala de Prensa vaticana, padre Federico Lombardi, emitió una breve declaración sobre el atentado que en la capital libanesa ha producido al menos ocho muertos, entre ellos el jefe de inteligencia de la Policía, y 78 heridos.

"El atentado que ha tenido lugar en Beirut merece la más firme condena, por la absurda violencia homicida que manifiesta y porque es contrario a los esfuerzos y al empeño por conservar una convivencia pacífica en el Líbano", dice la declaración.

En cambio, añade el padre Lombardi, el Líbano, como ha repetido tantas veces Benedicto XVI, "está llamado a ser un mensaje de paz y de esperanza para quien allí habita y para toda aquella región".

"Mientras se participa con compasión en el dolor por la muerte y herimiento de tantas personas, se augura que este hecho horrible no sea ocasión de la difusión ulterior de la violencia", concluye la declaración del portavoz vaticano.

Como se sabe, el atentado causó la muerte del jefe de inteligencia de la Policía, general Wissam al Hasan, quien, según informaron fuentes gubernamentales al The Daily Star, era el principal objetivo de los terroristas ya que participó en la detención de un exministro pro sirio y pro Hezbolá.

Sin embargo, el movimiento político-militar chií libanés Hezbolá se ha apresurado a condenar el "criminal" atentado que ha causado al menos ocho muertos y 78 heridos, y ha pedido a "todas las fuerzas libanesas" a unirse en la lucha por la "seguridad de la patria y de los ciudadanos". Hezbola hizo el comunicado a través de la edición digital de su cadena de televisión, Al Manar.

La explosión se produjo cerca de la popular plaza Sassine, en el barrio de Al Ashrafiya (de mayoría cristiana), en el centro de la capital libanesa, a las 14:50 horas, y fue provocada por un coche bomba, el primero que estalla en la capital libanesa desde 2008.

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Juan Pablo I, "modelo de buen pastor que da la vida por su rebaño"
Entregado el primer documento de la causa de canonización
ROMA, viernes 19 octubre 2012 (ZENIT.org).- Este miércoles 17 de octubre fue entregado al prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos, cardenal Angelo Amato, el Summarium testium, el primero de los cuatro documentos que contribuirán a preparar la Positio sobre las virtudes heroicas del siervo de Dios Juan Pablo I. La entrega fue hecha por el rector de la Universidad Pontificia Lateranense, monseñor Enrico dal Covolo, postulador de la causa.

El cardenal Amato explicó que la documentación entregada deberá ser "acompañada y completada por otros dossieres que todavía faltan. Entre ellos, la Informatio super virtutibus, que --explicó- es la parte más significativa de la documentación, porque se refiere a la prueba de la heroicidad de las virtudes teologales (fe, esperanza y caridad) y de las virtudes cardinales (prudencia, justicia, fortaleza y templanza) con las otras virtudes relacionadas como humildad, pobreza, obediencia, castidad... Esta parte --subrayó el purpurado- es la parte más relevante, porque ofrece la clave de lectura de todo el expediente: es la disquisitio sobre la santidad del siervo de Dios".

Respecto a un plazo previsto para la conclusión del proceso, el cardenal Amato especificó que es un proceso largo y complejo. "Es verdad --aclaró--, que es un procedimiento canónico refinado, porque la beatificación y la canonización de una persona exigen una comprobación seria de las virtudes cristianas. No se procede de oídas, sino por medio de una documentación objetiva".

Sobre cuándo se producirá la beatificación, Amato respondió: "El tiempo hasta la beatificación es un tiempo bendito. No es un tiempo vacío, sino pleno: debe llenarse del conocimiento del siervo de Dios, de la admiración de sus virtudes, de la contemplación de la vida, y sobre todo de la imitación de su santidad".

"Además --añadió- es un tiempo de súplica y de oración al siervo de Dios para obtener la intercesión con gracias y con milagros. Es un tiempo bendito, que nos ayudará a todos a pensar en nuestra santificación personal".

El cardenal Amato dio las gracias al postulador de la causa, el obispo Enrico dal Covolo por su "contagioso entusiasmo", que "llevará a buen término y lo antes posible" la que ha definido como una verdadera "empresa gigantesta". También el obispo dal Covolo dió las gracias al cardenal Amato y a la Congregación que preside por la solicitud con que mira a la causa y por el impulso pastoral difundido.

"Las causas --subrayó el rector de la Universidad Pontificia Lateranense- no son momentos burocráticos, sino ocasiones vivas de promoción de la santidad".

Y recordó la coincidencia providencial de este día de entrega (el 17 de octubre se celebró el centenario del nacimiento de Albino Luciani) con el Sínodo de los obispos.

"Estoy convencido --dijo el prelado- que Juan Pablo I pueda ser un modelo de Nueva Evangelización para la transmisión de la fe, precisamente por su extraordinaria capacidad de comunicación con los fieles. Por esto, me siento contento de que su figura haya sido presentada hoy a la asamblea sinodal".

Por último, el obispo explicó la razón de la canonización de Juan Pablo I: "Porque es un modelo de buen pastor que da la vida por su rebaño".

Fuente: www.pul.it.

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Mundo


Señor de los Milagros, bendice al Perú para que sepamos vivir unidos y en paz
El cardenal Cipriani, arzobispo de Lima, pide al Cristo de Pachacamilla
LIMA, viernes 19 octubre 2012 (ZENIT.org).- Cuando la religiosidad popular brota de la fe en Jesucristo y está animada por un espíritu eclesial se convierte en un medio valioso y eficaz para transmitir el evangelio y reavivar la fe en los alejados. Se dijo en el Sínodo de los obispos que se celebra en Roma. Toda América Latina está atravesada por arraigadas muestras de piedad popular. Una de ellas es la devoción al Cristo de los Milagros, en Perú, llamado también Cristo de Pachacamilla.

El cardenal arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani, rindió el tradicional homenaje a esta advocación este jueves. Miles de fieles colmaron la plaza Mayor de Lima acompañando la procesión de la venerada imagen.

“Señor de los Milagros, bendice a este país, para que sepamos vivir unidos y en paz. Pero solo habrá unidad y paz si hay verdad”, exhortó el cardenal Juan Luis Cipriani durante el tradicional homenaje del Arzobispado de Lima, el jueves 18 de octubre.

“La presencia del Señor de los Milagros se manifiesta de una manera impresionante. Qué bueno es el Señor de los Milagros, cuánto nos quiere, cómo nos mueve el corazón. Por eso venimos a tus pies para dejarte nuestras intenciones y necesidades”, señaló el arzobispo de Lima.

“Con tanta ilusión esperamos este mes de octubre, con tanto cariño te recibimos en el Arzobispado y te decimos de verdad: ayúdanos a ser buenos cristianos, enséñanos a quererte más y bendícenos. Y atiende a cada uno que se acerca a ti y te pide salud, progreso y trabajo. Esta manifestación es una fiesta de la religión”, prosiguió.

En otro momento, animó a los padres de familia para que sean verdaderos custodios de la educación de los hijos. “Mamás y papás permanezcan unidos educando a los hijos. Y esas maravillosas abuelitas apoyen a sus hijos y nietos. Es muy importante el hogar formado por un padre y por una madre y por eso de una manera muy especial le pedimos al Señor de los Milagros en este año de la Fe: bendice a todas las familias peruanas”, dijo.

Peticiones por el Año de la Fe

El cardenal Cipriani pidió al Señor de los Milagros para que en el Año de la Fe, los fieles de la Archidiócesis de Lima se acerquen más a la Iglesia y den testimonio de vida cristiana.

“Acoge Señor, en este Año de la Fe, el deseo que todos tenemos, no solo de quererte, sino de vivir una vida realmente católica. Que se vea que el Señor de los Milagros entra en nuestros hogares por nuestro modo de vivir. Por eso, en este Año de la Fe, todos hacemos ese propósito de estar más cerca de ti Señor de los Milagros. Y eso nos lo enseña la Iglesia en el Catecismo”, pidió.

“Qué bueno eres Señor, cómo nos bendices cada año, cómo proteges a nuestro país, cómo ayudas a quienes tenemos la responsabilidad de conducir a este pueblo inmensamente católico por la vía de la paz, la unidad y la caridad”, continuó.

Finalmente animó a todos los fieles a cultivar la amistad con el Señor a través de los Sacramentos, especialmente la Reconciliación y la Eucaristía.

“Que nunca perdamos la amistad que recibimos en el Bautismo y si la perdemos, a confesarnos pronto para recuperarla. Señor de los Milagros, revístenos de esas virtudes, para que podamos ser testigos tuyos entre todos los hombres”, culminó.

La imagen recibe también los nombres de Cristo Morado, Cristo de las Maravillas, Cristo Moreno o Señor de los Temblores. La imagen de Cristo en la Cruz, fue pintada en una pared de adobe, ahora ubicada en el altar mayor del Santuario de Las Nazarenas de Lima.

A mediados del siglo XVII, negros procedentes de Angola formaron la cofradía de Pachacamilla y levantaron una edificación en donde uno de ellos pintó en la pared la imagen.

El 13 de noviembre de 1655, un fuerte terremoto sacudió a Lima y Callao causando miles de muertos. Todas las paredes de la Cofradía de los angoleños se cayeron, pero el muro de adobe con la imagen del Cristo permaneció en pie perfectamente, lo que fue considerado un milagro. Cada año aumentó la fe al que llamaron Señor de los Milagros y su procesión por las calles de lima, en el mes de octubre, es una de las más multitudinarias del mundo. Numerosas réplicas del Señor de los Milagros son veneradas en procesión por las comunidades peruanas en otras partes del mundo.

En Roma, Italia, la procesión del Señor de los Milagros congregó a numerosos fieles de la comunidad latinoamericana, como se puede ver en el video: http://www.latinosenitalia.it/index.php?option=com_content&view=article&id=389%3Asenor-de-los-milagros-2012-en-roma-primera-salida&catid=1%3Aultime&Itemid=65

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Obispo de Aleppo: nos fortalecen los valores compartidos con la población musulmana
Llamamiento a los parlamentarios británicos del prelado sirio Antoine Audo
LONDRES, viernes 19 octubre 2012 (ZENIT.org).- El obispo Antoine Audo, de Aleppo, Siria, dio una rueda de prensa este jueves dirigida a parlamentarios en Londres, en la que hizo un llamamiento a la solidaridad con su país.

Durante la rueda de prensa, el obispo de Aleppo dijo: “Vengo al Parlamento hoy para traer el testimonio de los sufrimientos de muchos de nosotros en Siria”.

“Aleppo, la ciudad que amo tanto y donde fui obispo los pasados veinte años, está ahora devastada, en su mayoría en ruinas”.

“La violencia y penurias han sido algo experimentado directamente por casi todos en Siria pero los cristianos son los únicos amenazados por la ruptura de la sociedad civil y las fuerzas que esto ha desencadenado”.

“Los cristianos estamos fortalecidos por los valores comunes que compartimos con la población musulmana en Siria y yo llamo a la solidaridad de todos los que están aquí presentes hoy, mientras buscamos la paz y la reconciliación en nuestra atribulada tierra”.

Situación cambiante de la libertad religiosa en Siria

Según el último informe sobre la libertad religiosa, de la fundación católica Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), recientemente presentado, desde marzo de 2011, Siria sufre una inestabilidad extrema.

La oposición al presidente Bashar al-Asad, cuyo régimen dictatorial inspirado por la ideología laicista del Partido Baaz, que descansa en la minoría alawí, está siendo violentamente reprimida por el ejército y las fuerzas de seguridad. El 26 de febrero de 2012, los sirios votaron una serie de enmiendas a la Constitución. Aprobadas por el 90% de los votantes, según los datos aportados por el gobierno de Damasco, el nuevo texto modifica fundamentalmente el artículo 8, que hasta entonces garantizaba que el Partido Baaz fuera el pilar del estado y de la sociedad, dando paso por tanto a un sistema multipartidista.

Esta reforma no puso fin al alzamiento ni a la represión. El movimiento, que se había iniciado como manifestación para pedir mayores cotas de libertad y democracia, se ha ido transformando lentamente en una revolución islámica que está derivando en una guerra civil confesional cada vez más acentuada. Esta revolución está apoyada por muchos de los estados suníes de Oriente Medio y se beneficia de la llegada a Siria de mercenarios armados también suníes.

Aunque estaban a favor de algún tipo de reforma, los cristianos de Siria no se han unido de forma generalizada al movimiento de oposición, mientras que los líderes religiosos han advertido a Occidente de las consecuencias que tendrá la caída del régimen de Bashar al-Asad.

Mantener el islamismo “amordazado” por lo menos garantiza la seguridad y libertad de culto de los cristianos y de otras minorías (alawíes, drusos). Los cristianos son conscientes de que están en riesgo de convertirse en sujeto de represalias por parte de los islamistas y de que se les acusa de haber apoyado al régimen.

La situación, en el momento de elaborar este Informe, es confusa y no se puede predecir cómo terminará.

La ciudad de Homs, en concreto, ha bajado de los 230.000 habitantes a causa de la lucha que se ha mantenido durante meses.

En declaraciones a la fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), varios miembros de la Iglesia siria describen un panorama mucho más complejo que lo que transmiten los medios de comunicación occidentales: “La situación en Siria es mucho más compleja y difícil de evaluar de lo que los medios de comunicación de Occidente reflejan (...). Muchas noticias de los medios se están convirtiendo simplemente en informaciones descuidadas (…). Parecen ignorar que también hay luchas internas por el poder y tensiones religiosas entre los diferentes grupos musulmanes y los feudos tribales; los actos de venganza se producen diariamente y el crimen está aumentando en todo el país a causa de la inestabilidad de la situación”.

Para saber más, leer el informe de AIN: http://www.ain-es.org/pdf/ILR2012.pdf.

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En la escuela de san Pablo...


Mantener firmes la fe que profesamos en Jesús, el Hijo de Dios (Tiempo ordinario 29º, ciclo B)
Comentarios a la segunda lectura dominical
ROMA, viernes 19 octubre 2012 (ZENIT.org).- Nuestra columna "En la escuela de san Pablo...", escrita por nuestro colaborador el padre Pedro Mendoza LC, ofrece el comentario y la aplicación correspondiente para el 29º domingo del Tiempo ordinario.

 *****

Pedro Mendoza LC

"Teniendo, pues, tal Sumo Sacerdote que penetró los cielos –Jesús, el Hijo de Dios– mantengamos firmes la fe que profesamos. Pues no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino probado en todo igual que nosotros, excepto en el pecado. Acerquémonos, por tanto, confiadamente al trono de gracia, a fin de alcanzar misericordia y hallar gracia para una ayuda oportuna". Heb 4,14-16

Comentario

El pasaje de la segunda lectura de este domingo es una exhortación por medio de la cual el autor de la carta a los Hebreos nos invita a adherirnos a Cristo Sumo Sacerdote (4,14-16). Anteriormente el autor presentó a Jesús como un sacerdote digno de fe (2,17-18). Ahora retoma este tema, haciendo de ello el punto de partida de una apremiante exhortación: "Teniendo, pues, tal Sumo Sacerdote que penetró los cielos –Jesús, el Hijo de Dios– mantengamos firmes la fe que profesamos" (v.14). Aunque el sacerdocio de Cristo haya sido consumado sobre la cruz (cf. 5,9), éste continúa hoy ejercitándose todavía en los "cielos", donde Él ha penetrado con su muerte cruenta y está sentado ya a la derecha de la majestad divina (cf. 1,3). El apelativo "Hijo de Dios", sobre el que ha sido puesto el acento en el prólogo (cf. 1,1-4) y en la primera parte de la carta (cf. 1,5-8), se atribuye aquí directamente al "Jesús" histórico, con el objetivo de subrayar una vez más el fundamento de su papel sacerdotal (cf. 3,6): en cuanto Hijo Él es un sacerdote potente, capaz de "salvar perfectamente a los que por él se llegan a Dios, ya que está siempre vivo para interceder en su favor" (7,25).

En Jesús muerto y resucitado se ha realizado aquel "sacerdocio" del cual las instituciones cultuales del Antiguo Testamento fueron sólo una "sombra" (10,1; cf. 8,5): esta certeza tiene que empujar al creyente a "mantener firme", es decir a renovar y fortalecer su "profesión de fe". Sólo así podrá entrar en una relación viva con Él y gozar los frutos de su mediación sacerdotal.

A la exhortación inicial sigue una frase explicativa con la cual se excluye una posible interpretación errada del sacerdocio de Cristo: "Pues no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino probado en todo igual que nosotros, excepto en el pecado" (v.15). La grandeza del sacerdocio de Cristo no excluye, más bien exige que Él sea solidario con la familia humana, que tiene que representar delante de Dios: Él en efecto es "hombre" entre los hombres y por tanto es capaz de comprender en profundidad sus límites y sus pecados.

El verbo "compadecer" es típico de la carta a los Hebreos (cf. 10,34): éste no significa simplemente una cierta participación en la suerte del otro sino una real consonancia de afectos profundos: ¡es el amor que empuja a padecer con quien padece! Jesús ha demostrado esta compasión suya porque justamente Él, que es y permanece siempre "Hijo de Dios" (cf. v.14), se ha sometido a los límites y a las pruebas comunes de la vida, comprendido el drama de la muerte (cf. 5,7-10), como otro cualquier ser humano (cf. 2,14-18).

La solidaridad de Jesús con la humanidad tiene un límite: se asemejó en todo a la condición humana "excepto en el pecado". Se afirma así la perfecta santidad de Cristo, que excluye cualquier participación suya en la situación común de pecado. En realidad esta prerrogativa no disminuye su solidaridad con los hombres, más bien representa la condición indispensable para que Él pueda en efecto ir a su encuentro y salvarlos. Un pecador necesita ante todo ser él mismo salvado: ¡sólo quien es santo puede salvar a los demás! Por esto se dirá enseguida que el sacerdocio antiguo fue ineficaz porque el sumo sacerdote tenía que ofrecer sacrificios ante todo por los propios pecados (cf. 5,3). La santidad por lo tanto no le impide a Cristo ser totalmente semejante a nosotros, partícipe de la misma sangre y de la misma carne (cf. 2,14): al revés, le permite ser "redentor" en sentido pleno, sin límite alguno. Además lo constituye en modelo de la vida nueva, redimida, que todos los creyentes pueden ya compartir.

El autor concluye con una nueva exhortación: "Acerquémonos, por tanto, confiadamente al trono de gracia, a fin de alcanzar misericordia y hallar gracia para una ayuda oportuna" (v.16). La invitación inicial a mantener firme la profesión de fe es retomada aquí, después del desarrollo relativo a la compasión de Jesús, bajo forma de llamada a acercarse con plena confianza al "trono" de la gracia, es decir a la presencia del Dios misericordioso. Después de que Cristo ha atravesado los cielos, Dios no tiene que ser buscado ya en un santuario terrenal, sino justo allá donde Él se encuentra, es decir en su santuario celeste. En fuerza de la mediación de Cristo los creyentes deben ya sentirse seguros de que Dios no les negará la salvación y la ayuda necesaria todas las veces que necesitarán de ellas.

Aplicación

Mantener firmes la fe que profesamos en Jesús, el Hijo de Dios.

La liturgia de la Palabra de este domingo ordinario reclama nuestra atención al gesto de donación de la propia vida que Jesús ha cumplido por nosotros. En el Evangelio, ante la petición de dos discípulos de sentarse al lado suyo en su gloria, Jesús responde anunciando por tercera vez su pasión y su muerte por nosotros. La primera lectura del profeta Isaías nos ayuda a comprender el significado de este anuncio de dar la propia vida en rescate por muchos. El autor de la carta a los Hebreos reconociendo esta solidaridad de Jesús con nosotros nos exhorta a tener plena confianza en Él.

El profeta Isaías en la primera lectura (53,2a.3a.10-11) nos muestra lo que significó para Jesús entregar su propia vida en rescate por muchos. Para ello recurre a la figura del “Siervo doliente”. En este cuarto canto Isaías nos describe de manera muy gráfica y cruda los sufrimientos del Siervo del Señor: "Despreciable y desecho de hombres, varón de dolores y sabedor de dolencias, como uno ante quien se oculta el rostro, despreciable, y no le tuvimos en cuenta. [...] Mas plugo al Señor quebrantarle con dolencias. Si se da a sí mismo en expiación, verá descendencia, alargará sus días, y lo que plazca al Señor se cumplirá por su mano. Por las fatigas de su alma, verá luz, se saciará. Por su conocimiento justificará mi Siervo a muchos y las culpas de ellos él soportará" (vv.3.10-11). Aquí tenemos el mayor servicio, que Jesús mismo ha realizado: cargarse la iniquidad de los demás para rescatarlos, dar la propia vida en rescate por los pecadores.

El tercer anuncio de la pasión, recogido en el pasaje del Evangelio de san Marcos (10,35-45), está precedido por una petición muy ambiciosa por parte de dos de los discípulos de Jesús, Santiago y Juan: poder sentarse a su derecha y a su izquierda en su gloria. Ante esta petición Jesús les presenta una condición: beber el cáliz de su Pasión. De este modo Jesús busca purificar la ambición de estos dos discípulos y confirmarles su gracia para alcanzar el martirio por medio del cual se unirán más plenamente a Él. Pero les pone al tanto de que el privilegio de sentarse a su lado en la gloria sólo al Padre le corresponde otorgarlo. Por último, para encauzar esa ambición de sus discípulos, les anuncia por tercera vez la pasión y muerte que está a punto de sufrir para llevar a cumplimiento su obra redentora.

La segunda lectura, tomada de la carta a los Hebreos (4,14-16), muestra también cómo Jesús se ha hecho servidor nuestro. Él ha sido probado en todo, a semejanza nuestra, excepto en el pecado. Haciéndose plenamente solidario con nosotros, Jesús ha aceptado todos los sufrimientos de la condición humana, y de este modo ha adquirido la capacidad de compadecerse íntimamente de nuestra suerte. En este Jesús, Hijo de Dios, plenamente solidario con nosotros, hasta compartir los más extremos sufrimientos que el hombre puede padecer, estamos invitados a mantener firmes la fe que profesamos en Él.

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Comentario al Evangelio


El cáliz de la gloria
Comentario al evangelio del Domingo 29º T.O./B
ROMA, jueves 18 octubre 2012 (ZENIT.org).-Ofrecemos el comentario al evangelio del próximo domingo de nuestro colaborador padre Jesús Álvarez, paulino.

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Por Jesús Álvarez SSP

Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, se acercaron a Jesús y le dijeron: - Maestro, concédenos que nos sentemos uno a tu derecha y otro a tu izquierda cuando estés en tu reino. Jesús les dijo: --Ustedes no saben lo que piden. ¿Pueden beber la copa que yo estoy bebiendo o ser bautizados como yo soy bautizado? Ellos contestaron: -- Sí, podemos. Jesús les dijo: -- Pues bien, la copa que yo bebo, la beberán también ustedes, y serán bautizados con el mismo bautismo que yo estoy recibiendo; pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda, no me corresponde a mí concederlo; eso ha sido preparado para otros. Los otros diez se enojaron con Santiago y Juan. Jesús los llamó y les dijo: --El que quiera ser el más importante entre ustedes, debe hacerse el servidor de todos, y el que quiera ser el primero, se hará esclavo de todos. Sepan que el Hijo del Hombre no ha venido para ser servido, sino para servir y dar su vida como rescate por todos”. (Mc. 10,32-45)

Ante un padre que agoniza entre indecibles dolores, sus cinco hijos e hijas se pelean por la herencia. Algo así sucede con los discípulos de Jesús: se disputan los primeros puestos del ansiado reino temporal de Jesús, mientras el Maestro está viviendo en la angustia de la muerte inminente. No pueden ni sospechar que la victoria triunfal del Maestro será el resultado de su fracaso temporal en la cruz.

También hoy, mientras Cristo sufre y muere en millones de seres humanos, hijos del mismo Padre, incluso una buena parte de los mismos cristianos, viven indiferentes ante el sufrimiento y muerte de sus hermanos, y se enredan en una lucha vergonzosa por el poder, el dinero y los privilegios.

Jesús pregunta a Santiago y a Juan si están dispuestos a pagar el precio de lo que piden: "beber el cáliz” de su pasión y muerte. Responden que sí, pero no saben lo que dicen. Con todo, beberán el cáliz del martirio, a imitación de Cristo crucificado, que les dará infinitamente más de lo que pedían: la resurrección, la vida eterna e insospechados puestos de gloria en su Reino eterno.

También en nuestra Iglesia hay quienes se disputan mezquinamente puestos, poder y privilegios. Pero la autoridad en la Iglesia no puede ser sino un servicio salvífico, ejercido a imitación de Cristo muerto y resucitado, y en su nombre: “En esto hemos conocido lo que es amor: en que Él dio la vida por nosotros. Así también nosotros hemos de dar la vida por los hermanos” (1Jn. 3, 16). “Nadie tiene un amor tan grande como quien da la vida por los que ama”(Jn. 15, 13).

El servicio de la autoridad en la Iglesia, solo se puede vivir en la perspectiva de la cruz, de la resurrección y del amor; de lo contrario se pervierte en despotismo indigno. El máximo honor en la Iglesia no debe ser para quienes más poder tienen, sino para quienes más aman. La autoridad se hace cruz de servicio por el amor, hasta imitar a Jesús en el máximo servicio: dar la vida por los que ama.

Pero dar la vida no significa solo morir, sino proyectar la vida entera como donación por el bien y la salvación de los hombres, para así recuperarla en total plenitud en la resurrección.

Jesús, pagando por nuestra vida el precio de su muerte, adquirió para sí y para nosotros, la victoria total y definitiva sobre su muerte y sobre la nuestra, mediante su muerte y su resurrección.

Jesús nos exige vivir en el amor sin dominio posesivo sobre los demás. Y si tenemos alguna autoridad, usémosla como servicio de amor salvífico, imitándolo a Él, sin evadir responsabilidades y exigiendo el cumplimiento de responsabilidades por parte de aquellos a cuyo pastoreo Él nos ha encomendado

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