20.10.12

 

El post que escribí ayer despertó un interesante debate, e incluso polémica, debido principalmente a la foto del P. Raniero Cantalamessa arrodillado al lado de un pastor protestante cuya mano estaba sobre la espalda del fraile. Admito que es discutible que esa imagen refleje el mismo hecho que tuvo lugar hace años cuando el cardenal Bergoglio aceptó que le impusieran las manos pastores protestantes. No está tan claro que eso mismo ocurriera con el predicador de la Casa del Papa.

Lo que sí está claro es quién era el pastor que estaba al lado del fraile arrodillado. Se trata de Omar Cabrera JR, hijo del fundador o cofundador de la comunidad eclesial evangélica conocida como “Iglesia Visión de futuro". Pues bien, resulta que en la web de dicho grupo evangélico podemos leer como empezó todo. Cito algunos párrafos:

Considerando a los argentinos, Dios buscó a un hombre a quien le confió una palabra de salvación y restauración para las ovejas perdidas; en especial, puso un gran amor en su corazón por aquellos católicos nominales. Lleno del Espíritu de Dios, el Rvdo. Omar Cabrera aceptó el desafío.

Y

Dios me había dado para Argentina una visión. Oí una voz del cosmos que me dijo, “Visión de Futuro”. Y esa visión consistía en presentar el evangelio a las ovejas perdidas de la iglesia oficial. Seguí las indicaciones claras del Espíritu Santo para introducir el mensaje de Cristo en la mente y corazón de aquellos que por años habían oído del poder de Dios, pero que nunca lo habían experimentado.

En el año 1972 comenzamos una nueva obra dirigida especial y únicamente a todos los que traían sobre ellos solamente la marca de una religión.

Estamos por tanto ante un protestante cuya “visión” consistía en predicar el evangelio a los que ya habían sido bautizados como católicos, a los que llama “ovejas perdidas de la iglesia oficial". Me cuesta creer que Omar Cabrera Jr no siga haciendo hoy exactamente lo mismo que hacía su padre.

No seré yo quien diga que no es necesario predicar el evangelio a los católicos nominales, es decir, a esos cuyo catolicismo no va mucho más allá de asomar por la Iglesia en bautizos, bodas, comuniones y funerales. Pero el evangelio que debe predicárseles no es el del solafideísmo y del pentecostalismo. Un pentecostalismo que enseña cosas como esta, que saco también de la web de Visión de Futuro:

Si quiere ser un ganador de almas y que el Espíritu Santo las agregue a la comunión de los santos:

Integre un trío de oración
Junto con su líder haga guerra espiritual
Invite a alguien a la célula, a la reunión homogénea, a la iglesia, o a alguna actividad evangelística especial.

A los que ayer me criticaban por quejarme de la foto, les pregunto: ¿sabéis en qué consiste eso de la guerra espiritual en el pentecostalismo? Yo os puedo contar lo que era hace unos 15 años acá en España. Por entonces empezaba a ponerse de moda ese tipo de “guerra” en el mundo pentecostal americano. Desgraciadamente estoy de mudanza y no puedo citar del libro “Guerra espiritual” de Dean Sherman, que era uno de los clásicos sobre el tema. Pero me acuerdo perfectamente cuando un grupo encargado de difundir esa nueva moda entre los pentecostales españoles asomó por la que era mi congregación evangélica. Nos distribuimos en varios grupos. El mío se dirigió a la Mezquita de la M-30, donde nos dedicamos a rezar para expulsar a los demonios que “sin duda” había allí. Pero sé que otro grupo se acercó a hacer exactamente lo mismo a la Catedral de la Almudena, otro a la estatua del Ángel Caído en el Retiro y otro más a la Plaza de la Cibeles -diosa pagana-. Os ahorro los detalles.

¿No os parece suficiente? Pues sabed que el pastor Omar Cabrera también se dedica a predicar eso del evangelio de la prosperidad. De hecho, ha escrito varios libros sobre el tema. Cito de nuevo para que vean la presentación de uno de ellos:

Este libro escrito por el Rvdo. Omar Cabrera propone usar el poder que Dios nos ha dado para alcanzar una solución cierta y permanente a la gran problemática de las necesidades que a diario pasan miles de vidas.

Muchas veces pensamos que es el resultado de las circunstancias, que todo está controlado por la inflación, o porque no hay gente capacitada que pueda proponer soluciones ciertas para que en el repartir equitativo de las riquezas no haya pobres ni necesitados. Pero existe en la Presencia del Padre una provisión permanente y eterna que no solo es para usted sino también para todos nuestros hijos y familiares.

4 puntos para recibir la bendición económica.
Dios hizo todo en exuberante abundancia… y ¿por qué vivir en escasez?

Si no sabéis bien lo que es el evangelio de la prosperidad, echadle un vistazo a esta entrada en la Wikipedia. Está bien resumido

Y bien, estimados hermanos en la fe católica, ya seáis tradicionalistas, kikos, carismáticos, del Opus, CyL, etc o simplemente parroquianos como yo, ¿me podéis decir qué tipo de ecumenismo puede hacer con este tipo de pastores evangélicos un cardenal o el fraile capuchino que predica ante el Papa?

No hablamos ya de una simple foto. Hablamos de ir de la mano con quienes se dedican a hacer proselitismo entre los fieles católicos. De quienes llevan a cabo unas prácticas que se dan de tortas con la fe de la Iglesia.

Leo en el Facebook de CRECES lo siguiente:

“Yo he dicho en presencia del Papa que he visto en Buenos Aires algo pionero: son cristianos que expresan su fe en conjunto. Católicos y evangélicos, sin divisiones. Esta expresión es como el Pentecostés. Y la Iglesia está siguiendo en forma muy atenta este signo. Los cristianos deben vivirlo así: como un nuevo Pentecostés", dijo sobre Creces el padre Raniero Cantalamessa, predicador de la Casa Pontificia, durante una conferencia de prensa con medios argentinos.

Estimado P. Raniero, permítame dudar que ir de la mano con quienes profesan la teología de la prosperidad y practican la guerra espiritual al estilo de los evangélicos pentecostales tenga nada que ver con un nuevo Pentecostés. Lo que ocurrió el verdadero día de Pentecostés fue algo muy diferente. Pedro, príncipe de los apóstoles, predicó el evangelio de forma pública por vez primera tras la partida de Cristo. La Iglesia empezó a andar. Pero era la Iglesia de Pedro, no del pastor Fulano y del predicador Mengano. Eso, y no otra cosa, es lo que un sacerdote católico debe de enseñar a los hermanos separados.

Luis Fernando Pérez Bustamante