23.10.12

 

Trabajaría, sin dudarlo, en tres direcciones:

CONVENCER A TODO EL MUNDO DE LO MALA QUE ES LA INSTITUCIÓN

Para ello jamás hablaría de las cosas buenas que haya hecho o haga, con la excusa de que la mano izquierda no debe saber lo que hace la derecha y que hablar de lo bueno que hace es faltar a la humildad.

Sin embargo rebuscaría cada día noticias que hablen de sus maldades pasadas o presentes retorciendo incluso los hechos, con la excusa de que lo hago para que se purifique.

Sí hablaría de los proyectos y acciones buenísimas que llevan a cabo los no creyentes y la gente de otras religiones para que quede claro que los buenos siempre son los otros. Incluso de cosas buenas de algún miembro de la iglesia siempre y cuando sea alguien crítico con la institución. Así todos identificarán lo malo con la iglesia, y lo bueno con la no-iglesia.

ROMPER SU UNIDAD

Ya se sabe que una institución cuanto más unida, más fuerza tiene. Por eso si quisiera debilitar a la Iglesia este sería un objetivo clave y en consecuencia trataría de minar todo lo que puede unir a los cristianos.

· Para empezar, la autoridad, es decir, el papa y los obispos. Nunca hablar bien de ellos. Usar en su descrédito todas las armas: viven en la riqueza, no respetan los derechos humanos, son opresores, se equivocan, son ancianos, de intenciones aviesas.

· Seguiría rompiendo la unidad de la fe: el credo. O bien con otras formulaciones, como el credo de la misa campesina, o dejando las palabras pero cambiando totalmente el sentido: qué es eso de que resucitó, en qué sentido María es madre de Dios, la vida eterna es que vivimos en el recuerdo de los que nos quieren…

· Pondría muy en tela de juicio el catecismo, que es garantía de unidad en la doctrina apelando a que no se entiende y que eso es querer la uniformidad

· Me mostraría firme partidario de que cada comunidad y cada persona tenga su propia liturgia

Cuanto más divididos los católicos, menos fuerza, menos creíbles.

PROCURAR QUE NO TENGA NUEVOS ADEPTOS

Ya se sabe que lo que uno aprende de niño se le queda dentro. Por eso cuanto más tarde se enseñe la fe mucho mejor. El bautismo, de adultos. Y si se bautizaron de niños, atrasar lo que se pueda la primera comunión. Y lo que se pueda la confirmación. Por supuesto nada de enseñar religión católica en los colegios. Si acaso, historia de las religiones dejando claro que todas son igualmente válidas y que elegir una hay que hacerlo de adultos.

Pues piénsenlo. Y verán por dónde caminan algunos medios de comunicación e incluso algunos católicos. Y les dirán incluso que actúan así por amor a la Iglesia.

Luego me dicen si puedo tener algo de razón.

(Nota: este post lo publiqué hace tiempo en mi blog de wordpress, pero creo que sigue teniendo plena vigencia)