José Miguel Arráiz, blog Apologética para el mundo: "¿Monseñor Williamson expulsado de la FSSPX?"

Algunas webs tradicionalistas se han comenzado a hacer eco de esta noticia. Por un lado está Rorate Caeli, quien presenta la noticia en inglés, y luego ya en nuestro idioma otros blogs como No apto para progres o Non Possumus. Entre las webs no tradicionalistas que hasta ahora he visto que confirman la noticia está First Things.

Me ha llamado la atención algunas de las reacciones, que ven en ello un signo providencial que permitirá al obispo lefebvriano hablar libremente y endurecer sus posturas contra la Sede Apostólica en nombre de la “Tradición”. “¡Abajo el Concilio del Infierno!” gritan algunos eufóricos, lo que refleja que clase de fichas seguramente se unirán bajo el liderazgo del obispo cismático.

En caso de ser cierto, a mí en lo particular me parece un suceso previsible y desafortunado, que ocasionará que inclusive en el caso poco probable de que se llegue a un acuerdo entre la Santa Sede y la Fraternidad San Pio X, el cisma continúe de la mano de este obispo, y a unas posiciones francamente sedevacantistas. Seguramente se llevará tras de sí a buena parte de los lefebvrianos más radicales, a los que se unirán todo tipo de ultratradicionalistas. Espero equivocarme, pero fuera del control de la FSSPX podría hacer nuevas ordenaciones cismáticas ocasionando ahora si un cisma formal y perpetuándolo por solo Dios sabe cuánto tiempo.

Pero por otro lado, ver a la Fraternidad librada de aquellos que sostienen las posiciones más radicales, podría ayudar a ceder al resto de los lefebvrianos, para que por lo menos una buena parte retorne a la Barca de Pedro.

Conversión es lo que necesitan los lefebvrianos. Conversión para reconocer que no son ellos los intérpretes auténticos de la Tradición. Humildad para someterse a la autoridad del Magisterio Vivo de la Iglesia. Mientras no ocurra, les ocurrirá lo que a todos aquellos que han fracturado la unidad de la Iglesia a lo largo de la historia: sufrirán cismas dentro del cisma.