Monseñor Vilaplana, Obispo de Huelva: «Los mejores evangelizadores de los jóvenes son los propios jóvenes»


 

Antonio Moreno – diocesismalaga.es

La fe y la nueva evangelización han sido los temas que han centrado las jornadas de formación permanente de laicos de la diócesis de Málaga en las que ha participado monseñor José Vilaplana (Benimarfull, Alicante, 1944), Obispo de Huelva. Esta diócesis celebrará el Año de la fe de una forma muy especial puesto que coincidirá con la celebración de un Año Jubilar Mariano en el Rocío y con un encuentro de jóvenes andaluces que se llevará a cabo en la aldea almonteña. Grandes oportunidades para emprender la nueva evangelización que, como afirma el prelado, le hacen sentir “sinceramente esperanzado”.

– El Año de la fe es un año de gracia, pero para su diócesis doblemente

– Efectivamente. Un año de la fe es una invitación a descubrir el gran don que hemos recibido de haber conocido a Jesucristo –y en Él, el amor de Dios–, de haber creído en Él y de habernos puesto en camino siguiendo sus pasos. Yo creo que el año de la fe lo que intenta es reavivar esta alegría y darnos una mayor capacidad para comunicarla a los demás.

– Las previsiones hablan de hasta 8 millones de peregrinos a lo largo del Año Jubilar en el Rocío. ¿Cómo están preparando la acogida?

– Yo en las cifras, a veces, me pierdo, y no sé cómo realizan esos cálculos. Lo que sí es muy importante es que las personas cuando vayan encuentren una buena acogida y unos buenos medios que les permitan profundizar en su fe. Esto sí lo hemos trabajado: que las celebraciones tengan una serenidad y una dignidad para que las personas puedan orar, que encuentren un sacerdote que les pueda acompañar en su reconciliación…

En Almonte y en El Rocío están acostumbrados a recibir a mucha gente y quizá por eso no nos asusta. Lo que es verdad y nos sorprende mucho es la cantidad de personas que están acudiendo porque buscan realmente celebrar el jubileo con su auténtico sentido de renovación espiritual.

– El Papa ha señalado a los bautizados alejados de la Iglesia como uno de los objetivos prioritarios de la Nueva Evangelización. Ahí, la religiosidad popular juega un papel fundamental.

– Para mí hay dos campos que necesitan especialmente de la Nueva Evangelización: El de los padres que nos presentan a los niños para recibir los sacramentos y la religiosidad popular que afecta a tantos miles de personas, a familias, a generaciones enteras, porque en una misma hermandad está el padre, el abuelo, el nieto, el sobrino… Tenemos que estar ahí presentes para decir: esta imagen que tú contemplas es la imagen de un Cristo vivo que por ti dio la vida y que te invita a seguirle. Esta madre que tú contemplas en esa imagen es modelo para todo creyente porque se encontró con el Señor y supo decir sí.

– La diócesis de Huelva está preparando un encuentro de jóvenes para el verano. Ellos son parte fundamental de la Nueva Evangelización.

– Cuando el Papa fue a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Sidney, muchos españoles no pudieron ir y tuvimos un encuentro de jóvenes andaluces en el Rocío que nos produjo a todos una impresión buenísima. Como la próxima JMJ también va a quedar un poco lejos, en Brasil, hemos pensado que debemos continuar estos encuentros porque el Rocío nos ofrece una infraestructura muy buena.

Por otra parte, la Virgen nos hace sentir a todos en casa y pienso que los jóvenes, cuando se reúnen con las personas que los acompañan y cuando creamos un ambiente en el que puedan encontrarse con Jesucristo –esta es la clave, con Jesucristo vivo– experimentan una alegría que luego comunican a los demás. Creo que los mejores evangelizadores de los jóvenes son los propios jóvenes.