9.11.12

Eppur si muove - ¿Cabe el silencio cómplice?

A las 12:15 AM, por Eleuterio
Categorías : General, Eppur si muove

Hay personas en el seno de la Iglesia católica que ven las cosas desde un punto de vista muy extraño. Vamos, que parecen que no sean católicos ni nada de nada.

Cuando alguien se equivoca, en una familia, es y resulta conveniente que una de las personas que constituyen la misma ponga en aviso a quien haya cometido el desliz, le diga que no está bien lo que ha hecho y que, si es posible (y recomendable) no vuelva a caer en la misma. Eso es lo que podría llamar llevar a cabo un comportamiento mínimamente presentable.

Pues no. En la Iglesia católica hay personas que creen que no debe hacer eso sino, en todo caso, mantener la boca y las normas cerradas.

Esto lo digo porque hay personas que creen que cuando alguien escribe, dice y transmite doctrinas equivocadas al respecto de las que son católicas, no puede haber personas que prohíban lo que se ha escrito, dicho o transmitido si llevan, sobre sí mismas, la espada de Damocles de la ortodoxia. A eso lo llaman hacer de inquisidor.

También lo digo porque hay personas que creen bueno y benéfico que cuando alguien escribe, dice y transmite doctrinas equivocadas al respecto de las que son católicas no haya nadie que diga que se ha ido por mal camino. A eso lo llaman hacer de delator porque no deben haber oído que hay que corregir a quien se ha equivocado.

También lo digo, ya por terminar, que hay personas que creen que no debería existir una doctrina ortodoxa sino que debería ser heterodoxa pero que muy hiperheterodoxa de tal manera que no se pudiera decir que esto está bien y esto está mal. Si es el caso de tener que establecer que algo que se ha dicho, escrito o transmitido está más que mal y que se aparta mucho de la doctrina católica (así, a secas, sin más aditamentos que puedan perturbar el pensar de más de uno), pues en tal caso suena y resuena la palabra “censor” que es el remedio que siempre tiene, para su maledicencia, más de uno.

No me negarán que es una forma de vivir bastante alegre el tener como perfecto que sólo vale lo que uno defienda si lo que defiende está en contra, como sea, de la llamada “doctrina oficial” de la Iglesia católica.

¿Cabe, entonces, mantener un silencio que podría parecer cómplice? Bueno, lo es, además, cuando se mantiene. Cómplice de lo mal que se hace, dice, escribe o transmite en según qué foros y por según qué personas.

Eleuterio Fernández Guzmán