Pide a los hondureños que voten el próximo día 18

Cardenal Rodríguez Maradiaga: «El que no quiera votar, que no se queje después»

 

El cardenal Rodríguez Maradiaga ha hecho un llamamiento a todos los hondureños para que acudan a las urnas el próximo 18 de noviembre: «Dentro de ocho días nuestra Honduras va a vivir una página importante de la historia, un proceso de elecciones primarias, no puede ser siempre un acontecimiento puramente político, si somos personas de fe y si sabemos que es Dios quien guía la historia, esta semana mis queridas hermanas y hermanos, procuremos que sea una semana de oración especial, pedir al Espíritu Santo que ilumine a este pueblo».

12/11/12 10:02 AM


(El Heraldo/InfoCatólica) El cardenal ha pedido a los feligreses que vayan a votar de forma masiva, ya que «como decía el profeta Isaías, a veces los pueblos caminan en tinieblas, caminan ofuscados, les hace falta la luz de la fe, la luz de los valores para poder decidirse, en cada uno y cada una de los que van a votar, que ojalá que sea la gran mayoría, que esa es la forma democrática de participar».

Ante las las habituales quejas de la población por tener malos gobernantes, el primado hondureño advirtió contra la falta de participación en las urnas: «El que se siente indiferente y el que no quiere votar que no se queje después, porque la manera de participar democráticamente es el voto».

Votar es una obligación moral

El prelado aseguró que asistir a ejercer el sufragio no es lo un derecho, sino una obligación. «Cierto que ahora votan los que están afiliados a los partidos, y esto debe servir también para cuando hay elecciones generales, el voto es la manera con la que yo participo en un proceso democrático y por eso es una obligación cívica, una obligación moral».

El cardenal pidió razonar el voto, «debemos pensar en el bien, como nuestro país necesita superar los problemas en los cuales estamos viviendo, no podemos seguir pensando que con las mismas promesas no cumplidas y con las mismas palabras vacías se puede transformar una realidad».

«Solamente con las virtudes cristianas, con la verdad con la justicia, con la libertad, con el amor, con la honestidad, se puede hacer un mejor país», sentenció el purpurado.