Asegura que hay un doble lenguaje en Roma

Mons Fellay: «Estamos exactamente en el mismo punto en que estaba Mons. Lefebvre en los años 1974 y 1975»

 

El 11 de noviembre Mons. Bernard Fellay, Superior General de la FSSPX, celebró Misa en la iglesia de Saint-Nicholas-du-Chardonnet, en París, y predicó en ella un importante sermón, publicado íntegramente en versión escrita por La Porte latine, en el que analiza la situación actual de la Fraternidad. Las conversaciones habidas con la Santa Sede, a su juicio, en gran parte se han visto frustradas al haber por parte de ésta «un doble lenguaje… Hemos constatado más de una vez lo que podría llamarse sabotajes de la autoridad».

13/11/12 4:32 PM


(Le Porte Latine/InfoCatólica) Mons. Fellay cree que el Papa favorece la reintegración y que otras altas personalidades de la Iglesia la obstaculizan. Pero la dificultad mayor para la reconciliación, según el superior de la FSSPX, está en la desastrosa situación doctrinal y disciplinar de la Iglesia.

«Ésta que estamos viviendo, se trata probablemente de la crisis más espantosa que la Iglesia haya sufrido nunca. Se ve en los obispos, en los cardenales que no conducen ya las almas al Cielo, que bendicen los caminos del infierno. Que no advierten ya a las almas de los peligros que corren aquí en la tierra. Que no enseñan ya el fin de la existencia... el fin, el Buen Dios, ir al Cielo. Y que no hay treinta y seis caminos para llegar allí. Es el camino de la penitencia, el camino del renunciamiento. No todo está permitido. Existen los Mandamientos del Buen Dios. Y el que no quiere respetarlos, se prepara para el infierno. ¿Cuántas veces oímos estas palabras en la boca de un obispo?¿Cuántos obispos probablemente no las han pronunciado jamás? Conocemos seminaristas actuales que han llegado a terminar su seminario y que nos dicen: “Jamás hemos oído esas palabras en el seminario”».

Por eso, sigue diciendo, «es evidente que desde junio las cosas están bloqueadas. Es un retorno al cero. Estamos exactamente en el mismo punto en que estaba Mons. Lefebvre en los años 1974  y 1975».

El obispo lefebvriando añade:

«Hoy se nos habla de continuidad. ¿Pero dónde está? ¿En Asís? ¿En el beso al Corán? ¿En la supresión de los Estados católicos? (...) ... «las apariciones bellas, magníficas, de Notre-Dame de la Salette, de Nuestra Señora de Fátima, anuncian esta época, dolorosa, terrible. Roma vendrá a ser la sede del Anti-Cristo, Roma perderá la fe... se dice en La Salette. La Iglesia se verá eclipsada. Y no son palabras sin importancia. Dan la impresión de que es lo que ahora se está viviendo».

 Por su parte, Mons. Williamson, expulsado de la Fraternidad, se mantiene lejos de ella y de la Iglesia, en una situación todavía no claramente configurada. Y al final de una carta reciente declara su intención: « En cuanto a mí, trataré de seguir Su Providencia en la ordenación de los sacerdotes - o en la consagración de obispos. Hágase la voluntad de Dios. Kyrie eleison».