«Recé para que esta situación cambiara antes de irme»

Rowan Williams está desolado por la no aprobación de la ordenación de mujeres como obispas

 

El todavía Arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, manifestó ayer su «profunda tristeza» por el rechazo de la ordenación de mujeres obispas en el Sínodo general de la Iglesia de Inglaterra. Williams, que deja su puesto como primado de la Iglesia Anglicana este año tras una década de servicio, deseó «lo mejor» a su sucesor, Justin Welby, para que «resuelva» esta situación. Otros obispos anglicanos han mostrado igualmente su desolación por lo ocurrido

21/11/12 9:14 AM


(Efe/PD) La Iglesia de Inglaterra rechazó ayer la ordenación de mujeres obispas tras un intenso debate entre el sector conservador y el liberal que ha durado veinte años, desde que se aprobó la entrada de mujeres en el sacerdocio.

«Por supuesto que esperaba y recé para que esta situación cambiara antes de irme y me produce una profunda tristeza personal que no sea así», señaló Williams.

No obstante, el saliente Arzobispo de Canterbury aseguró que esta decisión «no es el final de la historia», ya que «alrededor de tres cuartas partes del Sínodo han votado sí» y «todavía hay una voluntad» para que la propuesta se apruebe.

«Así que la Iglesia de Inglaterra tiene que encontrar una forma de salir adelante», indicó Williams.

Por solo seis votos, la propuesta no consiguió ser apoyada por dos tercios de las tres cámaras que forman el órgano ejecutivo de la Iglesia anglicana, la de los obispos, los clérigos y los laicos, debido a que no se alcanzó la mayoría requerida entre los seglares.

«Nadie quiere seguir hablando de esto indefinidamente. Creo que una de las cosas que más da que pensar sobre la votación es que nos compromete a un largo proceso cuando a mucha gente le gustaría hablar y hacer otra cosa», subrayó Williams.

Pesar en otros obispos

La práctica totalidad de los obispos votaron a favor de la incorporación de la mujer al episcopado anglicano. Muchos de ellos mostraron su contrariedad. «Es un día muy negro», opinó el obispo de Lincoln, Christopher Lowson. «Es un desastre», declaró por su parte su colega de Bristol, Mike Hill, mientras que el de Salisbury, Nicholas Holtman, se declaró «destrozado».