27.11.12

Las narices de la señora Rafaela

A las 10:44 AM, por Jorge
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La señora Rafaela se presentó en el despacho del obispo. Y cuando éste le preguntó por qué tenía tanto interés en la entrevista, ella respondió: porque estoy hasta las narices.

Mire usted, señor obispo. Donde yo vivo ya sabe que hay ocho parroquias, que servidora frecuenta. Pues le explico.

Si voy a San Serenín, los curas me dicen que me confiese con frecuencia, que hay que obedecer al papa, que el catecismo contiene lo que dice la iglesia, que el aborto es un pecado horrible y que Cristo murió por nuestros pecados.

En la de la Virgen de Aquimismo, que confesarse no tiene importancia, que el catecismo no es la solución, que la muerte de Cristo no fue en remisión de los pecados, y que vaya a misa sólo cuando me apetezca.

Los frailes de Santa Gundesilva dicen la mitad de las misas en latín y se pasan el día hablando del infierno. Pero los de San Papucio tienen en la parroquia un grupo que se llama “católicas por el derecho a decidir” que afirma que lo del aborto no es como dice la iglesia y que hay que respetar que cada una haga con su cuerpo lo que quiera.

Y el cura de Santa Loquesea dice que la resurrección de Cristo es sólo una experiencia personal subjetiva, y que la obediencia al obispo sólo si estamos de acuerdo.

Mire usted, o se aclaran o me largo. ¿No es usted el jefe de todos ellos? Pues a ver si se ponen de acuerdo porque servidora tiene ya sus setenta años, lleva en la iglesia desde niña y está empezando a hartarse. ¿Qué pasa? ¿Qué los fieles somos tontos y nos puede tratar cada cura como le salga de las mismísimas narices? Cada cura dice lo que le parece porque sí y nosotros a callar y a aguantar. El responsable es usted que es el jefe.

Servidora tiene derecho a que le expliquen las cosas según la doctrina de la iglesia. Y lo que no puede ser es que para un cura el aborto sea malo y a la vez en la parroquia de al lado sean partidarios del nosotras parimos nosotras decidimos. Que en una parroquia nos insisten a la práctica de la confesión y en la otra cuando pides confesarte te digan que eso no sirve para nada. Que en una den clases sobre el catecismo de la iglesia y en la otra los curas digan que el catecismo depende, que no tiene que ser lo definitivo.

Hasta las narices estoy de que si el cura dice, o el obispo responde. Que si la libertad de expresión en la iglesia, o que si el obispo es carca o progre. ¿Alguna vez van a pensar ustedes en los que vamos a misa cada domingo?

¿Quién me garantiza a mí que lo que se dice en las parroquias es de verdad la doctrina de la iglesia? ¿O me tengo que creer lo primero que suelte el primer cura que aparezca?

¿No es usted el jefe de toda esta tropa? Pues ya sabe lo que le toca. Porque servidora, hasta las narices.