SOS - ¡ZENIT está sin dinero! ... ¡Pero están ustedes!

Como todos los años, al comienzo de la campaña anual de donativos, se están acabando los fondos: sólo tenemos disponibles en este momento unos US$100,000, cuando los gastos de la Agencia sumando todos los idiomas llegan a unos US$120,000 mensuales.

¡Contamos con el apoyo de todos los lectores en la campaña de donativos que acabamos de lanzar, con el fin de que ZENIT reciba los fondos necesarios para seguir adelante otro año más!

¡ZENIT vive de su generosidad!

Dona ahora: http://www.zenit.org/spanish/donativos.html

 

¡Muchas gracias!

 


ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 28 de noviembre de 2012

SANTOS Y BEATOS: EPOPEYAS DE AMOR. EJEMPLO DEL DÍA

Beato Luis Campos Górriz
«Insigne mártir, laico integrante de la Asociación Católica de Propagandistas»

Santa Sede

Que el evangelio entre en el mundo como levadura en la masa y la haga crecer poco a poco
Enseñanzas del papa Benedicto XVI durante la catequesis por el Año de la Fe

Benedicto XVI apoya proyectos a favor de los afectados por el vih/sida
Palabras por la Jornada Mundial contra la pandemia

Exclusiva

Los acuerdos de paz en Colombia son un proceso que llevará tiempo
El neocardenal Rubén Salazar narra su reciente encuentro con Benedicto XVI

Misión

Formar presbíteros con habilidad para discernir los "signos de los tiempos"
Diálogo misionero con el rector del Colegio Urbano, padre Fernando Domingues

AÑO DE LA FE

España: Puerta de la Fe, puerta abierta
La Asamblea del Foro de Laicos eligió presidenta a Camino Cañón

VENTANA AL MUNDO

República Dominicana: ''Tolerancia Cero ante la violencia contra la mujer''
El cardenal arzobispo de Santo Domingo en la Caminata ''Un Paso Por Mi Familia''

Nigeria: ningún lugar es ya seguro
Declaró el cardenal John Onaiyekan, arzobispo de Abuya

Los jesuitas profundizan en el futuro de sus comunidades de solidaridad
El ejemplo de la comunidad de Loiolaetxea de San Sebastián

Corea del Sur: Los chamanes exigen su fiesta nacional
Reclaman ser la religión más antigua del país

CULTURA Y EDUCACIÓN

Argentina: Formarse humana, espiritual e intelectualmente para ser sacerdotes
El nuncio Tscherrig presidió la celebración de los noventa años del Seminario platense

RUMBO A RIO

El secreto de la JMJ: la comunión entre los organizadores de todos los países
Declaraciones del padre Jacquinet, de la sección juvenil del Pontificio Consejo para los Laicos

Documentación

No se puede hablar de Dios y de lo que ha hecho en mi vida, si primero no se habla con Él
Continúa la catequesis semanal del papa por el Año de la Fe


SANTOS Y BEATOS: EPOPEYAS DE AMOR. EJEMPLO DEL DÍA


Beato Luis Campos Górriz
«Insigne mártir, laico integrante de la Asociación Católica de Propagandistas»
Por Isabel Orella Vilches

MADRID, miércoles 28 noviembre 2012 (ZENIT.org).- La figura que hoy nos propone Isabel Orellana Vilches se acerca mucho a la historia del tiempo presente. Un beato perteneciente a la Asociación Católica Nacional de Propagandistas (ACNdP). Dio la vida por la fe en la persecución religiosa que sufrió España en el siglo XX.

*****

Si a cualquier persona le preguntaran qué haría si le dijeran que iba a morir en plazo fijo, seguramente le vendrían a la mente unas cuantas cosas, entre otras, ponerse a bien con quien no lo estuviera, porque la reconciliación es sentimiento que suele acompañar a los postreros instantes. Los genuinos seguidores de Cristo responderían confirmando la bondad de su acontecer que ya discurría guiado por el afán de dar a Dios lo máximo en el día a día. Porque los santos están espiritualmente preparados de antemano, listos para presentarse ante el Padre cuando así lo dispone.

Pues bien, ante este dramático trance, en 1936 integrantes de la Asociación Católica Nacional de Propagandistas, como tantos otros católicos de pro, compartían en checas de diversas ciudades españolas sus más altos ideales con el espíritu de las primeras comunidades de cristianos, aguardando juntos la palma del martirio. Mientras en el exterior de la prisión se respiraban aires de revancha, ellos apuraban los últimos días orando y compartiendo la fe aunque fuera en penosas condiciones. Sabían que las súplicas que se elevan a Dios nunca caen en saco roto y entre sus peticiones incluían la unidad y reconciliación de todos los católicos.

Uno de los insignes Propagandistas que ni siquiera tuvo tiempo de permanecer en una checa era Luis, un valenciano nacido el 30 de junio de 1905, que había sido alumno de los jesuitas y cursado estudios de Filosofía y Derecho, materia en la que se había doctorado en la Universidad Central de Madrid. Una persona valiosa, comprometida, cercana al cardenal Ángel Herrera Oria, que tuvo en él un insigne discípulo. Luis le acompañó en muchos de sus viajes y acciones apostólicas. Era un apóstol incansable, ciertamente ejemplar en su vida, que había dejado huella entre los estudiantes católicos de Valencia y que en esos momentos precisos era el secretario general de la Asociación Católica de Propagandistas y secretario del CEU (Centro de Estudios Universitarios).

Su esposa, Carmen Arteche Echezuría, con la que se había casado en 1933, apenas había podido compartir los sueños que sin duda forjarían en común porque murió antes de estallar la Guerra Civil en 1936 en el transcurso de una enfermedad imprevista y fulminante; Dios le ahorró el sufrimiento de ver asesinado a su esposo. Hasta Torrente, la localidad valenciana en la que residía el padre de Luis, delicado de salud entonces, y junto al que se encontraba, llegaron los funestos aires de guerra. Él ejercía como abogado desde 1930 y en el primer momento pudo continuar su vida sin excesivos sobresaltos, completamente entregado a consolar y procurar aliento a los componentes de la Asociación con celo y brío ejemplares, lleno de fe y, por tanto, sin ceder un ápice al desaliento. Buscando para su esposa e hija un remanso de paz en medio de tanta tragedia, en 1936 las había conducido a su tierra, y allí quedó la pequeña huérfana de madre, tutelada por su abuelo, sin saber que su querido padre estaba a punto de dejar este mundo tras haber apurado la palma del martirio.

Luis era un hombre lleno de fortaleza que brillaba con singular fulgor en medio de la adversidad. Es memorable la carta que en abril de 1936 dirigió a su hermano relatando la enfermedad y posterior deceso de su esposa; un testimonio emocionante de amor y ternura, que rezuma esperanza y gozo espiritual. En ella se aprecia su urgencia apostólica y su preocupación por asistir a todos, especialmente los más frágiles en esa situación de gravísima convulsión política que se vivía. Oraba y sufría viendo el despropósito de tanto odio, como siempre estéril y sinsentido, y lo combatió aferrado a la oración. De tantas súplicas a María, horas santas, Ejercicios, velas nocturnas, generosa acogida en su propio hogar de los perseguidos, etc., brotarían frutos abundantes para la mayor gloria de Cristo y de su Iglesia, a los que tanto amó.

Como ha sucedido siempre en estos casos de martirio, la condena se produjo el 28 de noviembre en un seudo-juicio sumarísimo, a cargo de un grupo de milicianos armados que una vez confirmaron lo que ya sabían de antemano: que Luis era fidelísimo a Cristo y a la Iglesia y que no había escatimado esfuerzos en hacer todo el bien posible, una de cuyas acciones había sido la organización del Congreso Católico de Madrid, no precisaban saber más. Sin dilación alguna, ese mismo día le condujeron al Picadero de Paterna y lo fusilaron mientras mantenía los brazos en cruz y portaba un rosario entre sus manos perdonando de corazón a sus verdugos, como todos los que sucumbieron de este modo por causa de su fe, signo inequívoco de su autenticidad. Juan Pablo II lo beatificó el 11 de marzo de 2001 junto a 233 mártires de la Guerra Civil española. Un enjambre de virtud atravesando España, sembrada en sus cuatro puntos cardinales con la sangre de numerosos seguidores de Cristo, religiosos, sacerdotes, laicos, y componentes de diversas realidades eclesiales.

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Santa Sede


Que el evangelio entre en el mundo como levadura en la masa y la haga crecer poco a poco
Enseñanzas del papa Benedicto XVI durante la catequesis por el Año de la Fe
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 28 noviembre 2012 (ZENIT.org).- Si bien hay mucho entusiasmo hoy en el mundo católico por la nueva evangelización, el aniversario del Catecismo o el Año de la Fe, el santo padre Benedicto XVI volvió a lo esencial en su catequesis semanal desarrollada hoy en el Aula Pablo VI con una pregunta: “¿Cómo hablar de Dios en nuestro tiempo?”

Es claro que los esfuerzos y planes pastorales no bastan si no se sabe comunicar el evangelio a los hombres y mujeres de hoy, que según el papa, viven muchas veces “con los corazones cerrados y las mentes distraídas por los tantos fulgores de la sociedad”. Y hasta Jesús mismo, hizo ver, buscaba la mejor forma de explicar el mensaje salvífico, tal como se lee en Marcos 4,30: "¿Con qué compararemos el Reino de Dios o con qué parábola lo expondremos?".

Hablar de Dios hoy

Durante su catequesis (cfr. www.zenit.org/article-43732?l=spanish), Benedicto XVI explicó que se puede hablar de Dios, gracias a que Dios habló primero al hombre. Por lo tanto, solo podrá hablar de Dios quien “escucha lo que dijo Dios mismo”. ¿Y dónde conocemos lo que Dios dijo?, fue una pregunta que flotó de inmediato en el Aula Pablo VI que abarrotada de fieles y peregrinos, buscaban el coraje que se necesita hoy para evangelizar a las personas.

“En Jesús de Nazaret encontramos el rostro de Dios”, enseñó el Catequista universal, quien “ha bajado de su Cielo para sumergirse en el mundo de los hombres, en nuestro mundo, y enseñar el "arte de vivir", el camino a la felicidad; para liberarnos del pecado y hacernos hijos de Dios (cf. Ef. 1,5; Rom. 8,14)”. Por lo tanto, es a Jesús, “que vino para salvarnos y enseñarnos la vida buena del Evangelio”, a quien primero deberíamos escuchar.

Por lo tanto, hablar de Dios requiere una familiaridad con Jesús y con su Evangelio, “supone nuestro conocimiento personal y real de Dios y de una fuerte pasión por su proyecto de salvación, sin ceder a la tentación del éxito, sino de acuerdo con el método de Dios mismo”, se extendió el papa.

Según el método de Dios

En la medida que avanzaba en su reflexión, hizo ver que el método de Dios es “la humildad”. Refirió cómo “Dios, que se ha hecho uno de nosotros, (actúa según) el método de la Encarnación, en la simple casa de Nazaret y en la gruta de Belén, como aquello de la parábola del grano de mostaza”.

Ante quienes buscan resultados inmediatos o conversiones masivas, el papa alentó a “no temer a la humildad de los pequeños pasos y confiar en la levadura que penetra en la masa y poco a poco la hace crecer”, en clara referencia al pasaje de Mateo 13,33.

Hizo ver también que otro modo de actuar de Dios se ve en la misión del apóstol Pablo, quien a pesar de su erudición no presentaba una filosofía desarrollada por él mismo en los lugares donde llevó el evangelio, sino que “hablaba de la realidad de su vida, hablaba del Dios que entró en su vida (..) de un Dios real que vive, que ha hablado con él y hablará con nosotros, hablaba de Cristo crucificado y resucitado”.

Por lo tanto, para san Pablo, comunicar la fe “no quiere decir presentarse a sí mismo, sino decir abierta y públicamente lo que ha visto y oído en el encuentro con Cristo, lo que ha experimentado en su vida (..) es llevar a aquel Jesús que siente dentro de sí y que se ha convertido en el verdadero sentido de su vida”. Ya luego se sabría cómo el Apóstol de los Gentiles, arrobado por Cristo en Damasco, “implicaría la totalidad de su vida en la gran obra de la fe”, como bien lo recordó el papa.

Pablo no solo fundó comunidades, sino que las acompañó, les enseñó las verdades evangélicas y sufrió por ellas hasta el martirio. Por eso lo que piden las cartas paulinas, también es válido para las comunidades cristianas de hoy; en palabras del santo padre, estas “están llamadas a mostrar la acción transformadora de la gracia de Dios, superando individualismos, cerrazón, egoísmos, indiferencia (y) viviendo en las relaciones cotidianas el amor de Dios”. E hizo otra pregunta: “Preguntémonos si son realmente así nuestras comunidades...”

Jesús, el perfecto comunicador del padre

A este punto, la catequesis se centró en el estilo de comunicación de Jesús mismo... ¿Cómo comunicaba Jesús? El Hijo de Dios, según el papa, “en su unicidad habla de su padre –Abbà--, y del Reino de Dios, con la mirada llena de compasión por los sufrimientos y las dificultades de la existencia humana (y) deja claro que el mundo y nuestra vida valen ante Dios.”

Jesús, como el Mesías encarnado, “se interesa de toda situación humana que encuentra, se sumerge en la realidad de los hombres y de las mujeres de su tiempo, con una confianza plena en la ayuda del Padre”, subrayó.

Es así que todo hablaba de Dios en Él, y, como hizo ver el santo padre, “los discípulos, las multitudes que lo encuentran, ven su reacción ante diferentes problemas, ven cómo habla, cómo se comporta; ven en Él la acción del Espíritu Santo, la acción de Dios”.

Este estilo se convierte en una indicación fundamental para los cristianos, porque “nuestro modo en que vivimos la fe y la caridad, se convierten en un hablar de Dios en el presente, porque muestra con una vida vivida en Cristo, la credibilidad, el realismo de lo que decimos con las palabras, que no son solo palabras, sino que muestran la realidad, la verdadera realidad”, según el pensamiento de Benedicto XVI.

Por eso en los tiempos actuales, dijo, hay que actuar leyendo “los signos de los tiempos en nuestra época”, es decir, “identificando el potencial, los deseos, los obstáculos que se encuentran en la cultura contemporánea, en particular el deseo de autenticidad, el anhelo de trascendencia, la sensibilidad por la integridad de la creación, y comunicar sin miedo las respuestas que ofrece la fe en Dios”.

La familia: primera escuela de fe

Como las cosas no salen de la nada, hizo muy bien el papa en señalar a la familia como el “lugar privilegiado para hablar de Dios”. Es obvio que aquello que no brota, no crece. Por lo tanto, al señalar a la familia como “la primera escuela para comunicar la fe a las nuevas generaciones”, Benedicto XVI dejó a los padres de familia la tarea de “abrir las conciencias de los pequeños al amor de Dios, (como) los primeros catequistas y maestros de la fe para sus hijos”.

Como buen catequista también él, dio tres aspectos a tener en cuenta para que los hogares sean, en palabras del beato Juan Pablo II, “escuela de humanidad”. La primera de ellas es ‘la supervisión’, que significa “aprovechar las oportunidades favorables para introducir en familia el discurso de la fe”, así como para acoger con sensibilidad “las posibles preguntas religiosas presentes en la mente de los niños, a veces obvias, a veces ocultas”.

Otro presupuesto sería ‘la alegría’, porque para el papa, “la comunicación de la fe siempre debe tener un tono de alegría pascual --que no calla u oculta la realidad del dolor, del sufrimiento, de la fatiga, de los problemas-- (..) y que no es una carga, sino una fuente de alegría profunda”.

Y recomendó finalmente ‘la capacidad de escuchar y dialogar’, porque la familia debe ser “un ámbito donde se aprende a estar juntos, para conciliar los conflictos en el diálogo mutuo; (para) entenderse y amarse, para ser un signo, el uno para el otro, de la misericordia de Dios”.

Por lo tanto, concluyó, “hablar de Dios es comunicar, con fuerza y sencillez, con la palabra y con la vida, lo que es esencial: el Dios de Jesucristo, aquel Dios que nos ha mostrado un amor tan grande hasta encarnarse, morir y resucitar para nosotros (..) aquel Dios que nos ha dado la Iglesia, para caminar juntos”.

Saludos en español

No quiso despedirse, sin dirigir unas palabras de cercanía a todos los creyentes que siguen sus enseñanzas en castellano: “Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España, México, Bolivia y otros países latinoamericanos. Invito a todos a dar testimonio de Dios, que nos ha mostrado en la muerte y resurrección de su Hijo el más grande amor, y nos pide seguirlo y dejarnos transformar por Él, de modo que en su Iglesia, a través de la Palabra y los sacramentos, podamos renovar el mundo entero. (javv)

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Benedicto XVI apoya proyectos a favor de los afectados por el vih/sida
Palabras por la Jornada Mundial contra la pandemia
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 28 noviembre 2012 (ZENIT.org).- Ante la próxima Jornada Mundial contra el sida, que se celebra el próximo 1 de diciembre, al finalizar hoy su habitual catequesis semanal, Benedicto XVI llamó la atención sobre esta enfermedad que causa millones de muertes en el mundo y tuvo palabras de ánimo hacia quienes emprenden iniciativas contra la pandemia.

“El próximo 1 de diciembre se celebra la Jornada Mundial contra el SIDA, iniciativa de las Naciones Unidas para llamar la atención sobre una enfermedad que ha causado millones de muertes y trágicos sufrimientos humanos, acentuados en las regiones más pobres del mundo que, con mucha dificultad pueden acceder a los fármacos eficaces”, dijo Benedicto XVI

“En particular, mi pensamiento se dirige al gran número de niños que cada año contraen el virus de sus madres, no obstante que existan terapias para impedirlo. Incentivo las numerosas iniciativas que, en el ámbito de las misiones eclesiales, están promovidas para erradicar este flagelo”, concluyó el papa.

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Exclusiva


Los acuerdos de paz en Colombia son un proceso que llevará tiempo
El neocardenal Rubén Salazar narra su reciente encuentro con Benedicto XVI
Por H. Sergio Mora

ROMA, miércoles 28 noviembre 2012 (ZENIT.org).- El cardenal colombiano Rubén Salazar, recién consagrado en el consistorio del sábado pasado estuvo en Roma con Benedicto XVI, un encuentro lleno de afecto, en donde lo vio muy fuerte en la mente y el corazón, aunque frágil físicamente. Y ahora en una Iglesia muy unida como la de Latinoamérica, en cuanto cardenal espera ayudar especialmente al papa en su tarea de sucesor de Pedro.

Indicó que el santo padre sigue con mucha atención y reza permanentemente por la paz en Colombia. Si bien el cardenal consideró que después de cincuenta años de sangriento conflicto no es fácil pensar que se llegue rápidamente a un acuerdos, sino a un proceso de paz que va a llevar muchos años, y que con la ayuda de Dios se va a realizar en el marco de la democracia.

¿Eminencia, cómo encontró al santo padre, en general y físicamente?

--Cardenal Salazar: Lo veo como siempre, de un gran calor humano, de una gran cercanía con una lucidez teológica y catequética impresionante, lo veo muy fuerte en la mente y en el corazón aunque frágil físicamente. Como siempre ha sido un encuentro lleno de cariño, de afecto y de cercanía y sale uno fortalecido en la fe y en la esperanza.

¿Qué le ha dicho sabiendo de la situación de Colombia y de los diálogos de paz?

--Cardenal Salazar: El santo padre sigue con atención la vida de la Iglesia en Colombia y también la vida de la Nación. Ahora también con motivo de los diálogos que han iniciado en La Habana entre el Gobierno colombiano y los representantes de las guerrillas FARC. El santo padre ha orado especialmente por la paz y en lo poco que he podido estar con él me ha dicho que sigue con mucha atención y ora permanentemente por la paz en Colombia.

En concreto, sobre los diálogos de paz en Colombia ¿Ud. cómo ve que están yendo, cuál es el peligro y cuáles las esperanzas?

--Cardenal Salazar: Son diálogos muy difíciles porque van cincuenta años de lucha armada de esos grupos insurgentes contra el Gobierno; cincuenta años en los que ha habido mucha sangre, muchas víctimas y heridas profundas. No es fácil pensar que de un momento a otro toda esa historia pueda ser sanada y se llegue fácilmente a los acuerdos que pongan fin al conflicto.

No perdemos la esperanza, sabemos que las cosas difíciles no son imposibles, aún más que tanto el gobierno como la guerrilla tienen que poner fin al conflicto y no podemos seguir en una guerra fratricida, sino que tenemos que sentarnos a construir juntos un país mejor.

De otro lado el dinero que corre, la droga, el narcotráfico deben complicarlo todo

--Cardenal Salazar: Hay muchos aspectos muy pero muy difíciles y por lo tanto la construcción de la paz que es el primer paso de este proceso que se está viviendo en las relaciones entre el gobierno y los representantes de la guerrilla, va a llevar muchos años. Va a ser un proceso muy a fondo pero si Dios quiere se realizará en el marco de la democracia, por lo tanto en el libre juego de la opinión y de los partidos.

¿Existe la posibilidad de un viaje del santo padre a Colombia?

--Cardenal Salazar: Ese tema no se ha tocado porque depende de tantas cosas, es mejor no ponerlo en aprietos a él y no hacerle presión. El santo padre sabe que toda Colombia estaría feliz con un viaje suyo, que para nosotros tendría un valor inmenso, si bien somos conscientes de las limitaciones de salud que tiene el santo padre. Por lo tanto, esperamos que sea él quien tome la decisión y lo dejamos en las manos de Dios, de manera que sea lo que Él quiera para nosotros.

¿Cómo explicarle al gran público que significa ser cardenal?

--Cardenal Salazar: Se dice que el cardenal es aquel que de una manera especial ayuda al santo padre en seguir la vida de la Iglesia a nivel universal. El mismo santo padre lo ha dicho en una forma muy clara cuando anunció el nombramiento de los nuevos cardenales. Vamos a ayudar en el cumplimiento de su tarea como sucesor de Pedro, es decir confirmar a los hermanos en la fe y luchar todos los días por la unidad de la Iglesia, para que pueda ser signo de salvación para el mundo. Es una tarea altísima, de una enorme responsabilidad, pero que también implica una presencia clara de Latinoamérica en la vida de la Iglesia universal.

¿Cuál es el panorama de la nueva evangelización en Latinoamérica?

--Cardenal Salazar: Nosotros tenemos una fuerte ventaja respecto a otros continentes y es que somos una Iglesia muy fuertemente unida. Las conferencias episcopales de América Latina y el Caribe lo han demostrado y han ayudado a crecer en esa unidad y cercanía. El encuentro en Aparecida hace cinco años marcó un hito muy importante en este proceso de nueva evangelización. Y por lo tanto la presencia de América Latina en el pasado sínodo sobre nueva evangelización fue muy clara y contundente, porque teníamos ya esta riqueza de la unidad de puntos de vista y criterios nacidos Aparecida.

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Misión


Formar presbíteros con habilidad para discernir los "signos de los tiempos"
Diálogo misionero con el rector del Colegio Urbano, padre Fernando Domingues
Por José Antonio Varela Vidal

ROMA, miércoles 28 noviembre 2012 (ZENIT.org).- Este año, el papa Benedicto XVI ha centrado su mensaje misionero en la importancia de trabajar de una manera realista en los así llamados “territorios de misión”, a fin de que el evangelio sea proclamado con claridad aún en aquellos lugares donde hay hostilidad al cristianismo. Pero la gran pregunta es ¿cuáles son hoy los territorios de misión? El escenario ha cambiado desde que se ha comprendido, a través del reciente pero profundo magisterio sobre la Nueva Evangelización, que la misión se desarrolla tanto allí donde no conocen el mensaje salvífico, como en aquellos lugares que antiguamente lo aceptaban y hoy son indiferentes.

Sin embargo, la preparación en las iglesias jóvenes continúa sin pausa. En Roma hay un “semillero” donde se forman cerca de 165 seminaristas que irán a ejercer su ministerio a sus países, apenas terminen sus estudios y reciban la ordenación sacerdotal. Nos referimos al Colegio Urbano de Propaganda Fide, que tiene como rector al presbítero comboniano de origen portugués, padre Fernando Domingues.

Como encargado de estas jóvenes promesas de la Iglesia, el padre Fernando compartió con ZENIT su mirada del mensaje misionero del papa, así como la tarea que realizan día a día en el seminario con su equipo de trabajo. Él acaba de regresar de un viaje a Pakistán y nos cuenta hechos esperanzadores para los cristianos, que trabajan y esperan en ese país por cerca de cien años…

Usted acaba de regresar de una visita en Pakistán... ¿Cómo se está desarrollando la misión de la Iglesia en estos lugares?

--Padre Domingues: La misión de la Iglesia se lleva a cabo en tres direcciones principales: la evangelización y el desarrollo de las comunidades cristianas, la educación de los jóvenes en las escuelas, y los proyectos de desarrollo socioeconómico dirigidos a los segmentos más pobres de la población. La evangelización y el crecimiento de las comunidades cristianas sigue a buen ritmo. Las diócesis, al menos la de Lahore donde estuve yo, tiene un buen número de catequistas a tiempo completo. Tienen una sólida formación básica que dura varios años a tiempo completo, y un plan de formación permanente que le permite una renovación y una buena armonía con el camino de la Iglesia. Estos catequistas, acompañados y ayudados por su propia familia --esposa e hijos--, viven en las aldeas y animan la vida de la comunidad cristiana a la que pertenecen, al igual que otras comunidades de los pueblos en la misma zona.

¿Cómo es el trabajo pastoral en un país donde se es una minoría a nivel religioso?

--Padre Domingues: He visitado una parroquia, ubicada a cien kilómetros al norte de Lahore, que tiene setenta comunidades cristianas en muchas aldeas, animadas por quince catequistas, dos sacerdotes y dos comunidades de religiosas. Dado que tanto los catequistas, las religiosas y los presbíteros son casi todos nativos del país, la catequesis, las celebraciones litúrgicas y la organización práctica de la comunidad tienen un "sabor" pakistaní, que las hace muy vivaces, alegres y sobre todo acogedoras.

Nos habló también del trabajo educativo y social…

--Padre Domingues: Los esfuerzos de la Iglesia en el campo de la educación escolar es notable. A menudo, en la misma parroquia, hay una escuela católica en inglés y otra en idioma urdu. De este modo se abre la oferta educativa de la Iglesia sea a las familias acomodadas, en su mayoría musulmanas, como a las familias de menor nivel económico, donde la mayoría son católicos. Los proyectos de desarrollo socioeconómico son otro notable compromiso de la Iglesia, y cuentan con el apoyo generoso de las agencias internacionales, en especial de Caritas y de Missio.

¿Cómo es la convivencia entre cristianos y musulmanes? ¿Es cierto que existe un temor por la influencia de la Iglesia en materia de derechos fundamentales, o por las conversiones masivas?

--Padre Domingues: Pakistán es claramente un país donde la gran mayoría de la población profesa la fe islámica y es, por tanto, natural que la vida de la sociedad en su conjunto esté fuertemente marcada por esta religión. La Iglesia católica, presente en este país desde hace más de un siglo, tiene una presencia notable, aunque con frecuencia humilde y discreta en el territorio. Lo que a veces se oye decir entre nosotros, de que "en los países musulmanes está prohibido construir iglesias", es claramente desmentido con la presencia de las catedrales diocesanas y de muchas iglesias en los pueblos.

Por lo tanto, se convive...

--Padre Domingues: En general, las relaciones entre los musulmanes y los cristianos son de coexistencia pacífica, aunque no siempre libres de tensiones. La presencia de grupos de carácter terrorista está fuertemente combatida por el gobierno, que incluye en el momento presente a dos ministros cristianos, y se percibe como una amenaza y un peligro constante tanto para las comunidades musulmanas como para las cristianas. Al oír a los pastores locales, no podemos decir que hay una situación de persecución contra la Iglesia o contra la fe cristiana en general. Aparece clara una posición de desventaja de los cristianos en la sociedad, sea porque los cristianos tradicionalmente provienen de los estratos económicos más bajos, sea porque ser musulmán abre más puertas a las oportunidades de empleo en todos los niveles de la vida pública.

La Iglesia promueve también el diálogo, así como en Roma?

--Padre Domingues: Para hacer frente con serenidad a los prejuicios y tensiones que surgen a menudo entre las dos principales comunidades religiosas en el país, se han creado en todas las diócesis centros o grupos de diálogo islamo-cristiano, que tratan de disolver cualquier tensión y para cultivar juntos la paz. Mientras las comunidades locales practican el "diálogo de la vida", tratando de compartir en paz la vida cotidiana, el trabajo para mantener a sus propias familias, frecuentando la escuela juntos... En el ámbito de las comisiones regionales o diocesanas, se trata de cultivar entre todos el entendimiento mutuo y la coexistencia pacífica de todos los ciudadanos.

Ha comenzado un nuevo año académico en el Colegio Urbano de Propaganda Fide... ¿Cuántos seminaristas hay en este período y de qué realidades provienen?

--Padre Domingues: Tenemos este año una comunidad de 164 seminaristas, doce formadores y siete hermanas que colaboran, todos provenientes de treinta países diferentes. Tenga en cuenta que nuestros seminaristas son, en su mayor parte, del rito romano, pero también tenemos una importante presencia de seminaristas de las Iglesias católicas de Oriente como la Iglesia caldea, copta, maronita, siroantioquena, siromalabar y siromalancar.

¿Qué tipo de formación complementaria a la filosofía y a la teología, reciben los futuros presbíteros que deberán presentar a Cristo en territorios muchas veces hostiles a este mensaje?

--Padre Domingues: El proceso de formación que tratamos de hacer juntos en este seminario está fuertemente marcado por una sólida preparación filosófica y teológica, que se centra en el hecho de que el presbítero es, ante todo, quien anuncia a todos el Evangelio de Jesús y que sirve a la comunidad del pueblo de Dios como pastor y guía espiritual. Esto se ve tanto al presidir la celebración de los sacramentos en la comunidad, como en las muchas maneras en que es un animador de todos los que acceden a los diferentes servicios necesarios para la vida y misión de la comunidad cristiana. Cuando las situaciones no permiten un anuncio explícito y público de Cristo, siempre existe la posibilidad de estar presentes con el testimonio concreto de la caridad cristiana hacia todos y un servicio prioritario a los últimos.

El santo padre Benedicto XVI en su mensaje para las Misiones de este año, dice que se deben "examinar los problemas, aspiraciones y esperanzas de la humanidad". Entonces se deben preparar seminaristas "realistas", ¿no?

--Padre Domingues: Me parece necesario hoy en día, en la vida de los presbíteros, una gran habilidad para discernir los "signos de los tiempos". Tenemos necesidad de mirar con simpatía y bondad nuestro mundo y a las comunidades humanas concretas en las que vivimos, con el fin de descubrir los signos de la presencia activa de Dios. Y para ser capaces de responder con el evangelio a esos deseos profundos, a aquellas “aperturas del corazón” de nuestros contemporáneos , que son, de hecho, ya el fruto de la presencia del Espíritu de Cristo.

En su mensaje, el papa también invita a los "países de misión" a ser misioneros. ¿Podría ayudar el personal de esos lugares a la nueva evangelización de Europa y de los países desarrollados?

--Padre Domingues: Creo que el mensaje del Santo Padre es una clara invitación a todos los cristianos, laicos, consagrados y ministros ordenados de todo nivel, a sentirse responsables de la evangelización. Estamos llamados primero a testifimoniar el Evangelio con nuestra forma de vida y luego también a proclamarlo explícitamente con nuestras palabras. En nuestros días, hablar de "países de misión" y de "países cristianos" ya no corresponde a la realidad.

¿Y porqué no?

--Padre Domingues: Es importante que todos estemos dispuestos a comunicar nuestra fe a las nuevas generaciones y a las personas que no conocen el Evangelio. La Iglesia es siempre y en todo lugar, una Iglesia misionera. Algunos y algunas de nosotros hemos sido llamados a llevar el Evangelio a países y entornos culturales muy lejos de los nuestros. Como nos lo recuerda ahora el reciente Sínodo de la Nueva Evangelización, esta es la evangelización de siempre, que hoy queremos hacer con renovado entusiasmo.

El papa se ha referido esta vez al beato John Henry Newman... ¿Cuál es la resonancia que tiene hoy su mensaje para la tarea misionera de la Iglesia?

--Padre Domingues: Newman, que por una feliz coincidencia se preparó para la ordenación sacerdotal en nuestro Seminario, es un brillante ejemplo de un cristiano que ha tenido la valentía de pensar con honestidad y profundidad en la fe en la que él creía. Nosotros en el templo de nuestro colegio tenemos su retrato, que nos recuerda la importancia de combinar la santidad, fe y razón. Incluso hoy en día, tenemos necesidad de formar pastores que sean personas de cultura iluminada y de fe evangélica profunda, capaces de conducir a un diálogo fructífero nuestra fe y las culturas en la que hemos nacido, y en las que ahora estamos llamados a ser misioneros y guías de las comunidades cristianas.

ZENIT celebra quince años de servicio... ¿Cuál sería su mensaje para nuestros lectores?

--Padre Domingues: Por los quince años de ZENIT, gracias por su valioso servicio. Siempre se ha caracterizado por la fidelidad a la verdad del Evangelio y por el coraje que siempre han tenido los grandes predicadores del Evangelio.

Para conocer más (en italiano): www.collegiourbano.org

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


AÑO DE LA FE


España: Puerta de la Fe, puerta abierta
La Asamblea del Foro de Laicos eligió presidenta a Camino Cañón
MADRID, miércoles 28 noviembre 2012 (ZENIT.org).- En la Residencia Villa San Pablo de las Misioneras Cruzadas de la Iglesia en Carabanchel, Madrid, se realizó los días 24 y 25 de noviembre, la XX Asamblea Ordinaria del Foro de Laicos de España.

Bajo la dirección de la presidenta del Foro, Camino Cañón, y de la Comisión Permanente del mismo --informa una nota de prensa del evento--, los presidentes o representantes de las asociaciones de fieles laicos y movimientos eclesiales se reunieron en torno al lema: Puerta de la fe, puerta abierta.

En este Año de la Fe, el Foro enmarcó su reflexión haciendo memoria de los 25 años del Concilio Vaticano II y de los 20 años de la creación del Foro de Laicos, y expresó su solidaridad con las muchas personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad a causa de la crisis económica.

Después de compartir las aportaciones solicitadas a los participantes acerca de cómo se plantea cada asociación y movimiento vivir elAño de la Fe, se identificaron algunas líneas para llevar a cabo un plan de acción durante los próximos dos años, y se ofrecieron sugerencias para realizar una celebración abierta de los 20 años de vida del Foro de Laicos.

El día 24, en su saludo, la presidenta realizó una exposición en la que señaló: “Nuestro desafío es hacer creíble que Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida, para los hombres y las mujeres de hoy, para los mayores y también para los jóvenes; para nuestros familiares y nuestros amigos. Y esto pasa por nuestras vidas, pero también por nuestra palabra. Una palabra que no sólo comparta la experiencia subjetiva de la fe, sino que también sepa dar razón de ella en 'la plaza pública de la historia', como gusta decir a Benedicto XVI.”

El Foro quiso recibir una información sobre el Sínodo recientemente clausurado e invitó para ello a un auditor del mismo, don Jesús Higueras, párroco de Santa María de Caná (ver Zenit: http://www.zenit.org/article-43382?l=spanish), quien compartió su experiencia y ofreció elementos significativos del desarrollo del mismo.

Explicó la dinámica del evento y recordó su aportación al Sínodo en donde recordó la importancia de la parroquia en la tarea de la Nueva Evangelización."De ellas se espera que sean, entre otras cosas, lugares de descubrimiento de la belleza de Cristo cultivando el arte de celebrar”. La exposición de don Jesús Higueras suscitó mucho interés entre los asistentes.

El día 25, se realizó la Asamblea Ordinaria en donde se presentaron los informes de gestión y de economía, y se realizaron las elecciones para nuevos miembros de la Comisión Permanente incluyendo la renovación del cargo de presidente. Durante los dos días acompañó las reuniones el consiliario del Foro, y secretario de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar, monseñor Antonio Cartagena.

El presidente de la CEAS y arzobispo de Valencia Carlos Osoro Sierra y el obispo responsable en la CEAS del Foro de Laicos y obispo de Palencia Esteban Escudero Torres hicieron llegar a la Asamblea su cordial y paternal saludo. Fue elegida Camino Cañón, de la Institución Teresiana, que será propuesta a la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española para su nombramiento.

Así mismo, fue elegida como tesorera Fredes Moral de la CVX-E (Comunidad de Vida Cristiana de España. Para las tres vacantes de la Comisión Permanente, fueron elegidos Sonia Manzano, de las Juventudes Marianas Vicencianas, Paloma González-Blanc de CEMI (comunidades laicas de los marianistas), y Luis Miguel Esteban, de Comunión y Liberación, quienes serán vocales, junto con los ya elegidos que aún no han terminado su mandato, Ernesto Rodríguez, de Franciscanos de María, y José Alberto Rugeles de los Heraldos del Evangelio.

Camino Cañón, en sus palabras de clausura, valoró la experiencia de comunión vivida y agradeció la colaboración de todos, especialmente de los vocales que terminaron su mandato: Jacinto Herrero, del Movimiento Familiar Cristiano, y María José Rodríguez, de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC).

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


VENTANA AL MUNDO


República Dominicana: ''Tolerancia Cero ante la violencia contra la mujer''
El cardenal arzobispo de Santo Domingo en la Caminata ''Un Paso Por Mi Familia''
SANTO DOMINGO, miércoles 28 noviembre 2012 (ZENIT.org).- Benedicto XVI envió el pasado domingo 25 de noviembre un comunicado a la Republica Dominicana donde felicitó a los organizadores de la caminata "Un Paso Por Mi Familia”, invitándoles a fortalecer cada día mas su compromiso de testimoniar públicamente la fe en la familia y fraternidad. Con el fin de que puedan mostrar la importancia que tiene la unidad entre padres e hijos para la vida de fe y para el bien de la sociedad.

El pontífice encomendó a Nuestra Señora de la Altagracia, patrona del país caribeño, esta devota manifestación, e impartió su bendición apostólica a los participantes. Esta caminata organizada por la Comisión Nacional de Pastoral Familiar, se llevó a cabo simultáneamente en las once diócesis del país, sobrepasando las expectativas. En cada diócesis se produjo un encuentro multitudinario.

El cardenal arzobispo de Santo Domingo Nicolás de Jesús López Rodríguez, presidente de la Conferencia Episcopal y de la Comisión Nacional de Pastoral Familiar, expresó que “quienes han tenido una buena experiencia familiar saben la importancia de una sana relación entre los esposos, entre padres e hijos, entre hermanos, y entre unas familias y otras".

"Tenemos en el ambiente general de nuestro amado país señales que nos dicen que se ha perdido el sentido de cohesión familiar, abundan los divorcios, y más porque muchos matrimonios no se han fundamento sobre bases sólidas, sobre el amor y la verdad auténticos".

"Estamos alarmados por una ola de violencia irracional, por una perversa e injustificada serie de crímenes específicamente contra la mujer. Nos duele en lo más íntimo de nuestro corazón ver a tantas hermanas nuestras vulgarmente asesinadas de manera salvaje, despiadada y sin la menor señal de compasión. Nuestro país no puede seguir por esta vía, las autoridades policiales y judiciales están obligadas a investigar exhaustivamente no sólo los crímenes sino también las señales de violencia que son el preludio de los mismos. También hay que exhortar a quienes son víctimas de estas inéditas formas de barbarie que vayan observando la conducta de sus montaraces concubinos para prevenir dolorosos desenlaces".

Tolerancia Cero

"Sé que varias instituciones, comenzando por algunas universidades han anunciado programas de prevención, ayuda y acompañamiento a mujeres que se sienten acosadas y amenazadas por sus compañeros. Me consta, además, que el despacho de la primera dama de la República tiene el propósito de acudir en ayuda de aquellas mujeres que están en mayor riesgo y obviamente de otras muchas que deben prevenir situaciones extremas. Apoyamos decididamente todas esas iniciativas".

"Lo cierto es mis queridos hermanos y hermanas, que no podemos continuar indiferentes ante el cuadro desgarrador que estamos presenciando. Suscribo responsablemente la campaña Tolerancia Cero frente a la violencia contra la mujer. Esto hay que pararlo de cualquier manera".

"Considero necesario que se insista en la adecuada preparación de los novios para acceder al matrimonio, indicando tener muy buenas experiencias en el país de movimientos y grupos que ofrecen sus servicios pero necesitan más apoyo de las parroquias. Sin una buena preparación y un paciente acompañamiento de las parejas es imposible que haya matrimonios estables, suponiendo, además, que haya habido una buena elección de la propia pareja y, algo fundamental, el matrimonio auténticamente cristiano no se da sin la vivencia de la propia fe. Pretender llevar un matrimonio adelante viviendo de espaldas a la fe, es mera utopía. La pareja que decida vivir cristianamente su matrimonio tiene que asumir con seriedad su compromiso cristiano y si no está dispuesta a eso es preferible que no asuma esa tremenda responsabilidad, expreso el presidente de la Comisión Nacional de Pastoral Familiar".

Cambiemos a sociedad

Agregó además que la Comisión Nacional de Pastoral Familiar, haciéndose eco del lema para este año del Plan de Pastoral, “En Familia y Fraternidad cambiemos la Sociedad”, elaboró un documento que es una reafirmación de que la familia debe ser la gran protagonista de las políticas públicas estatales, pero también una proclamación de los fundamentales e insustituibles valores propios de la familia cristiana, a la que sigue una serie de propuestas concretas y prácticas, para concluir con unos compromisos muy claros en pro de la misma familia.

Expresó además su agradecimiento a Benedicto XVI por la bondad de enviar a través de su representante en el país, el nuncio Józef Wesołowski, su estimulante mensaje.

El presidente de los obispos dominicanos estuvo acompañado durante la caminata por la vicepresidenta de la República Margarita Cedeño de Fernández y la primera dama Cándida Montilla de Medina. Al finalizar el evento fue leído el documento final de la caminata: “Un Paso Por Mi Familia".

Leer más en: http://conferenciadelepiscopadodominicano.com.

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Nigeria: ningún lugar es ya seguro
Declaró el cardenal John Onaiyekan, arzobispo de Abuya
ROMA, miércoles 28 noviembre 2012 (ZENIT.org).- «Es una gran tragedia, pero esta vez ha golpeado a uno de los mayores complejos militares del país. Es una señal preocupante, porque significa que ningún lugar ya es seguro», firma el cardenal Onaiyekan de Abuya, capital de Nigeria.

Apenas dos días después de haber sido nombrado cardenal, John Onaiyekan, arzobispo de Abuya, comenta a la fundación católica Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), el atentado del domingo pasado en la Iglesia protestante de San Andrés, en el complejo militar de Jaji, estado de Kaduna.

Este último atentado plantea numerosas cuestiones relacionadas con la seguridad, principalmente la de las instalaciones que alojan el comando de las fuerzas armadas y la academia militar.

Los controles en la entrada se efectuaron con poco cuidado y el cardenal Onaiyekan no excluye que las dos bombas que explosionaron pudieran haberse fabricado en el mismo complejo. En cualquier caso, el purpurado espera que lo que pasó pueda «despertar» al gobierno, induciendo a las autoridades a defender más enérgicamente a los ciudadanos.

«Los atentados anticristianos han cambiado nuestra forma de vida, también dentro del seminario» cuenta a AIN-Italia, el rector del Seminario mayor Buen Pastor de Kaduna, padre Joseph Salihu. El del domingo pasado es sólo el último de numerosos ataques y violencia registrada en el estado centro-septentrional de Nigeria, uno de los doce estados de la federación que introdujo en 1999 la Sharia como fuente de derecho penal. Entre los fieles crece el miedo: cada domingo los bancos de las iglesias están más vacíos «y no es fácil para los seminaristas y los sacerdotes llevar una palabra de consuelo».

El mismo padre Salihu, el pasado 28 de octubre, asistió a la explosión de una autobomba delante de una Iglesia. «Cuando lo que está sucediendo tiene efectos dramáticos en la comunidad católica --cuenta a AIN- la situación se debe afrontar, porque se está convirtiendo en algo verdaderamente grave».

El padre Salihu está preocupado en particular por los jóvenes, para los que el fundamentalismo parece tener un cierto «atractivo». El bajo nivel de educación y la total falta de perspectivas de futuro, permite a los extremistas reclutar gente nueva con mucha facilidad. Y es indispensable que los chicos reciban una instrucción adecuada y tengan mayores posibilidades de encontrar trabajo. «El fundamentalismo influye de forma determinante sobre nuestra sociedad y son necesarios cambios urgentes. Invertir en el diálogo no basta. El Estado debe ser más responsable e intervenir en el campo socio-económico. Porque estas dificultades son la principal amenaza», afirma.

No faltan los jóvenes que «tras haber mirado a la muerte a la cara», eligen la vida del sacerdocio, decididos a llevar su propio testimonio de fe a sus conciudadanos. «El trágico momento vivido por la comunidad cristiana ha influido sobre el número de vocaciones --explica a AIN-Italia el padre Sylvester Dagin, rector del Seminario mayor de San Agustín de Jos, en el estado de Plateau--. Nuestra provincia es una de las más afectadas por el fundamentalismo pero esto ha fortalecido la fe de nuestro pueblo, que nunca ha sido tan fuerte como ahora».

En este área de las relaciones entre cristianos y musulmanes siempre han sido más bien cordiales, «también gracias al esfuerzo y a la delicadeza de los misioneros». En los últimos tiempos, sin embargo, la situación ha cambiado y la «persecución cristiana se ha hecho intensa». Sin embargo, resalta el padre Dagin, la violencia de Boko Haram no se ha cometido únicamente por odio a la fe. «La crisis nigeriana parece tener carácter puramente religioso. En realidad no faltan matices políticos».

Traducido del italiano por Rocío Lancho García

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Los jesuitas profundizan en el futuro de sus comunidades de solidaridad
El ejemplo de la comunidad de Loiolaetxea de San Sebastián
MADRID, miércoles 28 noviembre 2012 (ZENIT.org).- Desde el 23 al 25 de noviembre se celebró en Madrid el encuentro “Comunidades de Solidaridad: nuevos estilos de vida comunitaria”, que reunió a 24 jesuitas y colaboradores laicos de Europa que viven en comunidades mixtas de jesuitas y laicos. Estos últimos, los no religiosos, pertenecen a colectivos en proceso de inserción social, como inmigrantes o presos. En la última Congregación de Procuradores de la Compañía de Jesús, el padre general insistió en la importancia de este tipo de comunidades.

El objetivo de la reunión –informa a ZENIT la Compañía de Jesús de España- lo explicó José Ignacio García SJ, coordinador social del CEP (The Jesuit Conference of European Provincials): “El objetivo es compartir nuevos estilos, y no tan nuevos, de vida comunitaria. En los últimos años hemos sido testigos de las innovaciones en nuestra manera de vivir en comunidad. Así, han surgido experiencias diversas en diferentes provincias. Por ejemplo, las comunidades donde viven juntos jesuitas, laicos y personas en proceso de reinserción, tras cumplir penas de prisión, o comunidades que abren sus puertas a jóvenes inmigrantes o refugiados durante varios meses, también las comunidades de inserción se enfrentan a nuevos retos interculturales e interreligiosos. La imagen que se puede obtener es una constelación de iniciativas que nos gustaría presentar y compartir. También nos gustaría elaborar un documento breve que podría ayudar a las Provincias en sus discernimientos de cara a tomar futuras decisiones”.

La iniciativa de este encuentro surgió en la reunión de delegados sociales de las Provincias de Europa, celebrada en Malta en abril 2012. Para hacer un poco más coherente este encuentro tendrá lugar en "el barrio de la Ventilla", Madrid, donde hay una comunidad en la que conviven a diario jesuitas y jóvenes inmigrantes mientras buscan trabajo o hacen algún tipo de formación buscando establecerse de forma permanente.

La reunión se llevará a cabo en inglés, aunque habrá traducción al español en la mayor parte de las sesiones. El programa es sencillo: habrá dos paneles de presentaciones de experiencias de este tipo de comunidades en Loyola (Loyolaetxea y Durango), La Viale en Bélgica, Sevilla, Ventilla y Malta. Habrá también tiempo para el trabajo en grupos y el domingo por la mañana formularán los  contenidos básicos del documento fruto del encuentro.

Serán 24 participantes de las provincias jesuitas de Aragón, Bética, Loyola, Tarraconense, Malta, Portugal, Croacia, Bélgica Meridional, Italia, Irlanda, Reino Unido, Castilla así como el Presidente de la Conferencia de las Provincias Europeas, John Dardis SJ y Xavier Jeraya SJ  Asistente del Secretariado para la Justicia Social y la Ecología de la Curia en Roma.

Un ejemplo: Comunidad Loiolaetxea

Desde la Comunidad Loiolaetxea, nos definen en estos párrafos cómo son y como viven: “Somos una comunidad formada por cuatro jesuitas y ocho laicos(as) que comparten nuestra casa y nuestra vida con otras personas, la mayoría de ellas con experiencia penitenciaria, que buscan caminos nuevos de inclusión social. Este encuentro en la diversidad de edades, culturas, religiones y experiencias de vida, es un regalo para todos(as) los(as) que vivimos aquí. Por eso decimos que quien viene a nuestra casa está en su casa”.

“Las veinte personas que formamos este grupo nos corresponsabilizamos no sólo de las tareas domésticas, las compras o el mantenimiento, sino sobre todo de los procesos de las personas, formando un grupo de autoayuda en el que compartimos nuestros aprendizajes y los ponemos al servicio de los(as) demás. Para eso junto con los espacios de comidas, ocio o trabajo, nos reunimos un par de veces a la semana todo el grupo de lo que llamamos la Comunidad Loiolaetxea”.

“Vivimos en San Sebastián y participamos junto con otras asociaciones, fundaciones y administraciones públicas del campo de la inclusión social, en la red de intervención social de nuestra ciudad y el territorio histórico de la provincia de Guipúzcoa. Participamos también en varios grupos de reflexión sobre inmigración, procesos comunitarios o espiritualidad con compañeros(as) jesuitas y laicos(as) de otros lugares del Estado”.

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Corea del Sur: Los chamanes exigen su fiesta nacional
Reclaman ser la religión más antigua del país
ROMA, miércoles 28 noviembre 2012 (ZENIT.org).- El 23 de noviembre pasado, la Comisión para la Jornada Nacional del Chamán reunió a más de trescientos mudangs enSeúl para una demostración de sus rituales en público; una operación de envergadura para recuperar el terreno religioso del que estiman haber sido expoliados, y pedir la instauración por el estado de una Jornada Nacional del Chamán.

Representando a la más antigua forma de religión en Corea –informa la agencia Eglises d'Asie, los chamanes siguen teniendo un lugar importante en la sociedad, pero consideran discriminatorio que no sea reconocida oficialmente.

Hoy, los mudangs, practicantes del chamanismo que son casi todos mujeres, estiman ser percibidos por sus contemporáneos como representantes del folclore local, de ahí que se les pidan representaciones tradicionales.

Como todos sus homólogos de la región norasiática, la función principal de los chamanes coreanos es la de ahuyentar a los malos espíritus y ganarse la benevolencia de los que pueden aportar salud y prosperidad a la comunidad. Mediadores entre el mundo de los espíritus y el mundo de los hombres, entre los cuales ellos son los únicos que pueden circular (mediante el “viaje chamánico”), los mundangs negocian con los espíritus por el bien de la comunidad de los hombres, y comunican con las almas de los muertos.

Bajo el efecto conjunto de la difusión del budismo, taoísmo y confucianismo, el chamanismo coreano se ha enriquecido, a lo largo de los siglos, con estas diferentes tradiciones para formar un sincretismo específicamente coreano. Por un proceso invertido, también ha impregnado a las religiones que se han desarrollado ulteriormente en Corea, como lo demuestran ciertas particularidades del cristianismo coreano –en concreto bajo su forma protestante evangélica- en la importancia que este da por ejemplo a la prosperidad material y a los rituales de sanación.

Según las últimas estadísticas oficiales, en torno al 23% de los surcoreanos declaran tener por religión el budismo, el 28% el cristianismo (con una gran mayoría de protestantes), el índice restante comprende diferentes opciones religiosas, como el confucianismo, el taoísmo, aunque también el ateísmo o el chamanismo, que no forma parte de las opciones.

En realidad, más del 40% de los surcoreanos –de los que un gran número son budistas o cristianos- suelen consultar regularmente a un vidente o chamán (los cafés de videncia tienen gran éxito entre los jóvenes), reveló una sociedad de sondeos el año pasado.

La Comisión para la instauración de la Jornada del Chamán observó sin embargo que el Estado no ha decretado días no laborables sino en las fiestas importantes de dos únicas religiones, el budismo y el cristianismo (Navidad y el Día del Nacimiento de Buda), mientras que el chamanismo, el culto más antiguo de Corea, no goza de ningún reconocimiento oficial.

El grupo afirma que su fecha será el año próximo el 9 de septiembre. La elección de la fecha es sólo fruto del azar. Este mes es el periodo en el que los coreanos celebran una de sus fiestas más importantes, el Chuseok(o Hangawi), de origen claramente chamánico. Cayendo en el día 15 del octavo mes lunar, esta celebración une a todas las familias, está consagrada a la generosidad de la Madre Tierra (tiempo de cosechas y de monzones), y al culto de los espíritu de los ancestros.

Traducido del francés por N.S.M.

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


CULTURA Y EDUCACIÓN


Argentina: Formarse humana, espiritual e intelectualmente para ser sacerdotes
El nuncio Tscherrig presidió la celebración de los noventa años del Seminario platense
LA PLATA, miércoles 28 noviembre 2012 (ZENIT.org).-El nuncio apostólico Emil Paul Tscherrig presidió la Santa Misa por los noventa años de la fundación canónica del Seminario Mayor San José de La Plata. Concelebraron con el representante papal, el arzobispo de La Plata Héctor Aguer, a quien se le festejaron sus cuarenta años de sacerdote; el obispo auxiliar Nicolás Baísi; obispos de las diócesis que allí envían a sus seminaristas: Antonio Marino, de Mar del Plata; Juan Horacio Suárez, de Gregorio de Laferrere, Marcelo Martorell, de Puerto Iguazú, y el presbítero Nazariy Kashchak, canciller de la Eparquía Ucrania; el rector y los superiores del Seminario; exformadores y sacerdotes del clero platense.

Monseñor Tscherrig –informa a ZENIT el diácono Christian Viña--, en su homilía, trazó un paralelo entre la formación de los seminaristas y la curación de los diez leprosos, que se proclamó en el Evangelio (Lc 17, 11 – 19). De los diez –enfatizó- solo uno volvió para darle gracias al Señor. No solo quedó curado, sino que el encuentro vital con Cristo le trasformó la vida, ¡lo salvó! Así, también, los seminaristas, están llamados a formarse humana, espiritual e intelectualmente del mejor modo. Sabiendo, de todas maneras, que siempre deben volver hacia el Señor. Cristo debe ser todo para ustedes.

Este Seminario, de tanto prestigio –añadió--, que ha dado tantas vocaciones a la Iglesia, muestra con honor su camino recorrido. Y se prepara para los nuevos desafíos de este tiempo. La Iglesia, más que nunca, necesita sacerdotes santos y bien formados.

Durante el Ofertorio de la Eucaristía, el Coro Polifónico del Seminario estrenó la obra de Palestrina, a cuatro voces, titulada Sicut Cervus, inspirada en el Salmo 42. Esta interpretación, junto a la pulcritud de toda la acción litúrgica, llevó al nuncio, visiblemente emocionado, a manifestar su júbilo por haber participado de una Eucaristía tan cuidada.

Luego de la Santa Misa, monseñor Aguer bendijo un Crucifijo erigido en el Parque del Seminario, en conmemoración de sus noventa años. El mismo tiene una imagen de Cristo, de más de dos metros de altura y 300 kilos de peso, esculpida por el artista plástico platense Sebastián Defelitto. Y está emplazado sobre un montículo, que simboliza al calvario, ideado, proyectado y dirigido por los arquitectos Cristina Elorza y Carlos Puglisi.

En el mismo acto se festejaron los noventa años de vida de monseñor Gustavo Ponferrada; docente y consejero de la casa, durante sus más de sesenta años de sacerdote.

Se presentó, asimismo, el segundo disco compacto grabado íntegramente por los seminaristas en este año 2012, en este caso, de la Schola Cantorum, titulado Mandatum Novum.

Participaron de la celebración autoridades, representantes de las fuerzas vivas, y fieles de La Plata, Berisso, Ensenada, Magdalena y Punta Indio;los cinco partidos que comprende la Archidiócesis platense. Y, de modo especial, los que tuvieron una mayor vinculación con el Seminario, durante estas décadas.

También estuvieron el intendente de La Plata, Pablo Bruera; el ministro de la Corte Suprema de Justicia provincial Eduardo Pettigiani; el director de Culto de la Provincia Enrique Moltoni; el rector de la Universidad Católica de La Plata Rafael Luis Breide Obeid, y el presidente de la Academia Argentina de Letras Pedro Barcia. Asistieron, igualmente, dirigentes sindicales, benefactores y miembros de distintas asociaciones de fieles.

Historia que mira al futuro

Antes del brindis de honor, el rector del Seminario Gabriel Delgado recordó en su mensaje la tarde del 26 de noviembre de 1922, en la que el entonces obispo de La Plata Francisco Alberti bendijo la piedra fundamental de la casa de formación. Fue ese –recalcó- un punto de llegada trascendental que debemos, no solo a la inspiración y animación dada por el obispo Alberti, sino también y fundamentalmente por la acción del entonces obispo auxiliar de La Plata Santiago Luis Copello, que presidió con abnegación y eficiencia la Comisión creada especialmente para la construcción del Seminario.

Monseñor Copello, --agregó- en el discurso que pronunció en esa ocasión, dijo que el sacerdote es en medio de los hombres el distribuidor de las más selectas bendiciones del Señor… Hoy, como ayer, sabemos que el Seminario es el corazón de la diócesis. Y esta rica historia, nos mantiene firmes en el presente, y nos hace mirar con esperanza el futuro.

Los festejos del noventa aniversario continuarán con la ordenación sacerdotal que monseñor Aguer conferirá a los diáconos Alfredo López Morilla y Christian Daniel Viña, el viernes 30 de noviembre (Fiesta de San Andrés, apóstol), en la catedral. Con ellos, y los otros seis que recibieron el Sacramento el pasado 17 de marzo, serán ocho los presbíteros ordenados en este 2012, para la Archidiócesis de La Plata.

La Santa Misa de clausura del ciclo formativo 2012 se realizará el 8 de Diciembre, solemnidad de la Inmaculada Concepción. Poco después, los seminaristas platenses tendrán una semana de misión en la capilla San Marcelo, de la parroquia San Benito, de Olmos.

Intenso y fecundo aniversario

Los noventa años encuentran al Seminario en plena vitalidad, con alrededor de nopventa seminaristas procedentes, además de la Archidiócesis platense, de Gregorio de Laferrere, Mar del Plata, Puerto Iguazú y la Eparquía Ucrania. Todos ellos reciben en sus claustros la formación humana, espiritual, intelectual y pastoral, conforme a las enseñanzas de la Iglesia; sobre la base de la exhortación apostólica Pastores Dabo Vobis (Les daré pastores), del beato Juan Pablo II, y los posteriores documentos sobre la idoneidad, la admisión y la formación de los candidatos a las sagradas órdenes.

Una serie de actividades, acontecimientos y visitantes de primerísimo nivel jalonaron este 2012. Sirvan como referencia, algunos de ellos: A lo largo del año, todos los sábados a las 11, antes de la Misa por él presidida, el arzobispo platense Héctor Aguer, en adhesión al Año de la Fe, les habló a los seminaristas sobre el decreto Presbyterorum Ordinis, sobre la vida y ministerio sacerdotal, del Concilio Vaticano II. A su regreso de Roma, hizo lo propio sobre el sínodo de la Nueva Evangelización; en el que participó designado por el papa Benedicto XVI.

Apenas comenzado el año, para la Jornada del Buen Pastor, seminaristas de Filosofía y Teología interpretaron una obra teatral sobre san Vicente de Paul. La misma, escrita, preparada, representada y dirigida íntegramente en el Seminario, fue seguida por cientos de jóvenes de toda la Arquidiócesis.

Pocos días después, el conocido teólogo y escritor laico norteamericano, George Weigel, autor de la biografía de Juan Pablo II, Testigo de esperanza y El coraje de ser católico, entre otros libros, en una vibrante charla con los seminaristas, los exhortó a vivir un nuevo Pentecostés. Junto a él, participó del encuentro Mario Paredes, director de la Sociedad Bíblica Americana.

Meses después, estuvo el secretario de la Congregación para el Clero Celso Morga Iruzubieta. Con sentidas palabras, reveló que reza “todos los días para que todos los seminarios del mundo estén llenos. Y que tengan la buena formación que tiene este Seminario”.

Para el Día del Ex Alumno, a principios de agosto, se celebraron los setenta años de sacerdote, de monseñor Guillermo Pedro Blanco, exrector de la Universidad Católica Argentina, recientemente fallecido. Igualmente, se homenajeó, entre otros, a monseñor Cándido Montaña, canónigo Carlos Mancuso, y presbíteros Carlos Antonio Pérez, y Eduardo Schang, por sus bodas de oro sacerdotales. Y se recordó al padre Miguel Grimaux, que cumplió cincuenta años de sacerdote, y falleció pocos días antes del festejo.

En septiembre, asimismo, se rindió homenaje a la hermana Margarita, de las Hermanas de la Inmaculada de Génova, por sus 87 años de edad, y 70 de religiosa. La consagrada sirvió, prácticamente, toda su vida en Seminarios y casas de formación; y los últimos 17 años, en el Seminario platense.

Finalmente, hace unos días, poco antes de la finalización de las clases, el subsecretario de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos Juan Miguel Ferrer Grenesche, dio una clase magistral sobre La Liturgia, obra de Dios; no de los hombres. Y exhortó a los seminaristas a formarse, del mejor modo, en el ars celebrandi (el arte de la celebración), y contribuir de ese modo a la Nueva Evangelización.

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


RUMBO A RIO


El secreto de la JMJ: la comunión entre los organizadores de todos los países
Declaraciones del padre Jacquinet, de la sección juvenil del Pontificio Consejo para los Laicos
BELO HORIZONTE, martes 26 de noviembre de 2012 (ZENIT.org).- Más de doscientos delegados provenientes de 75 países, que participan en el II Encuentro Internacional Preparatorio para la Jornada Mundial de la Juventud de Río de Janeiro 2013, están reunidos en Río de Janeiro hasta el día 29 de noviembre.

En el primer día del evento, abordaron una serie de asuntos prácticos, como la geografía de la ciudad, el sistema de visas e ingreso en Brasil, y también temas específicos de la Jornada como las inscripciones, hospedaje, accesos especiales y acogida de los Obispos.

También se abordó el argumento de la seguridad de la ciudad, seguros, alimentación, transporte, tipos de peregrinos, local de la vigilia y la misa de inicio.

En entrevista para la Web TV Redentor, el responsable de la sección juvenil del Pontificio Consejo para los Laicos, padre Eric Jacquinet, dijo que “el secreto de la Jornada Mundial de la Juventud es la comunión entre los organizadores de todos los países, por eso este momento es muy importante.

El éxito de la JMJ depende de esta comunión, de cada Conferencia Episcopal y de cada Movimiento del mundo. También estamos teniendo un intercambio de informaciones prácticas que necesitamos saber, como alojamientos y visados”.

Si bien, para el padre Eric, “el asunto principal es mantener la unidad entre todos para garantizar el éxito de la JMJ en Río de Janeiro”.

El primer día del Encuentro concluyó con la celebración eucarística presidida por el presidente de la Comisión Episcopal Pastoral para la Juventud de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB), don Eduardo Abeto.

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Documentación


No se puede hablar de Dios y de lo que ha hecho en mi vida, si primero no se habla con Él
Continúa la catequesis semanal del papa por el Año de la Fe
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 28 noviembre 2012 (ZENIT.org).- Durante la habitual Audiencia de los miércoles, el santo padre Benedicto XVI siguió desarrollando su catequesis semanal por el Año de la Fe. Ante miles de peregrinos que llegaron hasta el Aula Pablo VI para escuchar sus enseñanzas, el papa abordó el urgente tema de “¿Cómo hablar de Dios?”. A continuación el mensaje íntegro para nuestros lectores.

*****

Queridos hermanos y hermanas:

La pregunta central que nos hacemos hoy es la siguiente: ¿cómo hablar de Dios en nuestro tiempo? ¿Cómo comunicar el Evangelio para abrir caminos a su verdad salvífica, en aquellos corazones con frecuencia cerrados de nuestros contemporáneos, y a esas mentes a veces distraídas por los tantos fulgores de la sociedad? Jesús mismo, nos dicen los evangelistas, al anunciar el Reino de Dios se preguntó acerca de esto: "¿Con qué compararemos el Reino de Dios o con qué parábola lo expondremos?" (Mc. 4,30).

¿Cómo hablar de Dios hoy? La primera respuesta es que podemos hablar de Dios, porque Él habló con nosotros. La primera condición para hablar de Dios es, por lo tanto, escuchar lo que dijo Dios mismo. ¡Dios nos ha hablado! Dios no es una hipótesis lejana sobre el origen del mundo; no es una inteligencia matemática lejos de nosotros. Dios se preocupa por nosotros, nos ama, ha entrado personalmente en la realidad de nuestra historia, se ha autocomunicado hasta encarnarse. Por lo tanto, Dios es una realidad de nuestras vidas, es tan grande que aún así tiene tiempo para nosotros, nos cuida. En Jesús de Nazaret encontramos el rostro de Dios, que ha bajado de su Cielo para sumergirse en el mundo de los hombres, en nuestro mundo, y enseñar el "arte de vivir", el camino a la felicidad; para liberarnos del pecado y hacernos hijos de Dios (cf. Ef. 1,5; Rom. 8,14). Jesús vino para salvarnos y enseñarnos la vida buena del Evangelio.

Hablar de Dios significa, ante todo, tener claro lo que debemos llevar a los hombres y mujeres de nuestro tiempo: no un Dios abstracto, una hipótesis, sino un Dios concreto, un Dios que existe, que ha entrado en la historia y que está presente en la historia; el Dios de Jesucristo como respuesta a la pregunta fundamental del por qué y del cómo vivir. Por lo tanto, hablar de Dios requiere una familiaridad con Jesús y con su Evangelio, supone nuestro conocimiento personal y real de Dios y una fuerte pasión por su proyecto de salvación, sin ceder a la tentación del éxito, sino de acuerdo con el método de Dios mismo. El método de Dios es el de la humildad --Dios se ha hecho uno de nosotros--, es el método de la Encarnación en la simple casa de Nazaret y en la gruta de Belén, como aquello de la parábola del grano de mostaza. No debemos temer a la humildad de los pequeños pasos y confiar en la levadura que penetra en la masa y poco a poco la hace crecer (cf. Mt. 13,33). Al hablar de Dios, en la obra de la evangelización, bajo la guía del Espíritu Santo, necesitamos una recuperación de la simplicidad, un retorno a lo esencial del anuncio: la Buena Nueva de un Dios que es real y concreto, un Dios que se interesa por nosotros, un Dios-Amor que se acerca a nosotros en Jesucristo hasta la cruz, y que en la resurrección nos da la esperanza y nos abre a una vida que no tiene fin, la vida eterna, la vida verdadera.

Ese comunicador excepcional que fue el apóstol Pablo, nos da una lección que va directo al centro de la fe del problema "cómo hablar de Dios", con gran sencillez. En la primera carta a los Corintios escribe: "Cuando fui a ustedes, no fui con el prestigio de la palabra o de la sabiduría a anunciarles el misterio de Dios, pues no quise saber entre ustedes sino a Jesucristo, y éste crucificado" (2,1-2). Así, el primer hecho es que Pablo no está hablando de una filosofía que él ha desarrollado, no habla de ideas que ha encontrado en otro lugar o ha inventado, sino que habla de una realidad de su vida, habla de Dios, que entró en su vida; habla de un Dios real que vive, que ha hablado con él y hablará con nosotros, habla de Cristo crucificado y resucitado.

La segunda realidad es que Pablo no es egoísta, no quiere crear un equipo de aficionados, no quiere pasar a la historia como el director de una escuela de gran conocimiento, no es egoísta, sino que san Pablo anuncia a Cristo y quiere ganar a las personas para el Dios verdadero y real. Pablo habla solo con el deseo de predicar lo que hay en su vida y que es la verdadera vida, que lo conquistó para sí en el camino a Damasco. Por lo tanto, hablar de Dios quiere decir dar espacio a Aquél que nos lo hace conocer, que nos revela su rostro de amor; significa privarse del propio yo ofreciéndolo a Cristo, sabiendo que no somos capaces de ganar a otros para Dios, sino que debemos esperarlo del mismo Dios, pedírselo a Él. Hablar de Dios viene por lo tanto de la escucha, de nuestro conocimiento de Dios que se realiza en la familiaridad con él, en la vida de oración y de acuerdo con los mandamientos.

Comunicar la fe, para san Pablo, no quiere decir presentarse a sí mismo, sino decir abierta y públicamente lo que ha visto y oído en el encuentro con Cristo, lo que ha experimentado en su vida ya transformada por aquel encuentro: es llevar a aquel Jesús que siente dentro de sí y que se ha convertido en el verdadero sentido de su vida, para que quede claro a todos que Él es lo que se requiere para el mundo, y que es decisivo para la libertad de cada hombre. El apóstol no se contenta con proclamar unas palabras, sino que implica la totalidad de su vida en la gran obra de la fe. Para hablar de Dios, tenemos que hacerle espacio, en la esperanza de que es Él quien actúa en nuestra debilidad: dejarle espacio sin miedo, con sencillez y alegría, en la profunda convicción de que cuanto más lo pongamos al medio a Él, y no a nosotros, tanto más fructífera será nuestra comunicación. Esto también es válido para las comunidades cristianas: ellas están llamadas a mostrar la acción transformadora de la gracia de Dios, superando individualismos, cerrazón, egoísmos, indiferencia, sino viviendo en las relaciones cotidianas el amor de Dios. Preguntémonos si son realmente así nuestras comunidades. Tenemos que reorientarnos para así, convertirnos en anunciadores de Cristo y no de nosotros mismos.

A este punto debemos preguntarnos cómo comunicaba Jesús mismo. Jesús en su unicidad habla de su padre –Abbà--, y del Reino de Dios, con la mirada llena de compasión por los sufrimientos y las dificultades de la existencia humana. Habla con gran realismo y, diría yo, el anuncio más importante de Jesús es que deja claro que el mundo y nuestra vida valen ante Dios. Jesús muestra que en el mundo y en la creación aparece el rostro de Dios y nos muestra cómo en las historias cotidianas de nuestra vida, Dios está presente. Tanto en las parábolas de la naturaleza, del grano de mostaza, del campo con diferentes semillas, o en nuestra vida, pensamos en la parábola del hijo pródigo, de Lázaro y de otras parábolas de Jesús. En los evangelios vemos cómo Jesús se interesa de toda situación humana que encuentra, se sumerge en la realidad de los hombres y de las mujeres de su tiempo, con una confianza plena en la ayuda del Padre. Y que de verdad en esta historia, escondido, Dios está presente; y si estamos atentos podemos encontrarlo.

Y los discípulos, que viven con Jesús, las multitudes que lo encuentran, ven su reacción ante diferentes problemas, ven cómo habla, cómo se comporta; ven en Él la acción del Espíritu Santo, la acción de Dios. En Él, anuncio y vida están entrelazados: Jesús actúa y enseña, partiendo siempre de un relación íntima con Dios Padre. Este estilo se convierte en una indicación fundamental para nosotros los cristianos: nuestro modo en que vivimos la fe y la caridad, se convierten en un hablar de Dios en el presente, porque muestra con una vida vivida en Cristo, la credibilidad, el realismo de lo que decimos con las palabras, que no son solo palabras, sino que muestran la realidad, la verdadera realidad. Y en esto hay que tener cuidado al leer los signos de los tiempos en nuestra época, es decir, identificar el potencial, los deseos, los obstáculos que se encuentran en la cultura contemporánea, en particular el deseo de autenticidad, el anhelo de trascendencia, la sensibilidad por la integridad de la creación, y comunicar sin miedo las respuestas que ofrece la fe en Dios. El Año de la Fe es una oportunidad para descubrir, con la imaginación animada por el Espíritu Santo, nuevos caminos a nivel personal y comunitario, a fin de que en todas partes la fuerza el evangelio sea sabiduría de vida y orientación de la existencia.

También en nuestro tiempo, un lugar privilegiado para hablar de Dios es la familia, la primera escuela para comunicar la fe a las nuevas generaciones. El Concilio Vaticano II habla de los padres como los primeros mensajeros de Dios (cf. Const. Dogm. Lumen Gentium, 11; Decr. Apostolicam actuositatem, 11), llamados a redescubrir su misión, asumiendo la responsabilidad de educar, y en el abrir las conciencias de los pequeños al amor de Dios, como una tarea esencial para sus vidas, siendo los primeros catequistas y maestros de la fe para sus hijos. Y en esta tarea es importante ante todo ‘la supervisión’, que significa aprovechar las oportunidades favorables para introducir en familia el discurso de la fe y para hacer madurar una reflexión crítica respecto a las muchas influencias a las que están sometidos los niños. Esta atención de los padres es también una sensibilidad para acoger las posibles preguntas religiosas presentes en la mente de los niños, a veces obvias, a veces ocultas.

Luego está ‘la alegría’; la comunicación de la fe siempre debe tener un tono de alegría. Es la alegría pascual, que no calla u oculta la realidad del dolor, del sufrimiento, de la fatiga, de los problemas, de la incomprensión y de la muerte misma, pero puede ofrecer criterios para la interpretación de todo, desde la perspectiva de la esperanza cristiana. La vida buena del Evangelio es esta nueva mirada, esta capacidad de ver con los mismos ojos de Dios cada situación. Es importante ayudar a todos los miembros de la familia a comprender que la fe no es una carga, sino una fuente de alegría profunda, es percibir la acción de Dios, reconocer la presencia del bien, que no hace ruido; sino que proporciona una valiosa orientación para vivir bien la propia existencia. Por último, ‘la capacidad de escuchar y dialogar’: la familia debe ser un ámbito donde se aprende a estar juntos, para conciliar los conflictos en el diálogo mutuo, que está hecho de escuchar y hablar, entenderse y amarse, para ser un signo, el uno para el otro, de la misericordia de Dios.

Hablar de Dios, por lo tanto, significa entender con la palabra y con la vida que Dios no es un competidor de nuestra existencia, sino que es el verdadero garante, el garante de la grandeza de la persona humana. Así que volvemos al principio: hablar de Dios es comunicar, con fuerza y sencillez, con la palabra y con la vida, lo que es esencial: el Dios de Jesucristo, aquel Dios que nos ha mostrado un amor tan grande hasta encarnarse, morir y resucitar para nosotros; ese Dios que nos invita a seguirlo y dejarse transformar por su inmenso amor, para renovar nuestra vida y nuestras relaciones; aquel Dios que nos ha dado la Iglesia, para caminar juntos y, a través de la Palabra y de los sacramentos, renovar la entera Ciudad de los hombres, con el fin de que pueda convertirse en Ciudad de Dios.

Traducido del original italiano por José Antonio Varela V.

Envìa esta noticia a un amigo

arriba