28.11.12

América (y Guadalupe) en El Vaticano

A las 11:36 AM, por Andrés Beltramo
Categorías : Iglesia en América, El Vaticano

Reforzar los lazos entre la Santa Sede y Latinoamérica. Esa fue la principal solicitud del Papa al secretario de la Pontificia Comisión para América Latina del Vaticano, Guzmán Carriquiry Lecour, cuando lo nombró en su puesto. Corría mayo de 2011. Y este laico uruguayo de largo rodaje en la Curia Romana se tomó muy en serio el encargo de Benedicto XVI. Puso manos a la obra y, en cuestión de meses, empujó una serie de iniciativas de valor, pese al juicio crítico de no pocos personajes en el entorno vaticano.

Como consecuencia de sus gestiones el próximo diciembre el Continente Americano tendrá una presencia significativa en Roma. Por segundo año consecutivo, luego que 12 meses atrás el pontífice presidió una misa dedicada a la Virgen de Guadalupe y en recuerdo de las gestas de independencia de las naciones latinoamericanas nada menos que en la Basílica de San Pedro.

“Ecclesia in America”. Es el título de un congreso internacional previsto del 9 al 12 de diciembre en El Vaticano para recordar el 15 aniversario del Sínodo que dio vida a la carta apostólica de Juan Pablo II que lleva ese mismo nombre. El propio Carriquiry explicó a Sacro&Profano los alcances de la reunión:

¿Cuál es el significado de este encuentro?

En octubre de este año se ha conmemorado el quinceavo aniversario de la asamblea especial del Sínodo de los Obispos para América, que fue una iniciativa profética de Juan Pablo II lanzada en la lejana cuarta Conferencia General del Episcopado Latinoamericano (Santo Domingo, 1992), pero fue tan novedosa que debió madurar por varios años. Después fue proseguida por algunos encuentros de obispos, algunos intercambios pero insuficientes para todo lo que la “Ecclesia in America” significaba y merecía.

Hoy después de 15 años de ese Sínodo, constatamos que la región interamericana afronta muchos nuevos problemas en la relación entre las Iglesias y también entre las naciones, los pueblos en América.

¿Cuál es el objetivo?

El tema fundamental es cómo intensificar modalidades concretas de vinculación y de comunión entre las Iglesias de Estados Unidos y Canadá con aquellas de América Latina, especialmente enfocadas a la Nueva Evangelización. Se busca entonces el crecimiento en ese patrimonio que define a nuestro pueblo que es la fe católica. Además este congreso será uno de los primeros grandes eventos dentro del Año de la Fe.

Como usted señaló, el Continente Americano padece nuevos y variados flagelos, ¿Qué hacer al respecto?

Se trata de impulsar una renovada solidaridad entre los pueblos para afrontar toda una serie de problemas como la inmigración, que conmueve fundamentalmente a América Central, México, Estados Unidos y al Caribe pero que importa a toda la región. El narcotráfico y la violencia, la unidad de los cristianos, el diálogo con evangélicos, pentecostales y, al mismo tiempo, el reto de las sectas. Las muchas formas del sincretismo religioso, que desde California se prolongan a las clases medias y altas de Latinoamérica. Las dificultades planteadas por la equidad y la justicia en las relaciones políticas, económicas entre Estados Unidos y el resto de los países, con la crisis en el primero y la consistencia del crecimiento en los otros. Todos los problemas vinculados a la libertad religiosa o a los temas antropológicos sensibles.

América Latina está recorrida por proyectos legislativos que buscan la liberalización del aborto, a uniones homosexuales equiparadas a los matrimonios, a formas de manipulación bioética salvaje. A estos se suman los retos a la promoción de la dignidad de la mujer en la vida de nuestros pueblos y las instituciones de educación superior católicas. Es decir existe todo un campo de problemas comunes sobre los cuales resulta importante intercambiar puntos de vista y buscar modalidades de colaboración. Todo eso será visto desde una perspectiva del intercambio de dones y riquezas de las Iglesias del Continente Americano.

Bajo la protección de Nuestra Señora de Guadalupe…

La devoción guadalupana es sorprendente, porque ella no es sólo mexicana es patrona de todo el Continente. Nosotros la llamamos estrella de las Américas y madre de la Nueva Evangelización. Incluso en la catedral de Vancouver (Canadá) podemos encontrarnos imágenes de la Virgen de Guadalupe. No es un congreso mariológico ni devocional, se ocupará de la Iglesia en América pero lo hemos querido poner bajo la intercesión de Nuestra Señora de Guadalupe, para que a través de ella la gracia de su hijo ilumine y guíe los trabajos.

¿Cómo será el congreso?, ¿quiénes participarán en él?

Unos 40 cardenales y obispos de América Latina. Hemos invitado a los embajadores, a superiores religiosos y religiosas, a dirigentes y doctorandos de los colegios pontificios. Nos parece significativo que las Iglesias del Continente Americano realicen este acto en El Vaticano, en el centro de la Iglesia universal. Para manifestar la total e inquebrantable fidelidad al sucesor de Pedro.

Lo comenzaremos el 9 de diciembre en la Basílica de San Pedro, el día de la festividad de Juan Diego y lo culminamos el día 12 con la fiesta solemne de Nuestra Señora de Guadalupe. Además tendremos el rosario, un acto imperdible para quienes trabajan en la Curia Romana porque se presentará el esplendor de la imagen de Guadalupe, con sus mensajes y su interpretación, adornado por himnos guadalupanos en los Jardines del Vaticano el día 11 de diciembre. Será sorprendente.

Serafines susurran.- Que además del llamado de atención de parte de la Santa Sede por sus inconvenientes declaraciones respecto del aborto, la eutanasia y el embrión, el nuevo cardenal colombiano, Rubén Salazar Gómez, tuvo otro disgusto el pasado fin de semana en Roma donde recibió el birrete cardenalicio de parte del Papa Benedicto XVI durante un Consistorio Ordinario Público.

Y es que no hubo delegación de alto nivel del gobierno de su país presente en la ceremonia. Cosa que sorprendió a propios y extraños, tratándose de Colombia un país profundamente católico. Pero no sólo. Más causó extrañeza porque el arzobispo de Bogotá se precia (y todos lo saben) de ser amigo íntimo del presidente Juan Manuel Santos.

El sábado 24 de noviembre en la Basílica de San Pedro, cuatro de los seis nuevos cardenales contaron con delegaciones oficiales. Faltaron Estados Unidos y Colombia. El primero es históricamente conocido por no enviar representaciones de primer nivel al Vaticano. Pero en el caso de la nación sudamericana, la ausencia pareció rara. Más se notó porque del Líbano viajó a Roma el presidente de la República, Michel Sleiman en persona, mientras de la India participó un vicepresidente. Tanto molestó la situación que la Conferencia Episcopal ya anunció que presentará una queja formal.