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El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 10 de diciembre de 2012

SANTOS Y BEATOS: EPOPEYAS DE AMOR. EJEMPLO DEL DÍA

Beato Marco Antonio Durando
«Servidor de los pobres, enfermos y desvalidos»

EL CONCILIO VATICANO II HOY

Concilio Vaticano II: 50 años después
Conferencia online de monseñor Elías Yanes

Nueva Evangelización

Rusia: las mejores condiciones que jamás hayan existido para la nueva evangelización
Entrevista al párroco de San Juan Bautista en San Petersburgo: El problema a veces somos nosotros

AÑO DE LA FE

Quince vídeos, original recurso pedagógico en el Año de la Fe
Éxito del dvd ''El Credo: La Fe de la Iglesia'', de Goya Producciones

VENTANA AL MUNDO

Argentina: En Adviento, un blog de artesanía sobre el Misterio
Una invitación a subirse en el popular bus 60 para viajar por medio del arte a Belén

MARÍA, ESTRELLA DE LA EVANGELIZACIÓN

Una sola América a través de un solo mensaje: Cristo
Se inaugura evento por los 15 años de la Exhortación postsinodal ''Ecclesia in America''

Argentina, cientos de miles de devotos festejaron a la Inmaculada Concepción
Miles peregrinaron a Luján y no faltaron los gauchos. En tantas ciudades misa y procesión

Flash

Nuevo director de la revista 'Foc Nou'
Una publicación de El Ciervo 96 en catalán


SANTOS Y BEATOS: EPOPEYAS DE AMOR. EJEMPLO DEL DÍA


Beato Marco Antonio Durando
«Servidor de los pobres, enfermos y desvalidos»
MADRID, lunes 10 diciembre 2012 (ZENIT.org).- La vida de entrega no siempre discurre por los cauces que uno puede haber soñado. Este beato pensó en China, pero su itinerario espiritual y apostólico tuvo como escenario Italia.

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Por Isabel Orellana Vilches

Nació en Mondovì, Italia, el 22 de mayo de 1801. Pertenecía a una familia acomodada, influyente y numerosa; de diez hermanos sobrevivieron ocho. Siendo joven se comprometió con la fe en un ambiente poco proclive a ella, al menos por parte de su padre que profesaba un laicismo de sesgo anticlerical. Pero como la madre era creyente, y se ocupaba de su educación, le inculcó el espíritu religioso. Gracias a su influjo, a los 14 años ingresó en el seminario de Mondovì, pero su deseo era evangelizar China.

Si hace unos días se recordó en esta sección que la piedra de toque de la vida consagrada es el defecto dominante, hoy conviene añadir que la obediencia es uno de sus pilares por excelencia. A través de ella se manifiesta la voluntad de Dios que puede no coincidir con la personal, pero que viene acompañada de grandes frutos como le sucedió a Marco Antonio. Llevando a China en su corazón, ingresó en la Congregación de la Misión y confió a sus superiores su anhelo misionero, pidiéndoles encarecidamente que lo enviaran allí. Pero su insistente demanda no fue acogida por ellos porque tenían otros planes para el muchacho. Así pues, prosiguió estudios en Sarzana dando muestras de virtud en todo su quehacer.

No gozaba de buena salud y por ese motivo en 1822 tuvo que hacer un paréntesis en su formación, momento que coincidió con la dolorosa pérdida de su madre. Ella ya no tendría la alegría de verle ordenado sacerdote, hecho que se produjo en la catedral de Fossano en 1824. Después, el beato revitalizó apostólicamente la región piamontesa con su celo apostólico, suscitando el fervor de las gentes sencillas que acudían a escuchar su vibrante predicación, aunque para ello quienes regentaban establecimientos públicos tenían que cerrarlos. Y al concluir las misiones, cuando llegaba el momento de la despedida de este insigne misionero, no ocultaban su pesar.

En 1830 fue designado superior de Turín, lugar en el que permaneció hasta el fin de sus días. Era un hombre ponderado, con enorme tacto y caridad, que dio sobradas pruebas de su templanza como se constató en situaciones difíciles y dolorosas que le tocó afrontar por razones histórico-políticas. Cuando vieron confiscados los bienes, se ocupó de atender fraternalmente a numerosos religiosos afectados, así como de ir recuperando las posesiones de su comunidad, salvando escollos y dificultades, y actuando en el momento oportuno. Su misión fue intensificar las acciones propias de su carisma que transmitió a través de las Misiones Populares, aunque se dirigió también al clero en sucesivas conferencias y retiros, todo ello conforme a lo establecido por san Vicente de Paúl. Siguiendo su ejemplo, asistió a los pobres espiritual y materialmente.

Fue un gran director espiritual al que acudían en busca de consejo personas de todas clases sociales, incluidos miembros relevantes de la Iglesia y de la nobleza. A él se debe el establecimiento de las Hijas de la Caridad en el Piamonte. Venciendo prejuicios de ciertos clérigos, a ellas encomendó la atención de heridos, tanto en el Hospital militar como en el campo de batalla, un acto de valor y de fe, que fue recompensado personalmente por el rey. Entre otras acciones, contribuyó a difundir entre las jóvenes la asociación de la Medalla Milagrosa, que reportó numerosas vocaciones y fue el detonante de 20 fundaciones. Fundó los centros caritativos «Misericordias», una red excepcional que se fue diversificando en distintos frentes: enfermerías, hospicios, asilos, escuelas, etc., todo ello para asistencia de los enfermos y de los necesitados. Estos centros emblemáticos se abrieron en distintos lugares.

En 1837 fue nombrado Visitador de la Provincia de la Alta Italia (antigua Lombardía), algo inusual dada su juventud, y ejerció esta misión admirablemente hasta la muerte. En 1865 fundó las Hermanas Nazarenas con un grupo de jóvenes que acudieron a él porque querían consagrar su vida a Dios. Les dio esta consigna: «¡Orad, obedeced y haceos santas!», orientándolas a la asistencia de los enfermos a domicilio a tiempo completo. Tenían como modelo la Pasión de Jesús, devoción integrada en un cuarto voto. El beato fue un hombre bien relacionado y supo extraer de sus amistades frutos apostólicos. Íntimamente, y aunque mostraba gran fortaleza, tuvo que luchar contra el desánimo. Fue humilde y delicado, supo combinar sabiamente la comprensión con el rigor. En muchas ocasiones sufrió incomprensiones. Con su salud muy mermada, no logró ser relevado de su misión: «Encorvado bajo el peso de los años, sentado en un sillón, siempre mantenía el rostro suave y sonriente», se dijo de él en esa etapa de su vida. Y así llego a los 79 años, falleciendo el 10 de diciembre de 1880. Fue beatificado por Juan Pablo II el 20 de octubre de 2002.

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EL CONCILIO VATICANO II HOY


Concilio Vaticano II: 50 años después
Conferencia online de monseñor Elías Yanes
MADRID, lunes 10 diciembre 2012 (ZENIT.org).-El jueves, 13 de diciembre, a las 13,00 horas (hora peninsular española), el arzobispo emérito de Zaragoza y miembro de la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis de la Conferencia Episcopal Española (CEE), monseñor Elías Yanes Álvarez, ofrecerá una conferencia-entrevista sobre el “Concilio Vaticano II: 50 años después”, en el marco del Curso online en Doctrina Social de la Iglesia organizado por la Universidad San Jorge, de la Archidiócesis de Zaragoza.

Esta conferencia --informa a ZENIT Víctor Manuel Pérez de la Universidad San Jorge- podrá ser seguida en la web: http://doctrinasocial.usj.es; http://meeting.usj.es/eliasyanes?guestname=invitado.

Másdatos sobre monseñor Elías Yanes Álvarez: http://www.conferenciaepiscopal.nom.es/baseobispos/Fichaobispo.asp?IdEntidad=12&Buscar3=Buscar&IdObispo=46.

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Nueva Evangelización


Rusia: las mejores condiciones que jamás hayan existido para la nueva evangelización
Entrevista al párroco de San Juan Bautista en San Petersburgo: El problema a veces somos nosotros
Por H. Sergio Mora

ROMA, lunes 10 diciembre 2012 (ZENIT.org).- Las condiciones para la evangelización desde el punto de vista civil son las mejores que hayan existido jamás, aunque los católicos puedan sentir presiones por parte del entorno social. Pero la presión que realmente bloquea su hacer en la actual Federación Rusa es la de algunos ambientes católicos que piensan que Rusia es especial, y allí no debe ponerse en práctica el llamamiento del Sínodo de los Obispos a la Nueva Evangelización.

Lo indicó pocos días atrás el sacerdote Otets Aleksandr Burgos, de origen español, párroco de San Juan Bautista en Pushkin, en San Petesburgo, y vicario parroquial de Santa Teresa de Lisieux en Komi (República al norte de Rusia europea, cercana a los Urales) en una entrevista a ZENIT, después de un encuentro informal con periodistas en Roma, que a continuación les proponemos.

¿Cómo se vive hoy en Rusia?

--Padre Aleksandr Burgos: Rusia es un país fantástico al que es muy fácil amar por su profunda belleza en tantos ámbitos de la vida diaria y también por la dureza de la vida de sus habitantes. Además hoy en Rusia desde el punto de vista económico se vive notablemente mejor que diez años atrás, cuando yo llegué.

¿Qué religiones y en qué proporción existen hoy allí?

--Padre Aleksandr Burgos: No existen estadísticas seguras sobre las religiones en Rusia. Las encuestas señalan que entre un 60 y un 70% de la población se considera ortodoxa, aunque la práctica religiosa es muy baja. Los datos de afluencia a la Navidad de 2008 en Moscú son significativos porque tenemos dos fuentes: El Ministerio del Interior --cuyos policías estuvieron a la puerta de todas las iglesias- estimó que la participación había sido de un 2%. El Patriarcado de Moscú contestó diciendo que un 7%. En todo caso, un porcentaje por desgracia muy bajo.

Pueden también dar una idea los datos sobre las organizaciones religiosas oficialmente registradas. Ortodoxas hay doce mil. Los musulmanes son la segunda religión, con cuatro mil organizaciones. Los católicos, los judíos y los viejos creyentes tenemos alrededor de 250. Lo asombroso son los datos protestantes, que denotan un fuerte crecimiento real en los últimos veinte años: cuatro mil organizaciones registradas en todo el país.

¿La gente se considera ortodoxa?

--Padre Aleksandr Burgos: Una buena mayoría de la gente se considera ortodoxa. Es algo muy metido desde siempre en la conciencia nacional rusa y alentado por el actual gobierno de Putin, que entiende que la ortodoxia puede contribuir grandemente a dar identidad al país. Que la gente se considere ortodoxa, es decir cristiana, después del periodo ateo, es algo muy positivo, una noticia para dar gracias a Dios. El problema es que las encuestas dan un menor número de creyentes que de ortodoxos. Eso significa que en este momento para muchos el ser ortodoxo es por desgracia algo más de tipo político-cultural que religioso. No hay que olvidar, por otra parte, el fuerte crecimiento del protestantismo.

¿Cuáles son los datos actuales de los católicos en Rusia?

--Padre Aleksandr Burgos: Los católicos en Rusia son el 1% de la población, distribuidos en 230 parroquias, con unos 350 sacerdotes. Antes de la revolución bolchevique eran muchos más. En algunos lugares, como en la entonces capital, San Petersburgo, llegaban a ser el 7%. Una foto símbolo de esta realidad es la de la procesión del Corpus de 1918, donde se ve cómo una enorme marea de fieles avanza por la avenida Nevski, la avenida principal de la ciudad: eran cuarenta mil fieles. En los últimos años el catolicismo ruso gracias al trabajo serio y callado de tantas personas se está asentando desde el punto de vista estructural.

¿Cuáles son las perspectivas para el catolicismo?

--Padre Aleksandr Burgos: Cuando en toda la Iglesia católica aumenta la conciencia de que es necesario colaborar en la evangelización de un país, esa evangelización crece. En el siglo XX el cristianismo pasó en África de un 0,5% de la población al 60%, de los cuales más de la la mitad católicos, porque toda la Iglesia se puso manos a la obra. Yo rezo para que la Iglesia católica se de cuenta de que Rusia la necesita porque sola no es capaz de salir de la herencia tremenda del período de ateísmo más terrible de la historia del mundo. La Iglesia ortodoxa hace lo que puede pero no es suficiente. Si se quiere reevangelizar realmente el país tiene que ser la Iglesia entera, la Iglesia universal la que colabore.

¿O sea lo que pidió la Virgen de Fátima?

--Padre Aleksandr Burgos: Sí, es en cierto sentido lo que la Virgen indicó en Fátima cuando pidió que el santo padre con todos los obispos del mundo hicieran la consagración de Rusia a su Inmaculado Corazón. Pero no basta con un acto de consagración. De algún modo cada obispo de la Iglesia universal debería sentir que la Virgen le ha encomendado a él personalmente la nueva evangelización de Rusia. Cuando esto ocurra el catolicismo ruso crecerá mucho y eso será un gran bien para el país. Podremos ayudar como hacemos en todo el mundo con la creación de escuelas, de hospitales, de centros de evangelización...

Pero a veces se oye que la práctica de la fe es mayor en Rusia que en occidente...

--Padre Aleksandr Burgos: En el siglo XX la crisis de fe ha sido muy fuerte tanto en Rusia con la persecución comunista como en Occidente con la secularización. En Rusia la práctica de la fe crece, pero todavía están muy lejos de nosotros, a pesar de nuestra crisis. Las iglesias de Madrid y de Roma están muchísimo más llenas que las de Moscú y San Petersburgo. No hay que olvidar tampoco que todavía hoy hay zonas en la Rusia europea donde hay que recorrer más de 40 kilómetros para encontrar una iglesia abierta. Un acontecimiento como la última Jornada Mundial de la Juventud con dos millones de jóvenes es impensable en el mundo postsoviético.

Además aquí estuvo el Vaticano II

--Padre Aleksandr Burgos: El Concilio Vaticano II fue un gran don para toda la Iglesia, que nos ha dotado de instrumentos teológicos valiosísimos que nos permiten ser al mismo tiempo abiertos a los demás y fieles a lo nuestro. Por ejemplo, nosotros podemos sin problemas reconocer la santidad de los santos rusos y sostener que el catolicismo tiene una plenitud eclesial que la ortodoxia no alcanza. Ellos sin embargo a veces tienen problemas para ser flexibles, es decir fieles a la ortodoxia y abiertos al catolicismo. Sorprende, por ejemplo, las críticas ortodoxas a santos tan grandes como Francisco de Asís o Teresa de Jesús. Por otro lado, en Occidente han existido algunas interpretaciones torcidas del Concilio que en lo teórico han privado a la misión católica de fundamento doctrinal y en la práctica han considerado todo apostolado católico en Rusia como proselitismo desleal.

¿Eso significa que a veces hay dificultades para el trabajo que realizan los católicos, verdad?

--Padre Aleksandr Burgos: En Rusia tenemos más libertad para actuar que la que ha habido en los últimos mil años. Hace poco tiempo se han firmado relaciones plenas entre la Federación Rusa y la Santa Sede. Pero ciertamente existen presiones y dificultades. En 2002 cuando Juan Pablo II renovó las diócesis católicas, se produjo un momento de tensión y la expulsión de un obispo y varios sacerdotes, acompañada por diversos controles. La tensión se solucionó con una comisión católico-ortodoxa para estudiar los casos del --a mi entender- mal llamado “proselitismo católico” en Rusia. Hoy en día sería de desear que ese grupo de trabajo conjunto profundizara su actividad convirtiéndose en una mesa ecuménica que alentara la evangelización que llevamos a cabo en Rusia tanto católicos como ortodoxos.

¿O sea se registraron casos de protesta por parte de los ortodoxos?

--Padre Aleksandr Burgos: Sí, en aquellos años se registraron protestas fuertes que es mejor olvidar. De todos modos el problema de la Iglesia católica en Rusia no es la Iglesia ortodoxa que muchas veces nos presiona pero a veces también nos ayuda y con la que nos unen lazos de profunda amistad y lógicas tensiones. El problema fundamental es la asombrosa idea que existe en algunos ambientes del mundo católico postconciliar de que sólo los ortodoxos tienen derecho a evangelizar en Rusia.

¿Según usted, por qué existe esa concepción de que Rusia es sólo de los ortodoxos?

--Padre Aleksandr Burgos: A mi me parece que esa idea proviene de un gran desconocimiento de la misma realidad rusa. Se piensa en Rusia proyectando lo que uno sabe de la historia de su propio país, por ejemplo España o Italia, suponiendo que Rusia ha sido ortodoxa como España ha sido católica, con un porcentaje de 97 o 98% de fieles de esa religión. Se olvida así que Rusia es desde hace bastantes siglos un imperio multiétnico y multicultural en el que han convivido diversas religiones y culturas, entre otras la católica, la judía, la musulmana, la budista y la protestante. Respetar, venerar y amar la tradición ortodoxa rusa, no significa desconocer que Rusia la han conformado diversas tradiciones. Entre ellas el catolicismo ruso tiene una historia también importante, y está regado por la sangre de numerosos mártires. Lo que quiero decir es que si los ortodoxos a veces nos acusan de proselitismo desleal, podemos entenderles. Pero si es nuestra propia Iglesia la que piensa así de nosotros, entonces eso nos bloquea. Gracias a Dios que hay también tanta gente que nos ayuda y nos sostiene con sus atenciones, sus oraciones y sus limosnas, a los que estamos muy agradecidos.

En qué consiste eso que usted denomina “bloqueo”?

--Padre Aleksandr Burgos: los sacerdotes y las religiosas católicas que trabajan en Rusia son ciertamente elogiables por su buen espíritu y por la gran labor que realizan con tantas dificultades. Sin embargo a veces, quizá porque no se sienten suficientemente respaldados por la opinión pública católica o por sus propias congregaciones o por ciertos “aires romanos”, no realizan en Rusia las actividades normales que debido a su carisma propio hace en el resto del mundo. Un ejemplo de bloqueo es que hay congregaciones cuyo carisma es la educación que en su trabajo en Rusia no han abierto un solo colegio. Otro ejemplo es que en todo el postconcilio existen muy pocos libros escritos y publicados por sacerdotes católicos rusos, cuando en el preconcilio estos eran mucho más abundantes. Un tercero es la casi inexistencia del catolicismo ruso de rito bizantino-eslavo. Hay muchos otros.

¿No existe el peligro de entrar en conflicto con los ortodoxos?

--Padre Aleksandr Burgos: Peligro de conflicto siempre existe en las relaciones humanas. Si les amamos nuestra propuesta evangelizadora podrá ser incisiva sin ser agresiva, porque estará basada en el deseo de una amistad sincera y un profundo aprecio de lo genuinamente cristiano que hay en la tradición ortodoxa, que es casi todo. Además el crecimiento del catolicismo ruso no es un problema para el ecumenismo sino una parte importante y necesaria de la solución.

¿Cuándo se podrá pensar a una unión real de Moscú con Roma?

--Padre Aleksandr Burgos: Sólo cuando haya doscientos sacerdotes rusos católicos que tengan verdadera amistad con un millar de sacerdotes rusos ortodoxos, podremos comenzar a pensar en una unión real de Moscú con Roma. Si esto no se da nos volverá a pasar lo mismo que en los concilios ecuménicos de Lyon (1274) o en Florencia(1445): las uniones firmadas por los obispos en Roma serán rechazadas por la gente y el clero en Moscú.

¿Y en el futuro?

--Padre Aleksandr Burgos: Pienso que la evangelización en Rusia tiene un futuro muy prometedor y que algún día desde Rusia nos ofrecerán un fuerte impulso para despojarnos de muchos prejuicios laicistas que estamos admitiendo en nuestra cultura. Mientras tanto espero que los católicos llevemos a cabo un ecumenismo misionero y un apostolado de la plenitud de la fe, que posibilite el crecimiento tanto de las comunidades de rito latino como de las de rito bizantino-eslavo, los dos pulmones por los que debe respirar la Iglesia católica en Rusia.

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AÑO DE LA FE


Quince vídeos, original recurso pedagógico en el Año de la Fe
Éxito del dvd ''El Credo: La Fe de la Iglesia'', de Goya Producciones
MADRID, lunes 10 diciembre 2012 (ZENIT.org).- Hoy ha salido al público el esperado vídeo "El Credo: La Fe de la Iglesia", que expresa en imágenes originales el mensaje del Año de la Fe convocado por Benedicto XVI. Los pedidos iniciales de este dvd han desbordado las previsiones, obligando a la productora Goya Producciones a preparar de inmediato una segunda edición.

El dvd, que contiene 15 vídeos de cinco minutos, explicando cada uno un artículo del Credo, ha suscitado comentarios diversos en el mundo católico.

El arzobispo de Valencia Carlos Osoro opina que este dvd, elaborado como aportación al Año de la Fe, “es una herramienta que puede ser utilizada tanto en el trabajo pastoral como en el ámbito educativo”.

Para el arzobispo de Santiago de Compostela Julián Barrio, este vídeo “ayudará sin duda a revitalizar la fe, confesarla, celebrarla y testimoniarla, dando razón de ella a través de la caridad que se fundamenta en la esperanza”.

Por su parte, el arzobispo de Tarragona Jaume Pujol considera que los vídeos que integran "El Credo: la Fe de la Iglesia" “pueden ser muy útiles para la catequesis de adultos y también de jóvenes”.

La fuerte demanda de este dvd, tanto de España como de América Latina se explica, según el director de Goya Producciones Andrés Garrigó “porque venía siendo indispensable disponer de un buen audiovisual para explicar qué propone la Iglesia como verdades eternas”.

Los 15 vídeos de cinco minutos del dvd "El Credo: La Fe de la Iglesia" empiezan con una rápida encuesta a pie de calle, y responden enseguida con imágenes a los interrogantes que se plantean sobre Dios, el hombre y la eternidad. El punto de partida es el Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica. Un folleto dentro del dvd explica cómo presentarlo a grupos de personas.

El dvd "El Credo: La Fe de la Iglesia" esta ya a la venta en librerías y también se puede adquirir en la web: www.encristiano.com.

Más información en: www.goyaproducciones.com.

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VENTANA AL MUNDO


Argentina: En Adviento, un blog de artesanía sobre el Misterio
Una invitación a subirse en el popular bus 60 para viajar por medio del arte a Belén
BUENOS AIRES, lunes 10 diciembre 2012 (ZENIT.org).-Exactamente 12.184 kilómetros separan Buenos Aires de Belén, la tierra donde nació Jesús. Hasta allí viaja imaginariamente la periodista argentina Natalia Kidd a través del blog El 60 a Belén, un boleto de ida para visitar cada día el pesebre y alumbrar allí reflexiones sobre la Navidad y la vida.

Belén, pesebre, nacimiento... se llama de muchas maneras, sobre todo cuando tiene abundancia de figuras, pero cuando sólo tiene las imprescindibles, se llama también Misterio.

Los pensamientos de esta periodista son inspirados por imágenes de diferentes belenes --o pesebres, como se los llama en Argentina, o nacimientos, como se los denomina en otros sitios- que Kidd viene coleccionando desde hace casi dos décadas.

"De chica no tuve pesebre propio. Armaba el que había en la casa de mi abuela y apenas recuerdo que cada año las figuras --seguramente de yeso- eran menos porque se iban rompiendo... Creo recordar también que una vez tuve uno de papel, que venía para armar y colorear en una revista para niños, pero no han quedado rastros de él --sólo en mi memoria-. Sí recuerdo que en casa siempre hubo arbolito, pero para mi la falta de un pesebre propio se ve que hizo mella", relata Natalia.

A partir de un belén chino que le regaló su madre, comenzó a coleccionar pesebres. En cada viaje, en cada tienda de artesanías, miraba para ver qué belén diferente había y, si era posible, adquirirlo. Vinieron también los pesebres regalados por quienes saben que ama esta expresión popular del nacimiento de Jesús.

"Se fueron acumulando de un modo tal que el mueble en que los exhibía en un principio reventaba literalmente al punto tal que se me ocurrió un día decir que parecía 'el 60 a Belén'", recuerda Natalia.

El 60 es el número que identifica a un servicio de bus urbano muy utilizado en Buenos Aires, tanto que muchas veces se ve atestado en su recorrido de largas distancias por la ciudad.

"Ahora que la colección está más ordenada, me parece buena idea compartirla a través de este blog, es una forma de invitar a todos a subirse a este bus navideño", afirma esta periodista, que invita a este viaje imaginario, espiritual y siempre vigente hacia la gruta de Belén.

Para saber más: http://el60abelen.blogspot.com.ar/.

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MARÍA, ESTRELLA DE LA EVANGELIZACIÓN


Una sola América a través de un solo mensaje: Cristo
Se inaugura evento por los 15 años de la Exhortación postsinodal ''Ecclesia in America''
Por José Antonio Varela Vidal

CIUDAD DEL VATICANO, Lunes 10 diciembre 2012 (ZENIT.org).- Con representantes de todo el continente americano, sea que hablen en inglés, francés, portugués o español, comenzó hoy en esta ciudad el congreso internacional Ecclesia in America, como una viva experiencia de comunión y vínculo de amistad entre los participantes provenientes de la Iglesia en todo el continente americano.

Luego de haber asistido en la misa de inauguración ayer con el santo padre, durante la cual Benedicto XVI ratificó la importancia del trabajo conjunto de toda la Iglesia continental (cf. http://www.zenit.org/article-43821?l=spanish), los asistentes llegaron al Aula del Sínodo con la expectativa de descubrir juntos renovadas modalidades para el trabajo evangelizador, así como nuevos caminos de integración en comunión con el sucesor de Pedro.

En las palabras de bienvenida, el cardenal Marc Ouellet, presidente de la Comisión Pontificia para América Latina, recordó que el Congreso que se desarrolla en el Vaticano, tiene como objetivo “intensificar las relaciones de comunión y colaboración entre la Iglesia de Canadá y de Estados Unidos, con las Iglesias de América Latina, para afrontar problemas y desafíos comunes que se plantean a la misión de la Iglesia en el continente americano”.

Durante su saludo, el alto prelado invitó a los presentes a no ver este evento como un conjunto de óptimas conferencias, sino que se pueda concluir el mismo “compartiendo y proponiendo renovadas modalidades y caminos para que se irradie esa comunión eclesial en todo el continente americano, dispuestas a colaborar con el ministerio universal del Papa”.

María en el origen de la evangelización americana

El evento continuó con la intervención titulada "El acontecimiento guadalupano, en el origen de la evangelización del Nuevo Mundo Americano", a cargo del padre Eduardo Chávez, director del Instituto Superior de Estudios Guadalupanos, quien recordó que la Virgen de Guadalupe llevó hasta nuestro continente a Cristo dentro de su vientre, a fin de que nazca en medio de su pueblo; esto es lo que la convierte “en un verdadero modelo de evangelización cristocéntrico e inculturado”.

Sobre esto último, explicó cómo el pueblo indígena dejó atrás de modo progresivo sus creencias naturales, entre ellas las de los sacrificios humanos, con los que buscaban “calmar a los dioses”. ¿Y cómo se obtuvo esto? Según la teoría del padre Chávez, al momento que la Virgen María habla con Juan Diego, y se presenta como madre de esos mismos “dioses”, el pueblo se calma ante la angustia y decepción en que vivían frente a tales ídolos insaciables.

Y entonces comienza así la inculturación, porque el mensaje que trae María es nuevo, está en germen, es el mismo Jesucristo que nacerá en medio de un pueblo que lo aceptará como el único sacrificio –incruento--, que agrada verdaderamente al Padre. Es así que Jesús “interviene” en tal cultura, pero a través de María, razón por lo cual la han amado y venerado hasta hoy como pocos pueblos en el mundo.

Otro detalle de inculturación que explicó el padre Chávez, fue el deseo transmitido por la Guadalupana para que se construyera un “templo”, donde se adorase no a ella, sino al ‘Dios-con-nosotros’ que estaría por nacer en medio de su pueblo, es decir “en familia”. Y este gesto fue comprendido de inmediato por los indígenas, ya que en dicha cultura, toda ciudad que se fundaba debía destinar un espacio preferencial al templo y construirlo antes de cualquier otro proyecto arquitectónico.

Recordó también que fue deseo de la Virgen que la señal del prodigio le llegara al obispo como cabeza visible de la Iglesia local, pero a manos de un laico como lo era Juan Diego. Y que este portara las flores –de gran significado indígena--, en su tilma --que era una prenda profundamente personal--, le daba un simbolismo único, dado que en los matrimonios la unía el esposo con el vestido de su esposa, en símbolo de unidad eterna.

Por eso la imagen se impregna en la tela y así, en manos del obispo, se crea un signo de eclesiología clarísimo, continuó el conferencista, porque “se fusiona la colaboración permanente que debe darse entre un obispo con sus laicos en pos del anuncio del evangelio inculturado”.

Este trabajo conjunto, entusiasta y encarnado en una cultura abierta a la trascendencia, hizo que a cinco años del prodigio del cerro del Tepeyac, los cronistas narraran asombrados acerca de los millones de conversiones y bautizos que se daban entre los indígenas, con cifras de confesiones sacramentales que alcanzaban los siete mil al día... Es así que ya en 1782, otras crónicas anunciaban la desaparición de la mayoría de idolatrías entre los naturales.

Concluyó su intervención recordando lo dicho por los obispos latinoamericanos en la Conferencia de Aparecida, de que con el prodigio de Guadalupe, se abrieron de nuevo los cielos y el continente vivió “un nuevo Pentecostés” de la mano del hoy san Juan Diego, el indígena.

Quince años de integración americana

En la medida que en el Aula del Sínodo se vivían las certezas de la promesa de Dios para el continente “guadalupano”, el secretario de la Pontificia Comisión para América Latina, profesor Guzmán Carriquiry, expuso el tema “La Exhortación apostólica postsinodal Ecclesia in America: profecía, enseñanzas y compromisos”.

Para el alto funcionario vaticano, antiguamente, las relaciones entre las iglesias locales de Norteamérica y América Latina eran muy esporádicas. Y es que a pesar del origen común del cristianismo, había poca comunicación efectiva, sino fuera por las ayudas económicas que siempre llegaron a los países más pobres, vía las obras de caridad de la Iglesia norteamericana.

Fue la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para América de 1997, la que creó un vínculo mayor de conocimiento y amistad, con un proyecto claro de trabajar “en perspectiva continental”.

Recordó que según la visión profética del beato Juan Pablo II, la estrategia geopolítica del mundo haría caer nuevos muros, uno de los cuales debía ser el muro norte y sur, especialmente ante la emergencia en que vivían los países en vías de desarrollo que veían acentuarse los problemas de justicia en las relaciones económicas.

Ya desde comienzos de los años 90 caían las ayudas, para dar paso al comercio de armas. Y a la vez que terminaba el comunismo, aparecían nuevas ideologías de corte materialista que traían una carga de daño al interior de las sociedades, como han sido el consumismo y el relativismo.

Es en esta coyuntura que el papa Juan Pablo II convoca al Sínodo y entrega posteriormente la Exhortación postsinodal “Ecclesia in America”, que si bien no presentaba soluciones de tipo político o económico --que no es la función de la Iglesia--, sí jerarquizaba las prioridades de la Iglesia, una de las cuales era la absoluta necesidad de compartir la fe católica en toda la América, con el fin de “abrir las puertas a Cristo y recomenzar desde Cristo, descubriendo su densidad y misterio, con su mismo poder de persuasión y efecto sobre los que escuchan el mensaje”.

Ante este desafío, se vio la necesidad de responder al proceso de erosión que causaba el secularismo en las urbes, y que impactaba –aún hoy--, en los políticos, empresarios y medios de comunicación, extendiéndose como una onda expansiva a través de la globalización.

Otros desafíos que fueron parte del diagnóstico del profesor Carriquiry, se refieren a ciertos fenómenos espirituales sincréticos o esotéricos, que unidos a los débiles mensajes de ciertos movimientos religiosos de tipo evangélico, se aprovechan de la escasa formación del creyente.

Pero el principal desafío no está solamente en estos aspectos, sino en el modo en que el catolicismo de América sea capaz de anunciar a Cristo con fidelidad, “suscitando y renovando el encuentro personal con su Persona, que le permita al creyente experimentarlo de nuevo”.

Esta invitación permanente del evangelio, que llama a convertirse y a anunciar a otros la salvación, debe levantar del sueño al creyente, quien muchas veces “ha sepultado su bautismo”, y no influye en su entorno.

Por eso, la propuesta es desarrollar una catequesis presentada “en toda su amplitud y riqueza”, donde la formación cristiana de iniciación y de “reiniciación cristiana” haga personas maduras en la fe. Esta catequesis debería ser presentada en las parroquias y también en las familias; en las escuelas y en las universidades católicas de todo el continente.

Aprovechar entonces que en toda la América “hay más cosas que nos unen que aquello que nos separa”, continuó Carriquiry, no a través de una unidad indiferenciada, sino de aquella “que brota y deriva de la comunión eclesial, siempre con el sucesor de Pedro”.

Es así que la Exhortación Ecclesia in America invita hoy más que nunca a que “se ore en común, con un nuevo impulso, mayor vínculo entre los obispos, diócesis y parroquias, así como entre los agentes pastorales”.

Temas urgentes

Por otro lado, dijo que nuevos aspectos deberían atraer la atención común, como son la violencia urbana que atrapa a los jóvenes, la cuestión migratoria, que debe ser humanizada por la Iglesia respetando la legislación de los países y atendiendo desde lo pastoral a quienes deben dejar casa y nación en busca de mejoría.

También se refirió a los constantes ataques contra la familia, para lo cual la Iglesia tiene la tarea educativa de convertir a estas familias en comunidades de vida, más unidas y lejos del riesgo de la desintegración.

Finalmente, pidió mayor atención sobre la situaciones de indigencia y miseria que contrastan con la opulencia de algunos; o el abandono y fragilidad de los enfermos, ancianos y mujeres, así como de los desocupados y las comunidades indígenas, realidades que interpelan a todo cristiano. A esto unió un llamado a los poderes públicos para que se respete siempre la libertad religiosa.

Concluyó su intervención con una cifra alentadora: que el 50% de los católicos del mundo está en América, porcentaje que está destinado a crecer. Sin embargo, es misión de la Iglesia continental en su conjunto asegurar el destino cristiano de estos pueblos; y esto se podrá conseguir solamente si cumple su tarea principal: evangelizar.

Semillas de integración

Durante la tarde, el programa contempló el trabajo grupal, a modo de un anticipo de lo que tendrá que ser la misión conjunta de la Iglesia continental. Es así que los participantes pudieron elegir entre ocho diferentes temas, según el conocimiento del idioma, y bajo la conducción de algunos de los prelados que asisten al evento.

Los temas que se abordaron, cuyas conclusiones se conocerán a través de la plenaria de mañana martes, fueron tomados de la misma Exhortación postsinodal, según los distintos capítulos en que está dividida la misma: “Una evangelización nueva. Nueva en su ardor, en sus métodos, en su expresión: significado, implicaciones y tareas en el continente americano”; “El encuentro de Jesús por medio de María: experiencias de filiación y discipulado en los pueblos americanos”; “¿Qué significa ser, para la Iglesia, sacramento de comunión y reconciliación a escala del continente americano?”.

Se completó el trabajo con los temas titulados: “Desafíos para la familia cristiana, la dignidad de la mujer y la esperanza de los jóvenes en el continente americano”; “¿Qué dicen las Iglesias americanas, sobre ‘su amplia presencia en el campo de la educación’ y, de modo especial, en el mundo universitario?”; “Unidad de los cristianos y reto de las sectas”; “Caridad y solidaridad desde un ‘amor preferencial por los pobres y marginados’”; “Algunos graves y comunes problemas sociales: corrupci6n, drogas, carrera de armamentos, cultura de la muerte, situación de los indígenas y afroamericanos, problemática de los inmigrados”.

Mañana martes los participantes se encontrarán en los Jardines Vaticanos, frente de la estatua de la Virgen de Guadalupe y de san Juan Diego, con el fin de rezar el rosario y encomendar las tareas y propósitos a su intercesión.  

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Argentina, cientos de miles de devotos festejaron a la Inmaculada Concepción
Miles peregrinaron a Luján y no faltaron los gauchos. En tantas ciudades misa y procesión
Por H. Sergio Mora

ROMA, lunes 10 diciembre 2012 (ZENIT.org).- Ciento de miles de devotos participaron el 8 de diciembre en Argentina, día feriado, en peregrinaciones, actividades y visitas a santuarios en honor de la Inmaculada Concepción.

El evento principal fue la peregrinación al santuario de Nuestra Señora de Luján patrona de Argentina, invocación que la pequeña imagen de la Inmaculada tomó cuando en modo prodigioso manifestó querer quedarse en ese lugar.

La peregrinación más numerosa fue organizada por la Sociedad de Peregrinos a Pie a la Basílica de Nuestra Señora de Luján y partió de la basílica de San José de Flores, a unos 60 kilómetros del santuario, después de una misa por los 108 años de la asociación. La caminata partió bajo el lema: “Reconstruyamos la familia como madre, para que los jóvenes y niños no tengan furia ni tristeza en sus miradas”.

Hacia la madrugada del 8 se registró el mayor flujo de llegadas, en un país en el que el verano invita a los peregrinos a caminar durante la noche. Si bien llegaron también en autobuses, autos e incluso los gauchos a caballo con su saludo “Ave María Purísima” y la respuesta “Sin pecado concebida”.

Para permitir la veneración de la imagen de la Virgen de Luján al numeroso público, la misma fue bajada desde su camarín y puesta en el altar de la basílica.

En la catedral de Buenos Aires se realizó una vigilia de la Inmaculada que inició el viernes y concluyó en sábado con la misa de las 5,30 de la mañana, en el marco del Año de la Fe, con el lema “María, maestra de la fe, con vos rezamos a Jesús”.

Entre las iniciativas se registró la décimoctava posta atlética Luján-Junín, con el lema “Sí a la vida, no al aborto”. Participaron unos treinta atletas que desde Junín salen a media noche haciendo una maratón y después de asistir a la misa de las 5 de la mañana regresan con la posta.

En el santuario basílica de Nuestra Señora de Itatí, en Corrientes, el viernes se realizó un festival con artistas y el sábado después de las misas fue la procesión con la imagen y un cortejo con antorchas.

Se realizaron también eventos similares en varias ciudades y localidades, entre las que se destacaron las de Itá Ibaté, Concepción, Gualeguaychú, Reconquista, Salta, Santa Rosa y Zárate-Campana, San Nicolás y en las más de ochenta iglesias dedicadas a Ella.

Otra invocación de la Inmaculada del país sudamericano es el de la Virgen del Valle, en Catamarca; y la Virgen "Desata Nudos" en el barrio porteño de Agronomía, donde --indicó la agencia de noticias AICA- el cardenal Jorge Bergoglio presidió la misa central y hubo procesión por las calles.

El purpurado también estuvo en la parroquia Virgen de los Milagros de Caacupé, en la villa 21-24, de Barracas donde visitó a los vecinos e impartió el sacramento de la iniciación cristiana a un grupo de adultos. Allí se realizó además una caravana con la imagen de María por las calles y los pasillos del asentamiento.

Suele haber también una procesión náutica, que entretanto este año fue suspendida por problemas de navegabilidad.

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Nuevo director de la revista 'Foc Nou'
Una publicación de El Ciervo 96 en catalán
BARCELONA, lunes 10 diciembre 2012 (ZENIT.org).- Emili Pacheco ha sido nombrado nuevo director de la revista Foc Nou, que edita El Ciervo 96, SA. Sustituye a Joaquim Gomis que pasará a ser el editor.

Emili Pacheco es licenciado en Periodismo por la Universidad Internacional de Cataluña. Su carrera periodística se centró en el mundo de la radio desde hace quince años.

Actualmente dirige y presenta el programa Palabras de Vida en Cataluña Radio, espacio religioso que se emite cada domingo a las seis de la mañana. También es coordinador de los informativos de Radio Calella Telivisión, donde edita y presenta el Informativo de Mediodía.

Foc Nou es una revista de información y pensamiento de inspiración cristiana que el año próximo cumplirá 40 años.

Forman su consejo de dirección: Oriol Llop, Lucia Montobbio, Francesc Romeu y Albert Sáez. Colaboran habitualmente en ella, entre otros, J.M Ballarin, Arcadi Oliveres, Josep Menéndez, Teodor Suau, Jordi Pérez Colomé, Francesc Torralba, Gaspar Mora. Dedica también especial atención a la cultura: libros, cine, teatro, música y televisión.

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