Católicos
28 de diciembre del 2012

La peregrinación más larga de la historia ya está en España. Las claves del viaje de la virgen de Czetochowa de Juan Pablo II y sus testimonios

Pasó a España desde Francia el sábado 15 de diciembre. Se trata de uno de los símbolos más conocidos y reconocidos por Juan Pablo II, la virgen de Czestochowa ultima su próxima parada en Asturias. Recorre más de 20 diócesis de la península, incluidas las Islas Baleares y Ceuta comenzando su viaje por la Cornisa Cantábrica.


 

La virgen de Czestochowa, las más venerada imagen de Polonia que el Papa Juan Pablo II hizo suya viaja en automóvil y entra en las diversas localidades en un remolque y escoltada por coches y motos con banderas representativas. Según ha podido conocer Religión Confidencial la iniciativa de peregrinación de la imagen por diversos puntos de España está teniendo un éxito abrumador.

Según ha podido explicar a Religión Confidencial organizadores de la peregrinación, los fieles están teniendo una experiencia de fe muy honda al encontrarse con este símbolo tan conocido y que ahora alberga España. Uno de los testimonios parte de Santander ha contado, "la llegada de la Virgen a Santander ha sido apoteósica. Cientos de fieles. Celebración de la palabra presidida por nuestro obispo. Con buen repique de campanas al llegar. ¡¡¡¡Emocionante!!! Dara muchos frutos".

De esta experiencia Religión Confidencial ha podido contar con testimonios que cuentan que la entrada de la Virgen a España fue emocionante y además con un tiempo espléndido despues del frio y lluvia que hizo el día anterior. Antes recorrió en su remolque las calles de la ciudad llegando a lo alto de la montaña a la Ermita de Guadalupe, frente al mar, donde fue recibida con aplausos y el repique de  campanas.

Se hizo la ceremonia de ofrecimiento y se rezó el Rosarioluego. lo llevaron a un convento sonde las hermanas lo custodiaron y rezaron hasta por la tarde que fue la misa en la preciosa iglesia del  Juncal, presidida por Esteban Munilla, preciosa, casi 400 personas. Luego procesión con velas, a la que asistieron numerosos niños, hasta una residencia de religiosas donde hubo exposición del Santísimo y oración.  A continuación se hizo la ceremonia de ofrecimiento para rezar el Rosario, después lo llevaron  a un convento donde las hermanas lo custodiaron y rezaron hasta por la tarde.