31.12.12

 

Después de cuatro días del suicidio del hombre de 37 años en el Callejón Carrillo del Barrio Chino de Cartagena (Colombia), se conocen las razones que llevarían a Elkin Ameth Espinosa Otero a suicidarse. Lo cuenta el diario El Universal. Según señalan sus allegados, Elkin habría obedecido a una “señal divina” que, al parecer, le indicaba creer en el supuesto fin del mundo –que ocurriría el pasado 21 de diciembre– como en el fin de sus días, si eso no sucedía.

Elkin Ameth nunca tuvo mujer ni dejó hijos. Era el segundo de seis hermanos y se dedicaba a oficios varios, en especial, a realizar labores con estuco, cada vez que alguien requiriera sus servicios. Hace poco menos de un año comenzó a asistir al centro Creciendo en Gracia, una secta cuyos miembros, según lo reseñan, “creen ser el verdadero pueblo escogido por Dios” y adoran como divinidad a un hombre puertorriqueño, a quien llaman “Jesucristo Hombre” o “Papi” (en la foto).

Dicen que Elkin, al igual que varios seguidores de esa doctrina estaban convencidos que el mundo acabaría el 21 de diciembre, como lo señalaba el calendario Maya. Y en caso de que nada extraordinario sucediera aquel viernes, debían esperar la llegada de la señal divina que les indicaría el siguiente paso.

“Él pasaba hablando de eso, pero uno no le prestaba atención porque no creemos en eso. Como no pasó nada el 21, Elkin se quedó esperando la supuesta señal”, dicen sus familiares. “Pasada una semana, el jueves 27, esperó que la mamá y los sobrinos con los que vivía salieran de la casa. Cuando regresaron, lo encontraron colgando, ya estaba muerto”, refiere una allegada, que quiso poner el caso al descubierto para evitar que “la gente se siga embolatando con esas creencias”.

La secta Creciendo en Gracia y el fin del mundo

Tal como explica Luis Santamaría, miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES) en un largo artículo sobre esta secta controvertida publicado por la agencia Zenit, “se trata de un movimiento espiritual totalmente configurado por la personalidad de su líder, a quien denominan ‘el Apóstol’, José Luis de Jesús Miranda”. En 1973 tuvo una visión en la que dos hombres al pie de su cama le revelaron la segunda venida de Cristo, que, según su propio testimonio, “vino y se integró en mí”. Fundó entonces el “Ministerio Internacional Creciendo en Gracia", nombre oficial de la secta.

En 1987 se autoproclamó “el Otro”, un ser cuasidivino que prepararía la venida del Señor. Tal como explica Santamaría, su evolución continuó así: “el año 2004 fue el momento en el que se proclamó ‘Jesucristo hombre’, y tres años después, en 2007, difundió un vídeo en el que manifestó su nueva personalidad: el Anticristo”. Puede verse la deriva de Miranda como líder sectario capaz de convencer a sus seguidores de unos cambios curiosos de personalidad.

En su artículo, Luis Santamaría se preguntaba también, ya en el año 2009: “¿De qué más es capaz este personaje? ¿Hasta dónde podrá hacer llegar a sus adeptos?”. Sus anuncios apocalípticos también han sido sonados, ya que predijo, sin ir más lejos, su transformación escatológica y el fin del mundo para el pasado 30 de junio de 2012. El caldo de cultivo de temor ante el final es algo, por lo que se ve, normal en su secta.