IGLESIA EN ESPAÑA

Comunicado de Frater España en el Día Internacional de las Personas con Discapacidad


 

Naciones Unidas (ONU) ha elegido este año como tema del Día Internacional de las Personas con Discapacidad: “Romper barreras, abrir puertas: por una sociedad inclusiva para todos”.

Desde la Fraternidad Cristiana de Personas con Discapacidad (Frater España): Nos reafirmamos en el valor y la dignidad de las personas por encima de sus limitaciones. No queremos dejarnos envolver por un lamento común de la situación de carencia, sino de aliento y ánimo, que nos ayude a ser personas, a vivir alegremente la fe en Jesús, a ampliar horizontes vitales, a luchar contra las limitaciones de la enfermedad y discapacidad, a saber vivir con alegría y energía en medio de ellas y denunciar las injusticias. Abrir puertas, lo entendemos, dice el comunicado del Equipo Intercontinental de Frater, como “el esfuerzo por devolver a la persona con discapacidad su dignidad y oportunidades en la vida. Esta es la tarea que asumimos en  nuestra Fraternidad”.

Deseamos seguir trabajando por la incorporación de las personas enfermas y con discapacidad en la sociedad, como miembros activos que luchan por la integración social y eclesial. Desde esta concepción, los propios enfermos y discapacitados pasan de ser receptores pasivos de cuidados y atenciones a ser “protagonistas” de su propio desarrollo integral y sujetos evangelizadores activos en la comunidad de los discípulos de Jesús. Abrir puertas a la integración afectiva y efectiva de las personas con discapacidad.

Llevamos ya cinco años sufriendo una crisis que está golpeando duramente a muchos. Lo sucedido en este tiempo nos permite conocer ya con realismo el daño social y el sufrimiento que está generando. Esta crisis está abriendo una fractura social injusta entre quienes pueden vivir sin miedo al futuro y aquellos que están quedando excluidos de la sociedad y privados de una vida digna.

Además de otros muchos sectores, afecta muy directamente a la calidad de la asistencia sanitaria y a las personas con discapacidad, que ven recortadas sus ayudas y prestaciones. Abrir puertas a la valoración y solución de los problemas reales de la gente.

Para nosotros, Jesús es la Puerta, como se nos dice en el evangelio. Por eso nos animamos e invitamos a hacerlo a quienes quieran: ”abramos las puertas”. Quien se decide a entrar y salir, conoce y es conocido, (Juan 4,5).

Escucha y es escuchado, tiene capacidad de diálogo. Fruto de ese diálogo es la liberación que hace posible un cambio de vida: si salimos por la puerta es para encontrar un sitio abierto, no nuevas esclavitudes o dependencias que no nos dejan crecer.

Estamos en tiempos difíciles. No han de serlo para lamentos y desaliento, ni tampoco para la resignación o la huida. Es la hora de abrir puertas al reconocimiento de la dignidad de las personas por encima de todo, a la valoración e integración de las personas con discapacidad, al reconocimiento de los problemas reales de la gente y la aportación de soluciones a los mismos.