ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 13 de diciembre de 2013

La frase del día

"Las críticas no son otra cosa que orgullo disimulado. Un alma sincera para consigo misma nunca se rebajará a la crítica. La crítica es el cáncer del corazón." (Madre Teresa de Calcuta)

 


El papa Francisco

El papa en Sta. Marta 'Los cristianos alérgicos a los predicadores critican siempre'
Este jueves advierte: 'Están cerrados... no son libres porque tienen miedo a la libertad del Espíritu Santo, que viene a través de la predicación'

El santo padre celebra hoy el 44 aniversario de su ordenación sacerdotal
Bergoglio, desde siempre un sacerdote con olor a oveja

Santa Sede

Francisco: el árbol de Navidad es signo de la luz divina
El santo padre ha recibido a una delegación de Baviera, que ha regalado el abeto de la plaza de San Pedro

La predicación de Adviento a la que asistió el papa Francisco y la Curia Romana
Texto completo de la segunda predicación: La humildad como verdad y como servicio en Francisco de Así­s. Realizada por el fraile capuchino Raniero Cantalamessa

Monseñor Parolín: debemos demostrar que la paz es posible, no una utopía
El nuevo secretario de Estado recibe al cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede

Iglesia y Religión

Alegrí­a en la Familia Paulina por la venerable María Escolástica
La Iglesia reconoció sus virtudes heroicas. En el mundo era María Úrsula Rivata. Fue la primera madre de las Pías Discípulas del Divino Maestro. Para la beatificación falta el milagro

Argentina: la Iglesia pedirá perdón por los casos de pedofilia en una diócesis
El cura que abusó cumple 14 años de condena. Será leído un comunicado en los templos de San Isidro. 'Ser una Iglesia al lado de las ví­ctima y no del victimario'

Mirada al mundo

España: Jesús vuelve a nacer cada Navidad en las periferias existenciales
La labor silenciosa de la familia salesiana en el Polí­gono Sur de Sevilla con niños y familias en dificultad

India: las relaciones homosexuales vuelven a ser delito
El cardenal Gracias: 'La Iglesia se opone a la legalización del matrimonio gay, pero no considera a los homosexuales como delincuentes'

India: El primer ministro pide perdón por las agresiones a los manifestantes
En una protesta pacífica a favor de los derechos de los dalit, numerosos cristianos fueron golpeados y detenidos

México: madres de inmigrantes piden ayuda, perdieron el rastro de sus hijos
Caravana proveniente de Honduras, El Salvador y Guatemala. 'Los extranjeros no son delincuentes'

España: Crónica Blanca concede el VI Premio Juan Pablo II de Comunicación
El portavoz de la Conferencia Episcopal Española entrega el galardón al periodista Fran Otero Fandiño

SANTOS Y BEATOS: EPOPEYAS DE AMOR. EJEMPLO DEL DÍA

Beato Juan Marinoni
«Considerado maestro de los teatinos. Colaborador y compañero del fundador de la Orden, san Cayetano de Thiene, fue un gran apóstol en Nápoles. Pensando en los pobres y desvalidos impulsó una importante red: los Montes de Piedad»


El papa Francisco


El papa en Sta. Marta 'Los cristianos alérgicos a los predicadores critican siempre'
Este jueves advierte: 'Están cerrados... no son libres porque tienen miedo a la libertad del Espíritu Santo, que viene a través de la predicación'

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 13 de diciembre de 2013 (Zenit.org) - El santo padre esta mañana en el homilía de Santa Marta ha explicado que los "cristianos alérgicos a los predicadores tienen siempre algo que criticar, pero en realidad tienen miedo de abrir la puerta al Espíritu Santo y se quedan tristes".

Hablando sobre el Evangelio de hoy, Francisco ha mencionado que "Jesús compara la generación de su tiempo a esos niños siempre descontentos que no saben jugar con felicidad, que siempre rechazan la invitación de los otros: si tocan música, no bailan; si cantan un canto de lamento, no lloran... nada les va bien". El papa ha precisado que esa gente "no estaba abierta a la Palabra de Dios". Su rechazo "no es al mensaje, es al mensajero". Y añade que rechazaban a Juan Bautista, que no comía y no bebía pero decían que era un endemoniado, así como también rechazaban a Jesús, porque era de buen comer y un bebedor, amigo de publicanos y pecadores. "Tienen siempre un motivo para criticar al predicador", ha matizado el santo padre.

"Y ellos, la gente de aquel tiempo, preferían refugiarse en una religión más elaborada: en los preceptos morales, como el grupo de fariseos; en el compromiso político, como los saduceos; en la revolución social, como los celotes; en la espiritualidad gnóstica, como los esenios. Estaban con su sistema bien limpio, bien hecho. Pero el predicador no. También Jesús les hizo hacer memoria: 'Vuestros padres han hecho lo mismo con los profetas'. El pueblo de Dios tiene una cierta alergia a los predicadores de la Palabra, los profetas; los ha perseguido, lo ha matado", ha subrayado el santo padre.

Asimismo, el papa ha continuado indicando que estas personas "dicen aceptar la verdad de la revelación, "pero el predicador, la predicación, no. Prefieren una vida enjaulada en sus preceptos, en sus compromisos, en sus planes revolucionarios o en su espiritualidad desencarnada. Son esos cristianos que están siempre descontentos con lo que dice el predicador".

El santo padre ha hablado de "esos cristiano que están cerrados, que están enjaulados, esos cristianos tristes... no son libres ¿Por qué? Porque tienen miedo a la libertad del Espíritu Santo, que viene a través de la predicación. Y este es el escándalo de la predicación, de la que hablaba san Pablo: el escándalo de la predicación que termina en el escándalo de la Cruz. Escandaliza que Dios nos hable a través de hombres con límites, hombres pecadores: ¡escandaliza! Y escandaliza más que Dios no hable y nos salve a través de un hombre que dice que es el Hijo de Dios pero termina como un criminal. Eso escandaliza".

Continuando con la idea de esos "cristianos tristes", el pontífice ha explicado que éstos "no creen en el Espíritu Santo, no creen en esa libertad que viene de la predicación, que te advierte, te enseña, te reprende también; pero es precisamente la libertad que hace crecer la Iglesia".

El santo padre ha señalado, para concluir, que "viendo estos niños que tienen miedo de bailar, de llorar, miedo de todos, que piden seguridad en todo, pienso en esos cristianos tristes que siempre critican a los predicadores de la verdad, porque tienen miedo de abrir la puerta al Espíritu Santo. Recemos por ellos y recemos también por nosotros, que no nos convirtamos en cristianos tristes, quitando al Espíritu Santo la libertad de venir a nosotros a través del escándalo de la predicación".

Traducido y adapatado de Radio Vaticana por Rocío Lancho

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El santo padre celebra hoy el 44 aniversario de su ordenación sacerdotal
Bergoglio, desde siempre un sacerdote con olor a oveja

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 13 de diciembre de 2013 (Zenit.org) - Un día como hoy hace 44 años, el santo padre Francisco fue ordenado sacerdote, tres días antes de que cumpliera los 33.  Algunos días antes escribió una oración especial que ha sido publicada en el diario Avvenire por la periodista Stefania Falasca, a la que Francisco entregó un copia manuscrita del texto:

Quiero creer en Dios Padre, que me ama como un hijo, y en Jesús, el Señor, que me infundió su Espíritu en mi vida para hacerme sonreír y llevarme así al Reino eterno de vida. Creo en la Iglesia.

Creo que en la historia, que fue traspasada por la mirada de amor de Dios y en el día de la primavera, 21 de septiembre, me salió al encuentro para invitarme a seguirle.

Creo en mi dolor, infecundo por el egoísmo, en el que me refugio.

Creo en la mezquindad de mi alma que buscar tragar sin dar…, sin dar.

Creo que los demás son buenos y que debo amarlos sin temor y sin traicionarlos nunca buscando una seguridad para mí.

Creo en la vida religiosa.

Creo que quiero amar mucho.

Creo en la muerte cotidiana, quemante, a la que huyo, pero que me sonríe invitándome a aceptarla.

Creo en la paciencia de Dios, acogedora, buena, como una noche de verano.

Creo que papá está en el cielo, junto al Señor.

Creo que el padre Duarte está también allí, intercediendo por mi sacerdocio.
 

Creo en María, mi Madre, que ama y nunca me dejará solo.

Y espero en la sorpresa de cada día en que se manifestará el amor, la fuerza, la traición y el pecado, que me acompañarán siempre hasta ese encuentro definitivo con ese rostro maravilloso que no sé cómo es, que le escapo continuamente, pero quiero conocer y amar. Amén.

Con ocasión de la celebración del aniversario de sacerdocio del papa, el padre Miguel Yañez, jesuita argentino que conoció de cerca a Bergoglio a finales de los años 70 cuenta en una entrevista en Radio Vaticana sus recuerdos de aquella época. El padre Yañez estudió en el colegio San José en San Miguel, Argentina, desde el año 1977 al 1977, cuando el entonces padre Bergoglio era provincial de los jesuitas y vivía allí. Ahora, Yanez es director del departamento de Teología moral de la Universidad Pontifica Gregoriana. En la entrevista cuenta que el padre Bergoglio "era muy cercano a nosotros, nos impulsaba verdaderamente a una vida espiritual seria y compartida en una comunidad de hermanos, de amigos, donde había también momentos para la diversión, pero impulsados a comunicar el Evangelio sobre todo a los más pobres y a hacernos cargo de ellos".

También comenta un recuerdo particular del ahora papa Francisco que ha conservado en el corazón "los muchos momentos en los que llevábamos, del encuentro con la gente, los problemas que no sabíamos como afrontar y encontrábamos en él a alguien con quien compartirlo. Nos apoyaba en este compromiso y nos daba los medios para hacer frente a todo esto". Comentando el nombramiento de Francisco como "Persona del año" por la revista Time, el padre Yanez afirma que ha conocido "un padre Bergoglio que huía de los medios de comunicación, de la notoriedad. Su ministerio era muy oculto y ahora, sin buscarlo, se encuentra de frente a un mundo que - creo - necesita una figura de este tipo, de un mensaje así de claro y así de radical que es el Evangelio".




Jorge Bergoglio nació en el barrio argentino de Flores en el Gran Buenos Aires el 17 de diciembre de 1936. Tras estudiar como técnico químico eligió el sacerdocio y entró en la Compañía de Jesús. El 13 diciembre de 1969 fue ordenado sacerdote.

Estudió filosofía y teología en ambas facultades del Colegio Máximo San José. Fue maestro de novicios y profesor universitario de teología, provincial de los Jesuitas en su país y presidente de la Conferencia episcopal Argentina del 2005 al 2011. Juan Pablo II lo creó cardenal en el 2001.

Ha sido consultor de la Pontificia Comisión de América Latina; miembro de las Congregaciones para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos; del Clero; de los Institutos de Vida Consagrada, del Consejo postsinodal, y de la presidencia del Pontificio Consejo para la Familia.

(RED/RL)

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Santa Sede


Francisco: el árbol de Navidad es signo de la luz divina
El santo padre ha recibido a una delegación de Baviera, que ha regalado el abeto de la plaza de San Pedro

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 13 de diciembre de 2013 (Zenit.org) - El árbol de Navidad de la plaza de San Pedro ha sido encendido esta tarde a las 17,15 locales, cuando ya era obscuro debido al horario invernal de Europa, en una simple pero sentida ceremonia que concluyó con el canto del Stille nacht (Noche de paz).

Por la mañana el santo padre ha recibido a los participantes a la peregrinación de Baviera, región de Alemania que este año ha regalado el árbol navideño. Un árbol "internacional" ha dicho Francisco, ya que creció justo en la frontera entre Alemania y la República Checa.

Tal y como ha recordado el papa Francisco, "este abeto majestuosos quedará junto al pesebre hasta el final de las fiestas navideñas y será admirado por los romanos y los peregrinos y turistas de todas partes del mundo".

El santo padre ha dado las gracias a los participantes, por su presencia y por el árbol de la plaza y los otros pequeños árboles que han regalo para colocar otros lugares de la Ciudad del Vaticano. El pontífice ha reconocido que con estos dones "habéis querido manifestar la cercanía espiritual y la amistad que unen toda Alemania, y en particular Baveria, a la Santa Sede, en la estela de la tradición cristiana que ha fecundado la cultura, la literatura y el arte de vuestra nación y de toda Europa".

Así, Francisco ha afirmado: "Con mi oración estoy cerca de ustedes y les acompaño en el camino de las comunidades cristianas de ustedes y de todo el pueblo alemán". Del mismo modo ha deseado de todo corazón a los presentes y sus compatriotas "pasar con serenidad la Navidad del Señor". El santo padre ha recordado que también hoy Jesús continúa disipando las tinieblas del error y del pecado, para llevar a la humanidad la alegría de la resplandeciente luz divina, de la que el árbol navideño es signo y recuerdo".

Y retomando sus palabras en la exhortación apostólica Evangelii Gaudium, ha invitado a dejarnos envolver por la luz de su verdad para que "la alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús".

Para saber más sobre el árbol

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La predicación de Adviento a la que asistió el papa Francisco y la Curia Romana
Texto completo de la segunda predicación: La humildad como verdad y como servicio en Francisco de Así­s. Realizada por el fraile capuchino Raniero Cantalamessa

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 13 de diciembre de 2013 (Zenit.org) - Este viernes por la mañana, el papa Francisco asistió, junto a la Curia Romana, a la segunda predicación de Adviento en la Capilla Redemptoris Mater del Vaticano. Como en otras ocasiones, el sermón fue pronunciado por el predicador de la Casa Pontificia, padre Raniero Cantalamessa. El fraile capuchino tituló su reflexión de adviento en preparación a la Navidad: La humildad como verdad y como servicio en Francisco de Asís.

A continuación les presentamos la traducción de ZENIT del texto completo de la predicación.

Padre Raniero Cantalamessa, ofmcap

Segunda Predicación de Adviento

LA HUMILDAD COMO VERDAD Y COMO SERVICIO EN FRANCISCO DE ASÍS

1. Humildad objetiva y humildad subjetiva

Francisco de Asís, hemos visto la vez pasada, es la demostración viviente de que la reforma más útil de la Iglesia es la del camino de santidad, que consiste siempre en un valiente regreso al Evangelio y que debe comenzar por uno mismo.

En esta segunda meditación quisiera profundizar sobre un aspecto del regreso al Evangelio, una virtud de Francisco. Según Dante Alighieri, toda la gloria de Francisco depende de su“haberse hecho pequeño”,es decir de su humildad. ¿Pero en qué ha consistido laproverbialhumildad de san Francisco?

En todas las lenguas, a través de las cuales ha pasado la Biblia para llegar hasta nosotros, es decir en hebreo, en griego, en latín y en castellano, la palabra "humildad" tiene dos significados fundamentales: uno objetivo que indica bajeza, pequeñez o miseria de hecho y uno subjetivo que indica el sentimiento y el reconocimiento que se tiene de la propia pequeñez. Este último es lo que entendemos por virtud de la humildad.

Cuando en el Magníficat María dice: “Ha mirado la humildad (tapeinosis) de su sierva”, entiende humildad en el sentido objetivo, ¡no subjetivo! Por esto muy oportunamente en distintas leguas, por ejemplo en alemán, el término es traducido por “pequeñez” (Niedrigkeit). ¿Cómo se puede imaginar, además, que María exalta su humildad y atribuya a ésta la elección de Dios, sin, con eso mismo, destruir la humildad de María? Y también a veces se ha escrito incautamente que María noatribuye a si misma ninguna otra virtud si no la de la humildad, como sí, de tal modo, se hiciese un gran honor, y no un gran mal a tal virtud.

La virtud de la humildad tiene un estatuto especial: la tienequien no cree tenerla, no la tiene quien cree tenerla. Solo Jesús puede declararse “humilde de corazón” y serlo verdaderamente; esta, veremos, es la única e irrepetible característica de la humildad del hombre-Dios. Por tanto, ¿María no tenía la virtud de la humildad? Claro que la tenía y en el grado más alto, pero esto lo sabía solo Dios, ella no. Precisamente esto es lo queconstituye el mérito inigualable de la verdadera humildad: que su perfume es percibido solo por Dios, no por quien lo emana. San Bernardo escribió: “El verdadero humilde quiere ser considerado vil, non proclamado humilde”i. Las Florecillas refieren en relación con esto un episodio significativo, y en el fondo, ciertamente histórico.

Un día, al volver San Francisco del bosque, donde había ido a orar, el hermano Maseo quiso probar hasta dónde llegaba su humildad; le salió al encuentro y le dijo cuasi bromeando: “¿Por qué a ti? ¿Por qué a ti? ¿Por qué a ti?” “¿Qué quieres decir con eso?”, repuso San Francisco. Y el hermano Maseo: "Me pregunto ¿por qué todo el mundo va detrás de ti y no parece sino que todos pugnan por verte, oírte y obedecerte? Tú no eres hermoso de cuerpo, no sobresales por la ciencia, no eres noble, y entonces, ¿por qué todo el mundo va en pos de ti?". Al oír esto, San Francisco sintió una grande alegría de espíritu, […], se dirigió al hermano Maseo y le dijo: ¿Quieres saber por qué a mí? ¿Quieres saber por qué a mí? ¿Quieres saber por qué a mí viene todo el mundo? Esto me viene de los ojos del Dios altísimo, que miran en todas partes a buenos y malos, y esos ojos santísimos no han visto, entre los pecadores, ninguno más vil ni más inútil, ni más grande pecador que yo”ii.

2. La humildad como verdad

La humildad de Francisco tiene dos fuentes de iluminación, una de naturaleza teológica y una de naturaleza cristológica. Reflexionamos sobre la primera. En la Biblia encontramos actos de humildad que no salen del hombre, de la consideración de la propia miseria o del propio pecado, sino que tienen como única razón Dios y su santidad. Tal es la exclamación de Isaías “Soy un hombre de labios impuros”, frente a la manifestación imprevista de la gloria y de la santidad de Dios en el templo(Is 6, 5 s); tal es también el grito de Pedro después de la pesca milagrosa: “¡Aléjate de mí que soy un pecador!” (Lc 5,8).

Estamos delante de la humildad esencial, la de la criatura que toma conciencia de sí delante de Dios. Hasta que la persona se mide con sí mismo, con los otros o con la sociedad, no tendrá nunca la idea exacta de lo que es; le falta la medida. “¡Qué acento infinito, ha escrito Kierkegaard, cae sobre el yo en el momento en el que obtiene como medida a Dios”iii. Francisco poseía de forma eminente esta humildad. Una máxima que repetía a menudo era: “Lo que un hombre es delante de Dios, eso es, nada más”iv.

Las Florecillas cuentan que una noche, el hermano León quería espiar de lejos lo que hacía Francisco durante su oración nocturna en el bosque deLaVerna y de lejos le oía murmurar largo rato algunas palabras. El día siguiente el santo lo llamó, y después de reprenderlo amablemente por haber desobedecido su orden, le reveló el contenido de su oración:

“Sepas, fray Ovejuela de Dios, que cuando yo hablaba lo que oíste, me eran manifestadas dos luces: la del propio conocimiento y la del conocimiento del Creador. Cuando yo decía: «¿Quién eres tú, dulcísimo Dios mío?», en la luz de la contemplación veía el abismo de la infinita bondad y sabiduría y potencia de Dios, y cuando decía: «¿Qué soy yo?», era en la luz de la contemplación con la cual veía el profundo valle lacrimoso de mivileza y miseria”v.

Era eso que pedía a Dios san Agustín y que consideraba la suma de toda la sabiduría: “Noverim me, noverim te. Que yo me conozca a mí y que yo te conozca a ti; que yo me conozca a mí por humillarme y que yo te conozca a ti por amarte”vi.

El episodio del hermano León está ciertamente adornado, como siempre en las Florecillas, pero el contenido corresponde perfectamente a la idea que Francisco tenía de sí y de Dios. Es una prueba el inicio del cántico de las criaturas con la distancia infinita que pone entre Dios “altísimo, omnipotente, buen Señor, a quien se debe la alabanza, la gloria, el honor y la bendición” y el mísero moral que no es digno ni siquiera de "nombrar"a Dios, es decir, de pronunciar su nombre.

En esta luz, que he llamado teológica, la humildad nos aparece esencialmente como verdad. “Me preguntaba un día, escribió santa Teresa de Ávila, por qué motivo el Señor ama tanto la humildad y me vinoen mente de improviso, sin ninguna reflexión mía, que debe ser porqué él es suma de Verdad y la humildad es verdad”vii.

Es una luz que no humilla, sino al contrario, da alegría inmensa y exalta. Ser humilde de hecho no significa estar descontentos de sí y tampoco reconocer la propia miseriay lapropia pequeñez.Es mirar a Dios antes que a sí mismo y medir el abismo que separa el finito del infinito. Más se da uno cuenta de esto, más se hace humilde. Por tanto, se comienza a regocijar de la nada, ya que es gracias a esto que se puede ofrecer a Dios un rostro cuya pequeñez y cuya miseria ha fascinado desde la eternidad el corazón de la Trinidad.

Una gran discípula del Pobrecillo, que papa Francisco ha proclamado santa hace poco, Angela da Foligno, cercana a la muerte exclamó: “¡Oh nada desconocida, oh nada desconocida! El alma no puede tener una visión mejor en este mundo que contemplar la propia nada y vivir en ésta como en la celda de una cárcel”viii.Hay un secreto en este consejo, una verdad quese aprende por experiencia. Se descubre entonces que existe de verdad esa celda y que se puede entrar realmente cada vez que se quiera. Ésta consiste en el sentimiento quieto y tranquilo de ser una nada delante de Dios, ¡pero una nada amada por él!

Cuando se está dentro de la celda de esta cárcel luminosa, no se ven más los defectos del prójimo, o se ven con otra luz. Se entiende que es posible, con la gracia y con el ejercicio, realizar lo que dice el Apóstol y que parece, a primera vista, excesivo esdecir“considerar a todoslosotros superiores a sí” (cf Fil 2, 3), o al menos se entiende cómo esto puede haber sido posible para los santos.

Cerrarse en esta cárcel es diferente a cerrarse en sí mismo; es, sin embargo, abrirse a los otros, al ser, a la objetividad de las cosas. El contrario de lo que siempre han pensado los enemigos de la humildad cristiana. Es cerrarse al egoísmo, no en el egoísmo. Es la victoria sobre uno de los males que también la psicología moderna juzga fatal para la persona humana: el narcisismo. En esa celda, además, no penetra el enemigo. Un día, Antonio el Grande tuvo una visión; vio, en un momento, todos los lazos infinitos del enemigo en el suelo y dijo gimiendo: “¿Quién podrá evitar todos estos lazos? y escuchó una voz responderle: “¡Antonio, la humildad!”ix. “Nada, escribió el autor de la Imitación de Cristo, conseguirá hacer exaltarse a aquel que está fijado firmemente en Dios”x.

3. La humildad como servicio de amor

Hemos hablado de la humildad como verdad de la creatura delante de Dios. Paradojalmente lo que entretanto llena más de estupor el alma de Francisco no es la grandeza de Dios, pero su humildad. En las Laudi di Dio Altissimo que se conservan escritas por su puño en Asís, entre las perfecciones de Dios - “Tú eres santo. Tú eres fuerte. Tú eres trino y uno. Tu eres amor, caridad. Tu eres sabiduría...”, en un cierto momento Francisco añade una insólita: “Tú eres humildad”. No es un título puesto por equivocación. Francisco ha aferrado una verdad profundísima sobre Dios que debería de llenarnos también a nosotros de estupor.

Dios es humildad porque es amor. Delante de las creaturas humanas, Dios se encuentra desprovisto de cualquierposibilidadno solamente constrictiva, pero también defensiva. Si los seres humanos eligen, como han hecho, rechazar su amor, él no puede intervenir autoritariamente para imponerse a ellos. No puede hacer otra cosa que respetar el libre arbitrio de los hombres.Los hombres podránrechazarlo, eliminarlo: él no se defenderá, dejará hacer. O mejor, su manera de defenderse y de defender a los hombres contra su mismo aniquilamiento será la de amar nuevamente y siempre, eternamente. El amor crea por su naturaleza dependencia y la dependencia la humildad. Así es también, misteriosamente, en Dios.

El amor nos da por lo tanto la llave para entender la humildad de Dios: se necesita poca potencia para ponerse en muestra, en cambio se necesita mucha para ponerse a un lado, para borrarse. Dios es esta ilimitada potencia de esconderse de sí y como tal se revela en la encarnación. La manifestación visible de la humildad de Dios es posible tenerla contemplando a Cristo que se pone de rodillas delante a sus discípulos para lavarle los pies -y podemos imaginarlos que esos pies estaban sucios- y aún más cuando reducido a la más radical impotencia en la cruz, sigue amando sin nunca condenar.

Francisco ha acogido este nexo estrecho entre la humildad de Dios y la encarnación. Veamos aquí algunas desus palabras de fuego:

“Cada día él se humilla, como cuando de su sede real descendió en el vientre de la Virgen; cada día él mismo viene hacia nosotros en apariencia humilde; cada día desciende del seno del Padre en el altar, en las manos del sacerdote”xi.

“Oh humildad sublime. Oh sublimidad humilde, que el Señor del universo, Dios e Hijo de Dios, así se humille hasta esconderse por nuestra salvación, bajo la poca apariencia del pan. Miren hermanos, la humildad de Dios, y abran delante de él su corazón”xii.

Hemos descubierto así el segundo motivo de la humildad de Francisco: el ejemplo de Cristo. Es el mismo motivo que Pablo indicaba a los Filipenses cuando les recomendaba de tener los mismos sentimientos de Cristo Jesús que se “humilló a sí mismo haciéndose obediente hasta la cruz” (Fil 2, 5.8). Antes de Pablo había sido Jesús personalmente a invitar a los discípulos a imitar su humildad: “Aprendan de mi que soy manso y humilde de corazón”” (Mt 11, 29).

¿En qué, nos podríamos interrogar, Jesús nos dice que imitemos su humildad? ¿En qué fue humilde Jesús?Leyendolos evangelios, no encontramos nunca ni siquiera la mínima admisión de culpa sobre la boca de Jesús, ni siquiera cuando conversa con el Padre. Esta es una de las pruebas más escondidas, mismo de las que más convencen, sobre la divinidad de Cristo y de la absoluta unicidad de su conciencia. En ningún santo, en ningún grande de la historia y en ningún fundador de religión, se encuentra una tal conciencia de inocencia”.

Todos reconocen, más o menos de haber cometido algún error y de tener alguna cosa de la cual hacerse perdonar, al menos de Dios. Gandhi, por ejemplo, tenía una conciencia muy aguda de haber, en algunas ocasiones, tomado posiciones equivocadas; tenía también sus remordimientos. Jesús nunca. Él puede decir dirigiéndose a sus adversarios: “¿Quién de ustedes me puede convencer del pecado?”. (Jn 8, 46). Jesús proclama de ser “Maestro y Señor” (cfr Jn 13, 13), de ser más que Abraham, que Moisés, que Jonás, que Salomón. Dónde está por lo tanto la humildad del Señor, para poder decir: “¿Aprenden de mi que soy humilde?

Aquí descubrimos una cosa importante. La humildad no consiste principalmente en ser pequeños, porque se puede ser pequeños sin ser humildes; no consiste principalmente en sentirse pequeños, porque uno pude sentirse pequeño y serlo realmente y esta sería objetividad, pero no aún humildad; sin tomar en cuenta que además el sentirse pequeño e insignificante puede nacer también por un complejo de inferioridad y llevar al replegarse sobre sí mismo y a la desesperación en vez que llevar a la humildad. Por lo tanto la humildad para sí, en el grado más perfecto no está en el ser pequeños, ni en el sentirse pequeños, ni en proclamarse pequeños. Está en el hacerse pequeño y no por cualquier necesidad o utilidad personal, sino por amor, para “elevar” a los demás.

Así fue la humildad de Jesús; él se hizo tan pequeño de “anularse” incluso por nosotros. La humildad de Jesús es la humildad que baja desde Dios y que tiene su modelo supremo en Dios, no en el hombre. En la posición en la cual se encuentra, Dios no puede “elevarse”; nada existe encima de él. Si Dios sale de si mismo y hace algo fuera de la Trinidad, esto no podrá ser que un rebajarse y un hacerse pequeño; no podrá ser, en otras palabras, que humildad, o como decíanalgunos Padres griegos, synkatabasis, o sea condescendencia.

San Francisco hace de la “hermana agua” el símbolo de la humildad, definiéndola “útil, humilde, preciosa y casta”. El agua de hecho nunca se “levanta”, nunca “asciende”, pero “desciende” hasta que llega al punto más bajo.Elvapor sube y por lo tanto es el símbolo tradicional del orgullo y de la vanidad: el agua desciende y por lo tanto es el símbolo de la humildad.

Ahora sabemos qué quiere decir la palabra de Jesús: “Aprendan de mi que soy humildad”. Es una invitación a hacernos pequeños por amor, a lavar como él los pies de los hermanos. En Jesús vemos además la seriedad de esta opción. No se trata de hecho de descender y hacerse pequeño cada tanto, como un rey que en su generosidad cata tanto se digna de descender entre el pueblo y quizás servirlo en alguna cosa. Jesús se hace “pequeño”, como “se hace carne”, o sea establemente, hasta el fondo. Eligió pertenecer a la categoría de los pequeños y de los humildes.

Este nuevo rostro de la humildad se resume en una palabra: servicio: Un día -se lee en el Evangelio- los discípulos habían discutido entre ellos quien era “el más grande”. Entonces Jesús “habiéndose sentado” -como para dar mayor solemnidad a la lección que estaba por impartir- llamó a sí a los doce y les dijo: “Si uno quiere ser el primero sea elúltimo”. Pero después explica en seguida que entiende por 'último': que sea el 'siervo' de todos. La humildad proclamada por Jesús es por lo tanto servicio. En el Evangelio de Mateo, esta lección de Jesús es acompañada por un ejemplo: “Justamente, como el Hijo del hombre que no vinopara ser servido sino para servir” (Mt 20, 28).

4. Una Iglesia humilde

Alguna consideración práctica sobre la virtud de la humildad, tomada en todas sus manifestaciones, tanto respecto a Dios como respecto a los hombres. No debemos ilusionarnos de haber alcanzado la humildad solamente porque la palabra de Dios nos ha conducido a descubrir nuestra nada y nos ha mostrado que tiene que traducirse en servicio fraterno. En qué punto nos encontramos en materia de humildad, se ve cuando la iniciativa pasa de nosotros a los otros, o sea cuando no somos más nosotros a reconocer nuestros defectos y equivocaciones, pero son los otros a hacerlo, cuando no somos solamente capaces de decirnos la verdad, pero también de dejar que nos la digan, de buen grado,losotros. Antes de reconocerse delante a frayMaseocomo el más vil de los hombres, Francisco había aceptado en buena medida y por mucho tiempo, las mofas, considerado por amigos y parientes y por todo el pueblo de Asís como un ingrato, un exaltado, uno que no habría logrado hacer nada bueno durante su vida.

A qué punto estamos en la lucha contra el orgullo, se ve, en otras palabras, de acuerdo a como reaccionamos externamente o internamente cuando nos contradicen, corrigen, critican, o nos dejan aparte. Pretender asesinar el propio orgullo golpeándolo nosotros solos, sin que nadie intervenga desde el exterior, es como usar el propio brazo para castigarse uno mismo:nunca hará verdaderamente mal a sí mismo. Es como si un médico quisiera extirparse un tumor por si mismo.

Cuando yo busco que un hombre me de gloria por algo que digo o hago, es casi seguro que aquel que tengo delante busca recibir gloria de mi parte, por como escucha y por como él responde. Y así sucede que cada uno busca la propia gloria y nadie la obtiene para sí, y si acaso la obtiene no es que 'vanagloria', o sea gloria vacía, destinada a disolverse en humo como la muerte. Pero el efecto es igualmente terrible; Jesús atribuía a la búsqueda de la propia gloria incluso la imposibilidad de creer. Le decía a los fariseos: “¿Cómo pueden creer ustedes que pretenden la gloria uno de los otros y no buscan la gloria que viene solamente de Dios?”. (Jn 5, 44).

Cuando nos encontramos involucrados en pensamientos y aspiraciones de gloria humana, lancemos en la pelea de tales pensamientos, como una antorcha ardiente, la palabra que Jesús mismo usó y que nos dejó a nosotros: “Yo no busco mi gloria” (Jn 8, 50). La de la humildad es una lucha que dura toda la vida y se extiende a cada aspecto de ella. El orgullo es capaz de nutrirse sea del mal que del bien; peor aún, al contrario de lo que sucede con los otros vicios, el bien, no el mal, es el terreno de cultivo preferido por este terrible “virus”.

Escribe con argucia el filosofo Pascal:

“La vanidad tiene raíces tan profundas en el corazón del hombre que un soldado, un siervo de milicias, un cocinero, un cargador, se enorgullece y pretende tener sus admiradores, y los mismos filósofos los quieren. Y los que escriben contra la vanagloria aspiran a la vanagloria de haber escrito bien, y quienes leen a la vanagloria de haberlos leídos; y yo que escribo esto nutro quizás el mismo deseo; y quienes me leerán quizás también”xiii.

Para que el hombre no se “suba en soberbia”, Dios lo fija al piso con una especie de ancla; le pone al lado como a san Pablo un “mensajero de satanás que lo abofetea”, “una espina en la carne” (2 Cor 12,7). No sabemos exactamente que era para el apóstol esta “espina en la carne”, ¡pero sabemos bien lo que es para nosotros! Cada uno que quiere seguir al Señor y servir a la Iglesia la tiene. Son situaciones humillantes de las cuales uno es llamado constantemente, a veces noche y día, a la dura realidad de lo que somos. Puede ser un defecto, una enfermedad, una debilidad, una impotencia, que el Señor nos deja, a pesar de todas las súplicas; una tentación persistente y humillante, quizás justamente tentación de soberbia; una persona con la que uno está obligado a vivir y que, a pesar de la rectitud de ambas partes, tiene el poder de poner al desnudo nuestra fragilidad, de demoler nuestra presunción.

Pero la humildad no es sólo una virtud privada. Hay una humildad que tiene que resplandecer en la Iglesia como institución y pueblo de Dios. Si Dios es humildad, también la Iglesia tiene que ser humildad; si Cristo ha servido, también la Iglesia debe servir, y servir por amor. Durante demasiado tiempo la Iglesia, en su conjunto, ha representado ante el mundo la verdad de Cristo, pero quizás no demasiado la humildad de Cristo. Y sin embargo, es con ésta, mejor que con cualquier apologética, con la que se aplacan lashostilidades y los prejuicios en su contra y se allana la vía para la acogida del Evangelio.

Hay un episodio de Los novios de Manzoni que contiene una profunda verdad psicológica y evangélica. El capuchino Fray Cristobal, terminado el noviciado, decide pedir perdón públicamente a los parientes del hombre que, antes de hacerse fraile, ha matado en un duelo. La familia se despliega en fila, formando una especie de horcas caudinas, de manera que el gesto resulte lo más humillante posible para el fraile y de mayor satisfacción para el orgullo de la familia. Pero cuando ven al joven fraile avanzar con la cabeza inclinada, arrodillarse ante el hermano del muerto y pedir perdón, cede la arrogancia, son ellos los que se sienten confundidos y los que piden perdón, hasta que al final todos se apiñan para besarle la mano y encomendarse a sus oracionesxiv. Son los milagros de la humildad.

En el profeta Sofonías, dice Dios: “Y dejaré en medio de ti un pueblo humilde y pobre, que confiará en el nombre del Señor”.Esta palabra todavía es actual y quizás de ella dependa también el éxito de la evangelización en la que está involucrada la Iglesia.

Ahora soy yo el que, antes de terminar, me tengo que recordar a mi mismo una máxima querida por san Francisco. Él solía repetir: “El emperador Carlos, Rolando, Oliverio y todos los esforzados caballeros consiguieron una gloriosa y memorable victoria… En cambio, ahora hay muchos que pretenden honra y gloria con sólo contar las hazañas que ellos hicieron”xv. Utilizaba este ejemplo para decir que los santos han practicado las virtudes y otros buscan la gloria con sólo contarlasxvi.

Para no ser también uno de ellos, me esfuerzo por poner en práctica el consejo que daba un antiguo Padre del desierto, Isaac de Nínive, a aquel que se ve obligado por el deber a hablar de cosas espirituales que aún no ha alcanzado con su vida: “Habla de ellas, decía, como uno que pertenece a la clase de los discípulos y no con autoridad, tras haber humillado tu alma y haberte hecho más pequeño que cada uno de tus oyentes”. Con este espíritu, Santo Padre, Venerables Padres, hermanos y hermanas, he osado hablarles de humildad.

i S. Bernardo de Claraval, Sermones sobre el Cántico, XVI, 10 (PL 183,853)
ii Fioretti, cap. X.
iii S. Kierkegaard, La enfermedad mortal, II, cap.1.
iv Admoniciones, XIX ; cf. S. Buenaventura, Legenda mayor, VI,1 (FF 1103).
v Consideraciones sobre los estigmas, III).
vi S. Augustin, Soliloquios,I,1,3; II, 1, 1 (PL 32, 870.885).
vii S. Teresa de Avila, Castillo interior, VI dim., cap. 10.
viii El libro della B. Angela de Foligno, Quaracchi, 1985, p. 737
ix Apophtegmata Patrum, Antonio, 7 (PG 65, 77).
x Imitación de Cristo, II, cap. 10.
xi Amoniciones, I.
xii Carta a toda la Orden.
xiii B. Pascal, Pensamientos, n. 150 Br.
xiv A. Manzoni, Los Novios, cap.IV.
xv Amoniciones VI.
xvi Amoniciones VI.

Traducido por ZENIT

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Monseñor Parolín: debemos demostrar que la paz es posible, no una utopía
El nuevo secretario de Estado recibe al cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 13 de diciembre de 2013 (Zenit.org) - El nuevo secretario de Estado, monseñor Pietro Parolín, se ha reunido esta mañana con el cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede. Durante su discurso ha querido renovar el deseo de cooperar en la búsqueda de la paz y el respeto a la dignidad de cada ser humano "en una época en la que en muchas partes del mundo se enfrentan a múltiples formas de violencia y a la persistencia de las desigualdades sociales".

Asimismo, monseñor Parolín ha retomado las palabras que el santo padre pronunció el 22 de marzo en su primera audiencia con el cuerpo diplomático: "esto es precisamente lo que preocupa a la Santa Sede: el bien de todo hombre en esta tierra". A lo que el secretario de Estado ha añadido que "no podemos permanecer indiferentes ante el sufrimiento que afecta dramáticamente a los seres humanos".

También ha querido destacar que "nosotros debemos demostrar que la paz es posible, no es una utopía", subrayando que "la paz es un bien concreto que viene de Dios y que nosotros podemos ayudar a construirla gracias a nuestro compromiso personal y solidario". Para ello, ha explicado, "es necesario trabajar juntos en la construcción de una verdadera cultura de la paz, respondiendo con valentía a los desafíos que ponen en peligro una coexistencia auténtica entre las personas y los pueblos". Por lo tanto, monseñor Parolín ha precisado que la felicidad es "una de las aspiraciones más profundas del hombre". Y se ha preguntado si la misión de los diplomáticos no es precisamente trabajar para hacer el mundo más feliz a través de relaciones cada vez más fraternas.

"Como ha explicado varias veces el papa Francisco - ha afirmado monseñor Parolín - cada ser humano es creado para la alegría". Y ésta se encuentra también en los progresos "hacia la paz y hacia la concordia entre los pueblos. Es la alegría del encuentro y del compartir, del diálogo y de la reconciliación", ha indicado.

Por otro lado, ha hablado de la humanidad, para "que sea una verdadera familia, una humanidad donde el diálogo esté por encima de la guerra al regular las controversias, una humanidad donde la fuerza de los poderosos apoye la debilidad de los más pequeños, una humanidad donde la fuerza de los débiles remedie a la debilidad de los fuertes".

Ha proseguido afirmando que "sabemos cuánto los hombres y las mujeres de hoy en día necesitan encontrar en su camino personas profundamente humanas y fraternas que les den esperanza para el futuro". Al respecto ha recordado que el papa Francisco quiere que los cristianos sean estas personas profundamente humanas y fraternas y quiere que la Iglesia anuncie, testimonie y lleve la alegría.

Para concluir el discurso al cuerpo diplomático, monseñor Parolín ha indicado que el papa Francisco "quiere una Iglesia con las puertas abiertas, símbolo de luz, de amistad, de alegría, de libertad y confianza". Quiere - ha proseguido - "una Iglesia menos preocupada por reforzar sus fronteras, y más por crear el encuentro y comunicar la alegría del Evangelio".

Al acercarse las Navidad, el secretario ha deseado a los embajadores paz y alegría para que sus pueblos "puedan avanzar hacia un futuro mejor".

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Iglesia y Religión


Alegrí­a en la Familia Paulina por la venerable María Escolástica
La Iglesia reconoció sus virtudes heroicas. En el mundo era María Úrsula Rivata. Fue la primera madre de las Pías Discípulas del Divino Maestro. Para la beatificación falta el milagro

Por José Antonio Pérez SSP

SANTIAGO DE CHILE, 13 de diciembre de 2013 (Zenit.org) - El 9 de diciembre de 2013 quedará como fecha memorable para las Pías Discípulas del Divino Maestro y para toda la Familia Paulina, que está viviendo el centenario de su fundación. En efecto, ese día el Papa Francisco recibió al cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, y en la audiencia el pontífice autorizó la promulgación de los decretos relativos a tres nuevos beatos y el reconocimiento de las virtudes heroicas de 10 siervos de Dios. Entre ellos la sierva de Dios María Escolástica de la divina Providencia (María Úrsula Rivata), primera madre de las Pías Discípulas del Divino Maestro, que nació en Guarene (Cuneo, Italia) el 12 de julio de 1897 y falleció en Sanfré (Cuneo) el 24 de marzo de 1987.

A los 6 años experimentó el profundo dolor de la pérdida de su madre. En el ambiente familiar y de trabajo, participando en las actividades de la parroquia, en esa pobreza que hace el corazón libre y la voluntad dinámica, la joven Úrsula alimenta la “llamada” a una vida de silencio, de contemplación y entusiasta laboriosidad.

Ante una propuesta de matrimonio, Ursula, iluminada por una luz interior, exclama: “¡Señor, tú solo, y basta!”. Esta decisión acompañarà toda su vida. En 1921 el encuentro con el beato Santiago Alberione marca un punto de inflexión decisivo. Él, que ya había dado luz a la Sociedad de San Pablo y a las Hijas de San Pablo, elige a Úrsula como colaboradora y la pone a cargo de la primera comunidad de Discípulas del Divino Maestro. Para ella llega el momento de traducir en vida el carisma recibido caminando sobre las huellas de las mujeres del Evangelio, especialmente de María, primera y perfecta discípula de Jesús Maestro, manifestando el amor a Cristo vivo en la Eucaristía, en el sacerdocio y en la Iglesia.

La Eucaristía, fuente y luz de sus deseos y opciones, se va convirtiendo cada vez más intensamenteel centro de su vida. Cuando avanzada en años y físicamente debilitada podrá administrar libremente su tiempo, lo aprovechará para acrecentar la oración, aduciendo las razones: el Papa recomienda su necesidad, los sacerdotes la necesitan, la sociedad debe despertar los valores humanos y cristianos, es necesario reparar los pecados, en el mundo son numerosos los problemas, Hay que ayudar sobre todo con la oración.

“Escondida con Cristo en Dios” (Col 3,3), con escasez de medios de subsistencia, según el espíritu paulino, la Madre Escolástica vive los problemas sociales de cada una de las etapas de la vida. Desde muy temprana edad ha aprendido la importancia y la dignidad del trabajo, que luego encuentra inculcado por el P. Alberione como una de las características de su Familia. También aprende de él a hacer de toda ocupación una ocasión de oración y ofrecimiento: todo se convierte en apostolado.

De hecho, la Madre Escolástica siempre ha mantenido su mirada abierta a todo el mundo, se ha acercado con amor de apóstol a los hombres y mujeres de todos los continentes que, también a través de las revistas y después con los otros medios de comunicación, entraban en su corazón para ser presentados en la adoración eucarística. El Divino Maestro acogió su deseo de mantenerse en el escondimiento, participando cada vez más en el ideal de que “nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos” (Jn 15,13). Su vida aparece con los rasgos de un silencio que permite entrever una plenitud interior, alimentada por la palabra de Dios, el control de sí mismo misma, que se convierte en acción misionera para potenciar la palabra de quienes evangelizan con los medios de comunicación social.

Inolvidable su alegría contagiosa y su capacidad de diálogo, abierto a la comprensión del lenguaje de los jóvenes, presente que construye el futuro. Muchos de los testimonios sobre la Madre Escolástica destacan su sonrisa que comunicaba alegría. Desde la primera opción que la hizo exclamar: “Señor, tú solo y basta”, hasta la consumación de su oferta, experimentó la alegría duradera de quien se pone al servicio, gratuitamente. Una alegría que sin duda pasa también por el camino de Pasión, pero que ya vive en la luz de la Resurrección, y que comunica la paz del Resucitado.

Imitar al Divino Maestro, vivir una vida eucarística, ser el grano de trigo dispuesto a morir para llegar a ser espiga fecunda en favor de hermanos: esta ha sido la vida de la Madre Escolástica. Asociada al misterio pascual, en un crescendo de configuración con Cristo, ha hecho nacer y crecer, entre infinitas pruebas, el carisma de una nueva institución, con un estilo de silencio y escondimiento pero siempre con el sello de “mujer de comunicación”.

A pesar de haber estado en los orígenes de una congregación religiosa, la Madre Escolástica Rivata pasó casi desapercibida, pero sin duda está llamada a responder a la necesidad que los fieles sienten de tener nuevos modelos de santidad no exótica, sino tejida en el contexto de la vida cotidiana, por el hecho de haber vivido lo ordinario de forma extraordinaria, convirtiéndose en un Evangelio viviente. De hecho, en su fidelidad a la vocación de Pía Discípula del Divino Maestro, nos ha dejado un hermoso y actual mensaje de la práctica de las virtudes cristianas y religiosas.

Ahora la Iglesia ha reconocido el heroísmo de sus virtudes, por lo que podemos llamarla “Venerable”. Así nos demuestra que para resolver los problemas de la sociedad, más que tantos bonitos, hace falta coherencia de vida, de lo que la Madre Escolástica ha dado testimonio hasta el extremo. Además, nos muestra que, amando intensamente a Jesús, se pueden superar todas las dificultades de la vida, es más, se convierten en retos que conducen a la plena realización personal, y por tanto a la alegría del Evangelio, de la que tanto habla actualmente el papa Francisco.

Seguimos esperando y rezando para que, si el Señor quiere confirmar este reconocimiento de la Iglesia con un milagro, realizado por su intercesión, la venerable Madre Escolástica pueda ser propuesta, con su beatificación, a la veneración pública.

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Argentina: la Iglesia pedirá perdón por los casos de pedofilia en una diócesis
El cura que abusó cumple 14 años de condena. Será leído un comunicado en los templos de San Isidro. 'Ser una Iglesia al lado de las ví­ctima y no del victimario'

Por Redacción

MADRID, 13 de diciembre de 2013 (Zenit.org) - La Iglesia en Argentina pedirá perdón por los casos de pedofilia, asumirá públicamente su responsabilidad e indemnizará a las víctimas de los abusos cometidos durante años por un sacerdote en la diócesis de San Isidro.

"Las secuelas que deja el abuso sexual en el futuro de los niños y de los jóvenes no se pueden medir. Su vida vincular y afectiva queda lastimada en lo más hondo por la violación de su intimidad. La conducta del que abusa también hiere a todo el cuerpo de Cristo y quiebra la confianza en la comunidad. Este mal causado nos hace experimentar un vivo dolor como miembros de la Iglesia", dice el comunicado que será leído en todas las iglesias de San Isidro el próximo domingo 15.

El obispo local, Mons. Oscar Ojea, llegó a la conclusión de que era necesario pedir perdón públicamente después de una serie de encuentros que mantuvo con los cuatro jóvenes que en 2005 impulsaron la causa penal contra el cura pedófilo. En los encuentros, al prelado de San Isidro le quedó claro que, más allá de asistirlos pastoralmente, era necesario hacer algo por devolverles su dignidad.

Tras un proceso que duró seis años, este sacerdote fue condenado por haber abusado de al menos cuatro niños. Tuvo un juicio abreviado, en el que reconoció su culpabilidad, y actualmente cumple una condena de 14 años.

La decisión de Mons. Ojea, que asumió el cuidado pastoral de la diócesis de San Isidro en 2011, está en sintonía con la reciente petición del papa Francisco a los obispos: "Asistan a las víctimas en el doloroso camino de curación, que conducen con valor". Lo dijo hace dos semanas, al crear una comisión para la protección de los niños contra la pedofilia, a cargo del cardenal O' Malley.

"Nosotros decidimos hacer público este pedido de perdón porque creemos que tendrá un efecto sanador, no sólo para las víctimas, sino para la sociedad. El sacerdote que cometió los abusos era parte de un cuerpo que es la diócesis y nosotros asumimos la responsabilidad como cuerpo, por no haber podido evitar que esos abusos ocurrieran. Como Iglesia, todos somos responsables", ha afirmado el portavoz del obispo, padre Máximo Jurcinovic.

Con respecto al resarcimiento de las víctimas acordado por la justicia civil, el padre Jurcinovic ha indicado que "para nosotros, indemnizar no es sólo un compromiso legal, es también un deseo de esta diócesis”. Porque“queremos ser una Iglesia que se pone del lado de la víctima y no del victimario", ha concluido.

Hasta ahora no ha trascendido la cantidad de las indemnizaciones, pero la diócesis ya ha puesto en venta algunas de sus propiedades para afrontar el pago.

Tras la petición pública de perdón, la semana siguiente la Iglesia en San Isidro organizará una jornada de oración y reflexión sobre lo sucedido, abierta a toda la comunidad. El objetivo es sanar la herida abierta y trabajar para evitar que estos casos vuelvan a ocurrir.

(RED/IV)

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Mirada al mundo


España: Jesús vuelve a nacer cada Navidad en las periferias existenciales
La labor silenciosa de la familia salesiana en el Polí­gono Sur de Sevilla con niños y familias en dificultad

Por Redacción

MADRID, 13 de diciembre de 2013 (Zenit.org) - El Polígono Sur, más conocido como las Tres mil Viviendas, es una de las barriadas periféricas más deprimidas de Sevilla. En medio de no pocos problemas, la Iglesia se hace presente desde la Parroquia de Jesús Obrero en la que los salesianos llevan a cabo una importante labor en colaboración con los vecinos desde hace más de 25 años.

Cuando llegan estas fechas, la Cáritas parroquial se moviliza para encontrar los recursos y hacer posible la “Campaña de Navidad”, porque las necesidades de las familias que hay que atender son muchas.

Además, para que nadie se olvide de que el Redentor va a nacer en unos días, el sacristán ayudado por los jóvenes de la parroquia se encargan de montar el Belén. Según dicen los más pequeños, ocupa cinco metros de largo y ha ganado algún que otro premio. 

Las actividades durante las fiestas navideñas son muchas. Así, la agrupación musical de Jesús Obrero también lleva un tiempo ensayando los villancicos que tocará durante la cabalgata de Reyes. Este es uno de los momentos más esperados por todos, porque con la ayuda de la Providencia será posible un año más la campaña "Ningún niño sin juguetes".

Otro momento inolvidable ha sido ayer la visita a los nacimientos monumentales en el centro de la ciudad, a la que han asistido más de 100 niños del Polígono Sur, que diariamente reciben clases de apoyo escolar.

Y es que gracias a la implicación de la familia salesiana y de tanta gente buena del barrio, que realizan una labor callada pero fructífera entre los jóvenes marginados y las mujeres degradadas, el Niño Jesús sigue viniendo a los corazones y a los hogares de los descartados de esta sociedad. 

Desde 2011, esta congregación religiosa ha habilitado unas modernas instalaciones para acoger el Centro Social Don Bosco. Se trata de un centro diurno en el que se desarrollan proyectos de segunda oportunidad. Entre sus actividades, una escuela ocupacional y de inserción laboral, diferentes talleres de promoción de la mujer y un centro juvenil. Todos sus programas están orientados a la mejora de la calidad de vida de las personas en situación de riesgo, a las que se propone la práctica de diferentes tareas durante el día con el fin de mantenerlas ocupadas y al mismo tiempo ofrecerles una formación.

Asimismo, el oratorio parroquial es, como todos los oratorios salesianos, un lugar seguro. Ahí no hay delincuencia, droga, violencia, malas compañías. Los chicos encuentran un ambiente sereno donde pasar el tiempo, jugar, aprender y olvidar los problemas del barrio. Un alivio para ellos y para sus padres, que trabajan todo el día y no quieren que sea la calle la que piense en sus hijos. 

Los sacerdotes salesianos y muchos voluntarios hacen todo lo posible para proteger a los jóvenes y darles los instrumentos para combatir los males de la triste realidad que los rodea. Aun así, la mayor parte de los sevillanos vive ajena a esta hermosa realidad de las Tres Mil Viviendas. Para la opinión pública se trata sólo de un lugar peligroso en donde es mejor no vivir y por donde no pasar. 

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India: las relaciones homosexuales vuelven a ser delito
El cardenal Gracias: 'La Iglesia se opone a la legalización del matrimonio gay, pero no considera a los homosexuales como delincuentes'

Por Redacción

MADRID, 13 de diciembre de 2013 (Zenit.org) - Las relaciones homosexuales en la India vuelven a ser consideradas un acto criminal. Así lo ha sentenciado el Tribunal Supremo de este país el pasado miércoles, 11 de diciembre, rechazando la decisión adoptada en 2009 por el Tribunal Supremo de Nueva Delhi que liberalizó las relaciones entre personas del mismo sexo. Ahora en su resolución, la Corte Suprema ha considerado “constitucionalmente insostenible” la legalización de la homosexualidad y ha recordado que sólo el Parlamento puede enmendar el Código Penal.

Hace cuatro años el organismo judicial de Nueva Delhi había dictaminado que el artículo 377 del Código indio violaba varios artículos de la Constitución al penalizar los actos sexuales entre adultos. El artículo entonces abrogado consideró ilegal "las relaciones carnales contra el orden de la naturaleza", entre ellas las homosexuales, y las condenó con hasta 10 años de prisión.

En ese momento, tras la legalización del tribunal de Nueva Delhi, varios grupos sociales, como la Alianza de Iglesias Apostólicas, el Consejo Cristiano de Utkal, el Consejo de la Ley de Musulmanes de la India y líderes del hinduista Bharatiya Janata Party, recurrieron la sentencia ante el Supremo.

Por este motivo, nada más conocerse el fallo del Alto Tribunal las asociaciones de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales (LGTB) han acusado a las organizaciones religiosas islámicas y cristianas de haber presionado para restablecer la prohibición.

En medio de la polémica existentes, el cardenal Oswald Gracias, arzobispo de Mumbay y presidente de la Conferencia Episcopal de la India, ha afirmado en declaraciones a Asia News que “la Iglesia Católica nunca se ha opuesto a que de la homosexualidad salga de la criminalización, porque nunca hemos considerado a los homosexuales como delincuentes”. Y ha concluido recordando que “la Iglesia Católica se opone a la legalización del matrimonio gay, pero enseña que los homosexuales tienen la misma dignidad que todo ser humano y condena todas las formas de injusta discriminación, acoso o abuso”.

Por su parte, el ministro de Justicia, Kapil Sibal ha declarado que “el Tribunal Supremo es el árbitro final y tiene que ser respetado por el Gobierno”. Ante la pregunta de si el Ejecutivo enmendará el Código Penal, el ministro ha reconocido en la televisión NDTV que “si el Parlamento celebra sesiones trataremos las cuestión”. Según las fuentes consultadas por ZENIT, parece improbable que el Gobierno del Partido del Congreso modifique el artículo 377 para legalizar las relaciones entre personas del mismo sexo, cuando se está a pocos meses antes de las elecciones generales del próximo año.

Tras el restablecimiento de la penalización en la India, Nepal es ahora el único país del Sur de Asia donde las relaciones entre homosexuales son legales.

(RED/IV)

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India: El primer ministro pide perdón por las agresiones a los manifestantes
En una protesta pacífica a favor de los derechos de los dalit, numerosos cristianos fueron golpeados y detenidos

Por Redacción

ROMA, 13 de diciembre de 2013 (Zenit.org) - El primer ministro indio, Manmohan Singh, recibió ayer al arzobispo de Nueva Delhi, monseñor Anil Couto y otros obispos cristianos y pidió perdón  por la "brutal" agresión cumplida por la policía durante una marcha pacífica en favor de los derechos de los dalit cristianos y musulmanes celebrada el día anterior. La delegación del clero local reafirmó la propuesta de poner fin a la discriminación de los dalit. Durante el encuentro, centenares de manifestantes provenientes de toda la India han marchado hacia el edificio gritando "queremos justicia".

Hablando con los periodistas al finalizar el encuentro, monseñor Couto explicó: "el primer ministro escuchó con sincera preocupación y atención nuestros pedidos. Prometió que llevaría al parlamento la cuestión y en cuanto está en su poder resolver la situación".

Pero “esto se verá sólo si la ley de 1950 que promueve la discriminación de los dalits, musulmanes y cristianos es cambiada o se derogará”, dice una nota enviada a la Agencia Fides por el “Catholic Secular Forum” (CSF), ONG presente en la manifestación.  

En la manifestación pacífica del pasado 11 de diciembre en Delhi, monseñor Couto y otros obispos cristianos protestantes, que asistieron a la marcha para promover los derechos de los dalit, fueron detenidos por agentes y llevados a una comisaría de policía, donde permanecieron arrestados hasta la noche, y puestos más tarde en libertad. Sacerdotes y religiosas fueron golpeados por la policía durante la manifestación. El cardenal Oswald Gracias, presidente de la Conferencia Episcopal de la India y arzobispo de Mumbai en declaraciones a AsiaNews definió el ataque como "vergonzoso, deshonrado y deplorable".

 “El primer ministro del Gobierno ha accedido ver a nuestros líderes, pero esperamos resultados concretos. El gobierno emite órdenes ejecutivas sobre asuntos de menor importancia, ¿por qué no puede emitir una para remediar la discriminación que perjudica a los dalit no hindúes? ¿Quién va a pagar por la “indignación y el subdesarrollo acumulado por las comunidades cristianas y musulmanas en los últimos 60 años? También pedimos una intervención de la Corte Suprema”, señala el CSF.


Los cristianos creen que “este es un buen momento para abordar el tema de los dalits. Es hora de intensificar la presión sobre los partidos y sobre las situaciones. El Primer ministro busca el consenso de las minorías cristianas y musulmanas”, prosigue CSF.


La ley se remonta a 1950, cuando el parlamento aprobó el artículo 341 de la Constitución: Según este artículo, la ley reconoce los derechos y beneficios económicos, educativos y sociales sólo para los dalit hindúes, con exclusión de los beneficios de los dalit cristianos y musulmanes. Más tarde, en 1956 y en 1990, la discriminación se extendió a los budistas y sijs.

(RED/RL)

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México: madres de inmigrantes piden ayuda, perdieron el rastro de sus hijos
Caravana proveniente de Honduras, El Salvador y Guatemala. 'Los extranjeros no son delincuentes'

Por Redacción

ROMA, 13 de diciembre de 2013 (Zenit.org) -  Fray Tomás González, director de la casa migrantes de Tenosique Tabasco, ha acogido la Caravana de las madres centroamericanas que ha llegado a la capital de México.

En una nota recibida en la Agencia Fides comenta que “con estas políticas antimigratorias y xenófobas de parte del Estado y otros grupos, se está añadiendo un peligro adicional para los migrantes que deben hacer frente a un viaje en las líneas del ferrocarril. Sabemos que se generan con frecuencia asaltos, asesinatos, violaciones, extorsiones, secuestros colectivos y accidentes con alto saldo de muertos”.

Este martes 10 de diciembre, las 44 mujeres de la caravana procedentes de Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala, hicieron una parada en el Centro nacional de Comunicación Social (Cencos) para hablar con los periodistas. Durante la conferencia de prensa, ante los periodistas había por el suelo decenas de fotografías, todas de muchachos y muchachas jóvenes que abandonaron sus pueblos y sus familias buscando emigrar a Estados Unidos. A todos se les perdió el rastro.

Las madres han lanzando un llamamiento directamente al presidente Enrique Peña Nieto: "Escúchenos, por favor. Ayúdenos a encontrar a nuestros hijos. Ellos son extranjeros que solo van de paso, no son criminales” ha dicho una madre de Guatemala, Gabriela Vazquez, en representación de todas las demás.

Fray Tomás ha terminado la conferencia de prensa subrayando que la iglesia ha pedido al gobierno crear, en primer lugar una Secretaría de migración que efectivamente ofrezca protección a los transmigrantes y a los migrantes mexicanos.

Después ha recordado la invitación del papa Francisco sobre el tema de las migraciones, subrayando incluso su viaje a Lampedusa, Italia.

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España: Crónica Blanca concede el VI Premio Juan Pablo II de Comunicación
El portavoz de la Conferencia Episcopal Española entrega el galardón al periodista Fran Otero Fandiño

Por Redacción

MADRID, 13 de diciembre de 2013 (Zenit.org) - La Fundación Crónica Blanca de jóvenes comunicadores ha reconocido la labor del periodista Francisco Javier Otero Fandiño con el VI Premio Juan Pablo II de Comunicación. El secretario general de la Conferencia Episcopal Española, el sacerdote y periodista José María Gil Tamayo, se ha encargado de entregarle el reconocimiento este jueves.


El galardón reconoce los valores que el beato Juan Pablo II consideró propios del comunicador social, entendiendo sus funciones desde una perspectiva antropológica no reductiva para, en palabras del pontífice polaco, “ofrecer un servicio de comunicación que responda a la verdad profunda del hombre”.


Fran Otero tiene 29 años, es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y ha desarrollado su labor fundamentalmente en el ámbito de la prensa escrita en las especializaciones de periodismo religioso y periodismo social. 
En la actualidad es redactor de la revista Vida Nueva, donde se encarga fundamentalmente de la información de la Iglesia en España. Es miembro de Crónica Blanca y profesor del Máster de Periodismo Social de la Universidad CEU San Pablo.


En las ediciones anteriores este premio fue otorgado a Javier Nieves (Cadena 100), en 2008; Juan Pablo Colmenarejo (entonces en Onda Cero), en 2009; Mariló Montero (TVE), en 2010; Ángel Gómez Fuentes (Corresponsal de TVE), en 2011, y Ricardo Benjumea (Alfa y Omega), en 2012. 

Para más información: www.cronicablanca.org

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SANTOS Y BEATOS: EPOPEYAS DE AMOR. EJEMPLO DEL DÍA


Beato Juan Marinoni
«Considerado maestro de los teatinos. Colaborador y compañero del fundador de la Orden, san Cayetano de Thiene, fue un gran apóstol en Nápoles. Pensando en los pobres y desvalidos impulsó una importante red: los Montes de Piedad»

Por Isabel Orellana Vilches

MADRID, 13 de diciembre de 2013 (Zenit.org) - Hoy es la festividad de santa Lucía, pero también se celebra la del beato Marinoni, en el que pobres y desvalidos tuvieron uno de sus grandes valedores.

Nació en Venecia el 25 de diciembre de 1490. Era hijo de una ilustre familia que poseía grandes bienes y que tenía sus raíces en Bergamo. Fue el benjamín de seis hermanos, y lo bautizaron con el nombre de Francisco. Su madre Elisabetta le transmitió su devoción por la Inmaculada. Creció en un hogar donde floreció la fe alumbrada en particular por el influjo de la piedad materna. Tres hermanas, que no contrajeron matrimonio, se dedicaron a las obras de caridad, y sus dos hermanos fueron sacerdotes.

Marinoni se convirtió en un joven atractivo, con innegable elegancia natural, que dejaba traslucir una educación exquisita a la que acompañaban sus finos modales. Cursó derecho en la universidad de Padua, pero desestimó la carrera judicial en la que hubiera llegado lejos, y optó por el sacerdocio. Renunció a su herencia y a sus privilegios, repartiendo parte de su bienes entre los pobres dejando otra en manos de su familia. Era parte integrante del clero en la colegiata de San Pantaleón, sacristán de la basílica de San Marcos –misión que ya ostentaba en 1515–, y uno de sus canónigos. Durante un tiempo fue capellán y superior del hospital de Incurables. En esta época combinó esta acción apostólica con la predicación y la enseñanza a los niños.

La fundación de Clérigos Regulares iniciada por san Cayetano de Thiene daba sus primeros pasos, y el beato, que quería consagrar su vida a Cristo como religioso, iba quedando seducido por ese carisma. Así que, renunció a su canonjía y se integró en la Orden en 1528. Profesó en mayo de 1530, tomando el nombre de Juan. Le impuso el hábito Gian Pietro Carafa, obispo de Chieti y futuro pontífice Pablo IV, ante la presencia del fundador san Cayetano; a partir de entonces, comenzó a colaborar estrechamente con él. De hecho, tres años más tarde, a solicitud del papa Clemente VII, ambos Cayetano y él –porque así lo juzgó el superior general Carafa considerándolo idóneo para acompañar al fundador–, se trasladaron a Nápoles y abrieron la primera casa. La establecieron en santa María de la Misericordia, reemplazada luego por el hospital de Incurables al que siguieron otras residencias, hasta que en 1538 se afincaron definitivamente en San Pablo el Mayor. Ambos se fueron reemplazando sucesivamente en las labores de gobierno.

Marinoni era un hombre admirado por su sencillez, caridad y humildad. Era un gran penitente. Solía aprovechar el tiempo al máximo; no desperdiciaba ni un segundo. Alegre, ponderado y prudente, ponía de manifiesto que vivía unido a Dios. Fue un gran confesor; tenía sabiduría para la dirección espiritual y la formación de los futuros sacerdotes, por lo que es considerado «maestro de los teatinos». Siempre se le hallaba a merced de quienes acudieran a él, disponible, abierto a la escucha. Entre otros egregios sacerdotes, bajo su enseñanza se apasionaron por Cristo y aprendieron los matices del carisma fundador: el beato cardenal Paolo Burali, Giacomo Tormo, Salvatore Caracciolo, que fue arzobispo de Conza, y san Andrea Avellino, primer biógrafo suyo; fue quien le asistió en el momento de su muerte. Avellino retrató a su maestro diciendo que: «...siempre fue de naturaleza amable, por lo que era querido, respetado y admirado por los fieles quienes le rendían honores y lo tenían por un santo...». Ciertamente, ejerció un liderazgo espiritual entre los religiosos porque otras egregias figuras de la Iglesia se forjaron junto a él, subrayando el imponente carisma que tenía. De hecho, se le considera también maestro de santos.

Era un orador excepcional que conmovía a los fieles con sus encendidas palabras; ponían de manifiesto su amor a Cristo. Promovió la fundación de santuarios, monasterios, orfanatos y hogares para jóvenes. Se caracterizó por su devoción a la Pasión, y su sensibilidad por los necesitados. Para poder atenderlos en 1539, de acuerdo con el fundador, alentó los «Montes de Piedad», que tanto bien hicieron en estos colectivos tan desfavorecidos, rescatándolos con ellos de oportunistas y desaprensivos usureros; tuvieron tanto éxito que se convirtieron luego en el Banco de Nápoles. En el impulso de esta loable tarea respondieron a la llamada de Marinoni, Aurelio Paparo, Gian Domenico di Lega y Leonardo Palma, que pusieron parte del capital inicial; eran discípulos suyos. También las mujeres que dirigía emprendieron iniciativas de gran calado, como hizo Giovanna Scorziata que quiso ofrecer a las niñas una selecta educación cristiana para lo cual fundó Il Tempio. A su vez, las cuatro hermanas Palescandalo, que se habían nutrido de las enseñanzas del beato, fundaron el monasterio de San Andrea delle Dame.

En la ejemplar acción apostólica que llevaba a cabo, junto a san Cayetano, combatió movimientos contrarios a la Iglesia. En 1547 tras la muerte del fundador, quedó al frente de la comunidad napolitana. Pablo IV le ofreció ocupar la sede de Nápoles como arzobispo y cardenal en varias ocasiones, pero sintiéndose indigno de ese honor, declinó aceptar la misión. Hasta el final de sus días estuvo orando por todos y creando nuevas vías de ayuda para los pobres y los ancianos. Fue en ese periodo cuando abrió hospicios para ellos y puso en marcha hospitales. En cinco ocasiones fue prepósito de la casa de San Pablo de Nápoles, y en ella murió el 13 de diciembre de 1562. Había sembrado con su celo apostólico las calles de la ciudad durante veintinueve años. Avellino, que se había convertido en su confesor en la última etapa de su vida, quedó muy afectado por su pérdida. Los restos de Marinoni recibieron sepultura en la cripta de la basílica napolitana de San Pablo el Mayor, y se conservan junto a las reliquias de su fundador, san Cayetano. Su culto fue confirmado por Clemente XIII el 11 de septiembre de 1762.

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