13.12.13

 

Un grupo de niños fue encontrado viviendo en una alejada zona de Australia en una “secta familiar” en donde tenían relaciones sexuales entre sí y con todos los miembros de la familia en un paradisíaco y apartado valle de Nueva Gales del Sur (Australia), según informa Terra. Además, los pequeños tenían como practica habitual la mutilación de genitales de gatos y perros que merodeaban el campamento que habitan, que no tenía luz, agua potable ni alcantarillado.

El grupo de niños vivía compartiendo dos casas rodantes y tiendas en medio de una gran suciedad, y ninguno tenía normas básicas de higiene. Los menores de edad son el resultado de varias generaciones de una familia donde la práctica del incesto era tratado como una especie de culto, donde se fomentaban las relaciones sexuales entre padres, hermanos, tíos y sobrinos, que incluía a niños y niñas pequeños.

Los pequeños eran incentivados a que tuvieran relaciones entre sí apenas comenzaban la pubertad y se les incentivaba a que maltrataran los animales domésticos que vivían en la zona con ellos. La secta está compuesta por 40 personas entre adultos y menores de edad; todos están vinculados por algún tipo de parentesco, algunos son hijos de la relación entre un padre y una hija, o entre hermanos engendrados de ese mismo padre, quien como cabeza de familia no admitía contacto con el mundo exterior.

Ninguno de los niños o miembros de la secta habían asistido al colegio, y muchos de los menores presentan enfermedades congénitas, deformidad física y retraso mental. La secta fue descubierta cuando las autoridades fueron a investigar por qué los menores que vivían en el lugar no asistían a la escuela, tras la denuncia hecha por una vecina de un pueblo cercano, donde miembros de la secta iban a comprar algunos víveres con los pequeños