Demuestra que la dignidad del pueblo paraguayo es muy débil

El presidente de la Conferencia Episcopal Paraguaya critica el apoyo de su país al ingreso de Venezuela en Mercosur

 

Monseñor Claudio Giménez, presidente de la Conferencia Episcopal Paraguaya, dijo ayer que el cambio de postura del Ejecutivo y del Congreso sobre el ingreso de Venezuela al Mercosur demuestra que la dignidad del pueblo paraguayo es muy débil y en cualquier momento tiende a desaparecer. El prelado asegura que este tipo de actos desconcierta a los ciudadanos y baja la autoridad moral de los gobernantes.

16/12/13 11:03 AM


(Desiré Cabrera/ABC) Mons. Giménez lanzó duras críticas al Ejecutivo y al Legislativo por el cambio de postura sobre el ingreso de Venezuela al Mercosur. Fue ayer en Caacupé, luego de la celebración litúrgica del octavario de la Virgen de los Milagros.

Señaló que hay que ser consecuentes, «cuando se dice una cosa, se ha discutido y se ha fundamentado, solo queda cumplir con lo prometido».

Dignidad del pueblo

Sostuvo que el cambio de postura del Gobierno y el Congreso demuestra que la dignidad del pueblo paraguayo es muy débil y en cualquier momento puede desaparecer.

Subrayó que la legalidad y lo jurídico deben primar sobre cualquier aspecto social o económico. «Cuando se habla de dignidad del pueblo paraguayo con fundamentos, en su defensa, no se puede volver atrás», apuntó.

Agregó que «este tipo de actos desconcierta a la ciudadanía y genera descreimiento, desilusión y baja la autoridad moral.

La gente necesita una explicación

El presidente de la Conferencia Episcopal Paraguaya expresó que el pueblo necesita una explicación sobre lo sucedido.

Luego de que el Senado paraguayo aprobó el ingreso de Venezuela al Mercosur, el presidente de la República, Horacio Cartes, justificó tal situación afirmando que es «por el bien del país». «Yo recuerdo qué juramento hice y qué me comprometí y juré que si no lo hiciere bien, la Patria me lo demande», a continuación dijo que el Paraguay está con la dignidad muy alta.

Sin embargo, esta dignidad es cuestionada ahora por el titular de la CEP, Mons. Giménez, por la incoherencia de sus representantes.

Asimismo, el obispo exhortó a las autoridades a que piensen realmente en el desarrollo del pueblo, ya que se merece después de todas las vicisitudes que le tocó pasar.

Especificó que muchas familias necesitan ayuda para poder salir adelante. «Se puede lograr el engrandecimiento del Paraguay, eso ya depende de las autoridades y responsables de entes; así como de cada ciudadano que desde su lugar puede aportar su grano de arena», finalizó.