14.01.13

 

Como cada mañana, doy un repaso a las informaciones que aparecen en los medios de comunicación religiosos. Y me acabo de encontrar con una noticia peculiar en Religión Digital. Resulta que José María Aznar ha visitado Chile y, fuera de agenda, se pasó por la región de la Araucanía para brindar “todo su apoyo a las acciones que han iniciado grupos de agricultores-terratenientes que se oponen a las reivindicaciones del pueblo Mapuche“.

Tal hecho es criticado por Jaime Escobar M, editor de la revista Reflexión y Liberación, claramente orientada hacia la teología de la liberación, de la que no creo que haga falta que explique en qué consiste.

Podría entrar a analizar la cuestión del conflicto con los mapuches, sobre el que estoy informándome en las últimas semanas, pero tiempo habrá de que lo haga. Lo que me interesa ahora es un par de párrafos del texto del señor Escobar. Dice:

Nos parece que el Gobierno de Chile le debe una explicación al país. Tanto porque no se puede aceptar ninguna injerencia en la autodeterminación de los pueblos, como por el temerario currículum que exhibe Aznar en materia de represión, tratados internacionales, operaciones encubiertas y cómo él ve y trata el concepto Derechos Humanos.

… En su primer Gobierno en España, se destacó, junto a su ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, como un líder inflexible en sus posturas, teniendo como eje central de su actuar a nivel gubernamental; la represión, la desinformación e infiltración a organizaciones y grupos españoles catalogados de “extremistas o terroristas”.

Ya ven ustedes. Ni los de Bildu lo habrían escrito mejor. O sea, que para ese sujeto Aznar y Oreja se dedicaron a reprimir a unas gentes a las que catalogaban de terroristas.

Oiga, señor Escobar, ¿no se le cae la cara de vergüenza de pisotear la sangre de las víctimas de ETA escribiendo eso? Y señor José Manuel Vidal, ¿cómo tiene el valor de dar paso en su medio de comunicación español un artículo donde aparece semejante cerdada?

Si esos son los defensores de los mapuches, mal van. Claro que, si como dice un comentarista a la noticia, los socios de los mapuches en España son el BNG y ERC, se entiende todo.

Luis Fernando Pérez Bustamante