ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 20 de enero de 2013

La frase del día

Las palabras van al corazón cuando han salido del corazón.

Rabindranath Tagore

 


Santos y beatos: epopeyas de amor. Ejemplo de un día

Beato Basilio Antonio María Moreau
«Al abrigo de la cruz, única esperanza»

Santa Sede

''Una de las culpas más graves de la Iglesia es aquella contra la unidad visible''
En el Ángelus, el santo padre pidió paz para las zonas en conflicto

Mirada al mundo

Caritas es una obra de Dios y de la Iglesia para dar dignidad al ser humano
Habla monseñor José Luis Azuaje, obispo de El Vigía-San Carlos y primer vicepresidente del Episcopado Venezolano (II)

China: El gran seminario de Shanxi a punto de cerrar
El gobierno quiere controlar de cerca a los estudiantes ''oficiales''

Perú: Dios nos pide respetar la libertad en sus normas y limitaciones
Dijo el cardenal Cipriani en su programa sabatino

Bioética

Se busca a un millón de europeos en defensa de la vida y dignidad humanas
Se presentó la Iniciativa Ciudadana Europea ''Uno de nosotros''

Foro

Sigamos todos caminando junto a san Lucas el apóstol médico
Los galenos católicos hispanoamericanos ante nuevos retos

Nuestra fe genera paz

Documentación

Con el ''signo'' de las Bodas de Caná, Jesús se revela como el Esposo mesiánico
Reflexión de Benedicto XVI durante el Ángelus


Santos y beatos: epopeyas de amor. Ejemplo de un día


Beato Basilio Antonio María Moreau
«Al abrigo de la cruz, única esperanza»

Por Isabel Orellana Vilches

MADRID, 20 de enero de 2013 (Zenit.org) - Como tantos otros fundadores y fundadoras, Antonio sufrió mucho para llevar adelante su obra. Fue incomprendido en no pocas ocasiones, pero nunca dejó de confiar plenamente en la divina providencia. En su afán de cumplir en todo momento la voluntad de Dios, no dudó en entregarse por completo hasta el fin de sus días. Este sentimiento de actuar en nombre de Dios, de ser instrumento suyo, lo transmitió a sus hijos espirituales: «La obra de la Santa Cruz no es obra del hombre, sino obra de Dios mismo [...]. Por eso os exhorto a renovar el espíritu de vuestra vocación, que es un espíritu de pobreza, castidad y obediencia».

Había nacido en Laigné-en-Bélin, distrito de Le Mans (Francia) el 11 de febrero de 1799. Formaba parte de una generosa familia, compuesta por catorce hermanos, de los que fue el noveno. Cuando decidió ser sacerdote, el párroco le ayudó en las enseñanzas básicas, que después prosiguió en el colegio de Château-Gontier y en el seminario de Le Mans. Su vocación eran las misiones. Y allí hubiera querido partir cuando se convirtió en sacerdote en 1821. Sin embargo, las previsiones de su obispo eran otras. Vio en él cualidades para la enseñanza y formación de los nuevos seminaristas, y decidió que ampliase estudios fuera de la diócesis. Al regresar a Le Mans, junto a su intensa actividad pastoral, impartía diversas disciplinas en el seminario del que fue profesor desde 1823 a 1836. Tres años antes de cesar en esta tarea, tomó contacto con la fundación del Buen Pastor de Le Mans, institución destinada a la reeducación de jóvenes que erraron su camino y se adentraron en los peligrosos derroteros de la delincuencia. Fue una experiencia inolvidable para él.

En 1835 conoció de cerca la Congregación de los Hermanos de San José que tenía como objetivo la formación de los campesinos. Estaba en manos de laicos comprometidos, y él se convirtió en su director espiritual. Consciente de la gran tarea pastoral que siempre tienen delante los presbíteros, ese año de 1835 fundó la sociedad de Sacerdotes Auxiliares. Con ella dio un impulso más que notable a su labor, asistiéndoles a través de predicación, retiros, cursillos y misiones populares. En 1837 surgió, como fusión de esta sociedad y la Congregación de Hermanos de San José, otra nueva fundación: la Congregación de la Santa Cruz con el lema:«Salve, oh cruz, nuestra única esperanza». Le dio este nombre por el alcance que la cruz tenía en su vida. Dado que es la señal del seguidor de Cristo, siempre aludía a ella en su dirección espiritual. Cuatro años más tarde impulsó la tercera fundación: las Marianitas de la Santa Cruz, integrada por religiosas. Sabedor del valor incuestionable de la unidad, fuente de bendiciones que sostiene cualquier empresa, hacía notar: «La unión hace la fuerza y la desunión lleva a la ruina». Unidad, naturalmente, que debía estar vinculada en Cristo: «Debemos permanecer unidos en Él los unos a los otros, de forma que seamos uno solo, como las ramas con el tronco, sostenidas por la misma raíz y alimentadas por la misma savia, que forman un solo árbol».

Tomando como modelo a la Sagrada Familia denominó a los sacerdotes, Salvatoristas, a los hermanos, Josefinos, y a las religiosas, Marianitas. En conjunto, extendieron sus redes en el entorno rural y en otras misiones emprendidas en el extranjero. Educación y predicación eran pilares básicos de la acción apostólica, junto a la labor parroquial y «difusión de la buena prensa». Por otro lado, se ocuparon de crear y dirigir casas destinadas a la reinserción de delincuentes jóvenes y a acoger personas sin hogar. Las tres ramas de la Congregación fueron estableciéndose en distintos lugares del mundo: Argelia, Estados Unidos, India y Canadá, entre otros países. El P. Moreau siguió la expansión desde su morada situada junto al Instituto de la Santa Cruz.

Él, que tanto amó la unidad, durante más de una década tuvo que padecer su ausencia entre sus hijos. Tanta fue la presión y acusaciones que ponían en solfa su capacidad gestora, amén de otras discrepancias añadidas, que se propuso dimitir como Superior General en 1860, gesto honroso y edificante que no prosperó hasta 1866, año en el que tras persistir y acentuarse las tropelías contra su persona, el papa acogió su deseo. Desamparado por los integrantes de la obra que puso en marcha, solo pudo contar con la asistencia de dos hermanas suyas. Conviviendo junto a ellas, ejerció su labor predicadora por las parroquias colindantes a Le Mans hasta que el 20 de enero de 1873 entregó su alma a Dios. Fue beatificado por Benedicto XVI el 15 de septiembre de 2007 en Le Mans (Francia).

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Santa Sede


''Una de las culpas más graves de la Iglesia es aquella contra la unidad visible''
En el Ángelus, el santo padre pidió paz para las zonas en conflicto

Por Jose Antonio Varela Vidal

CIUDAD DEL VATICANO, 20 de enero de 2013 (Zenit.org) - Durante la meditación que antecede a la oración del Ángelus, el papa Benedicto XVI reflexionó sobre el pasaje del evangelio de hoy, que narra el primer milagro realizado por Jesús --a instancias de su Madre--, en las bodas de Caná. Un evangelio, que según dijo, se coloca inmediatamente posterior al tiempo de Navidad, ya que, junto con la visita de los Magos de Oriente y con el Bautismo de Jesús, “forman la trilogía de la epifanía, es decir, de la manifestación de Cristo”.

Fueron las bodas de Caná, por así decirlo, "el comienzo de los signos" (Jn. 2,11), “el primer milagro realizado por Jesús, con el cual Él manifestó en público su gloria”, reflexionó el papa ante miles de peregrinos y fieles.

Con este "signo" –prosiguió el Catequista universal--, “Jesús se revela como el Esposo mesiánico, que vino a establecer con su pueblo la nueva y eterna Alianza”. Otro símbolo que destacó fue el vino, como “símbolo de esta alegría del amor, (que) también alude a la sangre que Jesús derramará al final, para sellar su pacto nupcial con la humanidad”.

Superar la desunión

Esta Iglesia –reflexionó Benedicto XVI--, “es la esposa de Cristo, el cual la hace santa y hermosa con su gracia, (pero) está siempre necesitada de purificación”. Su análisis se centró en que una de las culpas más graves que aún tiene el cristianismo es aquella contra la unidad visible, “en particular las divisiones históricas que han separado a los cristianos y que aún no han sido superadas”.

Recordó que esta semana, de 18 al 25 de enero, se celebra la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, la cual es “un momento siempre grato a los creyentes y a las comunidades, que despierta en todos, el deseo y el compromiso espiritual por la plena comunión”.

Evocó por ello la vigilia celebrada hace un mes en la Plaza de San Pedro, con miles de jóvenes de toda Europa, y con la comunidad ecuménica de Taizé, la que denominó “un momento de gracia en el que experimentamos la belleza de formar en Cristo una sola cosa”.

Orar por la unidad y la paz

El santo padre invitó a todos a “orar juntos” para alcanzar aquello "Que espera el Señor de nosotros" (cf. Mi. 6,6-8), haciendo clara referencia al tema de la Semana, que fuera propuesto por algunas comunidades cristianas de la India, y cuya invitación es a “caminar con determinación hacia la unidad visible de todos los cristianos y de superar, como hermanos en Cristo, todo tipo de discriminación injusta”.

Pidió también que se rece por la paz, para que, en los diferentes conflictos que permanecen activos, “se detengan las masacres de civiles desarmados, y se ponga fin a toda violencia, y se encuentre el valor del diálogo y de las negociaciones”.

Se pueden leer las palabras del papa íntegras en: 

Saludos en español

Ante la presencia de peregrinos provenientes de países de lengua española, Benedicto XVI dirigió las siguientes palabras: Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular al grupo de la parroquia de la Preciosísima Sangre, de Valencia. Hoy, el Evangelio nos habla de las bodas de Caná, donde Jesús realizó el primer signo de su misión en el mundo. Él viene a colmar con su don la plena salvación del hombre, que por sí solo no puede alcanzar.

Aceptar el don que se le ofrece, el don de la fe y la esperanza en Cristo, es lo que llena verdaderamente el corazón humano. Hoy le pedimos también el don de la unidad de los cristianos. Y, como en aquellas bodas, María nos indica el camino para que Dios entre en nuestra vida: «Haced lo que Jesús os diga».

Hagamos confiadamente cada día lo que dice nuestra Madre del cielo. Feliz domingo”.
 

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Mirada al mundo


Caritas es una obra de Dios y de la Iglesia para dar dignidad al ser humano
Habla monseñor José Luis Azuaje, obispo de El Vigía-San Carlos y primer vicepresidente del Episcopado Venezolano (II)

Por Jose Antonio Varela Vidal

CIUDAD DEL VATICANO, 20 de enero de 2013 (Zenit.org) - Con el fin de conocer las obras que realiza Caritas en Venezuela y en el continente latinoamericano, ZENIT entrevistó a monseñor José Luis Azuaje Ayala, obispo de la diócesis de El Vigía-San Carlos, primer vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana y también presidente de Caritas para América Latina y el Caribe.

¿Cómo viene trabajando Caritas Venezuela?

--Mons. Azuaje: Hay varias áreas. Una que se va a fortalecer durante la campaña de Cuaresma, que es la de la salud. Siempre Venezuela tuvo un boom de la atención primaria de la familia, pero esto ha menguado bastante. Por eso queremos fortalecerlo, desde el ámbito de Iglesia, y queremos llamar la atención a los organismos gubernamentales a fin de que miren la realidad, sobre todo los hospitales que no tienen los servicios ni la infraestructura necesaria para la atención.

¿Y hay necesidad de distribuir alimentos?

--Mons. Azuaje: Trabajamos en el área de alimentación, sobre todo por los desabastecimientos que hay en el país, y tratamos de socorrer especialmente a las familias más necesitadas. En esto la Iglesia sigue los procesos con una gran red que está en cada una de las diócesis y parroquias. Pero no es cuestión de hablar de lo caritativo, sino que sea con un sentido humanitario, a favor de los más necesitados y en la medida que tengamos los recursos.

¿Y qué nos dice de su trabajo como presidente de Caritas América Latina y el Caribe?

--Mons. Azuaje: Tenemos un plan estratégico que va de 2011 a 2015, donde se han hecho algunas opciones. Reflexionamos con las Caritas de América Latina sobre el medio ambiente y sobre las situaciones de riesgo y emergencias ante los efectos naturales. Como sabemos, los terremotos o huracanes han causado dolor y problemas en algunos países, en cuanto a vivienda e infraestructura. Por ello estamos viendo cómo colaboramos no solo en la reconstrucción de los elementos físicos, sino también en la prevención, en la educación de las personas sobre cómo comportarse en situaciones de riesgo y de emergencia.

Se ve que el trabajo ha de ser muy organizado en el continente, ¿no?

--Mons. Azuaje: Tratamos de hacer un trabajo en toda América Latina y ya las Caritas nacionales han formado sus equipos de trabajo. También trabajamos de modo muy conciso en lo que es la economía solidaria, donde se pueda ofrecer una economía alternativa con consumo responsable. Es una manera nueva de ver la economía, donde el mercado no sea un dios, sino que en el centro de todo el movimiento económico esté la persona humana.

¿Y sobre la identidad?

--Mons. Azuaje: Estamos tratando de fortalecer nuestras Caritas a través de un programa de fortalecimiento institucional, en que se trata de tener una identidad propia y aunada, en comunión con los demás continentes. Trabajamos en un documento que se llamará "Identidad, misión, visión y espiritualidad de las Caritas de América Latina y el Caribe", en el que vamos a incorporar las últimas propuestas del santo padre. Dentro de este ámbito de reflexión, tratamos también aquello de tipo financiero, a fin de tener un estándar mínimo de rendición de cuentas, de valorar aquellas riquezas inmensas tanto económicas, como del personal y del voluntariado. Queremos que se sienta que esta es una obra de Dios para el ser humano, que quiere dignificarlo.

¿Alguna otra área de trabajo?

--Mons. Azuaje: Desarrollamos también el tema de equidad entre hombre y mujer, que es como un tema transversal por la preocupación que siempre ha existido en la igualdad entre el hombre y la mujer, y la responsabilidad que hemos tenido unos con los otros. Pero todo esto viene revestido con un proceso de evangelización de lo social, de la evangelización de la política, de la economía, de la cultura. Estamos tratando de incentivar esto no como una manera de proselitismo, sino que la caridad esté revestido sobretodo de ese amor de Dios, y ese amor de Dios es el que da plenitud al actuar del ser humano.

Un mensaje final a los operadores de las Caritas que trabajan en tantos lugares con la gente…

--Mons. Azuaje: Hay dos expresiones fundamentales para todos los que de una u otra manera, han sido llamados por Dios a servir a nuestros hermanos. La primera es hacerlo con alegría y con mucho amor. Y que veamos en ese hermano, el rostro de Dios que siempre nos interpela. Y la otra es mantener la esperanza de lo que nuestras acciones pueden causar en medio de esas nuevas situaciones, que nosotros llamamos progreso, promoción humana y cultura cristiana. Debemos mantener estas actitudes, porque sabemos que si estamos con Dios, ¿quién podrá contra nosotros?

La primera parte de la entrevista puede leerse en: www.zenit.org/article-44188?l=spanish.

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China: El gran seminario de Shanxi a punto de cerrar
El gobierno quiere controlar de cerca a los estudiantes ''oficiales''

Por Redacción

ROMA, 20 de enero de 2013 (Zenit.org) - El pasado 7 de enero, monseñor John Huo Cheng, obispo "oficial" de la diócesis de Fenyang, anunció que el gran seminario de Shanxi, en dificultades recurrentes desde hace dos años, cerraba sus puertas. El cierre del seminario fué ordenado por los obispos de la provincia, pero, según fuentes eclesiásticas locales, parece que las autoridades gubernamentales no les hubieran dejado otra salida a los responsables de la Iglesia en Shanxi.

Según estas mismas fuentes eclesiásticas --informa la agencia Eglises d'Asie--, la decisión de cerrar el seminario fue tomada el 6 de enero, en una reunión convocada por la oficina de Asuntos Religiosos de la provincia de Shanxi. Los funcionarios de la oficina y los del Frente Unido, el órgano que supervisa los organismos directamente relacionados con el Partido Comunista, exigieron a los obispos del Shanxi la reintegración del padre Anthony Chang Tongxi al puesto de rector del seminario, de lo contrario se cerraría el seminario. Negándose a acceder a esta demanda, los obispos de las ocho diócesis de Shanxi que ejercían la tutela sobre el seminario prefirieron dimitir y cerrar el seminario "durante unos dos años". se nombrará un comité de gestión ad hoc para reemplazar el consejo de administración que dimitió.

Situado a las afueras de Taiyuan, capital de Shanxi, el gran seminario Montecorvino cuenta actualmente con 28 estudiantes. Según uno de estos seminaristas, citado por la agencia Ucanews, los once estudiantes que terminaban su último año de estudios en el seminario, se quedarán en el mismo lugar hasta junio próximo, mientras que los otros diecisiete se irán en los próximos días para regresar a sus respectivas diócesis antes de ser acogidos en otro gran seminario del país.

Uno de los miembros del consejo de administración del seminario considera que si la decisión de los obispos de cerrar el establecimiento no era lo ideal, parece ser que no había "otra solución posible". Otro miembro del consejo de administración añade que "la situación actual del seminario está lejos de ser satisfactoria: no había director espiritual; sólo dos sacerdotes vivían allí".

El origen de las dificultades del seminario Montecorvino se remonta a septiembre de 2010 cuando su antiguo rector, el padre Peter Wu Junwei, apreciado por todos, fue nombrado obispo de la diócesis de Xinjiang, Yuncheng. Para reemplazarlo, los obispos de Shanxi escogieron al padre Anthony Chang Tongxi, de 44 años, pero enseguida este no llenó las espectativas. Los obispos no conseguían conocer las cuentas del seminario, y el nuevo rector se mostraba demasiado próximo a las autoridades gubernamentales. En junio de 2011, monseñor Huo, en su calidad de presidente del consejo de administración del seminario, destituyó de sus funciones al padre Chang.

Historia del seminario

El gran seminario de Montecorvino fue fundado en los años 1930 por monseñor Agapitus Fiurentini, franciscano italiano, vicario apostólico del Norte de-Shanxi. El consagró el territorio a monseñor Giovanni da Montecorvino (Jean de Montcorvin) (1247-1328). Después de haber sido clausurado en 1938 por los disturbios de la región, el gran seminario, que depende de la diócesis de Taiyuan, reabrió sus puertas en 1985, antes de trasladarse en 2000 a los locales que ocupa actualmente en Xiazhuang, un barrio de la ciudad de Taiyuan.

Monseñor Giovanni de Montercorvino, franciscano originario del sur de Nápoles, fué el primer arzobispo de Pekín (entonces Khanbalik) en 1308, bajo la dinastía mongola de los Yuán, en el poder en China de 1276 a 1368. Llegado por invitación de Qubilai Khan, el nieto de Gengis Kan, construyó la primera iglesia católica en la capital china. En 1306, había bautizado a más de seis mil personas y construyó tres nuevas iglesias. A su muerte, se considera que China contaba con treinta mil católicos, casi en su totalidad mongoles. Cuando la dinastía Yuán fue depuesta por la Ming, en 1368, las misiones católicas desaparecieron.

Tira y afloja con el gobierno

En septiembre, la recuperación de los cursos del seminario se pospuso dos meses. Hay un pulso entre los obispos, que tienen la tutela del establecimiento, y las autoridades locales, que quieren devolver al padre Chang al puesto de rector. Los cursos finalmente prosiguen en ausencia del rector. De 70 estudiantes (Shanxi es una región donde la Iglesia católica está bien implantada), descendió a 50, mientras que los obispos del Shanxi renunciaron a enviar nuevos seminaristas a este seminario.

En la actualidad, después del anuncio del cierre de el 7 de enero, la oficina de los Asuntos Religiosos de Shanxi dio a conocer que "una misión de evaluación" del seminario, apoyándose particularmente en las calificaciones del cuerpo docente, en los estatutos financieros del establecimiento, el origen de los estudiantes o el estado de la biblioteca, trabajaría "a lo largo de los dos próximos años". Después de este lapso del tiempo, "si el seminario satisface las condiciones requeridas", será autorizado de nuevo a inscribir alumnos y reabrirá sus puertas.

Según los observadores, la puesta en marcha de tal "misión de evaluación" escondería en realidad una voluntad de cerrar definitivamente el seminario Montecorvino. La decisión de ponerles un ultimátum este 6 de enero a los obispos de Shanxi (la reintegración del padre Chang al puesto de rector o el cierre del seminario) habría sido tomada hace varios meses, pero su puesta en ejecución habría sido pospuesta hasta hoy a causa del contexto sensible creado por el XVIII Congreso del Partido Comunista (que se efectuó en noviembre de 2012).

Concentrar a los seminaristas ''oficiales'' en Pekín

En cuanto al fondo del asunto, el objetivo perseguido por las autoridades gubernamentales con el cierre de Montecorvino reúne una voluntad expresada a nivel nacional de concentrar al máximo la formación de los seminaristas "oficiales" en el gran seminario nacional de Pekín. Hace cuatro años, el gran seminario de Jinan así como el de Hohhot fueron clausurados. En Shanghai, desde la espectacular dimisión de monseñor Ma Daqin de su puesto de responsabilidad en el seno de la Asociación Patriótica de los católicos chinos, los cursos en el gran seminario de Sheshan fueron, como medida de represalia, "suspendidos" sine die. Hoy, es el turno del gran seminario Montecorvino de Taiyuan de ser cerrado sin garantía de reapertura.

Hoy solo quedan abiertos los grandes seminarios de Chengdu, de Xi' an, de Wuhan, de Shijiazhuang, de Jilin y de Shenyang, sin contar los dos grandes seminarios de Pekín (el gran seminario diocesano y el gran seminario nacional), el gran seminario nacional que es llamado a reagrupar el mayor número de seminaristas de la parte "oficial" de la Iglesia en China.

Traducido del original francés por Raquel Anillo

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Perú: Dios nos pide respetar la libertad en sus normas y limitaciones
Dijo el cardenal Cipriani en su programa sabatino

Por Redacción

LIMA, 20 de enero de 2013 (Zenit.org) - En el programa Diálogo de Fe del sábado 19 de enero, el cardenal Juan Luis Cipriani manifestó que actualmente el ser humano ha distorsionado el concepto de libertad y ya no tiene ese compromiso de responsabilidad que debe primar.

“La libertad tiene que darle respuesta a unas normas. Tú no eres libre de educar o no a tus hijos, es tu obligación; tú no eres libre de pasar por la pista por donde quieras, hay unos semáforos; tú no eres libre para llevarte la plata que quieras a otro país, hay unas leyes; tú no eres libre para aprovecharte de un programa social por descuido; tú no eres libre para utilizar el dinero que la sociedad recauda y en una mala administración se te cae un puente o una pista; tú estás obligado a cumplir contigo mismo, con la sociedad, con tus padres y con las leyes”, mencionó.

Recordó la parábola del hijo pródigo, quien en su búsqueda de libertad se aleja del padre. Lo comparó con la realidad que vive el mundo actual, en el cual mucha gente cree que alejándose de Dios encontrará la libertad.

“Todo hombre es un poco ese hijo pródigo que se va porque está hechizado por la tentación de separarse del papá para ser independiente, ha caído en la desilusión, o se siente explotado; pero por algún problema esa persona de toda condición humana piensa que sus problemas se van a arreglar si se aleja de Dios”, señaló.

“El ser humano, en un momento dado, piensa equivocadamente que su relación con Dios impide su libertad. Esto es lo grave”, continuó.

Afirmó también que Dios y la Iglesia son una ayuda a nuestros problemas y no la causa de estos.

“Cuando uno quiere independizarse de Dios, ¿en qué galaxia va a vivir? Cada uno de nosotros debe cuidar su propia conducta. Dios reclama de cada uno: “Asume tu responsabilidad, eres mi hijo, yo no soy un mal padre, no me eches la culpa que en tu mal uso de la libertad te alejaste de mí”. Nuestro Dios es reconciliador”, dijo.

Expresó que muchas veces se habla de crear normas para cuidar la vida y la seguridad pública, pero estas no se cumplen generando un libertinaje que acaba en contra de la ley moral y natural.

“Dios, dame la vida, dame mi esposa y mis hijos y déjame en paz porque tú eres el culpable que no pueda estar feliz. Eso es lo que a veces veo cuando dicen Vamos a cuidar la vida moral de la juventud, vamos a ponerle un marco para que no vayan a hacer barbaridades, que no hayan discotecas al lado de un colegio, que no se venda drogas donde hay niños o que las relaciones sexuales de menores estén protegidas para que no se compren a esos chicos y los prostituyan. Y no lo hacen”, refirió.

Finalmente comentó que debemos tener la honradez y humildad para aprender que nuestra principal realidad es reconocer que somos pecadores.

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Bioética


Se busca a un millón de europeos en defensa de la vida y dignidad humanas
Se presentó la Iniciativa Ciudadana Europea ''Uno de nosotros''

Por Redacción

MADRID, 20 de enero de 2013 (Zenit.org) - El viernes 18 de enero se presentó en la Oficina del Parlamento Europeo en Madrid la Iniciativa Ciudadana Europea “Uno de nosotros”. Esta Iniciativa nace de la sociedad civil y promueve una cultura de la vida en la  Europa de hoy, que ponga en su centro a cada persona en su dignidad.

La Iniciativa Ciudadana es un novedoso instrumento legislativo de la Unión Europea, que nace de la sociedad civil y con el que se pretende acercar las instituciones de la Unión Europea a los ciudadanos, reduciendo el déficit democrático del que con frecuencia se ha acusado a la UE.

Al menos un millón

Los promotoresde la Iniciativa buscan la recogida de al menos un millón de firmas para reclamar a la Unión Europea la defensa de la dignidad, el derecho a la vida y la integridad de todo ser humano desde su concepción, en la línea planteada por el Tribunal de la UE en la sentencia del caso Brüstle /Greenpeace, en 2011, donde se reconoció en el embrión el principio del desarrollo del ser humano. Para ello, se pide a la UE que promueva el establecimiento de los instrumentos de control adecuados para la utilización de los fondos públicos, velando por que se proteja el embrión en los campos de la salud pública, la educación, la propiedad intelectual, la financiación de la investigación y la cooperación al desarrollo.

En concreto, se pide a los legisladores de la Unión Europea la inclusión de un nuevo principio presupuestario de coherencia en la UE, por el cual “ningún proyecto de presupuesto podrá ser aprobado para la financiación de actividades que destruyan embriones humanos o que presupongan tal destrucción”. También se pide la modificación de los “principios éticos” en materia de investigación que rigen para el Programa Marco de Investigación e Innovación de la UE (2014-2020) “Horizonte 2020”. Finalmente, se pretende la modificación de los objetivos del Instrumento de Financiación de la Cooperación al Desarrollo, de forma que la ayuda comunitaria se otorgue previo respeto a la vida del embrión.

Los promotores

La Iniciativa ha sido promovida por un Comité de Ciudadanos compuesto por nacionales de Francia, Italia, Alemania, España, Reino Unido, Hungría y Polonia, teniendo apoyos de diversas personalidades y organizaciones en todos los Estados miembros de la Unión Europea. En el acto de presentación en Madrid estuvo presente la representante del Comité de Ciudadanos Alicia Latorre, presidenta de la Federación Española de Asociaciones Provida, así como representantes de las organizaciones impulsoras de la Iniciativa en España: Fundación Valores y Sociedad, Foro Español de la Familia, HazteOír, Fundación RedMadre, Derecho a Vivir, SOS Familia, CideVida y Fundación Tepeyac.

También estuvieron animando a la adhesión a esta Iniciativa políticos representantes de todos los organismos de representación ciudadana, tanto de nivel nacional como europeo: Jaime Mayor Oreja, del Parlamento Europeo, Eugenio Nasarre y Carlos Salvador, del Congreso de los Diputados, o Luis Peral, del Senado, entre otros.

Esta novedosa iniciativa tiene presencia en todos los países europeos, a través de las siguientes instituciones y personas: Jonos Juškeviius (Lituania, The Lithuanian Cultural Psychiatry Association),  Johan Lundell (Suecia, ProVita & Ja till Livet), Paul Vincenti (Malta, Gift of Life), Gudrun Kugler (Austria, Lebenskonferenz), Bran Godeau (Bélgica, Jeunes pour la vie-JPV), Josef Lelinek (República Checa, Obcanske Sdruzeni Onz), Ellzen Wibe Høslund (Dinamarca, Retten til Liv), Varro Vooglaid (Estonia, Elukultuuri Instituut), Ignacio García-Juliá (España, Foro Español de la Familia), Tomaj Sokol (Eslovenia, Iskreni.net), Maria Hildingsson (Federation of Catholic Family Associations in Europe), Paul Defermon Ginoux (Francia, Union pour la Vie), Maria Philippe (Francia, Billings France e IVG.net), Lola Velarde (España, Institute for Family Policy), Michael Van der Mast (Holanda, Schreeuw om Leven /Cry for Life), Figallo Micallef (Malta, EDRIC +9STUDENTI), Miriam Izquierdo (España, Fundación Madrina), Réka Deuten-Makkai (Rumanía, Transylvanian Reformed Church), Peter D. Williams (Reino Unido, Right to Life), Francisco V. Cunha (Portugal, Associação Portuguesa de Famílias Numerosas), Marek Michalcík (Eslovaquia, Fórum ivota/Forum for Life), Katarina Michalcík (Eslovaquia, Fórum ivota/Forum for Life), Pino Morandini (Italia, Movimento per la Vita-Mpv), Elisabetta Pittino (Italia, Movimento per la Vita-Mpv), Antonio Jesus Mellado Rosique (Bélgica, The Family Watch), Anna Kovarova (Eslovaquia, Donum Vitae), Isilda Pegado (Portugal, Federação Portuguesa pela Vida), Daniela Paun (Rumanía, “Darul Vietii” Bucuresti)

El plazo para la recogida de firmas se extenderá hasta el 1 de noviembre de 2013.

Vínculos de interés

Registro de la Iniciativa “Uno de nosotros” en la Comisión Europea: http://ec.europa.eu/citizens-initiative/public/initiatives/ongoing/details/2012/000005?lg=es.

Página web oficial de la Iniciativa: www.oneofus.eu

Versión española: www.unodenosotros.eu

Redes sociales: Facebook: www.facebook.com/unodenosotros.eu, Twitter: @unodenosotros1.

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Foro


Sigamos todos caminando junto a san Lucas el apóstol médico
Los galenos católicos hispanoamericanos ante nuevos retos

Por Francisco Díaz Herrera

SANTIAGO DE CHILE, 20 de enero de 2013 (Zenit.org) - Por su interés, reproducimos un artículo publicado por el doctor Francisco Díaz Herrera en la página web de la Federación Internacional de Médicos Católicos.

*****

FAMCLAM 2013

21 años, de afamado trabajo, se encuentra próximo a cumplir la Federación de Asociaciones Médicas Católicas Latinoamericanas (FAMCLAM).

Su Santidad Juan Pablo II se refería con frecuencia a Latinoamérica como el Continente de la Esperanza. Fundada en 1992 en Santo Domingo, a 500 años del descubrimiento de América, se encuentra hoy especialmente dedicada a ubicar a la Ciencia, a la Tecnología y a la Fe, en la atención y defensa de la vida humana, y de la dignidad de la procreación, desde la concepción hasta su muerte natural.

Hace muchos años que el Señor reúne a los médicos católicos de Latinoamérica. Fue en el Congreso Mundial de FIAMC realizado el 1986 en Buenos Aires donde se vió la necesidad de organizarse como continente, logrando así la posibilidad de juntarnos con mayor frecuencia: “Con el fin de dar fuerza a la Evangelización de nuestro mundo sanitario regional, inspirados en los principios de la Doctrina Católica y firme adhesión al Magisterio de la Iglesia”. Caminando por el mundo la FAMCLAM se manifestó. Dios, Nuestro Señor, juntó a nuestras Asociaciones y a sus miembros, y así hemos logrado trabajar bien por la mayor gloria de EL.

Plenas de motivación y con escasos recursos, las Asociaciones Médicas Católicas de Latinoamérica han cumplido su misión. Las crisis económicas han afectado a muchos colegas, lo que afecta también a sus Asociaciones. Pero pese a todo, cumplen con sus pacientes en la vida diaria, y motivando a actuar también a nuestros Parlamentos en estos momentos en que la dignidad y la vida del ser humano no es respetada. Así se ha defendido a la vida humana con iniciativas legales en sus diferentes etapas de desarrollo y con políticas públicas que facilitan la proyección social de nuestros deberes como cristianos. Hemos avanzado pero hay que estar atentos. Aún falta mucho por hacer.

Nuestras amplias labores se expresan a través de vertientes académicas, sociales y apostólicas. Estudiando, orientando y difundiendo nuestros principios frente a la vida humana. Colaborando con nuestra oración, tratamos de mantener siempre un lugar de oración en nuestros hospitales y trabajos. Estos sirven, además, de lugar de encuentro con nuestros capellanes y de éstos con los pacientes que necesiten de su auxilio espiritual.

La tarea no es fácil para FAMCLAM. Las distancias son grandes. Nuestro continente es un continente joven y enorme, expuesto siempre a diferentes ideologías ajenas, materialistas, relativistas, que apoyadas por diferentes medios de comunicación emiten opiniones importantes en forma superficial, muchas veces sesgadas y muy poco informados.

Nuestros trabajos son muchos y necesitamos tener una presencia fuerte en cada Asociación, estimulando su crecimiento. En ellas, todos sus miembros trabajan con mística, vocación y espíritu de servicio muy motivador. Nuestro trabajo no está exento de dificultades pero lo hemos ido logrando con entusiasmo y emprendimiento. Ahora, el siglo XXI debe saber quienes somos y qué se nos exige. Debe saber que respetamos la vida humana desde el primer instante de su concepción y que nosotros, los médicos católicos respetamos, humildemente, a la muerte como el fin natural del hombre, evitando también sobre-tratarla como si fuera una enfermedad.

Somos un grupo de laicos cristianos que trabajamos en el mundo de la salud y de la enfermedad. Desde México por el norte, hasta Argentina y Chile por el sur, unidos por la misma fe y vocación. Como Iglesia que somos, queremos desempeñar, en este mundo, la misión que Jesús nos ha encomendado: ser testigos de su fuerza humanizadora, sanante y salvadora, mediante el ejercicio de nuestra profesión . Somos profesionales de la salud, cristianos, discípulos y seguidores de Cristo, que hacen del Evangelio el proyecto que inspira sus vidas, da sentido a su quehacer y pone esperanza en su existencia.

Agradecemos al Consorcio de Médicos Católicos de Argentina su presencia permanente invitando con frecuencia a realizar nuestras Asambleas en Buenos Aires, a Brazil, país al que pertenece la presidente actual de FAMCLAM, Dra. Maria Inez Linhares que organizó el excelente Congreso Latinoamericano de Médicos Católicos en Río de Janeiro el año 2001, provocando una gran motivación, lo mismo a la Academia de Medicina San Lucas de Santiago de Chile, que a pesar de ser, geográficamente el país más lejano, realizó el Congreso del año 2005 muy concurrido y con éxito, a los médicos Católicos del Perú, a Uruguay, a Paraguay, a República Dominicana, que nos permitió visitar y trabajar en Haití después del terremoto, a México que nos acogió desde Ciudad de Méjico hasta Monterrey, Mérida y Cancún, a Guatemala, Ecuador, etc. y a todos los afiliados latinoamericanos, estas instancias para realizar nuestras Asambleas, momentos gratos y formativos que no olvidaremos. Nos motivan a emprender nuevos proyectos, desde México hasta la Antártica. Proyectos que la FAMCLAM y la FIAMC y todos nuestros asociados saben tan bien alentar y levantar con un entusiasmo siempre renovado.

Sigamos todos caminando confiados en el Señor, con alegría en nuestra misión, junto a San Lucas el apóstol médico, quien fue tan cercano a la Santísima Virgen María.

Fuente: http://www.fiamc.org/; http://www.famclam.org/.

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Nuestra fe genera paz

Por Felipe Arizmendi Esquivel

SAN CRISTóBAL DE LAS CASAS, 20 de enero de 2013 (Zenit.org) - Obispo de San Cristóbal de Las Casas

SITUACIONES

Un caricaturista afamado, que se distingue por sus burlas sistemáticas contra la religión y la Iglesia, ha dicho: “Jesús sería el primer sorprendido de que en su nombre hayan hecho una Iglesia que acabó por ser uno de los grandes negocios de todos los tiempos; que acabó por ser la institución más nefasta que ha tenido la humanidad, responsable de actos de corrupción y de cientos de miles de asesinatos… Todas las religiones son falsas, todas las ha creado el hombre”.

No faltan quienes estén de acuerdo con esa afirmación y hasta la aplaudan, resaltando sólo los errores que nuestra Iglesia ha tenido y tiene, sin valorar cuanto es en sí misma y todo lo que ha aportado a la humanidad. Algunos usan esta estrategia para legitimar su estilo de vida, que no siempre es muy honesto.

En Chiapas y en otras partes, a veces se remarca que los católicos son intransigentes e intolerantes hacia otras confesiones; que se les expulsa de las comunidades, impidiéndoles ejercer su derecho a la libertad de credo, sólo por ser de una creencia diferente a la de la mayoría. Es una acusación muy simplista, pues no es la diferencia de cultos el motivo fundamental de esos conflictos interreligiosos, sino otras razones de tipo cultural, económico, político, agrario y sólo en parte religioso. Casi siempre es la reacción de algunos pueblos a agresiones verbales, a críticas hirientes, a ofensas injuriosas de protestantes contra la vivencia tradicional de su fe; se sienten ofendidos en sus arraigadas costumbres, todas ellas de raíz católica. Con todo el respeto que tengo a hermanos de otras religiones, hay que dejar muy en claro que algunos no son unos santos e inofensivos angelitos; a mí mismo me han ofendido en forma burda e injustificada.

ILUMINACION

El Papa Benedicto XVI, con una gran lealtad histórica, afirma: “Donde no se da gloria a Dios, donde se le olvida o incluso se le niega, tampoco hay paz. Hoy, sin embargo, unas corrientes de pensamiento muy difundidas sostienen lo contrario: la religión, en particular el monoteísmo, sería la causa de la violencia y de las guerras en el mundo; sería preciso liberar antes a la humanidad de la religión para que se estableciera después la paz; el monoteísmo, la fe en el único Dios, sería prepotencia, motivo de intolerancia, puesto que por su naturaleza quisiera imponerse a todos con la pretensión de la única verdad.

Es cierto que el monoteísmo ha servido en la historia como pretexto para la intolerancia y la violencia. Es verdad que una religión puede enfermar y llegar así a oponerse a su naturaleza más profunda, cuando el hombre piensa que debe tomar en sus manos la causa de Dios, haciendo así de Dios su propiedad privada. Debemos estar atentos contra esta distorsión de lo sagrado. Si es incontestable un cierto uso indebido de la religión en la historia, no es verdad, sin embargo, que el «no» a Dios restablecería la paz. Si la luz de Dios se apaga, se extingue también la dignidad divina del hombre” (24-XII-2012).

Si en la historia ha habido o hay formas de violencia perpetradas en nombre de Dios, éstas no se pueden atribuir al monoteísmo, sino a causas históricas, principalmente a los errores de los hombres. Más bien es precisamente el olvido de Dios lo que sumerge a las sociedades humanas en una forma de relativismo que genera ineluctablemente la violencia. Sin la apertura a lo trascendente, que permite hallar respuestas a los interrogantes sobre el sentido de la vida y sobre la manera de vivir de modo moral, sin esta apertura el hombre se vuelve incapaz de actuar según justicia y de comprometerse por la paz. Si la ruptura de la relación de los hombres con Dios lleva consigo un desequilibrio profundo en las relaciones entre los hombres mismos, la reconciliación con Dios, obrada por la Cruz de Cristo, es la fuente fundamental de la unidad y de la fraternidad” (7-XII-2012).

COMPROMISOS

Eduquémonos no sólo para la tolerancia, sino para el respeto, el diálogo, la paz, la unidad de los creyentes, conjuntando energías frente a tantas necesidades de los que sufren. El amor fraterno es la mejor prueba de que somos discípulos de Jesús.

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Documentación


Con el ''signo'' de las Bodas de Caná, Jesús se revela como el Esposo mesiánico
Reflexión de Benedicto XVI durante el Ángelus

Por Benedicto XVI

CIUDAD DEL VATICANO, 20 de enero de 2013 (Zenit.org) - En el segundo domingo del Tiempo Ordinario, el santo padre Benedicto XVI rezó el tradicional Ángelus con los fieles y peregrinos reunidos en la plaza de San Pedro. Estas fueron las palabras del papa al introducir la oración mariana.

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¡Queridos hermanos y hermanas!

Hoy la liturgia nos propone el pasaje evangélico de las bodas de Caná, un episodio narrado por Juan, testigo presencial de los hechos. Este episodio se ha colocado en este domingo inmediatamente posterior al tiempo de Navidad, ya que, junto con la visita de los Magos de Oriente y con el Bautismo de Jesús, forman la trilogía de la epifanía, es decir, de la manifestación de Cristo.

Los de las bodas de Caná es, por así decirlo, "el comienzo de los signos" (Jn. 2,11), o sea el primer milagro realizado por Jesús, con el cual Él manifestó en público su gloria, provocando la fe de sus discípulos. Recordemos brevemente lo que sucedió durante la fiesta de las bodas en Caná de Galilea. Sucedió que el vino se agotó, y María, la Madre de Jesús, se lo hizo notar a su Hijo. Él le respondió que aún no era su tiempo; pero luego atendió la solicitud de María, e hizo llenar con agua seis tinajas grandes, y convirtió el agua en vino, un vino excelente, mejor que el anterior.

Con este "signo", Jesús se revela como el Esposo mesiánico, que vino a establecer con su pueblo la nueva y eterna Alianza, según las palabras de los profetas: "Como se regocija el novio por la novia, así tu Dios se regocijará por ti" (Is. 62, 5). Y el vino es símbolo de esta alegría del amor; pero también alude a la sangre que Jesús derramará al final, para sellar su pacto nupcial con la humanidad.

La Iglesia es la esposa de Cristo, el cual la hace santa y hermosa con su gracia. Aún esta esposa, formada por seres humanos, está siempre necesitada de purificación. Y una de las culpas más graves que desfiguran el rostro de la Iglesia es aquella contra la unidad visible, en particular las divisiones históricas que han separado a los cristianos y que aún no han sido superadas.

Justo esta semana, de 18 al 25 de enero, se celebra la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, un momento siempre grato a los creyentes y a las comunidades, que despierta en todos, el deseo y el compromiso espiritual por la plena comunión. En tal sentido, fue muy significativa la vigilia que pudecelebrar hace un mes en esta Plaza, con miles de jóvenes de toda Europa, y con la comunidad ecuménica de Taizé: un momento de gracia en el que experimentamos la belleza de formar en Cristo una sola cosa.

Animo a todos a orar juntos para que podamos alcanzar "Lo que espera el Señor de nosotros" (cf. Mi. 6,6-8), como se llama este año el tema de la Semana; un tema propuesto por algunas comunidades cristianas de la India, que invitan a caminar con determinación hacia la unidad visible de todos los cristianos y de superar, como hermanos en Cristo, todo tipo de discriminación injusta. El próximo viernes, después de estos días de oración, presidiré las Vísperas en la Basílica de San Pablo Extramuros, en presencia de los representantes de las otras Iglesias y Comunidades eclesiales.

Queridos amigos, a la oración por la unidad de los cristianos añadiría una vez más, aquella por la paz, para que, en los diferentes conflictos por desgracia activos, se detengan las masacres de civiles desarmados, y se ponga fin a toda violencia, y se encuentre el valor del diálogo y de las negociaciones.

Para ambos propósitos, invocamos la intercesión de María, mediadora de gracia.

Traducido del original italiano por José Antonio Varela V.

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