23.01.13
Hay que tener poca vergüenza. En unos momentos de crisis política e institucional como no se había conocido, cuando el crédito de los políticos está más bajo que las temperaturas de esta pasada noche, cuando tenemos la sensación de que se nos roba por todas partes y los privilegios de nuestra casta de dirigentes políticos y sindicales superan con creces los del más señor de todos los señores medievales, viene el PSOE y se descuelga en el Congreso con una docena de preguntas sobre privilegios de la Iglesia Católica.
Las preguntitas se las traen. Vamos a comentar algunas, porque son mentira, manipulación, cachondeo y cortina de humo que oculta desde Bárcenas a la Fundación Ideas.
- EL IBI. Ganas de incordiar. Porque exentos de IBI están los locales destinados a culto y caridad de la Iglesia, pero también muchiiiiiiiiiiiiiiiisimos más de muchiiiiiiiiiiiiiiiiiiiisima gente. Hace tiempo escribí sobre esto un artículo que ha recorrido medio mundo: ahí está todo.
- Exención de impuesto de donaciones y sucesiones. Están exentas todas las instituciones con fines no lucrativos, sean iglesia, asilos, hospitales, fundaciones benéficas y sociales. Así que nada de privilegios.
- Profesores de religión. Mientras la religión sea asignatura, tendrán que pagar profes de religión, de inglés y de matemáticas.
-Por qué se cobran entradas en edificios religiosos restaurados con dinero público. Pues porque la luz, el personal de seguridad, la limpieza… hay que pagarlos. Que una cosa es restaurar y otra mantener.
Ay si yo le dijera a este señor todo lo que quisiera saber. Me gustaría que me contara despacito la historia de Filesa, la de Roldán, la de los fondos reservados, la del GAL, Rumasa, Ibercorp, Salanueva, PSV, ERES andaluces. Me gustaría saber cómo es posible que cada día nos desayunemos con un nuevo caso de corrupción en la clase política. Pues nada.
Ya quisieran tener entre manos un par de casos de corrupción económica en Cáritas, una trama de sobres entre obispos y unas cuantas parroquias implicadas en sobornos. Nada de nada. Lo único que están encontrando son comedores sociales y despachos de Cáritas, ayudas a los pobres, acogida a la gente y además gratis. No pueden soportarlo. No pueden soportar a la Iglesia porque pone delante de sus narices nada menos que la Verdad con mayúscula, y esta verdad deslumbra.
Dice Moscoso que lamenta no haber roto los acuerdos con la Iglesia cuando estaba en el gobierno. No mienta, señor Moscoso, que nos conocemos todos, que la historia está ahí. Ustedes lo que lamentan es no haber podido acabar con la Iglesia Católica, aunque bien que lo intentaron en la guerra civil. Destruyeron templos, asesinaron a curas, frailes y monjas. Hoy se lamentan de que sigamos existiendo.
No, señor Moscoso. Si está preocupado por la situación de quiebra económica en que está sumido este país, pregunte a su colega Rodríguez Zapatero qué hizo en sus años de gobierno. Atrévanse a hacer una ley seria contra la corrupción económica y política. Renuncien a sus privilegios de diputados. Pero no tenga la desvergüenza de clamar contra los supuestos privilegios, que usted sabe que no son tales, y por eso jamás los denunció estando en el gobierno, de una iglesia católica que es hoy el gran colchón que atenúa la pobreza.