30.01.13
Algunos comentaristas me lo han preguntado en ocasiones. Por fin, ¿qué pasó con lo de la comunión de rodillas en tu parroquia? ¿Se hizo algo?
Por si acaso, recuerdo que en este blog escribí sobre el asunto hace unos meses y recibí las sugerencias de los amables lectores. Servidor lo tenía claro: es potestativo del fiel elegir la forma de comulgar y el sacerdote no es nadie para imponer cualquiera de ellas. No entro ahora mismo en razones teológicas o pastorales.
Tras las sugerencias colocamos unos reclinatorios, tanto en la capilla del Santísimo como en el templo principal, de forma que las dos posibles formas de recibir la comunión fueran perfectamente posibles, y servidor explicó a la gente el por qué de los reclinatorios.
¿Qué ha pasado después de estos meses? Pues hago un breve resumen.
En la parroquia celebramos dos misas los días laborables y cuatro los domingos. Lo que vengo observando, es lo siguiente, que explico por misas porque creo que me podré explicar con más facilidad.En la misa de 7:30 de la mañana prácticamente la totalidad de los fieles comulgan de rodillas. En la de la tarde, como la mitad. Menos lo hacen en las misas dominicales, poca gente, aunque yo creo que en gran parte es porque al ser mucha la gente que asiste a la misa dominical lo ven como más ágil.
¿Qué ha aprendido un servidor? Pues varias cosas.
- Que el sacerdote no puede ser nunca alguien que impone por encima de las normas de la iglesia. Ni puedo imponer comulgar en la boca ni en la mano, de pie o de rodillas.
- Que no hay que tener nunca miedo a la libertad. Los fieles son adultos y ellos sabrán lo que hacen, insisto, mientras sea conforme a las normas de la Iglesia.
- Que no complica ni más ni menos la comunión de una forma o de otra. He de reconocer que mi miedo era a resolverlo de forma correcta y práctica, y se ha podido hacer muy bien.
- Que Infocatólica tiene unos comentaristas de lujo, que saben reflexionar, aportar documentación, experiencias y sensatez. Así que muchas gracias.