La renuncia del Papa es una “lección de desprendimiento”, señala el Nuncio Apostólico en Kazajstán Miguel Maury Buendía


 

El Nuncio Apostólico en Kazajstán, Kirguistán y Tayikistán, monseñor Miguel Maury Buendía, ha impartido la conferencia ‘El papel de la diplomacia vaticana en las relaciones internacionales’ en la Universidad CEU San Pablo, en la que ha recordado cuál es actualmente el objetivo de los acuerdos de la Iglesia: “Asegurar que los cristianos de cada país puedan vivir con libertad su fe”, de modo que lo que se persigue es la “libertad de los fieles y la seguridad jurídica”. Por eso, la Iglesia se adentra en diferentes campos, como la defensa de los Derechos Humanos, la cuestión ecológica o el que los problemas se arreglen “por vía pacífica”; así, “se logró evitar una guerra entre Argentina y Chile”, ha señalado. En definitiva, los intereses de la Iglesia no son económicos, sino “culturales y humanos”, ha remarcado el Nuncio.

También ha hecho referencia a la situación de Kazajstán, donde los católicos representan un 1% de la población, mientras que los ortodoxos son un 30 por ciento y los musulmanes, un 60 por ciento. Por ello, ha afirmado que se hace especialmente necesario el “diálogo interreligioso”. En este sentido, ha señalado que la libertad religiosa ha de aplicarse a toda religión, “cuando es una confesión de buena fe” y sin permitirse “que la gente use la religión para otros fines”, y ha puesto el ejemplo de la Cienciología, a la que ha calificado como “business”. En Tayikistán ha destacado que “no hay libertad religiosa”, pero sí ha conseguido que los católicos que allí viven gocen de libertad, pues el Gobierno se ha percatado de “las ventajas que eso le aporta”.

Pero el Nuncio no sólo se ha referido al “nivel bilateral” de las relaciones de la Iglesia, sino también al “multilateral” y a su papel como “observador permanente”; de este modo, ha recordado que la Santa Sede está presente en todas las organizaciones internacionales, en las que “tiene voz, pero no tiene voto”. 

Asimismo, el Nuncio se ha referido a la renuncia del Papa, que ha sido recibida por la diplomacia vaticana “con sorpresa” y cuya reacción “espera con prudencia”. Ha calificado el gesto de Benedicto XVI como una “lección para todos los políticos del mundo, que se agarran a la silla caliente” y una “lección de desprendimiento”, que “sólo los grandes hombres pueden hacer”. 

Por su parte, el director del Instituto CEU de Humanidades Ángel Ayala, José Peña, que ha presentado el acto, ha destacado la intelectualidad del Pontífice, “hombre que ve lo que los demás no vemos”.