Por medio de un email a Aci Prensa

La Pontificia Academia para la Vida niega también haber aprobado el uso de la píldora del día después

 

La Pontificia Academia para la Vida ha asegurado que es «falsa y engañosa» la información que círculo hace algunos días sobre la supuesta aprobación por parte de este dicasterio o del Cardenal Joachim Meisner de la píldora del día siguiente –que tiene un potencial efecto abortivo– para que sea usado en hospitales católicos de Alemania en casos de violación. El dicasterio dio a conocer esta información en un correo electrónico enviado a ACI Prensa el 19 de febrero, escrito bajo las indicaciones del presidente de la PAV, Mons. Ignacio Carrasco de Paula.

21/02/13 10:15 AM


(Aci) En el texto que lleva la firma del Dr. Gaetano Torlone, miembro de la Pontificia Academia para la ida, se señala que «el Cardenal (Joachim Meisner, Arzobispo de Colonia) en su declaración afirma simplemente que en la asistencia a las mujeres que han sufrido una violación sexual el proceso es complejo y va más allá del aspecto farmacológico».

En estos casos, precisa el correo electrónico de Torlone, «es lícito usar fármacos anticonceptivos, pero no es nunca lícito usar fármacos abortivos porque nunca es lícito asesinar a un ser humano».

El texto señala que, en su declaración, «el cardenal habla de fármaco, de cualquier fármaco que impida la concepción, no de la píldora del día siguiente».

El Dr. Torlone explicó además que «naturalmente la vida humana comienza con la concepción (o fecundación). Esto significa que cualquier acción voluntaria que produzca la expulsión del nascituro, antes de que haya alcanzado la capacidad de sobrevivir fuera del vientre materno, representa un aborto en cuanto produce la muerte del mismo nascituro».

«Entonces –precisa Torlone– impedir voluntariamente la anidación del embrión es una acción abortiva, un pecado gravísimo».

El miembro de la PAV dijo además que «no conocemos las declaraciones del Cardenal Meisner a los medios locales que, en cualquier caso, no tienen particular relevancia para la Pontificia Academia para la Vida. Conocemos al Cardenal, su fe, su fidelidad a la Iglesia, su abnegación, su servicio a la diócesis que le ha sido confiada por el Señor».