22.02.13

Sharía y jurisprudencia española en cuestiones de adopción

A las 11:52 PM, por Pedro González
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Según informa

un artículo en la página web del Gatestone Institute:

España se ha adherido a las demandas del gobierno islamista de Marruecos al acceder a que los niños marroquíes adoptados por familias españolas deben permanecer culturalmente y religiosamente musulmanes.

El acuerdo obliga al Gobierno español a establecer un “mecanismo de control” que permitiría a las autoridades religiosas marroquíes el control de los niños hasta que alcanzasen la edad de 18 años para asegurarse que no se han convertido al cristianismo.

El requisito, que se incluirá en el código legal de España, representa un avance sin precedentes de la Sharia (ley) islámica en la jurisprudencia española. La medida también representa un asalto frontal a la libertad de religión o de creencia, la cual es amparada por el artículo 16 de la Constitución española.

El Ministro de Justicia Alberto Ruiz-Gallardón dijo el 17 de febrero que había accedido a las peticiones de su homólogo marroquí Ramid Mustafa de modo que las familias españolas a las que les fueron asignados huérfanos marroquíes puedan traer de vuelta a los niños a España.

La adopción de niños en Marruecos siempre ha sido problemática. Pero el procedimiento se hizo mucho más complicado en 2012, cuando el recién elegido gobierno islamista de Marruecos anunció medidas para prevenir que los extranjeros adoptasen niños marroquíes.

Según la ONG con sede en Casablanca Asociación de Solidaridad Femenina (ASF), Marruecos tiene una tasa alarmantemente alta de abandono de niños, un promedio de 24 niños son abandonados cada día (o alrededor de unos 8700 al año) por todo el país. (ASF dice que muchos niños son abandonados por el artículo 490 del Código Penal de Marruecos, que estipula un año de prisión para toda persona declarada culpable de mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio.)

Estadísticamente el futuro de los huérfanos marroquíes es sombrío. Un consorcio de seis ONG informa que el 80% de los niños que crecen en orfanatos marroquíes se convierten en delincuentes, y el 10% terminan suicidándose. Sólo el 10% se convierten en miembros productivos de la sociedad.

Debido a su proximidad geográfica, España se ha convertido en un destino clave para los huérfanos marroquíes. En 2011, un año antes de que el gobierno islamista interviniese para congelar el proceso de adopción, 254 niños marroquíes fueron asignados a familias españolas.

El concepto occidental de adopción -por el cual un niño adoptado se convierte en verdadero hijo de los padres adoptivos- nunca ha existido en Marruecos (ni en la mayoría de países musulmanes.)

En cambio, la ley islámica de adopción es llevada a cabo por un sistema llamado “kafala", una tutela legal que permite a una persona no musulmana asumir la responsabilidad de la protección, educación y manutención de un niño abandonado, pero que prohíbe a un no musulmán la adopción formal o asunción de la custodia de ese niño.

De acuerdo con el kafala, el niño “adoptado” debe conservar el nombre y apellido de sus padres biológicos. Por otra parte, el niño debe permanecer musulmán y debe mantener la nacionalidad de su nacimiento. De hecho, los no musulmanes tienen prohibido el establecimiento de una relación completa de paternidad con el niño, como sería en el caso de una adopción.

El 19 de septiembre de 2012, el ministro de Justicia marroquí Mustafá Ramid emitió una circular que prohíbe el traslado de los niños marroquíes a los extrajeros “si no son residentes habituales de Marruecos". Argumentó que una vez los niños han abandonado el país, es imposible verificar si la kafala se respeta y los niños son criados como musulmanes.

La nueva norma afecta al menos a 58 familias españolas a las que les fueron asignados niños marroquíes antes de que el gobierno islamista asumiera el cargo en noviembre de 2011.

Con la intención de cumplir con los nuevos requisitos, algunos españoles abandonaron sus puestos de trabajo y/o vendieron sus casas para trasladarse a Marruecos para obtener la residencia allí. Sin embargo muchos han descubierto que únicamente por la obtención del permiso de residencia marroquí no se garantiza que algún día los padres adoptivos puedan llevar a sus hijos de vuelta a España.

A Susana Ramos, por ejemplo, una madre adoptiva de Madrid, le fue asignado un bebé abandonado hacía más de un año en la Liga Marroquí para la Protección de la Infancia, una institución pública a cargo de los huérfanos. Desde entonces, ha hecho más de 23 viajes a Marruecos, pero todavía no ha sido capaz de llevarse al niño de vuelta a España.

En al menos una docena de otros casos, los españoles se han convertido al Islam para obtener la custodia de sus hijos, especialmente si son niñas.

Tratando de poner fin al “drama humanitario” el Ministro de Justicia español Alberto Ruiz-Gallardón anunció que cedería a las demandas marroquíes y modificaría la Ley española de adopción, con fecha de diciembre de 2007, con el fin de poner la legislación española en conformidad con la ley islámica.

Los cambios legales, que entrarán en vigor en 2013, podrían “limitar” los derechos de los padres adoptivos españoles obligándoles a cumplir plenamente con la kafala hasta que el niño alcance la madurez.

En términos prácticos, esto significa que los españoles que adoptan niños marroquíes perderían su derecho a utilizar el sistema de tribunales españoles para tratar de obtener la “plena adopción” del menor conforme a la legislación española. Con anterioridad, algunas familias españolas habían utilizado con éxito este camino legal “para asegurar el bienestar” de sus niños marroquíes adoptados, al obtener para ellos los mismos derechos que los españoles.

No está claro si la “estrategia de apaciguamiento” de Ruiz-Gallardón servirá para aplacar a los islamistas en Marruecos, que insisten en que las medidas legales sean retroactivas y se apliquen para todos los niños marroquíes que alguna vez hayan sido adoptados por padres españoles.

Las autoridades marroquíes también están exigiendo que los padres españoles viajen a Marruecos una vez al año para que las autoridades religiosas islámicas puedan verificar el pleno cumplimiento de la kafala.

En diciembre de 2012, un grupo de 40 familias (en su mayoría españolas, pero también estadounidenses, canadienses, francesas y suizas) enviaron una emotiva carta al rey de Marruecos, Mohamed VI, pidiéndole que intercediera ante los islamistas que dirigen el país.

Sin embargo, la carta parece haber sido contraproducente por haber ofendido a quienes simpatizan con los islamistas.

Esto incluiría los barceloneses Amigos del Reino de Marruecos (ITRAN), que ha ayudado a las familias españolas con el proceso de adopción en Marruecos. En una afilada declaración redactada el 25 de enero de 2013, ITRAN dijo que la decisión de eludir el status quo en contacto con el rey de Marruecos directamente fue “sin duda una falta grave e intolerable de respeto” a la Kafala.

Los miembros de ITRAN dijeron que se habían sentido ofendidos de que algunos niños marroquíes en España hubieran sido “bautizados a la fe cristiana", y que a partir de ahora el grupo ayudaría sólo a aquellos que firmasen una declaración prometiendo “un compromiso sincero e inequívoca para satisfacer todas y cada una de las obligaciones que la ley impone de Kafala.”

Los islamistas en Marruecos también se han mantenido inflexibles. En una entrevista reciente con el periódico en línea Europa Press, el Ministro marroquí de Exteriores Saaedín el Otmani aconsejó a las familias en cuestión que resolvieran sus casos directamente a través del sistema judicial de Marruecos, notoriamente ineficiente. Dijo que se deberían proporcionar “pruebas” que pudiesen “garantizar” el pleno cumplimiento de la kafala.

Esto no va a ser fácil. En la ciudad marroquí de Agadir, por ejemplo, un juez islamista recientemente suspendió el procedimiento de adopción de varias familias españolas. Ordenó a los futuros adoptantes pasar primero un examen teológico para demostrar que tienen suficiente conocimiento del Islam con el fin de ser capaz de educar a los hijos como musulmanes.

En cuanto a Ruiz-Gallardón, quizá esté buscando a la vecina Francia para obtener orientación sobre cómo lidiar con el problema de la Kafala. El Código Civil francés reconoce expresamente que la kafala tiene preeminencia sobre el derecho francés en todos los casos de niños nacidos de padres musulmanes fuera de Francia, por interés del “pluralismo cultural".

La ley fue cuestionada recientemente en las Cortes por un matrimonio francés que vive en Villeurbanne (Lyon), después que las autoridades francesas prohibieron la mujer de adoptar a un niño que fue abandonado al nacer en Argelia.

En octubre de 2012, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) confirmó por unanimidad la decisión francesa. El Tribunal consideró que la negativa a permitir que la solicitud de adopción se basa en el Código Civil francés, pero también, en gran medida, de conformidad con los tratados internacionales, en particular la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, de noviembre de 1989, que explícitamente se refiere a la kafala islámica como “tutela” al mismo nivel que la adopción.

El TEDH consideró que el hecho de que la Kafala fue reconocido en el derecho internacional ha sido un factor determinante en la apreciación de cómo los países europeos han acomodado su legislación nacional y han tratado los conflictos que surgieron.

De vuelta a España, la decisión de Ruiz-Gallardón para hacer cumplir la legislación española con la Sharia islámica ha generado controversia. Sin embargo, queda por ver si las demandas susceptibles de impugnar lo que algunos llaman la “islamización” de la jurisprudencia española.

De cualquier manera, en la medida en que los legisladores europeos estén dispuestos a injertar los principios islámicos legales en los códigos legales seculares de Europa, la ley de la Sharia islámica podría fácilmente convertirse en una realidad permanente en España y en todo el continente.

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