25.02.13

El fuego amigo

A las 8:08 AM, por Tomás de la Torre Lendínez
Categorías : General

La renuncia de Benedicto XVI ha sido un acto tan libre y novedoso en la vida de la Iglesia que ha dejado a todos los católicos con los ojos como platos, quienes conforme pasan los días van viendo como algo natural y humano, un hecho nunca impensable en la historia del Papado desde hace seis siglos.

En el campo de la comunicación, información y opinión religiosa ha saltado una bomba de muchos megatones. A unos, el impacto de la explosión, los ha mandado a donde siempre están en las zahúrdas de la progez deseando casar mentiras con ideología marxista destilada con una fe digital de garrafón barato y verbenero.

A otros los ha colocado, tras una reciente historia bélica, en el quicio de contar lo que ocurre y lo que no sucede, mezclando información con opinión produciendo una desestabilización subrayada por una evidente falta de cimentación económica actual.

Los guardianes de la esencias, siempre como fuego amigo, hemos tomado el liderazgo de la pureza del reparto de cédulas de identidad de salud creyendo que somos los únicos que vamos por el camino recto.

Hemos llegado a lo que ayer trató el programa Lágrimas en la lluvia, que estoy viendo colgado en la Red en esta tempranera hora cuando escribo estas líneas antes de salir para mi tierra y mi casa.

El cainismo en España es un hecho histórico que llevamos entroncado en los genes desde los tiempos más remotos de nuestra historia. Este cainismo se revela ahora, también, dentro de la Iglesia que peregrina en España y desea estar en la misión de la información y la opinión religiosa.

Desde Roma, ayer el periodista Burke, asesor en materia de comunicación de la Secretaría de Estado, tras felicitarse por cómo se desarrolló el último Ángelus de Benedicto XVI afirmo tajante lo siguiente:

“Con respecto a la nota de la Secretaría de Estado vaticana de ayer dirigida a los medios de comunicación, Burke admitió que fue un poco «dura, pero era necesaria. El mensaje es: chicos, calma. No todos escriben cosas falsas, pero hay verdades a medias, muchas cosas sin fuentes, opiniones disfrazadas de hechos. Repito: calma. Hay periodistas que han hecho análisis espléndidos, pero también ha habido mucha fantasía».”

Comparto totalmente esa opinión. Desde el 11 de febrero se ha comunicado bien en la mayoría de los casos. En otros la información ha sido fatal. Pero que quien esté libre de pecado informativo que tire la primera piedra. Nadie tiene la patente de la pureza legal desde la cuna. Es imposible.

Una vez más, el cainismo español nos hace diferentes y produce una división social entre el mundo de la comunicación religiosa española, donde unos deseamos ser los dispensadores de carnet de circulación y otros no tienen derecho a informar y opinar.

El pueblo lector de las informaciones y opiniones religiosas no es tonto. Sabe distinguir muy bien la paja del grano. Conoce dónde debe quedarse y leer. O salir pitando camino de mejor fruto de un buen árbol.

Siempre llegamos a la sagrada libertad individual de las personas adultas, lectores de tal o cual portal, consumidores de tal diario, o espectadores de tal canal televisivo, cada uno se sitúa donde desea.

El fuego amigo en este momento y en las próximas semanas hasta que salga el nuevo Papa y la Iglesia retome sus pasos habituales, es mejor dejarlo apagado, porque de una forma u otra todos buscamos el mismo fin: comunicar y opinar sobre los importantes acontecimientos que se avecinan para las semanas inmediatas.

A los cristianos de las primeras comunidades apostólicas, les señalaban con el dedo los paganos afirmando: “Mirad cómo se aman”.

Los cristianos de hoy deben mirar a la tropa informativa católica y, ojalá, digan lo mismo que de los primeros seguidores de Cristo. Si solamente encuentran fuego amigo, el ejemplo que damos está alejado del mensaje del Nazareno.

Para saber más hagan clic aquí.

Tomás de la Torre Lendínez