E.O., blog Cuatro rayas mal hechas

¡¡¡Hola majos!!! ¿Ya pensabais que os librabais de mí esta semana? Pues casi… Está tan aburrido el patio eclesial, que casi no hay nada sobre lo que escribir ni dibujar… Es broma, todo el mundo sabe que si se busca bien, algo se encuentra. Y si no, siempre habrá algún conocido sobrino de un cura que estuvo una vez en Roma y conoció a un camarero que en cierta ocasión le sirvió un capuchino * a uno que instaló el wifi del Santo Padre y que le cuenta todo. TODO. Y si también esto falla, la imaginación al poder.

Por cierto, para los que por primera vez entran en esta güeb y en concreto en este blokj, que sepan que pulsando en la imagen, se abrirá en una explosión de colores y fantasía, más grande. Si no hay explosión de colores y fantasía, es culpa de vuestra computadora (con perdón). Lo que no falla es que la imagen se hará más grande.

* No penséis mal, vatilekeros, un capuchino -del italiano cappuccino- es una bebida italiana preparada con café expreso, leche y espuma de leche -en ocasiones lleva cacao o canela en polvo-. Un capuchino se compone de 1/3 de café expreso, 1/3 de leche calentada y texturizada al vapor y 1/3 de leche con espuma; la espuma y la leche se obtienen al mismo tiempo durante el calentado. En Italia se consume casi exclusivamente para el desayuno; en algunos otros países se puede consumir a lo largo de todo el día o después de la cena.

Yo conozco a uno que tiene un amigo que de esto sabe...