12.03.13

Cónclave: llegó la hora de la verdad

A las 2:52 AM, por Andrés Beltramo
Categorías : Sucesión Papal

El momento clave llegó. Estamos a las puertas de un nuevo Cónclave para elegir Papa. En cuestión de horas, días quizás, sabremos quién tomará la estafeta dejada por Benedicto XVI. Se acabaron los conciliábulos, las reuniones informales de café y el intercambio de información. Se terminaron las listas interminables de “papabili” y la influencia (positiva o negativa) de la prensa. A partir de ahora la decisión pasará por el corazón y la mente de cada uno de los “príncipes de la Iglesia”. Estarán ellos, sus papeletas, Dios y su conciencia. En sus manos estará el futuro de la catolicidad.

Según reportó El Vaticano ya se encuentra todo listo para la reunión de la cual surgirá el nuevo Papa de la Iglesia católica. Comenzará la mañana de este martes 12 de marzo con la misa “pro eligendo pontífice”. Todos los espacios donde se llevarán a cabo los ritos para la elección del futuro obispo de Roma se encuentran preparados. En la Capilla Sixtina se han dado los últimos toques y se ha revisado palmo a palmo en busca de micrófonos ocultos.

Sobre el nivel realzado construido en madera, para evitar a los cardenales cualquier tropezón, se ubicaron largas mesas forradas con manteles color bordó. Los espacios de los cardenales ya han sido marcados, por orden de jerarquía. Unas 115 sillas fueron colocadas en torno a las mesas y en su lugar cada purpurado encontrará una copia del “Ordo Ritum Conclave”, el documento que contiene las indicaciones de todas las ceremonias realizadas durante el Cónclave. Además de una copia de la constitución apostólica “Universi Dominici Gregis”, la normativa eclesiástica que rige la sucesión papal, y un ejemplar de la liturgia de las horas, para algunos momentos de oración.

A partir de las 07:00 de la mañana de este martes los cardenales ya podrán ocupar sus habitaciones dentro de la Casa de Santa Marta, la residencia que los mantendrá aislados del mundo durante el tiempo de las votaciones. A las 10:00 los purpurados se dirigirán hasta la Basílica de San Pedro donde concelebrarán, todos juntos, la misa “pro eligendo Pontifice” (por la elección del pontífice), que será encabezada por el decano del Colegio Cardenalicio Angelo Sodano.

Tras la ceremonia, que no durará más de dos horas y a la cual pueden asistir todos los fieles que lo deseen, regresarán a Santa Marta y a las 15:45 horas serán trasladados de ese lugar hasta el Palacio Apostólico del Vaticano. De acuerdo a lo previsto, unos 45 minutos después comenzará una larga procesión de la Capilla Paolina hasta la Capilla Sixtina. Al frente desfilará una cruz alta y dos velas a los costados, seguirán un grupo de cantores y otros prelados, incluido el secretario del Cónclave. Luego los cardenales, que estarán dispuestos en orden de precedencia. Desde los más jóvenes y con menor rango (James Michael Harvey y Giuseppe Versaldi) hasta el más anciano y de mayor categoría: Giovanni Battista Re.

Al paso de los purpurados se rezarán las letanías en latín y se cantará el “veni creator spiritus”. Una vez adentro de la Capilla los cardenales pronunciarán su juramento en latín, primero el cardenal Re leerá una larga fórmula. Inmediatamente después cada purpurado pasará frente al altar y jurará ante la biblia de no revelar nada de lo relacionado con la elección. Terminado esto todas las personas de apoyo dejarán la capilla y se pronunciará la tradicional frase: “¡extra omnes!” (fuera todos).

A puertas cerradas escucharán la meditación que impartirá el cardenal mayor de 80 años y, por lo tanto, no elector Prosper Grec. Cumplido este requisito se podrá llevar a cabo el primer escrutinio, aunque no es obligatorio y podría dejarse para el miércoles. Presumiblemente después de las 19:00 horas local se podrá ver la primera “fumata”, que con mucha probabilidad será negra. Aunque en 2005 la primera exhalación de humo pudo advertirse apenas hasta las 20:04, ya muy tarde en el primer día de Cónclave.

Con las primeras papeletas lanzadas en la chimenea para las “fumata” los cardenales sabrán más claramente quienes se perfilan como candidatos posibles. Como es de esperar, en la votación inicial se dispersarán los sufragios. Y aunque es posible que dos o tres cardenales cosechen una buena feta de voto, todo puede pasar. Porque no existen candidatos fuertes ni unanimidad sobre el perfil del futuro Papa. Eso requerirá algunos escrutinios para permitir el asentamiento y la transferencia de los consensos. Y aunque la divergencia parece dominar, la mayoría de los purpurados hablan de Cónclave corto. En lo últimos 137 años ningún Cónclave duró más de cinco días. ¿El de 2013 será la excepción?