9.04.13

Valoración del primer mes del Papa Francisco

A las 8:12 AM, por Tomás de la Torre Lendínez
Categorías : General

Al borde, casi, del primer mes del Papado de Francisco es hora de sintetizar algunas líneas presentes y futuras para resumen de unos, remarque de otros, y alabanza de muchos. El nuevo sucesor de Pedro es un hombre providencial para la Iglesia.

Ha contado con la gran suerte de pasar la primera Semana Santa en el cargo de Obispo de Roma con todos los focos sobre sus gestos, palabras y primeras actuaciones.

Paso a desglosar los campos siguientes:

1.- La descolocación de bastantes personas ha sido clamorosa. Son los que habían apostado por los cardenales quinielísticos previos al Conclave. Creían que las apuestas ganarían por encima de todo. La jugada fue maestra. Para los que tenemos fe en que el conductor de la Iglesia es el Espíritu Santo el resultado ha sido realmente deslumbrante saliendo elegido un cardenal que nunca había entrado en las listas de los preferidos.

Durante estos casi treinta días, la descolocación sigue poniendo a algunos como panteras porque el Papa ha hecho, ha dicho o ha nombrado a tales personas para equis cargos de muy segundo orden todavía. Cuando entre a cambiar a las cabezas visibles de los carteles la descolocación será mucho mayor. En sus gestos se le nota decidido a no detenerse, pues sabe ser pastor sin deberle a nadie nada. Solamente a Dios.

Quien firma estas líneas, confieso mi descolocación sobre el asunto secundario de vivir en el apartamento papal. Hoy veo que es mejor lo que está haciendo: estar más cerca de los trabajadores del Vaticano, no aislarse en el piso del Palacio Apostólico y el mejor regalo son las homilías diarias que dice en la Eucaristía que celebra en la capilla de Santa Marta. En ellas está saliendo una doctrina cercana, real, práctica y muy pastoral, algo inédito en el Magisterio Pontificio de sus predecesores.

Entre los descolocados se ha abierto una doble brecha:

a) Los oficialistas, que pretenden ser más papistas que el propio Papa, sobre el que se secuestran informaciones, considerando a los fieles menores de edad mental, y produciendo una autocastración expresiva impropia de estos tiempos y de la Iglesia Católica, Pueblo de Dios que camina hasta la Casa del Padre.

b) Los atacantes viscerales contra la persona del Papa Francisco, a quien ya lo han metido en el infierno como hizo Miguel Ángel con Julio II, porque no se ha cambiado los zapatos y otras minucias de poca importancia.

c) La literatura producida entre un grupo y otro es para reír o llorar. Depende del lado que se tome, pues igualar autoridad a autoritarismo y confundir sabiduría con degeneración mental por el paso de la edad es perder el tiempo. Es para aconsejar estarse quietos a unos y otros.

2.- La proliferación de escribientes de libros de corta y pega, nacidos al calor de la renuncia de Benedicto XVI y la elección del Papa Francisco, está produciendo una subliteratura absolutamente prescindible y unos profetas que leerlos o escucharlos son para pensar: ¿No se dan cuenta que están siendo unos vendedores de crecepelo en la feria de las vanidades creada sobre tan importantes acontecimientos eclesiales desde el 11 de febrero pasado?. ¿Nadie les dice que sus panfletos son indigestos y más propios para encender el fuego de las chimeneas que en esta no entrada primaveral se encienden en muchos lugares donde el frío aún está instalado?.

3.- El pueblo cristiano, una vez más con el sensus fidei, es el que ha entendido los mensajes, los gestos y los ejemplos del Papa Francisco, quien tiene unas dotes mediáticas excelentes, tanto para estar ante los medios de comunicación, como también, siendo comunicador de las verdades de la Revelación, cuya depositaria es la Iglesia Católica.

Durante la pasada Semana Santa he podido apreciar cómo los fieles motivados por las consignas del Papa Francisco han acudido más a los Oficios Religiosos, han pedido más la recepción del sacramento de la Penitencia y ha subido el número de las comuniones repartidas. La sinceridad de la sencillez del pueblo cristiano me han dicho: vengo movido por las palabras del Papa; estoy aquí porque me ha convencido el nuevo Papa a confesar ya que he comprendido que Dios nos espera y nos perdona todos los pecados.

Conclusión

Casi un mes de la elección del Papa Francisco. Mi valoración: absolutamente positiva para la Iglesia Católica, a donde ha llegado una bocanada de aire limpio procedente del fin del mundo, usando las propias palabras papales.

Ruego el ruego constante que nos hace el Papa: Recen por mí. Pues hago eco de esta petición: sigamos rezando por el nuevo sucesor de Pedro. Es la mejor respuesta que podemos dar a Dios por darnos este Papa al servicio de la Iglesia Católica, que somos todos los bautizados.

Tomás de la Torre Lendínez