Piden su renuncia y él responde que no piensa dimitir

Brasil: Polémica por el nombramiento de un pastor evangélico como presidente de la Comisión de Derechos Humanos

 

El Gobierno brasileño, a través de dos de sus ministerios, se sumó ayer al repudio por la elección del diputado y pastor evangélico Marcos Feliciano como presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara baja, de quien este fin de semana se supo que atribuye la muerte del «beatle» John Lennon a su enfrentamiento con Dios. Feliciano ha descartado dimitir y ha asegurado que «Brasil vive bajo una dictadura gay que me hostiga y me persigue».

10/04/13 8:53 AM


(Agencias/InfoCatólica) Feliciano ha sembrado polémicas y generado el rechazo de grupos de derechos humanos por sus posiciones contra la homosexualidad, de la cual sostiene que «incita al odio y al crimen», y por declaraciones en las que supuestamente habría afirmado que la raza negra ha sido «maldecida» por Noé.

El diputado fue elegido presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara baja el pasado 7 de marzo y desde entonces resiste a fuertes protestas de diversos grupos que exigen su renuncia a ese cargo.

A esas presiones se sumó ayer la ministra de Derechos Humanos, Maria do Rosario Nunes, quien asistió a la inauguración de una exposición sobre el Holocausto Judío y que dijo confiar en que el Congreso «encuentre una solución» que conduzca a la renuncia o la destitución de Feliciano.

Nunes lamentó que «cada día nos deparemos con un pronunciamiento peor que el otro», en alusión a unos videos divulgados este fin de semana en los que Feliciano, durante un culto de su iglesia, dice que John Lennon fue asesinado por haberse «enfrentado a Dios».

Según Feliciano, cuando los Beatles se dijeron «más populares que Jesucristo» y afirmaron que el grupo era como «una nueva religión», «afrontaron a Dios» y eso «nunca queda impune», por lo que Lennon fue asesinado con «un tiro en nombre del Padre, otro en nombre del Hijo y otro en nombre del Espíritu Santo».

Nunes sostuvo que esas y otras declaraciones del pastor Feliciano «incitan al odio, a la intolerancia y al prejuicio» y «superan ya la barrera de una comisión del Congreso», pues suponen una «actitud ilegal e inconstitucional».

También hoy se pronunció el Consejo Nacional de Promoción de la Igualdad Racial, que depende del Ministerio de Igualdad Racial y en una nota oficial consideró «inaceptable» que el pastor Feliciano ocupe la presidencia de la Comisión de Derechos Humanos.

Según la nota, con la elección de Feliciano para ese puesto se hieren «los principios de libertad, respeto y dignidad de la persona humana, que deben ser garantizados, independientemente de la raza o la orientación sexual».

No renunciará

Pese a las presiones, Feliciano ha dicho una y otra vez que no renunciará al cargo, ya que fue elegido en forma «legítima».

El diputado, del Partido Social Cristiano (PSC), ha hablado sobre la homosexualidad definiéndolo como «un fenómeno de comportamiento», y considerando que es algo que puede ser «revertido con ayuda psicológica y espiritual». El parlamentario es presidente y pastor de la Asamblea de Dios Catedral del Avivamiento, y asegura que gracias a la ayuda espiritual, «muchas personas» dejaron de ser homosexuales.

El acusado declaró en una entrevista que sus posiciones no son «homofóbas ni racistas» y se apoyan en convicciones religiosas, por las cuales se opone al matrimonio gay, por cuya aprobación litigan los colectivos homosexuales. Piensa que, aunque en Brasil exista la «unión civil» entre dos personas del mismo sexo, no se avanzar más allá de lo permitido, ya que alega que «el casamiento es un problema, pues después del casamiento civil van a querer el casamiento religioso y luego van a pelear, como ya lo hacen, por la adopción de niños, y todos sabemos, y la psicología lo dice, que un niño criado por dos hombres o dos mujeres tendrá problemas muy serios en su vida»

Sin embargo, partidos de izquierda han pedido al Congreso que inicie un proceso con miras a la destitución del polémico pastor, que además enfrenta sospechas de estar incurso en irregularidades administrativas.