23.04.13

¿El próximo secretario de Estado? “Debería ser italiano”

A las 7:59 PM, por Andrés Beltramo
Categorías : Curia Romana

Del Vatican Insider

Los cardenales lo bautizaron “el micrófono de Dios”. En el último Cónclave se convirtió en un altavoz humano y su potente voz resonó en la Capilla Sixtina donde cantó los votos en los cinco escrutinios que llevaron a Jorge Mario Bergoglio a convertirse en Papa. Se trata del purpurado mexicano Juan Sandoval Íñiguez, arzobispo emérito de Guadalajara.

En entrevista con El Vatican Insider el cardenal analizó los retos que enfrentará Francisco en materia de gobierno y no dudó: el próximo secretario de Estado debe ser italiano.

¿Qué esperan los cardenales del Papa Francisco?

Todos sabíamos que es un hombre espiritual, eso cuenta mucho porque buscábamos una persona capaz de arrastrar más por el ejemplo que por los decretos. Alguien que inspire, como lo está haciendo. Además se le conoce como un hombre inteligente, de buena teología pero que se hace entender, cercano al pueblo.

¿La elección de Bergoglio fue producto del “vatileaks” y los escándalos que afectaron el pontificado de Benedicto XVI?

Puede ser. Tal vez en el ánimo de los cardenales pesaron los escándalos y les llevaron a buscar alguien fuera de la Curia Romana, ajeno a los problemas que afectaron la Iglesia en los últimos tiempos. Muchos de ellos dirigieron sus votos para otro lado, se fueron con el cardenal Bergoglio.

Antes del Cónclave los cardenales pidieron insistentemente más colegialidad en el gobierno de la Iglesia, ¿había mucha inquietud por acabar con el centralismo?

El tema de la colegialidad partió de un principio teológico: en la Iglesia la autoridad reside en el Papa y en los obispos, como sucesores de los apóstoles. Pero en ocasiones parecía que la Curia Romana mandaba más que el mismo pontífice y los obispos. Por eso la recomendación que surgió antes del Cónclave era que el nuevo Papa debía tratar mucho con el episcopado, de una manera más frecuente. Surgieron propuestas como las de organizar reuniones del pontífice con los presidentes de las conferencias episcopales del mundo una vez al año y la curia que fuese sólo un instrumento para el gobierno, nada más.

Al pedir colegialidad ¿dieron un mandato específico al nuevo Papa? Francisco parece haber respondido a esa inquietud con una comisión de cardenales asesores apenas nombrada.

No, no le dimos un mandato específico. Francisco ya trae esta sensibilidad y eso se advierte en su insistencia al llamarse obispo de Roma, quien preside a las demás iglesias en la caridad. Ese es el sentido de la comunión, porque la autoridad en la Iglesia es el colegio apostólico con Pedro a la cabeza. Los demás organismos son de servicio y no de autoridad. Muchas cosas dijimos en las Congregaciones generales pero sólo fueron opiniones. Aunque la reflexión era clara: un solo hombre no puede hacer todo ni cambiar el mundo de la noche a la mañana. De todas maneras el Papa es el Papa, tiene la autoridad absoluta y suprema en la Iglesia para realizar lo que Dios le inspire.

A Benedicto XVI le costó gobernar. El Papa Francisco, ¿va a poder con la Curia Romana?

Las tuercas se aprietan de arriba para abajo. ¿Cuál es el remedio? Empezar desde arriba con un buen secretario de Estado y en mi opinión debería ser un italiano, porque ellos saben. Uno que esté fuera de los grupos actuales, con autoridad para llevar la coordinación de la curia y que deje al Papa libre para las cuestiones universales de la Iglesia. De allí para abajo deberá valorar quién sí y quien no, poniendo en cada dicasterio personas de su confianza. Lo ideal será una mayor internacionalización, hace falta más presencia de América Latina.

Los gestos del nuevo Papa parecen haber puesto “patas para arriba” al Vaticano. ¿A qué se debe?

En la Iglesia se debe distinguir lo esencial de lo superfluo, incluso en el atuendo del Papa. Las costumbres y los hábitos van cambiando con el tiempo. No podríamos imaginarnos a Pedro, Lino o Clemente con los atuendos de los pontífices actuales. ¿Qué es lo esencial? Fe profunda, amor a Cristo y cuidado pastoral de las ovejas. Lo demás es secundario, el tiempo actual pide más sencillez en muchas cosas.